Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 19 de mayo de 2019

UN MUNDO DE VERDADERO AMOR

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Es lógico pensar que hasta que todo el mundo no ame al estilo que Jesús nos propone, el mundo no se arregla. Toda solución pasa porque todos amen. Para ello es necesario transmitirlo, divulgarlo y proclamarlo a los cuatro viento. Y eso nos corresponde a todos los bautizados, porque, sólo así dando ese testimonio de amor comprederán que la solución pasa por amarnos.

Sin embargo, sucede que muchos bautizados estamos alejados de la Iglesia y hasta de Dios. Sucede que muchos bautizados nos hemos quedado con el traje de nuestra primera comunión y no hemos crecido en el conocimiento de la Palabra de Dios ni de Jesús, el Hijo de Dios Vivo. Y sucede que lo que no se conoce no se puede transmitir. Por lo tanto, prima acercarse a la Iglesia para escuchar y conocer a Jesús.

Es entonces cuando conoceremos ese mandamiento nuevo que Jesús nos propone. Un mandamiento nuevo que sorprende su contenido, pues, si amarnos es difícil ya de por sí, amar a los enemigos, no sólo es difícil sino que se nos hace imposible. Tan imposible que sólo no podremos lograrlo, pues nuestra naturaleza herida por el pecado nos somete y nos impide, no sólo amar, sino amar a los enemigos.

Por lo tanto, Señor, es eso lo que te venimos a pedir en estos momentos, las fuerzas necesarias para suavizar nuestro corazón, ablandarnos y ser capaces de amar hasta el extremo de entregar nuestra vida. Tal y como Tú has hecho con nosotros. Sí, lo sabemos, se nos antoja, no difícil, sino imposible si no estamos injertados en Ti. Necesitamos tu Gracia, Señor, para poder vencer nuestra pereza, nuestro egoísmo y todas las dificultades, que anidan en nuestra naturaleza humana, para amar como Tú, mi Señor, nos ama.

Imploramos esa fuerza y voluntad para, abandonados en tus Manos, dejarnos purificar y convertir para poder amar como Tú, Señor, nos amas. Amén.

sábado, 18 de mayo de 2019

¡SEÑOR, TENGO TANTAS COSAS QUE PEDIRTE!

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Me invitas a pedir, Señor, y eso me descubre que sabes cuántas necesidades tengo. Son muchas y necesito que me asistas y auxilies para poder avanzar. Desde aumentar mi fe hasta fortalecer y afirmarla en la escucha de tu Palabra y en la relación de la oración. Sí, necesito hablarte y pedirte muchas cosas, Señor.

Necesito paciencia, mucha paciencia y saber esperar tus decisiones. Necesito sabiduría para entenderte y saber discernir el camino que me señalas y debo seguir. Necesito saber escucharte para irte conociendo mejor hasta ver en Ti el Rostro del Padre. Necesito comprender que Tú, mi Señor, estás en el Padre y el Padre en Ti. Pero, sobre todo, necesito ponerme en tus Manos y dejarme guiar por tu Palabra apoyado en tu Amor y Misericordia.

¡Son tantas cosas, Señor, que no sé por dónde empezar! Pero, quizás, lo primero es creer que todo lo que te pida, Tú, si conviene y es para mi bien y salvación, me lo puedes dar. Eso es lo que me dices y a lo que me invitas en el Evangelio de hoy. Y eso es lo que yo también quiero pedirte.

Dame, Señor, la fe de creer, como si de un niño se tratara, en tu Palabra, que, aunque confieso y manifiesto que creo, en lo más profundo de mi ser no me termino por creérmelo de verdad. Al menos no parece que mi vida refleja esa fe con claridad meridiana o eso es lo que a mí me parece. Por eso, te pido, Señor, que me des la sabiduría de saberlo, de discernirlo correctamente y de reforzarla con valentía y firmeza.

Te pido, Señor, que me aclares todo eso y que alumbres mi camino para recorrerlo con decisión, con disponibilidad, con alegría, con firmeza, con seguridad y esperanza. Amén.

viernes, 17 de mayo de 2019

TÚ, SEÑOR, ERES MI ESPERANZA Y MI VIDA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Sólo Tú bastas, Señor. Por lo tanto, mi corazón descansa en Ti y nada debe preocuparme más allá de saber que Tú buscas mi bien y mi salvación  por encima de todos mis miedos, mis angustias y sufrimientos. Y todo lo que me pueda ocurrir puedo dejarlo en tus Manos, porque en ellas están seguras. Confío que Tú me llevarás a esa mansión que preparas para cuando vuelvas llevarme contigo. Por lo tanto, nada debe preocuparme, aunque mis miedos y temores estén presente en mi vida.

Sé que mi naturaleza es débil y el demonio trata de asustarme, de seducirme y de llevarme por el camino donde Tú no estás. Pero, también sé que junto a Ti poco puede hacer el demonio, y que auxiliado por el Espíritu Santo, recibido en mi bautismo, puedo salir victorioso de esa lucha de cada día. Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Se lo dices a Tomás.

También nos lo dice a nosotros y, nos recuerda, que sólo a través de Ti podemos llegar al Padre. Por eso, Señor, queremos, aprovechando este humilde rincón de oración, manifestarte que queremos estar a tu lado y seguirte sin vacilar, sin ninguna duda y con paso firme. Queremos estar vigilante, pendiente, atentos a tu segunda venida, y esperándote para irnos contigo, tal y como Tú nos has dicho, a ese mansión que nos preparas.

Gracias, Señor, por todo lo ofrecido y recibido, porque venido de Ti es seguro lo que me prometes y, de no recibirlo, será por mi culpa. Por eso, al mismo tiempo, Señor, te pido luz, sabiduría y fortaleza para no desfallecer y distraerme y quedar en manos del demonio que procurará inficionar mi vida con todas las seducciones necesarias y posibles para alejarme de la escucha de tu Palabra, Señor. Dame esa serenidad y paz que me permita serenamente mantenerme firme y fiel a tu Palabra y siempre a tu lado. Amén.