Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 1 de diciembre de 2019

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN VIGILANTE

Resultado de imagen de Mt 24, 37-44"
No quiero dormirme, Señor, ni tampoco dejarme mecer por las pasiones y espejismo de este mundo. Porque, todo lo que él me ofrece es caduco y solo aparente ya que está destinado a desaparecer. Yo quiero vivir eternamente, porque es esa la huella que Tú, Señor - Jr 31, 31-34 - has escrito en mi corazón, una huella que me habla de una Alianza que has hecho conmigo y que me promete felicidad y vida eterna. 

Y sintiéndome frágil y pobre, Señor, te pido que fortalezcas mi corazón para que se mantenga vigilante y atento a tu Palabra y a tus indicaciones para no perderme en el camino. Porque, las seducciones que el mundo me propone y con las que me provoca son superiores a mi fuerza y necesito tu Gracia, Señor, para poder rechazarlas y vencerlas. 

No quiero, Señor, perderme en la superficialidad y en las costumbres tradicionales que me dejan indiferente ante tu Palabra. Quiero escuchar en actitud de hacerlas mías y guardarlas en mi corazón para vivirlas con coherencia en los días que peregrino por este mundo. Es esa mi humilde oración, Señor, que te pido con todas mis fuerzas y buenas intenciones. 

Sé que respetas mi libertad, pero sé también y conozco mi debilidad y fragilidad sometidas a mis pasiones y comodidades. Sé que tendré que luchar y sufrir, pero, tanto para tanto para soportar como defenderme necesito tu fuerzas, Señor. El deseo de mi corazón es servirte, Señor, y servirte amándote a Ti primero para, luego, lleno de tu Amor poder amar a los demás. Y, sin entender como lo puedes hacer, yo, Señor, confío en tu Palabra y en tu Poder, porque, para Ti no hay nada imposible. Amén.

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