Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

SÓLO TÚ, SEÑOR, PUEDES CONVERTIR MI CORAZÓN

Nada podré hacer sin Ti, Señor. Quiero ser bienaventurado, pero para ello necesito despojarme de toda atadura materia e inmaterial. Quiero abrazar la pobreza, pero una pobreza de saber despojarme de todo aquello que me impide amar. Quiero empaparme de humildad, una humildad que me ayude a renunciar a todo aquello que me hace rico y me ata a las cosas de este mundo.

Por eso, Señor, consciente de mis limitaciones y de mi humanidad herida y tocada por el pecado, quiero suplicarte que conviertas mi corazón endurecido y materializado por el egoísmo de mi corazón. Un corazón que busca el placer, la comodidad, el gozo de la vida que trae el poder y las riquezas y que me lleva a la individualidad e indiferencia hacia los demás.

Quiero pedirte que inundes mi vida de paz, de serenidad y de capacidad de discernimiento, para saber y ver claramente donde está lo bueno, la verdad, la justicia y el bien, y no contemplarlo como un deseo, sino pasar a la acción y trabajar en la medida de mis posibilidades. Dame, Señor, la virtud de descubrir el gozo de amar y de darme, por amor, al bien de los demás.

Pero, también Señor, dame sabiduría para saber, no sólo descubrir y diferenciar el bien del mal, sino de apartarme de todo aquello que me pueda ocultar tu Amor y tu Verdad. Ayúdanos a todos y no dejes que la vida fácil y cómoda nos pueda, y perdamos la oportunidad de ser señalados bienaventurados por Ti, Señor. Danos esa fortaleza para estar siempre dispuestos a seguirte despojándonos de todo aquello que nos entorpece  y nos desorienta de tu camino.

Por eso, Señor, te suplico e insisto que nos des la Gracia de abrirnos a tu llamada y a tus mandatos, y de esforzarnos en ser esos bienaventurados que Tú nos señalas viviendo en tu Palabra. Porque, sólo Tú, Señor, puedes convertir nuestros corazones egoístas y corazones bienaventurados. Amén.

martes, 12 de septiembre de 2017

ENCONTRAR RESPUESTA A TU LLAMADA, SEÑOR

Necesitamos orar constantemente para encontrar respuesta a tu llamada, Señor. No es cuestión de un rato, ni de un día, semana o temporada. Se trata de una constante vida de oración. Un camino de suplicas para pedirte luz en cada instante de nuestros pasos, para no perdernos ni desorientarnos, pues el camino mundano se hace difícil, duro, seductor y peligroso.

Nuestros pasos están marcados por el peligro de las tentaciones. Ellas nos invitan a cada instante a pararnos y abandonar el contacto contigo. Nos ofrecen comodidades, placeres, diversiones, y una felicidad aparente, que, tan pronto como la hayamos aceptado, desaparece, dejándonos abandonados, vacíos y sin fuerzas para levantarnos y regresar al camino de la verdad.

Sabemos que no es fácil sostenerse, y la misión que nos encomiendas, Señor, no es tarea fácil. Por eso, queremos mantenernos junto a Ti mediante la oración. Ella es el vehículo que nos mantiene junto a Ti y nos da fuerza y capacidad para la lucha en cada momento. Tú nos das ejemplo y tus pasos han sido todos precedidos de una íntima relación con tu Padre. También nosotros queremos hacer lo mismo, pues sabemos de nuestra impotencia para sostenernos sin tu ayuda.

Queremos responderte, Señor, y encontrar respuestas a tu llamada. Y sabemos que la oración, el diálogo constante contigo, nos hace fuerte y nos vitaliza para cumplir con la misión de transmitir el Evangelio. Pero, nos encontramos con un problema, posiblemente no sabemos orar, o no mantenemos la concentración debida para que nuestra oración surta efecto y sea eficaz. Danos esa Gracia, Señor.

Que sepamos ser conscientes de lo que decimos, y que llevemos a la vida la palabra transmitida según tu Evangelio. Que oremos con conciencia, sabiendo lo que decimos y tratando de vivirlo en cada momento de nuestra vida. Amén.

lunes, 11 de septiembre de 2017

TODO EN FUNCIÓN DEL HOMBRE

Todo ha sido creado para salvar al hombre. No es disparatado pensar que el hombre sea lo más importante para Dios. Y es, pues, de sentido común que el hombre sea la criatura preferida para Dios. Entra todo dentro de nuestra razón. Y, como tal, lo lógico es que todo lo creado sea para y en función de las necesidades del hombre. Dios ama al hombre, su criatura preferida, y quiere salvarlo. De modo que todo lo ha establecido para su salvación.

Y así ha dispuesto un plan de salvación que alcanza su plenitud en Jesucristo. El Hijo enviado, hecho Hombre, al mundo para liberar a los hombres de la esclavitud del pecado. Una misión aceptada voluntariamente, ofreciendo su muerte por rescate de todos los hombres. Así, presentado todo este plan, sería absurdo que haya alguna ley que esté por encima del bien del hombre.

Y eso lo deja muy claro el Señor en el Evangelio de hoy domingo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla». Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús. 

La respuesta no admite duda. Queda meridianamente clara, el hombre es lo primero y todo debe estar, incluso la ley, sometido a su bien. Por eso, Jesús, nuestro Señor, actúa de esta forma ante aquellos fariseos que le acechaban aquel sábado en la sinagoga.

Pidamos que el Señor nos ilumine y nos dé la sabiduría del discernimiento, para saber en cualquier momento optar por la mejor solución para el bien del hombre. Tanto en el orden físico, material y espiritual. Amén.