Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 24 de abril de 2017

NACER DEL ESPÍRITU

Es difícil encontrar la Luz cuando vives y te mueves en la oscuridad. Porque, dentro de la oscuridad nunca llegas a vislumbrar la Luz y te pierdes por el camino. Se necesita morir a esa oscuridad y volver a nacer desde el Espíritu Santo. En Él podemos nacer a una Vida Nueva liberados de las ataduras de las tinieblas y del pecado.

Pero eso exige un cambio en la ruta y una disponibilidad para la conversión y para el Bautismo. Sólo en él nacemos a una vida nueva y tendremos la fortaleza de morir a la vida vieja de la carne y el pecado. Pero no depende de nosotros, aunque tengamos parte en la tarea, pues somos libres, pero esa libertad tendremos que perderla voluntariamente y ponerla en Manos del Espíritu Santo, para que sea Él quien la oriente, la dirija y la haga fructificar.

Pidamos esa Gracia, para que nuestro compromiso Bautismal dé los frutos que de él se espera, Pero, para ello, pongámonos en Manos del Espíritu Santo, que hemos recibido en día de nuestro Bautismo y, asistidos por Él, perseveremos en el Camino, en la Verdad y en la Vida que marca nuestra ruta en el horizonte del nacimiento a una Vida Nueva.

Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en nosotros la llama del Amor. Envía, Señor, tu Espíritu, y nuestro corazones serán creados de nuevo, transformados de nuevo y nacidos a una Vida Nueva según tu Voluntad. Amén.

domingo, 23 de abril de 2017

EL SEÑOR NO ESCATIMA PRUEBAS

Jesús, no sólo da la Vida por cada uno de nosotros, sino que trata de convencernos presentándose, en sus discípulos, a cada uno de nosotros. Se reune con ellos y les presenta signos y huellas que dan testimonio de su Persona. La Resurrección es un hecho real y quiere que ellos lo vean con sus propios ojos y con sus propias manos.

Tomás, que no estaba en ese momento, se resiste. También te pasa a ti y a mí. Hay muchos momentos que nos resistimos, que vacilamos y nos dejamos embaucar por las dudas. Nos defendemos con nuestra razón y exigimos pruebas, milagros y hechos extraordinarios. Queremos que el Señor, como en un circo, nos deslumbre con su poder. Realmente somos indignos de merecer nada.

El Señor pasa por alto todo eso. Su Misericordia es Infinita y así lo propone al Padre. Su amor y su méritos satisfacen al Padre que nos perdona misericordiosamente. Sabe de nuestras debilidades y tentaciones y da poder a sus apóstoles, en el Espíritu Santo, para que nos perdonen nuestros pecados.

Te damos gracias, Señor, por esas pruebas de amor, y por tu Infinita Misericordia, que no merecemos. Nos postramos ante Ti y te pedimos que nos des la fe para ver, sólo apoyados en tu Palabra transmitida por tu Iglesia desde ese día de Pentecostés hasta hoy. Danos esa Gracia de perseverar si vacilar y de ser fuertes ante las tentaciones de este mundo que trata de apartarnos de Ti.

Y, de nuevo, Señor, aumenta nuestra fe sin la necesidad de estar buscando testimonios y pruebas que nos hablen de Ti. Creemos en tu Palabra y ella sola nos basta. Amén.

sábado, 22 de abril de 2017

INSISTO, SEÑOR: AUMENTA NUESTRA FE

Por muchas pruebas que tengamos no nos será fácil creer. Y es que nuestra humanidad está tocada y herida y vive en la oscuridad. Conozco a muchas personas que duermen en la intrascendencia y ceguera espiritual. Confiesan creer, y hasta tener alguna experiencia, pero su vida queda paralizada, inactiva y pasiva. No emprenden ningún camino. Viven indiferentes al testimonio y mensaje de Jesús.

Luego, ¿qué ocurre? Creo, como se cuenta en la parábola del rico epulón -Lc 16, 19-31- que ni apareciéndose un resucitado movería a muchos a cambiar. Ya ocurrió con Jesús. Ni creían en Él ni en sus Obras. En la primera lectura de hoy se trata lo que comenta ahora: En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, se sorprendieron y descubrieron que habían sido compañeros de Jesús. Pero, viendo junto a ellos al hombre que habían curado, no encontraban respuesta.
Les mandaron salir fuera del Sanedrín, y se pusieron a deliberar:
- « ¿Qué vamos a hacer con esta gente? Es evidente que han hecho un milagro: lo sabe todo Jerusalén, y... -Hech 4, 13-21-.

Poco ha cambiado respecto a hoy. Todo sigue igual. Se necesita una experiencia personal y profunda que toque nuestro corazón, y, así y todo, necesitamos la Gracia de Dios. Es verdad que, por nuestra parte, necesitamos dar un paso hacia adelante y esforzarnos en abrirnos y entregarnos para que el Espíritu Santo haga su trabajo, pero todo depende de la Gracia de Dios. Con ella daremos testimonio y proclamaremos, con nuestras vidas, la Buena Noticia de salvación. 

Y nuestro trabajo es ese. Estar atentos y aceptar nuestra mediocridad. Quizás sea esa su Voluntad respecto a muchos de nosotros. Ahí entra mucho en juego nuestra humildad y obediencia, que ha sido lo destacado en muchos de los que han llegado a tener una íntima relación con Él. Aceptar lo que Él quiere de cada uno de nosotros es aceptar su Voluntad. Y ese es nuestro camino, nuestra derecha y nuestra red.

Pidamos, confiados esa Gracia, ser abrazados pacientemente en la esperanza, que el Señor sabe lo que mejor nos va, y lo que verdaderamente necesitamos. Sea de una forma u otra; activo o paciente; iluminado o en la oscuridad; fuerte o débil, sostengámonos en el Señor y vivamos en su Palabra. Amén.