Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 1 de mayo de 2021

POSIBLEMENTE, MIS OJOS ESTÁN VENDADOS POR LA SEDUCCIONES DE ESTE MUNDO

 

Sucede que en muchas circunstancias y ocasiones de mi vida por este mundo, mis ojos quedan cegados y vendados por las seducciones que este mundo me ofrece y me presenta. Y, mi naturaleza frágil, herida por el pecado, se siente atraída e inclinada a dejarse seducir por tales apetencias que gustan a mi carne. En tales circunstancias, Señor, me siento perdido, débil y vencido.

Llevo mucho tiempo buscándote y tratando de seguirte, y, con el paso del tiempo, descubro que, conocerte y experimentarte, no es solo cosa de tiempo, sino de calidad humana. Necesito descubrir tu presencia dentro de mí y en todos los instantes de mi vida y relación con otros. Porque, quizás sucede que estando tan cerca de Ti y tratando de cumplir tus preceptos, no experimento tu Ternura, tu Bondad y, sobre todo, tu Amor. Recuerdo ahora a aquel hermano mayor de la parábola del Padre Misericordioso - parábola del hijo pródigo - y me experimento muy parecido a él.

La conclusión es que puedo estar mucho tiempo cerca de Ti y no darme cuenta de la presencia del Padre. Es decir, no conocerte a Ti. Por tanto, Señor, abre mis ojos y despierta mi mirada para que pueda sentirte y conocerte hasta el punto de descubrir la presencia del Padre en tu presencia dentro de mí. Y, sobre todo, enséñame ese Camino, Verdad y Vida que me lleva a la Casa del Padre. Amén.

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