Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EL CAMINO EXIGE FIRMEZA Y PERSEVERANCIA

No será fácil. Todo se vuelve contra nosotros. Seguir a Jesús no es del agrado de todos y les molesta. Porque defender la verdad molesta. Molesta a todos que se sienten cómodos y bien. Nadie quiere perder su estado de privilegio ni su situación acomodada y segura. Todos buscamos, vamos también a incluirnos, una vida fácil, segura y cómoda.

Y salir de esa situación se hace difícil e incómoda. Y, claro, cuando nos lo descubren y nos señalan, tal y como hizo Juan el Bautista, nos incómoda oírlo y más arrepentirnos y ponernos en camino. Porque ponernos en camino es salir de nuestras comodidades y seguridades y luchar por la verdad y el bien. Porque salir de nuestra propia tierra es buscar el bien, la justicia y la verdad. O dicho de otra forma, es hacer de este mundo un Reino de paz, justicia y amor, tal y como Dios quiere. 

Y eso choca contra el egoísmo de aquellos que quieren quedarse en su propia casa y de no ceder nada de lo que tienen en bien de los demás. Eso enfrenta a los hombres y origina persecuciones, luchas y muerte. Por eso, Señor, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para perseverar en el camino de la verdad y de la vida. Queremos seguirte a pesar de lo que nos espera, porque confiamos en tu protección y en tu amor. Tú nos lo has dicho. No nos coge por sorpresa. Estamos avisados.

Pero se nos ha quedado tus últimas Palabras en este Evangelio de hoy: "Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Y en eso nos apoyamos, porque confiamos en Ti. Porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida.  Danos, Señor, esa capacidad de lucha para sostenernos firmes en perseverar a pesar de los peligros que nos acechan. Amén.

martes, 22 de noviembre de 2016

SÓLO EN EL SEÑOR NUESTRO CORAZÓN SERÁ GENEROSO

Será absurdo pretender ser generoso por mis propios méritos. Nuestro corazón está contaminado por el virus del egoísmo. Es un corazón humano contagiado por el pecado y sometido a la debilidad humana. No podemos desprendernos de nosotros mismos sin el concurso de Dios. Necesitamos de su Gracia para amar como Él nos ama. Y no hay otro camino. Sería absurdo intentarlo sin contar con Él.

Por eso, Señor, te pedimos esa Gracia de transformar nuestro corazón endurecido por un corazón suave, tierno, humilde, comprensivo y bueno. Un corazón lleno de bondad y generosidad. Pero eso no se hará sin nuestro concurso. Esa es la razón de habernos creados libre. Necesitamos tu Gracia para convertirnos y para, con nuestro humilde esfuerzo, dejarnos transformar por tu Amor.

Porque esa es la aspiración y la meta, amar como Tú nos ama. Y esa es también la imposibilidad de aspirar a algo inalcanzable por nuestras propias fuerzas. Necesitamos tu concurso, tu asistencia y tu amor. Por eso, está claro, nos ha enviado el Espíritu Santo, para que en, con y por Él podamos transformar ese nuestro corazón de piedra por un corazón capaz de amar y de darnos como es viuda pobre.

Te pedimos, unidos en oración, que nos transformes, Señor, nuestro insensible corazón en un corazón capaz de reaccionar a la más mínima sensibilidad de necesidad de nuestros hermanos. Danos también la sabiduría de saber qué y cómo actuar, y de emplear la astucia y la habilidad para que nuestra ayuda sea eficaz y útil. 

Todo, poniendo nuestro inútil esfuerzo, lo dejamos en tus Manos, Señor, y confiamos en que iremos, poco a poco y con paciencia, dando sentido a nuestras vidas, que no tienen otra razón sino la de cumplir tu Voluntad. Amén.

lunes, 21 de noviembre de 2016

DAR Y DÁNDOSE

Sería un error reducir todo al aspecto económico. No cabe duda que el dinero tiene mucho poder y abre muchas puertas, pero la caridad no es exclusiva de él. En muchas circunstancias y ocasiones el dinero no es la solución a los problemas. Sí, en cambio, el tiempo. Porque en muchas ocasiones una compañía es la respuesta que ayuda a otra persona a levantarse y a enderezar su vida. Y eso sólo se hace con tiempo y con presencia.

Por eso, el darse tiene mucha relevancia e importancia en la actitud solidaria y caritativa. Y eso, más que desarrollarlo es cuestión de pedirlo. Pidamos al Espíritu Santo un corazón desprendido, generoso, abierto a la solidaridad y a la comprensión. Un corazón capaz de compadecerse, de emocionarse, de capacidad de sufrimiento, sacrificio y renuncia. Y también pongamos en ello todo nuestro empeño y esfuerzo llenándonos de paciencia y esperanza.

Pidamos también que seamos capaces de reconocer las dificultades que viven en nuestro propio corazón. Un corazón humano con mucho de piedra, de endurecimiento y egoísmo. Un corazón esclavizado por el pecado y sometido a los caprichos, poder e intereses de este mundo. Un corazón pobre y humilde que necesita ser transformado y lleno de la Gracia de la caridad y el amor.

Hoy, un día después de la clausura del año jubilar de la Misericordia del Padre, que ayer se clausuraba por el Papa Francisco en Roma, pedimos al Padre que transforme nuestro pequeño, pobre y esclavo corazón en un corazón humilde, compasivo y, sobre todo, misericordioso como el Padre. Amén.

domingo, 20 de noviembre de 2016

UNA VIDA DE CRUZ

Cuando no plantamos ni cuidamos la siembra como es debido, la cosecha no es la esperada ni los frutos salen como deseamos. La vida es el resultado de nuestras obras. Si lo que hacemos lo hacemos sin pensarlo bien, sin prestarle atención y cuidados responsables, los resultados serán malos. Eso no tiene nada que ver con las propias dificultades que la misma vida nos presenta, porque la vida es un camino, queramos o no, de cruz, y termina, en este mundo, con la muerte.

Así son los conflictos y los líos. Plantamos mal y no damos los cuidados necesarios a las semillas y luego queremos recoger los mejores frutos. La cruz de nuestra vida va horadando nuestro corazón hasta pedirnos la propia vida. Sin embargo, la Cruz nos salva cuando entregamos la vida hasta la muerte por amor. Los buenos frutos nacen sólo del amor. Y el amor es entrega y servicio.

Dame, Señor, la fortaleza, la sabiduría y la paz, para cada instante de mi vida, y unido al Espíritu Santo, poder ir entregando, como lo hiciste Tú, mi vida. No es fácil en este mundo, donde en tu propia casa nacen los primeros obstáculos que luego se multiplican en la vida de la calle. La cruz nace de las risas, de las burlas, de los sufrimientos, de las incomprensiones y todos los obstáculos que los demás nos ponen por complejos, envidias o auto engaños. La cruz está dentro de tu propia vida, porque, al final, es la cruz la que te salva si eres capaz de abrazarla y de renunciar a tu vida dándola por el bien de otros.

El que pierda su vida la ganará, y quienes la ganen la perderán, Mt 16, 25. Y perderla es entregarla por hacer el bien, a pesar de no ser correspondido, reconocido, ni, incluso aceptado. Eso te pedimos desde este rincón, Señor, ser capaces de ir entregando mi vida por hacer que otros sean también capaces de enderezar las suyas, y la dirijan a Ti. Porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

sábado, 19 de noviembre de 2016

EMERGE NUESTRA SUFICIENCIA

Nuestra necedad es grande. Se me antoja pensar lo disparatado que sería que un cordero se pusiera a competir y a discutir con un lobo. ¿Cómo se nos ocurre pensar y razonar sobre la vida en la otra vida, valga la redundancia? Un mosquito que quiere discernir sobre las leyes del mundo. No sé qué ejemplos poner, porque el disparate es de muchos quilates.

Queremos entender y solucionar la vida, que se nos antoja un misterio y que sin el don de la fe no podemos creer en ella, con nuestra razón. No sabemos nada ni nuestra pobre razón puede alcanzar a entender tan altos misterios. Pero nos permitimos discernir y hasta vaticinar lo que puede ocurrir. No podemos filtrar por nuestra razón lo que se nos ocurra pensar sobre lo que pueda pasar en la otra vida.

Nuestra mente es limitada y no puede abarcar ni comprender la Omnipotencia de Dios. Es un disparate atrevernos a pensar y deducir qué y cómo será la otra vida. Será un error grave el hacerlo tal y como ocurrió con los saduceos. La otra vida es un regalo de Dios. Igual que ésta, y nada podemos objetar ni saber al respecto, porque nosotros somos sus criaturas, pobres y humildes. Por lo tanto, no podemos imaginar cómo será.

Eso sí, aprovechemos este humilde rincón y la oportunidad de, unidos, pedirle al Señor que nos sostenga unidos y perseverantes en obediencia  a nuestra Iglesia con el Papa a la cabeza. Porque eso es lo que ha querido Jesús y lo que nos ha dejado dicho, Mt 16, 18-19. Pidámosle que no sigamos a nuestra limitada y pobre razón, que nos engaña y manipula. ç

Seamos fieles y dóciles a la Palabra de Dios, y, como María, la Madre del Señor, guardemos todas estas cosas en nuestro corazón, meditándolas y tratándolas de vivirlas en el Espíritu Santo. Amén.

viernes, 18 de noviembre de 2016

SÓLO TÚ, SEÑOR, DAS SENTIDO A LA VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

La vida tiene un sentido, porque de no ser así sería un absurdo. Nacer para morir no encaja bien. Y, más para todos aquellos que sufren los disparates y sin sentidos de otros. Llámese Alepo, Siria, Venezuela, Cuba y otros. También los que vienen disminuidos o con enfermedades que te postran irremediablemente. ¿Qué es entonces la vida? ¿Vale la pena? ¿Tiene sentido?

La respuesta es un absurdo. No tiene ningún sentido nacer para sufrir y morir. Vivir sin esperanza es el sin sentido y la sin razón. No encuentro palabras para expresar lo absurdo que es no levantar la mirada y tener el encuentro con el Señor. Puedes creer en un Dios abstracto, que tú mismo te hace a tu gusto, pero el Dios que da sentido a tu vida ha sido revelado por Jesús, el Mesías e hijo de Dios.

Tu razón necesita fiarse, es decir, hacer un esfuerzo de fe, porque el mundo, bajo el poder del príncipe de este mundo, la puede controlar y tenerte prisionero de ella. Pero tu conciencia descubre que dentro de ti reina el amor de Dios. Un amor que clama eternidad. De nada vale gozar si eso se acaba. El impulso inmediato es buscar ese gozo de nuevo. Y mientras lo buscas sufres. Luego, el gozo eterno es el secreto de la felicidad.

Y de eso nos habla Jesús y nos lo propone. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Él es la mejor oración y la enseñanza que nos alumbra el camino a seguir. Él es el templo que habita dentro de nosotros y nos sacia de sed que salta hasta la Vida Eterna. No hay otra fuente de eternidad sino Jesús, el Hijo de Dios, que nos lo descubre y demuestra con su Resurrección.

Pidamos al Padre que nuestros ojos queden libres y nuestro corazón abierto y convertido a la verdadera vida. La Vida que nos colma de esa alegría que nace y experimentamos en el Amor. Amén.

jueves, 17 de noviembre de 2016

¡SEÑOR, TEN PIEDAD DE MÍ!

En muchos momentos de nuestra vida y en diversas situaciones, pensamos que somos mejores que otros. La parábola del fariseo y publicano está representada en muchas circunstancias de nuestra vida. Pensamos que las Palabras de Jesús, el Señor, no son para nosotros sino para los otros. Los que posiblemente son malos y pecadores, pero nosotros, aunque nos llamamos pecadores no nos lo creemos.

Cuando decimos que el Señor viene para salvar a los pecadores, nos estamos refiriendo a eso, a lo verdaderos pecadores. Y entre esos estamos también tú y también yo. Y cuando alguien quiere acercarse al Señor, aunque equivocadamente y sin estar preparado, ¿ qué pensamos que haría Jesús? ¿Le manda a que vuelva otro día debidamente preparado? Supongo que la respuesta todos la sabemos.

Jesús se acerca, y quizás llora con esa persona, como lo hizo por Jerusalén. Llora por sus pecados y por su obstinación de no arrepentirse y no abrirse a su perdón. Pero, Jesús se acerca y trata de consolarle y de moverle a que se arrepienta y se convierta. No puede ser de otra manera, porque ha venido para eso. Así lo ha hecho con todos, con los leprosos, incluso con aquellos que no volvieron ni a dar las gracias; con el centurión y hasta con el buen ladrón.

Jesús se hace comida para todos, y se parte para todos. Incluso para aquellos que consideramos nosotros que estar más preparados. No cabe ninguna duda que haciendo esta reflexión y mirándome bien, me siento más fariseo que publicano, más dentro de Jerusalén que afuera, más necesitado de perdón que limpio, y sobre todo más deseoso de abajarme y humillarme, porque quizás, creyéndome más preparado, lo estoy menos que aquellos que, bajo sus ignorancia y esclavitudes, descubren y experimentan el deseo de acercarse al Señor.

Por eso, Señor, sintiéndome pobre, pecador, avergonzado, pequeño y miserable, te pido perdón y te ruego que transformes este corazón, todavía de piedra, en un corazón tierno, fuerte, suave y misericordioso como el Tuyo. Amén.