Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 20 de julio de 2017

DESCUBRIRLO, PARA AMARLO Y SEGUIRLO

La mayoría, por no decir todos, exigimos la fe antes que entregar nuestra confianza. El sentido común nos dice que es al revés. Primero se entrega la confianza, y luego nacerá la fe. Porque, la fe supone el dar la confianza a una persona y seguirla confiando en ella. Es, pues, lógico, dejarnos guiar por ella, para luego, conociéndola, creerle y seguirle.

Dicho esto, tendremos primero que abandonarnos en el Señor y descargar en Él todos nuestros problemas, ambiciones y afanes, para, tomando su yugo, aprender de Él que es manso y humilde de corazón. Porque, será esa mansedumbre y humildad la que nos llenará de paz y serenidad.

Y lo experimentamos en los afanes de la vida. Sin darnos cuenta nos vemos arrastrados por muchas cosas que no sabemos ni para que las queremos. Y otras, en las que buscamos vivir mejor, experimentamos que nos  desestabilizan y nos someten a disciplina que nos deshumanizan. Y, siempre, todo acaba igual. Aunque tratamos de engañarnos, experimentamos que seguimos igual y que, cuanto más buscamos descansar, más nos fatigamos y nos estrésamos.

Pidamos luz y paciencia para ver donde está la calma y la paz. Sólo en el Señor podemos encontrar sentido y paz a nuestra vida. Todo lo demás está de paso, pero Él siempre estará. Es inmutable y Eterno, y nos ha prometido que su yugo es suave y su carga ligera. Es el final que todos deseamos, descansar en paz. Y sólo en Jesús, que nos busca y nos ha prometido volver para llevarnos con Él a la Casa del Padre, encontraremos esa paz que ansiamos y buscamos.

Pidamosla confiados y esperanzado en su Palabra. Él nunca ha dejado de cumplir lo que dice. Su Resurrección lo avala y su Palabra siempre tiene cumplimiento. Amén.

miércoles, 19 de julio de 2017

SENCILLOS Y HUMILDES

No es cosa fácil. Cuesta mucho sostenerse en la humildad y sencillez. Porque eso, aparentemente, desmerece y empequeñece, y a nadie le gusta quedar por debajo. Cuesta y, por experiencia se hace difícil mantenerse en la humildad. Quizás estés buscando cosas más heroicas o de mayor notoriedad, pero ser humilde está al alcance de todos, pero son pocos los que lo logras.

Esta será una buena oportunidad para pedírselo al Señor. Señor, convierte nuestro orgulloso corazón en un corazón noble, humilde, agradecido y sencillo, para que pueda dejar entrar tu Palabra y acogerla con alegría y entusiasmo. Tengamos la confianza que el Señor nos dará la fortaleza para vencernos y soportar con paciencia el mantenernos en la humildad.

Porque, ser humilde no es parecer un bobo, ni limitarse y echarse para atrás en todo. Ser humilde es y significa vivir en la verdad y reconocerse pecador y que de los demás también puede aprender. Ser humilde es tomar conciencia que todo lo que tienes, de bueno y de inteligente, lo has recibido de Dios. Y lo que no es tan bueno, puedes, con la ayuda del Espíritu Santo, mejorarlo y hacerlo bueno.

Ser humilde es abrir tu corazón a la Palabra de Dios, y confiar en Él. Tal y como los niños confían en sus padres y se fían de su palabra y de lo que les dicen. Eso te pedimos, Señor, danos un corazón de niño, confiado y abierto a tus enseñanzas y tus mandatos. Amén.

martes, 18 de julio de 2017

PENSANDO EN TU ENCUENTRO

Es posible que nuestra tendencia natural sea agarrarnos a la vida. Sin lugar a duda, somos humanos y esa es nuestra tendencia natural. Pero, la vida humana es una vida corta, destinada a corromperse y sufrir una transformación. Y, esa transformación, es lo verdaderamente importante. Es lo que cuenta y lo que importa. Nada ni nadie le puede superar. Morir para Resucitar. Es lo que Jesús nos ha revelado y nos ha venido a comunicar. Es la Buena Noticia de salvación.

Por tanto, todo lo que puedes aspirar aquí abajo, siendo importante desde nuestro punto de vista humano, no se puede comparar con el gran Tesoro de la Vida Eterna. Eso es lo que nos promete Jesús, y, no sólo eso, sino que nos lo ha demostrado resucitando a Lázaro, su íntimo amigo. También a la hija de Jairo y al hijo de la pobre viuda de Naím. Y a otros gravemente enfermos. 

Pero, lo más asombroso, su propia Resurrección. El fundamento de nuestra fe. Gracias, Señor, por darme la sabiduría de creer en tu Palabra y fiarme de Ti. Gracias, Señor, por ilusionarme y llenarme de esperanza con el momento de mi encuentro contigo, mi propia muerte. Gracias, Señor, por darle sentido a mi vida y hacerla más valiosa y gloriosa en la medida que se consume y se acerca al encuentro directo contigo. Gracias, Señor.

Pero, quiero pedirte que me des la fuerza y voluntad de no descansar ni pararme. De seguir amando más y mejor que lo habré podido hacer, y de abrir mi corazón a tu Misericordia. Porque, la necesito, Señor. Necesito que laves mis heridas y enmiendes mis fracasos, torpezas y pecados. Perdóname, Señor, por tanta basura e inmundicias que te he ofrecido. Perdóname, Señor, y inundame de humildad y de saberme pobre, pecador e indigno de recibir tu Misericordia y tu perdón. Pero, ¿a dónde y a quién voy a ir, Señor, si no es a Ti, que eres Infinitamente Misericordioso y perdonas todos mis pecados?

Tú, Señor, eres mi única esperanza y quien sostienes mi vida y le das sentido. Aléjame de la actitud de Corozaín y Betsaida, y abrir mi corazón a la escucha de tu Palabra y a la acción de dar frutos. En Ti, Señor, confío. Amén.