Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 10 de mayo de 2018

UN MUNDO DISTRAÍDO Y SEDUCTOR

Resultado de imagen de Jn 16,16-20, según Fano
Vivimos en medio de una selva. Una selva donde el peligro nos acecha en cada esquina, una selva donde las disputas, los enfrentamientos y las guerras amenazan con romper la convivencia y sembrar la discordia y la muerte. Hay muchos lugares donde la vida es una quimera y camina pendiente de un hilo, y otros, aunque en apariencia reina la paz, se vive en la injusticia, en la mentira y en el poder.

Hay también un mundo donde los inocentes son condenados sin previo aviso y sin defensa propia. No se les deja ni nacer ni levantar la mano para protestar. Un mundo donde el rey es el egoísmo y el placer. Un mundo donde, a los ya avanzados de edad, se les presenta la jubilación del cuerpo y se les condena a la muerte por inutilidad. Un mundo absurdo donde el amor ha sido cambiado por la productividad y los intereses económicos.

Y dentro de este mundo estamos también nosotros, Señor. Nosotros que queremos vivir como Tú nos has enseñado y donde el amor es lo primero. ¿Cómo permanecer en este mundo sin Ti, Señor? Si Tú te vas nos quedamos desorientados y vencidos. Te necesitamos, Señor. Y en esa esperanza de volverte haber dentro de poco nos atrevemos a continuar la lucha sin cuartel que nos impone este mundo destrozado por el afán de poder, de riqueza y de placer.

Danos, Señor, la fuerza y sabiduría para sostenernos en tu Amor; danos, Señor, la perseverancia para resistir los embates de la concupiscencia que este mundo nos presenta como su mejor regalo; danos, Señor, la esperanza de sabernos acompañado por Ti y en espera de tu regreso y de confiar en que al final toda esta lucha, tristeza y sufrimientos se convertirán en gozo y plenitud eterna. 

Con estos sentimientos y fundadas esperanzas, confiados en tu Palabra, Señor, que siempre ha tenido fiel cumplimiento, y apoyados en la comunidad, donde compartimos nuestra fe y nuestros ánimos para continuar el camino, te damos gracias, Señor, por tu presencia y por tu Amor. Amén.

miércoles, 9 de mayo de 2018

TODOS BUSCAMOS LA VERDAD

Resultado de imagen de Jn 16,12-15
El camino de la vida consiste en la búsqueda de la verdad. Si nos paramos y pensamos un poco, nos damos cuenta que perseguimos la verdad sin desmayo. Todos nuestros movimientos están dirigidos a la verdad. ¿Acaso podemos vivir sin la verdad? La verdad nos cuestiona y remueve nuestra conciencia, hasta el punto de agitarla, despertarla e intranquilizarla y desvelar todo secreto que trata de ocultarla. 

Sin embargo, el hombre no consigue despejar su horizonte. Es víctima de sus propias esclavitudes y se hunde en su propio lodazal de mentiras y oscuridades. Y no encuentra la luz que pueda alumbrarle el camino que le emerja de ese profundo pozo de hipocresía, falsedad y mentira. Necesita ayuda; necesita luz, pero no busca donde pueda encontrarla sino afuera, donde no hay sino tiniebla y oscuridad.

El hombre se pierde en su propio mundo, porque no ha sido creado para este mundo, sino para otro, que no tiene final, porque es eterno. Éste se acaba y si se queda en él habrá perdido la oportunidad dichosa de ser eternamente feliz en plenitud. Toda su vida quedará sumida en la mayor de las angustias y los peores sufrimientos. Su salvación depende de recibir la luz, y ahí entra la buena noticia del Evangelio de hoy: 
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».

La buena Noticia es que tenemos al Espíritu Santo, y Él nos guiará y nos dará todo lo que necesitamos para encontrar la verdad y el buen camino. No la verdad a media, sino la Verdad completa que se irá revelando en cada uno de los que se abren a su acción. Pidamos esa Luz que está dentro de nosotros, lugar donde debemos buscar, y pidamos para que todos los hombres desorientados, esclavizados por los afanes del mundo y sus placeres, busquen la verdadera luz, no la del mundo, opaca y caduca, sino la Luz que nos viene dada en el Espíritu Santo. Amén.

martes, 8 de mayo de 2018

EL ESPÍRITU NO PERMANECE QUIETO, SE MUEVE...

Resultado de imagen de Jn 16,5-11A veces no preguntamos cosas que no llegamos a entender. Muchas veces nos sorprendemos de nuestras propias y buenas actuaciones y somos los primeros sorprendidos de lo que hacemos hasta el punto de preguntarnos, ¿por qué he hecho esto o lo otro? Ante cualquier contra tiempo respondemos con generosidad y bondad. No hay otra respuesta que la de que dentro de nosotros vive el Espíritu de Dios, y Él nos mueve a hacer el bien y a amar.

Porque, hacer el bien de forma altruista y desinteresada es amar. No es amar actuar por provecho propio, sino por mejorar al otro y procurarle el bien en la medida de tus posibilidades. Y, simplemente, porque así lo hace Dios contigo, sólo con la diferencia que Dios lo puede todo. Pero, debemos saber bien que los planes de Dios no son los nuestros, y muchas veces no comprendemos sus actuaciones y hasta nos sorprendemos negativamente. Ten toda la seguridad que Dios te ama y busca siempre, a pesar de que no lo entiendas, tu bien y el de todos.

Y para eso ha bajado el Espíritu Santo. Nos asiste, nos conforta y nos auxilia para que no nos desviemos del buen camino y permanezcamos siempre en el camino del Señor. Sus dones, regalos de su asistencia, son: don de Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios, que nos ayudan a permanecer fieles al Señor. Son muchas las seducciones y tentaciones que el mundo nos presenta y, débiles y frágiles, estamos a merced del príncipe del mundo. Necesitamos la Gracia del Espíritu para, fortalecidos en Él, superar los obstáculos que se nos presentan.

No tengamos miedo y abrámonos a la acción del Espíritu. Eso sí, nuestra colaboración tiene que ser abierta, dócil y entregada. Somos seres en libertad y sin ella le Espíritu no mueve un dedo. Necesita nuestra colaboración para ir transformando nuestro endurecido corazón en un corazón suave como el del Señor. Esa es nuestra misión, nuestra esperanza y la alegría de nuestra vida. Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones de tus fieles, enciende en nosotros la llama de tu Amor y se renovará la faz de la tierra.

lunes, 7 de mayo de 2018

SÍ, SEÑOR, NECESITO AL PARÁCLITO Y ME ABRO A SU ACCIÓN

Resultado de imagen de Jn 15,26—16,4
Eso es lo que deseo, pero experimento que muchas veces, sobre todo, cuando mis intereses no son los suyos, Señor, me cierro a su acción. A veces, creyéndome que me dejo guiar por Él, me confundo y me equivoco, siguiendo mis propios planes y proyectos. Porque, muchas veces los caminos por los que me conduce el Espíritu son caminos difíciles, duros, pesados y llenos de riesgos. Y temo fracasar. No confío plenamente.

Por eso, Señor, te pido perdón y confianza. Dame la sabiduría de, a pesar de no entender y de pensar que voy por camino erróneo, confiar en sus impulsos y abandonarme a su acción. Sé que el camino no será fácil y que en muchos momentos tendré que sufrir o soportar situaciones duras y confusa, pero eso me da la oportunidad de demostrar mi confianza y afianzar mi fe.

Gracias, Señor , por entenderlo así, pero necesito los dones del Espíritu Santo para que, fortalecidos en ellos, poder soportar la dureza del camino y, no sólo dar testimonio de palabra sino también con mis obras. Supongo también, Señor, que habrá muchos momentos de desfallecimiento y de debilidad, e incluso deseos de abandono. El mundo tiene poder y mi naturaleza herida se rinde fácilmente a sus encantos. Por eso, necesito fortaleza para poder resistir o, en este caso, levantarme y volver a empezar.

Que no pierda la esperanza ni la confianza de saber que Tú, Señor, me esperas y me acompañas. En todos esos momentos difíciles de mi vida estás conmigo y, a pesar de tu silencio, estás pendiente de mí y de mis reacciones. Sólo basta una palabra para que Tú salgas a mi encuentro, me abraces, me perdones y me levantes. Tú, Señor, me lo has enseñado en la parábola del Hijo prodigo -Lc 15, 11-32- y yo quiero tener la suficiente humildad y arrepentimiento para tener fuerza para levantarme y volver a empezar.

Siempre, Señor, volver a empezar, porque lo importante es saber que contigo podré llegar a la Casa del Padre, donde Tú quieres llevarme. Y, a pesar de los sufrimientos del ahora, llegará el día, en la hora de la eternidad, que todo se volverá luz y te veamos con claridad. Amén.

domingo, 6 de mayo de 2018

SABERNOS AMADO DA ALEGRÍA Y PAZ

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Nuestra esperanza es conocer que somos amados por Jesús. Lo sabemos porque el mismo nos lo ha dicho: En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado».

Y ese conocimiento nos da alegría y paz. Él ha sido quien ha dado el primer paso y nos busca, y nosotros sólo debemos corresponderle. Experimentamos que no es fácil y que nos cuesta mucho, porque amar como nos ama Jesús significa renunciar a nuestro egoísmo y a nosotros mismos. Nuestra naturaleza pecadora está herida y tocada por el pecado y necesitamos la Gracia del Señor para poder vencer las tentaciones que nos esclavizan y nos impiden amar.

Por eso, cuando experimentamos como nos ama el Señor comprendemos verdaderamente lo que significa amar y podemos atrevernos a amar de esa manera. Entonces, nos damos cuenta que necesitamos el auxilio del Espíritu Santo para que, fortalecidos por sus dones, poder darnos íntegramente en un amor gratuito y generoso renunciando a nosotros. 

Por regla general todos hemos experimentado el amor de nuestros padres o de alguna otra persona, familia o amigo,  y como ese amor genera en nosotros un deseo de corresponderles. Pues bien, conocer el amor del Señor será muy importante para que nosotros experimentemos y deseemos corresponderle. Te pedimos, Señor, que nos des esa sabiduría de comprender como Tú nos ama y que eso genere en nosotros la capacidad y la fortaleza para corresponderte como Tú quieres que lo hagamos.

Danos esa capacidad de permanecer en Ti y amarte en nuestros hermanos, cumpliendo así tu mandato de amarnos unos a otros tal y como Tú nos has mandado. Amén.

sábado, 5 de mayo de 2018

PERSEGUIDOS COMO EL MAESTRO

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Desde el momento que decidimos seguir a Jesús tenemos que ser conscientes también de que seremos perseguidos como Él. No estamos en este mundo para disfrutar de él, sino para servirle y dar frutos, y hacerlo mejor. Ya nos lo decía en el Evangelio del miércoles - Jn 15, 1-8- y nos los advierte hoy, porque esos frutos a los que alude Jesús son frutos de verdadero amor y exigen dolor y sufrimientos.

Debemos ser como el árbol que, muerta la semilla, da frutos, y frutos que regala incondicionalmente para que se beneficien todos, desde los pajarillos y animales hasta las personas. Porque, como Jesús nos somos de este mundo y, por eso, seremos perseguidos como lo fue Él. El mundo no conoce a quien le envió y le odia, y de la misma manera también nos odia a nosotros. Eso significa que la cuesta de nuestra vida será bastante empinada y costosa de subir.

Ante este panorama necesitamos permanecer unidos al Señor para así dar frutos. Frutos de amor, de verdadero amor, porque para soportar las dificultades del camino necesitamos la Gracia del Espíritu Santo. Gracia que debemos pedir y a la que debemos abrirnos, permaneciendo atentos y expectantes a su acción. Porque no podemos amar por nuestra cuenta, pues nuestras capacidades y fuerzas no nos dan para más. Nos será imposible dar frutos de verdadero y auténtico amor.

Necesitamos, pues, la fuerza y los dones del Espíritu Santo, para que nuestro corazón se transforme en un corazón como el del Señor. Así podremos realizar las mismas cosas que Él, tal y como el mismo nos lo ha prometido. Tengamos, pues, fe y pidamos al Espíritu Santo que nos dé sus dones para ser fuerte y rebasar el camino contracorriente hasta llegar, de la Mano de María y nuestro Señor, su Hijo, a la Casa del Padre. Amén.

viernes, 4 de mayo de 2018

DESCUBRIR EL VERDADERO AMOR

Resultado de imagen de Jn 15,12-17 según Fano
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Se habla mucho del amor, y todos creen saber lo que realmente es amar, pero son muy pocos los que lo entienden. Porque, amar no es buscar lo que me gusta; tampoco es satisfacer mis pasiones, tanto carnales como sensoriales; no es buscar provecho propio ni intereses económicos o de cualquier tipo. Amar es simplemente aceptar al otro tal y como es y desde ahí tratar de ayudarle a ser mejor persona.

Claro, se necesita la colaboración y participación del otro, porque no se trata de imponer, sino solamente de amar, y eso necesita que la libertad del otro sea solidaria y se una a la misma corriente del amor. ¿Entonces, qué hacemos? Esperar, esperar y esperar amando. ¿No lo hace así Dios con nosotros? ¿Y no queremos parecernos a Él? Amar es amar tal y como nos ama Jesús.

Hoy nos lo recuerda en el Evangelio: «Éste es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado». Pero, no te atrevas a intentarlo tú solo. Te será imposible. Necesitas hacerlo permaneciendo en Él. También te lo ha dicho hace días: "Permaneced en mí y Yo en ustedes"-Jn 15, 1-8-. Y permanecer en Él es estar cerca de Él. Y eso no se puede hacer sin frecuentar los sacramentos de la Eucaristía y la Penitencia. Pero, también, la asidua frecuencia en la comunidad parroquial o grupos parroquiales, donde celebramos, oramos y compartimos la fe.

La fe y el amor no se pueden vivir solos. Se hace necesario la comunidad parroquial, donde compartir y tener la oportunidad de darse. Es tan necesario como vital para expresar y dar nuestro amor. No somos criaturas de Dios para vivir individuales. Somos semejante a Él, y Él es comunidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por lo tanto, el amor es la fuerza que nos une y nos hace, juntos, compartir la fe y la vida.

De ahí ese mandamiento nuevo: "Amarnos los unos a los otros como Jesús nos ha amado". Pidamos esa Gracia de saber entender el verdadero amor, y la fortaleza y la sabiduría de vivirlo y manifestarlo en nuestras vidas. Y nada mejor que, pacientemente, llevarlo a nuestras oraciones diarias. Amén.