Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 20 de septiembre de 2021

TE PIDO, SEÑOR, QUE MI VIDA SE UN HAZ LUMINOSO QUE ALUMBRE TU PALABRA

 

Toda vida transmitirá lo que realmente vive. Conocemos a las personas por sus formas de actuar y por sus actos. Decimos, éste es así por lo que transmite con sus obras y palabras, y...etc. 

Su forma de actuar nos descubre que tras sus actos se esconde su testimonio y, por tanto, su luz. Esa luz que cada uno dejamos al mostrarnos tal y como somos. Y, reconociendo que somos pecadores, sabemos que nuestra luz tiene mucho también de oscuridad y de sombra.

Por tanto, desde esta pobreza y humildad, Señor, queremos pedirte que ilumines nuestros oscuros corazones y nos des la fortaleza, la sabiduría y la paz para convertir nuestras sombras y oscuridades en luz que alumbre el camino, no solo el nuestro, sino también al que, junto a nosotros, camina a nuestro lado. Danos, Señor, la serenidad de perseverar, de esforzarnos y de ser pacientes para superar nuestras oscuridades y abrirnos, confiados, a la acción del Espíritu Santo.

Haz, Señor, que nuestras vidas sean haces de luz luminosos que alumbre y proclamen tu Palabra, para que los que, estén presentes en nuestras vidas reciban ese haz de luz luminoso que le lleve a un encuentro personal contigo y abran sus corazones a tu Palabra. Amén.

viernes, 4 de diciembre de 2020

SIN LUZ, CAMINO EN LA OSCURIDAD

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

¿Has probado a cerrar los ojos y dar algún paso? ¿O has entrado en una habitación sin luz y a oscura? Incluso, conociéndola nos resulta difícil movernos por ella. Imagínate por un camino que hay que inventar cada día, porque la vida se inventa a cada paso. Aunque nos parezca lo contrario y pensemos que vamos seguro, cada instante de nuestra vida nuestro corazón - diástole y sístole - se contrae y relaja para que nuestros ojos vean y nuestro espíritu sienta. 

Pero, en cualquier momento se puede parar por algún paso mal dado o por otros problemas. Nuestra vida siempre, aunque no lo creamos, está en peligro. Y, en consecuencia, cada instante es muy importante. Por eso, Señor, el camino sin Ti, Dios mío, se llena de tinieblas y de inseguridades amenazado siempre por el peligro. Necesito tu Luz, pero no la luz de mis propios ojos que vino conmigo al nacer a este mundo, sino la Luz que viene de Ti y de tu presencia que me acompaña.

Danos, Señor, esa Luz que necesitamos y que nos alumbra el camino de tu Palabra y de tus pasos. Experimentamos que nos cuesta caminar, Señor, y en muchas ocasiones se nos hace difícil encontrar el verdadero camino y ver la Verdad - que eres Tú, Señor -. Llena nuestro pobre espíritu de esa fe que nos permita verte, Señor, para, a pesar de la oscuridad a la que, por nuestros pecados, nos somete el mundo, podamos oírte, escucharte y verte.

Y, esperanzados seguirte, igual que esos dos ciegos del camino que, advirtiendo tu presencia te siguieron gritando y llamándote para que abrieras sus ojos para verte. Gracias, Señor.

lunes, 4 de septiembre de 2017

LIBÉRAME, SEÑOR, DE MI HUMANIDAD

No puedo escapar a mis criterios humanos. Diríamos que estamos con los ojos y pensamientos vueltos para este mundo caduco y limitado, y no alcanzamos a levantar la cabeza y entender tus pensamientos, Señor. ¡Sálvanos de tanto razonamientos limitado y caduco! Estamos encorsetados y atrincherados en esta forma de pensar humana, y no entendemos tus pensamientos, Señor.

Te pedimos que nos liberes y nos saque de este pozo ciego y oscuro. Que nos dejes ver la luz que ilumina tu pensamiento de salvación y nos libera de la esclavitud de nuestra ceguera limitada y caduca. Danos, Señor, la Luz a nuestros pensamientos e ilumina nuestros torpes pasos para no caer en la trampa que nos pone este caduco mundo. Líbranos del peligro de nuestros pensamientos, que se fijan en las apariencias y razona atendiendo a los criterios de este mundo.

No dejes, Señor, que nos atrape nuestra pobre razón humana, que pasa todo por nuestro sentido común, y no entiende tus criterios y pensamientos que están por encima de la justicia humana y el razonamiento de la lógica del hombre. Pedro, el apóstol en el que has confiado tu Iglesia ha caído repetidas veces en este pecado, y nosotros caemos a menudo. No te entendemos, Señor, y no creemos en Ti.

Además, te conocemos. Sabemos que eres el hijo de José, el humilde carpintero. ¿Cómo nos vas a hablar de la salvación, del Mesías y del Reino de Dios? Razón tienes, Señor, cuando nos dices que nadie es profeta en su tierra. Y Tú lo has sufrido. También nosotros actuamos de esta forma y te increpamos como ayer Pedro y ahora cuando nos dices que eres el Mesías, el Hijo de Dios Vivo. Quizás no lo hacemos de forma abierta y directa, pero con nuestras obras y nuestros testimonios dejamos entrever que nuestra fe es bien poca.

Y eso te pedimos, Señor. Aumenta nuestra fe y danos la luz para saber discernir lo bueno, lo perfecto, lo que te agrada siempre según tu Voluntad. Para no rechazarte ni para desconfiar de Ti, Señor. Abre nuestros corazones para que nuestros pobres y limitados pensamientos coincidan con los tuyos, Señor. Amén.

jueves, 26 de enero de 2017

¡PRÉNDEME DE TU LUZ, SEÑOR!

Posiblemente, mi luz se apague. El mundo sopla muy fuerte y las rachas de viento amenazan con apagarla. El invierno es crudo y hace frío y la lluvia traen la oscuridad con las nubes. Todo queda por un instante sombrío y con olor a muerte. Mantenerse encendido en este mundo de tentaciones, pasiones, egoísmos y sugerentes ofertas que desestabilizan tus emociones y sentimientos, se hace duro y difícil.

Por eso, Señor, te pido que me prendas de tu Luz. Una Luz nítida, pura, resplandeciente, poderosa e incapaz de ser apagada por nada. Una Luz que alegra, que aviva y despeja el camino. Una Luz que se mantiene activa eternamente. Sí, Padre mío, yo quiero ser parte de tu Luz. Yo quiero estar prendido en cada instante de mi vida por tu Luz. Yo quiero dar Luz de tu Luz, porque la mía es finita, tenue, débil y fácilmente vencida por la oscuridad del mundo.

Quiero ser luz que, elevada en la cima de mi vida, resplandezca y dé brillo por todo los lugares que camine. Quiero ser luz que, enganchada a Ti, Señor, contagie de luz a todos los que llega y alumbra. Quiero ser luz elevada en alto para que se vea y oriente.

Pero todo eso no lo puedo irradiar yo, sino conectado a Ti. Señor. Por eso, humildemente desde este humilde rincón de oración, te pido y suplico que me prendas de tu Luz, y me hagas resplandecer para, alumbrarme mi camino y también a los demás. Porque si yo voy en la oscuridad, daré también oscuridad. 

Quiero, Padre, dar toda la luz de la que soy capaz de generar. Darla con generosidad y sin condiciones. Darla hasta vaciarme y quedarme, si así fuera y pudiera, yo sin luz, porque sé que Tú, mi Dios, me iluminarás y sostendrás iluminado para estar contigo. Porque dando recibiré con la misma medida que he dado. Por eso, Señor, no temo darme, porque espero con ello ganar tu Luz y tu Amor. Amén.

lunes, 22 de agosto de 2016

SEÑOR, ENSEÑAME A DEJAR PASAR LA LUZ



Ilumíname, Dios mío, para que deje pasar toda la luz que de Ti recibo y así facilitar que otros, sobre todo aquellos que están más cerca de mí, puedan recibirla y acercarse a Ti. Porque eres Tú quien única y verdaderamente puedes alumbrar y salvar. Sálvame de impedir que otros, sobre todo los más pobres y pequeños, puedan recibir malos consejos y testimonios que les induzcan a separarse y alejarse de Ti.

Danos, Señor, la luz de saber dar buenos consejos y buenos testimonios. Temo, Señor, que por mí pobreza y humanidad pecadora pueda desviar y confundir a muchos que desean llegar a Ti y conocerte. Necesito tu Luz y tu Ánimo para, como los apóstoles, retomar fuerzas e ilusión y seguir adelante dejando actuar tu Palabra en mi vida.

Soy consciente que muchos se fijan en mis reflexiones y que recibo testimonios alentadores y que les ayudan a seguirte. Gracias, Señor, porque eres Tú el protagonista y de quien nos viene todo. Y lo que hacemos, para nuestro regocijo y satisfacción, es para tu Gloria. Porque todo te pertenece y todo nos es regalado por tu Amor y Misericordia.

Pero soy pobre y pecador. No sé donde tengo mi mano derecha cuando se trata de cumplir tu Voluntad, Señor. Quiero decir que fallo, meto la pata y no soy digno de Ti. Y si lo soy o lo parezco es por tu Gracia y por tu Amor. 

Dame la sabiduría de ser luz y guía, en y por la acción del Espíritu Santo, para aquellos que se encuentren perdidos, desorientados y confusos. Poder decirles, con mi vida y humildes palabras, que Tú, sólo Tú, Señor basta, pues sólo tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

domingo, 25 de octubre de 2015

LAS SITUACIONES EXTREMAS NOS ILUMINAN



Esa frase tan oída: "No hay mal que por bien no venga", me ha saltado dentro de mi corazón al reflexionar sobre la vivencia de Bartimeo. Porque, él, sin ver, reconoce que Jesús es el Hijo de Dios. Al llamarlo "Hijo de David" está reconociendo que es el Mesías, pues estaba profetizado que tenía que ser descendiente de David.

Es curioso, un ciego que realmente ve lo que hay que ve, y muchos que vemos no nos enteramos de nada. Porque, de mucho no vale ver lo que el mundo ofrece, aunque es un fastidio y una gran pena, pero ver lo que dejarás de ver dentro de un periodo de tiempo, más o menos largo o corto, no tiene mucha gracias, si realmente pierdes lo verdaderamente importante, ver para siempre y plenitud de gozo y felicidad eterna.

Por eso, pidamos ver la verdadera luz. No la luz de este mundo, que aunque hermosa, no nos sirve para llenarnos plenamente de la felicidad y del gozo que buscamos, sino la Luz que vio Bartimeo, la Luz de la Vida de Gracia que está en Jesús. Luz que nos ilumina y nos alumbra el Camino de Vida Eterna.

Pero, también, estemos disponible para, como Bartimeo, escuchar la llamada del Señor, y prestos dar un brinco dejándolo todo para acudir a su llamada y presencia. Y despojados, desnudos de todo aquello que nos puede distraer, desviar y perder, dejarnos invadir por la verdadera Luz que nos abre el Camino, la Verdad y la Vida que nos lleva al gozo pleno y la eternidad. Amén.

domingo, 15 de marzo de 2015

¡SEÑOR, QUE ME ACERCE A TU LUZ!



Dame Señor la capacidad y la sabiduría de acercarme a tu Luz, porque es la Luz que busco, la Luz que responde a esa felicidad eterna que grita dentro de mi corazón y, equivocadamente busco en las cosas caducas de este mundo.

Sácame, Señor, de la oscuridad de las tinieblas, que esconden un olor a muerte y se refugian en la mentira, en la impureza, en la sombra hipócrita del engaño, de la deshonra y de la falsa apariencia disfrazada de verdad. Una verdad que se nos presenta adulterada, escondida en las falsas promesas de felicidad mundana que nos tienta y nos engaña.

Levanta mi mirada, Señor, y haz que contemple tu Cruz. Una Cruz de muerte y renuncias que, bajo el dolor, derrama mucho amor y entrega que desprende esa felicidad que buscamos. Porque, sólo cuando somos capaces de darnos, hasta incluso entregar la vida, encontramos esa plenitud eterna que desesperadamente buscamos en el camino de nuestra vida.

Por eso, Señor, queremos buscar la verdadera Luz, la Luz que Tú has traído al mundo y que en Ella vencemos a desenmascaramos a las tinieblas. Clavarnos Señor junto a tu Cruz porque queremos confiar en Ti y dejarnos salvar por tu Mirada.

Tú, Señor, eres la Luz que nos alumbra y que trae la salvación al mundo para todos los hombres que crean en tu Palabra. Amén.