Jesús nos recomienda al Padre. Nos lo ha presentado, nos ha hablado de Él, nos ha enseñado cuanto nos quiere y como debemos amarle, y nos revela su Voluntad. Y se nos presenta como enviado por el Padre para dejarnos su Palabra.
Pues bien, ahora, próximo a regresar al Padre, nos recomienda y le pide al Padre que nos guarde: Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean
uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a
los que me habías dado.
¡Gracias, Señor, por esta infinita recomendación! Gracias porque nos sabemos guardados por tu Padre, y tu Palabra siempre tiene cumplimiento, pues todo lo que nos has revelado y enseñado se ha cumplido. ¡Gracias Señor, porque en Ti tenemos la confianza y la promesa de salvación del Padre!
¡Gracias Dios mío, porque por los méritos de tu Hijo Jesús, su Muerte y Resurrección, hemos sido liberados de las ataduras de este mundo, y del dominio del Maligno, y en Él hemos sido rescatado, por tu Amor, para gozar de tu presencia eternamente.
Danos siempre la confianza y la fe fortalecida en tu Iglesia, para que juntos y unidos en Iglesia recorramos el camino de salvación que Tú mismos has trazado para cada uno de nosotros. Amén.