Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 19 de junio de 2017

HABLANDO CON LA VERDAD

El que la hace la paga. Ese aforismo, limitando sus efectos con la ley del "ojo por ojo y diente por diente", llamada la ley del talión, fue un adelanto muy importante en un momento de la humanidad, pues limitaba la venganza en proporción al daño recibido. Pero, dejaba siempre la puerta abierta a continuar el odio y la lucha. La venganza, aunque sea proporcional, no deja de ser venganza y suscitar odio, rencor y lucha.

Sólo el amor, que Jesús propone, es el arma necesaria para convertir el odio y la venganza en acto de reconciliación, de justicia y de paz. Es eso, Padre del Cielo, por los méritos de tu Hijo predilecto y amado, nuestro Señor Jesús, lo que queremos pedirte este hermoso día, después de celebrar ayer, las solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre con el que nos ha bendecido y fortalecido.

Te damos gracia, Señor Padre nuestro, porque nos has dado en tu Hijo Jesús y nuestro Señor, el alimento espiritual que nos sostiene, nos fortalece, nos llena de paz y valentía para darnos en amor y paz. Y nunca corresponder a los improperios y actos violentos con los que somos atacados y provocados. 

Aprovechamos, Señor, para, uniéndonos todos con una misma oración, pedirte por nuestros hermanos perseguidos en Pakistán y otros lugares. Por muchas familias que, por su fe, son atacados, divididos y amenazados de muerte. Te pedimos, Padre del Cielo, que, por los méritos de tu Hijo Jesús, les llenes de fortaleza, valentía y paciencia para soportar con entereza y alegría todos esos momentos difíciles que la vida les presenta, y que puedan superarlos. 

También, Padre Bueno, te pedimos que se logre la paz y la fraternidad, para que, auxiliados por el Espíritu Santo, encuentren el camino que les devuelva al Camino, a la Verdad y a la Vida. Amén.

domingo, 18 de junio de 2017

SEÑOR, TÚ ERES PAN DE VIDA ETERNA

Nos empeñamos en buscar la felicidad, y en ser eternos. Esos son los sentimientos que viven en nuestro corazón. Queremos ser felices y que esa felicidad sea eterna. Sin embargo, en nuestra experiencia vital vamos descubriendo y experimentando que este mundo no nos da esa felicidad eterna. Lo más que logramos es satisfacer nuestras apetencias y placeres, pero, como mismo empiezan, terminan. Todo es caduco y nos deja insatisfechos.

Y nosotros buscamos algo perpetuo, eterno y pleno en gozo y felicidad eterna. Y descubrimos a lo largo de nuestro camino que eso en este mundo no se encuentra. El pan material no nos da la vida eterna ni tampoco la felicidad. Incluso, la felicidad temporal en este mundo, Nos engañamos cuando decimos que somos felices, pues en cualquier momento nuestra felicidad se ve interrumpida y acabada.

Somos seres transcendentes y aspiramos vivir eternamente. Y esa vida eterna el mundo no nos la da. Por eso, recurrimos a Ti, Señor, para que nos des esa vida eterna que tanto queremos y deseamos. Tú eres el pan que nos alimenta y que nos promete vida eterna: «El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».

Está claro, Jesús es la Fuente da Agua viva, y quien como su Carne y bebe su Sangre vivirá  eternamente, No hay otra alternativa. Crees o no, y no hay otra alternativa. Te confías en el Señor o te resignas a vivir mediocramente hatsa que llegue tu hora y, alejado de Él, pierdes tu vida.

Pidamos esa Gracia al Señor, para que sepamos entender su propuesta y, fiándonos de su Palabra sepamos responder y vivir según sus mandatos. Amén.

sábado, 17 de junio de 2017

PALABRA Y CONFIANZA

Hay mucha gente que no gozan de confianza. Es posible que su vida y sus actos no respondan a sus palabras, y, por mucho que juren, no le dan crédito a sus palabras. Poner a Dios o al Cielo por testigos no hace sino estropear más su credibilidad. Sobre todo si su palabra carece de verdad. Será una falta tratar de jurar apoyando tu palabra en la de Dios o en el Cielo. ¿Quién has pensado que eres para pedir el respaldo y crédito de Dios a tu palabra? Está fuera de sentido tratar de poner a Dios por testigo.

Y es que resulta que no se puede vivir de una manera y actuar de otra. Cuando la palabra no casa con la vida, se supone que algo falla. Y eso ocasiona que se pierde la credibilidad. Y hasta la dignidad. Porque, si se vive en la mentira, tu palabra pierde crédito. Menos aún si te atreves a jurar poniendo a Dios por testigo.

Por eso, desde este humilde rincón de oración, pedimos perdón por nuestras mentiras o por nuestros fracasos y medias verdades. Pedimos perdón por nuestras debilidades, inseguridades, ignorancias y, también, por nuestras incoherencias. Y pedimos que nuestros labios hablen en verdad. Siempre apoyados en la verdad que descansa en nuestro Señor Jesús, pues sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Danos, Señor, la sabiduría, la fortaleza, la coherencia y la valentía de estar siempre en la verdad, y no tener necesidad ni la tentación de usar tu Nombre para ponerlo por testigo y juramento a lo que nuestros pecadores labios hablan y dicen. Danos, Señor, la paciencia y la templanza de, llenos de paz y confianza, responder siempre como Tú nos indica: sí, sí, o, no, no.