Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 28 de octubre de 2015

APROVECHA EL TIEMPO




No es cuestión de perder la oportunidad de la cual te vas a arrepentir, no ahora, sino toda la eternidad. El tiempo hay que aprovecharlo, porque sólo tenemos esta vida para hacerlo. Y la vida se va enseguida, casi sin darnos cuenta.

Seguir a Jesús exige oración. Sin oración se nos haría imposible descubrirle y seguirle. La oración es el vehículo que Él nos ha dejado para estar constantemente en contacto. Sin la oración nada bueno se haría, porque todo lo bueno procede y viene de Dios.

Oramos para discernir y reflexionar sobre nuestras acciones. Elegir el camino y caminar por él se nos hace difícil y oscuro. Sin la Luz del Espíritu nos sería imposible avanzar con rectitud. Necesitamos pedirle que nos acompañe, para, guiados por su Mano, evitar errores o soportarlos pacientemente, sacando provecho de su experiencia.

Te pedimos, Señor, sabiduría para tomar las oportunas decisiones con buenas intenciones y mirando el bien de todos. Te pedimos, Señor, que nuestro diario actuar sea un esfuerzo de amor en procurar siempre que el prójimo sea bien tratado como me gustaría que me trataran a mí. Porque ese es el sentido de la misión que Tú nos has mandado:  "Amar como Tú nos amas".

Danos paciencia, fortaleza y capacidad de discernimiento para soportar todo aquello que no sea capaz de entender, y de aguardar, confiado en la Sabiduría de tu Espíritu, que me sea revelado según su Voluntad y si es para mi bien. Porque sólo Tú sabes que es bueno y que nos conviene. Y protégenos, Señor, de todos los males que nos acechan y buscan nuestra perdición. Amén.

martes, 27 de octubre de 2015

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE SER LEVADURA PARA FERMENTAR EN LA MASA



Has escogido, Señor, la semilla más pequeña para demostrar tu poder. Lo pequeño lo haces grande, y así comparas tu Reino con la semilla de mostaza, la más pequeña y la que se hace más grande. 

También has escogido a los más pequeños, los pobres y excluidos , y a los que nos sentimos incapaces de hacer cosas grandes, salvo cuando estamos injertados en Ti, Señor. Porque Tú eres el Señor de todo lo Creado, y así te ha parecido bien hacer las cosas.

Te pedimos, Señor, la sabiduría y la fortaleza de proclamar tu Verdad con paciencia y perseverancia, sabiendo que, poco a poco, crecerá y llegará a todos los rincones del mundo. Porque la Verdad ha sido proclamada para extenderse por todos los lugares y para llegar a todos los hombres. Y llegará, a pesar de tantas dificultades y obstáculos que, los que quieren impedirlo, pongan en el camino.

Eso sí, Señor, que no abandonemos el cultivo de esa pequeña semillita, aunque no veamos resultados, y que sostengamos la confianza de que echará raíces y frutos que llegarán a todas partes del mundo. 

Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y si comparas tu Reino con la lavadura que fermenta la masa y se hace grande hasta compartirse con y para muchos. Yo quiero pedirte, Señor, que transformes mi corazón en esa levadura que, introducida en la masa, la fermente y la llene de tu Gracia y tu Palabra.

Dame, Señor, esa capacidad para poder ser semilla y levadura, y donde quiera que vaya mi vida, sea una oportunidad de sembrar y fermentar tu Palabra de salvación. Amén.

lunes, 26 de octubre de 2015

ENDEREZA MI VIDA, SEÑOR



Quizás no veamos que nuestra vida está encorvada. Nadie piensa eso de sí mismo, y también le resulta difícil verse a sí mismo encorvado. Eso se deja para otros, y estamos ávidos a pensar así de los demás, pero nunca de nosotros. Esa es una de las razones por las que necesitamos alguien ajeno a nosotros para confesarnos.

Y si nos resulta difícil vernos así, más difícil será avenirnos a dejarnos curar cuando la ocasión se presente. La mujer encorvada acepto la compasión y el poder del Señor, y lo manifestaba glorificando al Señor. No es nada fácil dejarse tocar y curar por Jesús. Primero se necesita fe, y, confiado, aceptar el poder del Señor para curarte

Danos la fe, Señor, de dejarnos enderezar nuestra vida, torcida, desviada y encorvada por los caminos de este mundo, y de fortalecerla en tu Voluntad, para que nuestras propias cegueras no nos impidan dejarnos tocar en tu presencia, y enderezar el rumbo de nuestro camino.

Infunde en nosotros, Señor, la sabiduría de discernir lo importante, y dejar lo que sólo son tradiciones que, en muchos momentos, atentan y perjudican la vida del hombre. No es la ley lo que debe primar nuestra vida, sino la mediación de la ley al servicio del bien y del hombre. Está hecha la ley para servir al hombre.

Y, aparta, Señor, todas las normas que anteponen las leyes al bien de las personas, porque esas no nacen de corazones limpios ni misericordiosos que miran por y para el bien del hombre, sino de sus mezquinos intereses egoístas, que miran solamente para el mundo y sus egoísmos.

En Ti, Señor, nos abandonamos conscientes y confiados que la vida, don gratuito y hermoso, que nos has regalado, sea para servir y servirte en buscar el bien, la justicia, la paz para todos los hombres. Amén.

domingo, 25 de octubre de 2015

LAS SITUACIONES EXTREMAS NOS ILUMINAN



Esa frase tan oída: "No hay mal que por bien no venga", me ha saltado dentro de mi corazón al reflexionar sobre la vivencia de Bartimeo. Porque, él, sin ver, reconoce que Jesús es el Hijo de Dios. Al llamarlo "Hijo de David" está reconociendo que es el Mesías, pues estaba profetizado que tenía que ser descendiente de David.

Es curioso, un ciego que realmente ve lo que hay que ve, y muchos que vemos no nos enteramos de nada. Porque, de mucho no vale ver lo que el mundo ofrece, aunque es un fastidio y una gran pena, pero ver lo que dejarás de ver dentro de un periodo de tiempo, más o menos largo o corto, no tiene mucha gracias, si realmente pierdes lo verdaderamente importante, ver para siempre y plenitud de gozo y felicidad eterna.

Por eso, pidamos ver la verdadera luz. No la luz de este mundo, que aunque hermosa, no nos sirve para llenarnos plenamente de la felicidad y del gozo que buscamos, sino la Luz que vio Bartimeo, la Luz de la Vida de Gracia que está en Jesús. Luz que nos ilumina y nos alumbra el Camino de Vida Eterna.

Pero, también, estemos disponible para, como Bartimeo, escuchar la llamada del Señor, y prestos dar un brinco dejándolo todo para acudir a su llamada y presencia. Y despojados, desnudos de todo aquello que nos puede distraer, desviar y perder, dejarnos invadir por la verdadera Luz que nos abre el Camino, la Verdad y la Vida que nos lleva al gozo pleno y la eternidad. Amén.

sábado, 24 de octubre de 2015

RIEGA MI VIDA, SEÑOR, CON TU GRACIA



Aparta de mí, Señor, todo pensamiento que me tiente y me haga sentir higuera que da frutos. Porque en lo más profundo de mi carnalidad humana y pecadora, pienso así. Quiero, no creérmelo, pero la tentación siempre está ahí, y el demonio la aprovecha cuando la ocasión se le presenta.

Y son numerosas, porque son muy pobre, tanto moral como espiritual. Aunque las apariencias digan y den otra imagen. Sí, Señor, necesito el riego de tu Gracia, que haga fertilizar el estiércol de mi vida, sin la cual mi higuera quedará estéril y seca.

Sí, sé que tengo que cavar alrededor de mi vida, y enterrar todas mis miserias morales, mis tentaciones y ofertas de este mundo y mis pecados, para que regados, con y por tu Gracia, queden limpias para, bien cultivadas y fertilizadas, den frutos de Vida Eterna.

Gracias, Señor, por tu Misericordia, y por permitir que mi vida se sostenga un instante más. Gracias por darme la oportunidad de vivir cada instante de mi vida teniendo la posibilidad de cavar en mi higuera personal y, abonada con el estiércol y arena de mi vida, regarla con el Agua que Tú me regalas, por tu Amor y Misericordia, para que dé frutos.

Son tus frutos, Señor. Frutos que has puesto en mis manos pecadoras, y que, regalada la tierra de mi vida, esperas que cultivándola en tu Amor y Palabra, obtenga los frutos que Tú esperas recoger. 

Gracias, Señor, por tu confianza y por tu amor. Es un reto recibir ese regalo, y me siento muy agradecido, pero también temeroso y asustado. Dame la sabiduría, la fortaleza y voluntad de emplearme con todas mis fuerzas para cultivar la parcela de mi vida que Tú me has entregado, para no fallarte, y a la hora que vengas a ver mi higuera, encuentre los frutos que esperas de mí. Amén.

viernes, 23 de octubre de 2015

DISCERNIR LO BUENO DE LO MALO


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Sin lugar a duda que sabemos distinguir lo bueno de lo malo; lo injusto de lo justo. No obstante, el hombre ha dictado leyes y derechos desde la antigüedad Sin embargo, a pesar de eso, el hombre comete injusticias sabiendo que hace mal. No es que ignore lo que hace, sino que, sabiéndolo, se hace injusto.

Cierra los ojos a la realidad, y sólo ve lo que le importa y su tiempo. La hora de ser más que el otro; la hora de vivir las satisfacciones que le apetece sin tener que esperar. Incapaz de reflexionar sobre el tiempo de Gracia que significa vivir la hora de salvación. Estamos en un tiempo de Gracia, que es nuestra vida, y se hace necesario aprovecharlo para ganar lo verdaderamente importante, la salvación eterna.

Señor, te pedimos que nos des la fuerzas necesarias para discernir lo bueno de lo malo, y, sabiéndolo, tengamos la voluntad de aplicar el criterio justo y verdadero. Que no dejemos de hacerlo aplicando el malo e injusto. Que sepamos, también, discernir sobre la reconciliación, y de saber entendernos poniendo de nuestra parte toda la bondad y caridad necesaria para arreglarnos y no llegar a confrontaciones  que no conducen a ningún sitio.

Señor, que nuestra mirada no se quede en las cosas del mundo, sino que, usándolas en beneficio y bien de todos, sepamos encauzarla con verdadera justicia y verdad. Pero, sobre todo, que levantemos esa mirada al Cielo para descubrir que estamos en tiempo de salvación. Que Tú, Señor, has pagado nuestro rescate y estamos salvados.

 Pero que eso pase porque sepamos discernir bien lo bueno de lo malo, e, injertados en el Espíritu Santo, encontremos caminos de verdad y justicia; fuerza y voluntad para vivirlo en vigilancia perseverante de acuerdo con tu santa Voluntad.

jueves, 22 de octubre de 2015

PRENDE VERDADERO FUEGO A MI CORAZÓN, SEÑOR



El compromiso nos asusta y nos obliga. Eso no nos gusta, porque en muchos momentos no nos apetece cumplir y nos invade el gandulismo y la pereza. Amén de que nos tiente el placer y el propio egoísmo. Eso enciende una lucha que nos obliga a esforzarnos y a poner todas nuestras fuerzas en ejercitar nuestra voluntad, incluso contra corriente.

Y, claro está, que eso molesta y se hace duro. Por eso, muchas veces miramos para otro lado, activamos nuestros mecanismos de defensa y justificamos nuestra actitud cómoda, indiferente y pasiva. Jesús viene hoy a espabilarnos, y a decirnos que, Él viene a salvarnos, pero no a liberarnos del esfuerzo y la lucha de cada día. Necesitamos poner nuestra total colaboración para, injertados, eso sí, en el Espíritu Santo, triunfar y ganar la guerra contra las fuerzas del mal.

Por eso, el Señor no advierte y nos dice: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra». 

Estamos avisados, y sabemos que cuando el camino se pone mal, son síntomas normales del camino. Es natural y lógico que esas cosas van a ocurrir, y que nuestro desierto personal lo tendremos que sufrir, pero sólo en él encontraremos al Señor. Dentro de esas luchas, de esas guerras y enfrentamientos podemos encontrar la verdadera paz, porque la paz del mundo no está en el mundo y sus ruidos, sino en el corazón de aquel que en el silencio de su vida es capaz de dejar todo y escuchar la voz del Señor.

Oh, Señor, danos la sabiduría de discernir y de ver la luz que nos alumbra el camino, a pesar de la lucha que cada día tendremos para avanzar firmes y seguros hacia Ti. Amén.