Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 6 de octubre de 2018

SEÑOR, IMPLORO LA HUMILDAD

Resultado de imagen de Lc 10,17-24 por Fano
Quiero abajarme y hacerme pequeño como Tú, que encarnado en María, te has rebajado hasta hacerte como yo, un hombre con naturaleza humana sujeto al dolor y a la muerte, pero, sin dejar tu naturaleza divina y sin pecado. Eso, Señor, me pregunto, duele más que el dolor físico, porque siendo Dios has renunciado a tu condición divina para padecer como un hombre. Más realmente no se puede bajar.

Quiero ser humilde y pequeño porque quiero conocerte, Señor, y ser tu amigo. Y sé que no lo podré ser si dejo que mi soberbia me supere, me dirija y sea mi bandera. Quiero ser esponja abierta que recoja y reciba, empapándose plenamente, todo el amor y misterio que Tú, Señor, me quieres revelar.

Dame, Dios mío, la Gracia de abrirme a tu Gracia y de hacer de ella el regalo más hermoso y la alegría más exultante de mi vida. Quisiera, Señor, y Tú lo sabes, porque eso es lo que palpita dentro de mi pobre corazón, hacerme silencio humilde para soportar y limar toda aspereza, toda injuria y toda dificultad que trate de tentarme, romper y quebrar mi paz y desesperarme para dar paso a la soberbia y al pecado apartándome de Ti. 

Quiero, Señor, ser capaz de responder con silencio y servicio a toda adversidad, a toda arrogancia, a toda tentación y a toda apetencia que nazcan de lo más profundo de mi egoísmo. Qué otra cosa puedo decir, Señor, sino darte gracias por todo lo recibido hasta ahora y lo que reciba en el camino de mi vida. Darte gracias por anticipado, porque sé que todo lo que me venga de Ti, mi Señor, será lo mejor para mí. 

Porque, sé que todo lo que recibo es pura Gracia tuya Señor y todas mis humildes obras no se deben a mi voluntad sino a tu Gracia, que me llena de tu Espíritu y me da fortaleza y amor para realizarlas en tu Nombre. Gracias Señor. Amén.

viernes, 5 de octubre de 2018

GRACIAS POR LA VIDA

Imagen relacionada
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Parados y en silencio buscamos en lo más profundo de nuestro ser el agradecimiento por tantas cosas recibidas. Primero por la toma de conciencia de saber quien soy, de la vida que tengo, del conocimiento del entorno y circunstancias que me rodean. De la tierra y de sus frutos, de la capacidad de relación, de la amistad, de los buenos sentimientos y de la esperanza de alcanzar una vida mejor. Sobre todo, esa Vida Eterna que anhelamos y buscamos con tanta esperanza y que esperamos recibir de nuestro Padre Dios del Cielo.

Gracias Padre por tantos dones recibidos y gracias por la esperanza de soportar en el camino de este mundo tantas calamidades y sufrimientos. Gracias por llenarnos nuestros corazones de esperanza y de aspirar a una vida mejor y eterna en gozo y plenitud. Gracias, Padre, por la capacidad del esfuerzo de cada día, pero, sobre todo, gracias Padre por la fe, porque sin Ti ¿a dónde iríamos? Y sin Ti, ¿dónde encontraríamos esperanza?

Entonces, es verdad, se nos oscurecería el mundo y las tinieblas se adueñarían de nuestra esperanza y alegría. Pero, por tu Misricordia y Amor, Señor, nuestros corazones se llenan de esperanza y de paz. Tenemos a quien pedir fortaleza, paciencia, sabiduría, esperanza y fe. Fe en saber que Tú, Padre del Cielo, nos acompañas y nos proteges. Y nos provees de lo que realmente necesitamos para orientarnos a tu Casa, donde, nuestro hermano Mayor, Jesús, nos prepara una mansión en la que viviremos eternamente en gozo y plenitud alabando y dando gloria al Padre.

Gracias, Señor, por tantas cosas y por sostenernos en pie y firmes siguiendo los pasos, a pesar de nuestras debilidades y pobrezas, de tu Hijo, nuestro Señor Jesús. Seguiremos, siguiendo sus consejos y mandatos, pidiendo, llamando y buscando. Amén.

jueves, 4 de octubre de 2018

EN TU NOMBRE, SEÑOR

Resultado de imagen de Lc 10,1-12 por Fano
Sabemos nuestra pequeñez y debilidades. No me atrevería a escribir una sola sílaba si no es en tu Nombre, Señor. Porque, sólo asistido por el Espíritu Santo podemos dar sentido a nuestras palabras y dar a conocer tu Palabra. Es posible que, en muchas ocasiones no advertíamos ese milagro, pero sólo por la acción del Espíritu Santo podemos escribir y pronunciar tu Nombre.

Por eso, revestidos de humildad y sin ánimo de discusión ni de imponer, menos hacer proselitismo, proponemos tu Palabra, Señor, abriéndonos a la acción del Espíritu Santo y dejándonos llevar por sus impulsos y sabiduría. Algo dentro de nosotros mismos nos dice que todo lo que comunica tu Palabra es bueno y lo mejor para el hombre. Porque, con Amor todo se arregla y se soluciona, y con amor se vive en la justicia, en la verdad y en la paz. ¿No es eso lo que queremos y buscamos todos los hombres?

Por eso, Señor, abandonados en tus Manos y confiados en tu Gracia y Misericordia te pedimos fortaleza, sabiduría y paz para responder a tus mandatos y a tu envío. No somos merecedores de tal misión ni de poner en nuestras manos de barro tanta responsabilidad y tan grande Tesoro. Somos meros instrumentos de barro que cedemos ante la menor tentación o seducción. Necesitamos, Señor, tu Fuerza y tu Poder para vencer las tentaciones de pereza, de comodidades, de egoísmos, de placer y de vanidad.

Sí, Señor, somos muy pobres y pecadores y nos da vergüenza sentir esa responsabilidad sobre nuestros hombros. Pero, si Tú, Señor, así lo quieres y la pones en nuestras manos, nosotros no vamos a negarnos y a resistirnos a tu Voluntad. Sabemos que si Tú lo haces es porque confías en que nosotros, por tu Gracia y Auxilio, y unido a Ti podemos hacerlo. Gracias Señor, en ti confiamos. Amén.