Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 2 de diciembre de 2021

HACIA EL ENCUENTRO DE LA ROCA VERDADERA Y ETERNA

 

En el camino de nuestra vida hay muchas rocas – en apariencias – que nos invitan a apoyarnos sobre ellas como invitación a encontrar la felicidad. Pero, resultan, a poco que experimentes apoyarte en ellas, que son movedizas e, irremediablemente, te hundes en tu propio vacío y sin sentido. ¿Hay – nos preguntamos – alguna roca, en y de este mundo, que nos pueda, al menos, prometer la felicidad eterna? Porque, una felicidad, aún plena, si no es eterna, ¿de qué me vale? Todo lo caduco no tiene ningún valor. Se hace necesario tener mucho cuidado y apoyar nuestra fe en la roca verdadera que no se hunda pese a las adversidades y tormentas que la vida nos va a presentar.

En el Evangelio de hoy, Jesús nos habla de eso: (Mt 7,21.24-27): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó… Y se nos presenta como la Roca solida y fuerte que sostiene nuestras vidas frente a las adversidades y tempestades que amenazan con derrumbarla y hundirla. Y es en esa Roca – nuestro Señor Jesús – en quien tenemos que apoyarnos para sostener nuestra vida siempre a flote contra las tempestades que amenazan con hundirla.

Pidamos esa Gracia con fe y confianza. Pidamos edificar nuestra vida sobre y en la Palabra del Señor, escuchándola y llevándola a nuestra vida desde el amor incondicional y gratuito y, sobre todo, misericordioso. Pidamos la fortaleza y el auxilio en la confianza de sabernos escuchados y atendidos y seguros de la respuesta de nuestro Padre Dios. Un Padre misericordioso que, por los méritos de la Pasión y Resurrección de su Hijo, nos ofrece la Salvación y la Vida Eterna. Amén.

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