Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 30 de noviembre de 2019

CONVIERTE, SEÑOR, MI CORAZÓN ENDURECIDO EN UN CORAZÓN SUAVE, GENEROSO, DISPONIBLE Y ENTREGADO

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Mi oración no tiene otro sentido ni otra intención que la de pedirte, Señor, que cambies mi corazón apegado y endurecido por las cosas de este mundo en un corazón suave, compasivo, generoso, misericordioso y disponible a la entrega y servicio, por amor, a los demás. Tal y como Tú me enseñas y me testimonias con tu Palabra y con tu Vida, porque, yo, Señor, tengo un corazón apegado, enfermo y sometido a las cosas de este mundo.

Tengo claro, Señor, que sin tu ayuda estoy vencido, porque el mundo me puede, me somete y me esclaviza. Con mis fuerzas no me basta para liberarme y salir victorioso. Necesito tu Gracia, Señor, y te la pido a través de este humilde blog y por medio de estas pobres palabras.

Dame, Señor, esa capacidad y voluntad de despojarte de las cosas caducas de este mundo para, liberado del pecado, responder a tu llamada como hizo Pedro, Andrés, Santiago y Juan, y para entregar mi vida a servir por amor tal y como Tú, mi Señor, me enseñas.  Quiero, Señor, responderte, pero me reconozco débil, frágil y esclavo de mis pasiones. Por ello, te pido la fuerza y voluntad para perseverar y sostenerme siempre en tu presencia y no dejarme seducir ni debilitar por las pasiones y pasiones con las que el mundo trata de aprovechar mis flaquezas.

Convierte, Señor, mi corazón de esclavo en un corazón libre y fuerte para doblegar y vencer todas aquellas pasiones que me subyugan. Un corazón suave, generoso, disponible y entregado para seguirte, Señor, y darte mi vida para amar como Tú me amas. Amén.

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