Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 21 de junio de 2015

AUMENTA SEÑOR MI CONFIANZA



Son los momentos difíciles los que nos ponen a prueba. Una frase bien conocida y que descubre nuestra verdadera intención es aquella que se refiere al bolsillo. Y es que cuando nos tocan el bolsillo salen a relucir nuestras verdaderas intenciones. De igual forma, sólo nos acordamos de Dios sino cuando la tempestad nos avisa.

Decimos que tenemos confianza, pero nunca podremos probarla hasta que nos pongan a prueba. Y eso ocurre en esos momentos difíciles que todos pasamos algunas veces en nuestra vida. Por eso, Señor, te pido hoy que me aumentes la confianza en Ti. Que nos aumente la confianza en Ti, Señor. Porque queremos creer pero nos traicionan nuestras debilidades humanas.

No entendemos muchas cosas que suceden y que nos hacen dudar. Nos preguntamos por qué dejas que ocurran tantas injusticias y muertes de inocentes. Sabemos que Tú mismo las has padecido hasta sufrir una muerte de Cruz, y sentimos miedos por tantas amenazas y sufrimientos que el camino nos presenta. Muchas veces lo comprendemos, pero otras nos asalta la duda y la desesperanza. Por eso nuestro ruego hoy es la petición de que nos aumente la confianza en tu presencia y tu protección.

Queremos sentir esas palabras que dirigiste a tus discípulos ese día de la tempestad. Queremos sentir tu presencia, porque sintiéndote y experimentándole nos sentimos bien, a gusto y con esperanza. Aunque no podamos evitar el sufrimiento de padecer como te ocurrió a Ti. Porque esa es la prueba de nuestra fe y de nuestra confianza. ¿Cómo podemos demostrarte nuestra confianza y fe si no padecemos las pruebas que dejan y descubren verdaderamente nuestra fe y confianza? Sólo así lo podemos testimoniar y contagiar.

El amor se prueba en los momentos de dificultad y dureza. Y eso es lo que Tú esperas de nosotros. Así lo hiciste con los discípulos provocando que te despertaran asustados. Pensaron que se iban a hundir sin que Tú lo impidieras. 

Señor, danos la fortaleza y la confianza de creer en tu Palabra y confiar en tu Amor. Amén.

sábado, 20 de junio de 2015

EL APEGO QUE CON TU GRACIA QUIERO VENCER



No es ningún secreto, ni tampoco ningún descubrimiento que estamos tocados y heridos por el pecado egoísta de amontonar riquezas y poder. Relacionamos felicidad con mando y poder y  nos convencemos que lo conseguiremos consiguiendo riquezas.

Riquezas materiales e intelectuales ávidas de poder y en las que centramos nuestras vidas ,esforzándonos en amontonar ese tipo de tesoros. Sin embargo, Jesús nos presenta y propone otros planes. Nos invita a pensar de otra manera y a no poner el poder y riqueza como centro de nuestra vida. Él nos ha dado lo necesario para abastecernos de lo que necesitamos, y a no agobiarnos  por tantas cosas que nos sobran y que corresponden a las necesidades de otros.

Señor, danos un corazón humilde, generoso, equitativo y obediente para cumplir tus planes y proyectos. Transforma nuestro corazón egoísta en un corazón abierto a la caridad y al compartir con los más pobres y necesitados. 

Somos conscientes de nuestras limitaciones y pecados, y, sin tu Gracia, Señor, no podremos suavizar nuestro egoísta y endurecido corazón. Por lo tanto, nos ponemos en tus Manos para, liberados por tu Gracia, de las cadenas y esclavitudes de este mundo, purificar nuestros corazones y construir un mundo más solidario y justo donde las riquezas sirvan para repartirse como un bien y beneficio en y para todos. Amén.

viernes, 19 de junio de 2015

ESCLAVIZADOS POR LAS RIQUEZAS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS






Nos resistimos a no amontonar riquezas. Es algo innato que nos tienta y nos atrae. Incluso nos sentimos débiles para someterlos y librarnos de esos apegos e intenciones. Estamos tocados por ese pecado de la avaricia y del egoísmo. Estamos ciegos y vencidos.

Entendemos que ese no es el camino. Y lo entendemos porque experimentamos que cuanto más tenemos, quizás seamos más infelices. La vida se nos complica y se nos llena de más problemas, disgustos e infelicidades. Realmente no somos más felices teniendo más.

Echamos de menos los momentos tranquilos y sin ruidos. Los silencios de paz y sosiego, porque el camino era claro, pues cuando no hay tanto que elegir, las ideas están más claras y decididas. Tanto tener complica más las decisiones y oscurece más el camino. Sólo una cosa es necesaria, y es lo que Dios nos provee y da. Es el fruto de nuestro esfuerzo con lo que tenemos para vivir. 

Pero es que, cuando buscamos que otros trabajen para nosotros, nos llenamos de riqueza, pero nos volvemos más huraños, egoístas y cerrados a compartir. Quizás necesitemos que otros trabajen, pero compartamos el trabajo con ellos, porque hay para todos. Que realmente tengan aquellos que trabajen, pero demosle esa oportunidad. No busquemos tener ni atesorar porque eso al final nos corrompe y se corrompe.

Busquemos el tesoro del cielo que está fabricado con y por amor. Y eso te pedimos Padre del Cielo, que nos des la sabiduría de saber atesorar el verdadero tesoro incorrompible y que dura para siempre.

jueves, 18 de junio de 2015

EL PERDÓN, SERÁ Y SEGUIRÁ SIENDO NUESTRA ASIGNATURA PENDIENTE



No hay otra alternativa al perdón sino la de perdonar. Sin perdón no hay posibilidad ninguna de encontrarnos con el Señor, porque el Señor nos perdona constantemente, sin condiciones y proponiéndonos que nosotros también perdonemos. ¡No a Él, que no necesita nuestro perdón, sino a los hombres, a todos los hombres. Y esa será la marca, la prueba de que no le mentimos cuando le decimos que le amamos y le seguimos.

Por eso, al pedirles sus discípulos que les enseñe a orar, Jesús propone la oración al Padre, donde lo destacado es el amor y santificación al Nombre del Padre, y el amor a todos los hombres sin diferencias de raza, país o cultura. Amor que nos exige perdonar,pues sin perdón no existe amor. Así, nuestro Padre nos ama porque también nos perdona. Un amor que nace de un compromiso con cada uno de sus criaturas. En eso consiste el amor.

Te pedimos Padre del Cielo que nos des un corazón comprometido por amor. Por amor a Ti que nos derive al amor a todos los hombres. Sabemos que para nosotros es imposible. Somos criaturas limitadas, y Tú lo sabes, Señor. Por eso, has enviado a tu Hijo con la misión de señalarnos el Camino, la Verdad y la Vida, y para que, fiándonos en y con Él podamos recorrer ese Camino de Salvación.

Danos Señor esa Gracia que nos capacite para la lucha contra las adversidades y tentaciones de este mundo. Un mundo, demonio y carne que nos amenazan y arrastran a la perdición, al enfrentamiento, al odio, a la lucha, venganza y al pecado. Danos la sabiduría y la paciencia de soportar los obstáculos y peligros que nos salen al paso, y la fe de permanecer siempre fiel y confiados en tu Palabra. Y la perseverancia de sostenernos alimentados en la Eucaristía de tu Espíritu bajo las especies del Pan y Vino. Amén.

miércoles, 17 de junio de 2015

MI PÚBLICO ERES TÚ, SEÑOR.



Se hace difícil escapar a la propia vanidad de presumir y recibir elogios. Nuestro humanidad debilitada por el pecado se siente atraída e inclinada a la irresistible tentación de sentirse halagada y admirada por sus obras. Y, quizás, sin pretenderlo, nos dejamos llevar por esos deseos de apariencias y admiración.

Nuestro corazón, a pesar de esconder buenas intenciones, no resiste los embates del orgullo y la vanidad. En lo más profundo de nuestro ser, descubrimos sentimientos de humildad que nos animan a dejar de aparentar y a mostrarnos sinceros y en la verdad, pero la debilidad que supone la fuerza del pecado nos engulle, nos arrastra y nos somete a querer sobresalir y ser más que los demás. Entonces prima más nuestra ambición y vanidad.

Y eso condiciona nuestras buenas obras, porque, auto engañados, buscamos más el éxito personal que el amor de Dios. Ahí está el peligro, que nuestros actos y buenas obras estén movidas por mi ego personal que por el amor de Dios. Y eso me lleva a procurar e intentar que mis obras sean vistas y sirvan para lucirme y sean centro de admiración.

En primer lugar, perdón, Señor, y en segundo, ten compasión de este humilde siervo, limitado y sometido a las inclinaciones de su mal trecho corazón. Tú, Señor, sabes de mis pecados y mi vanidad, pero también de mi impotencia. Por eso te pido, Señor, que me liberes y me des la capacidad de la humildad, que me ayude a moverme por tu amor y no por mi vanidad.

Tú, Señor, conoces mis ambiciones e intenciones. Y sabes también que yo quiero ser y actuar tal y como Tú me dices y has enseñado. Pero me siento incapaz y atrapado por mis pecados. Dame la sabiduría, la fuerza y la motivación de esconderme a los halagos del publico, y guardarme solo para Ti. Que siempre, Señor, mi verdadero público seas Tú.

martes, 16 de junio de 2015

AMAR A LOS ENEMIGOS ES SUPERIOR A MIS FUERZAS



Negarlo sería irracional y absurdo. El amor a los enemigos es superior a nuestras fuerzas. No se trata de que nuestro corazón no tenga esa capacidad o no esté hecho para amar, incluso a los enemigos. Se trata, y esa es la cuestión, que estamos tocados y heridos de gravedad por el pecado, que nos ciega y nos debilita hasta el punto que nos es imposible amar, incluso también a los amigos. Eso explica las traiciones y envidias.

¡Cuánto más amar a los enemigos! Experimentamos nuestra impotencia ante ese reto, y nos damos cuenta que nos será imposible amar a los enemigos sin ayuda exterior. Y no una ayuda cualquiera, sin la prometida por Jesús, la asistencia del Espíritu Santo, que nos infundirá la fuerza y la capacidad necesarias para suavizar nuestro corazón endurecido por el pecado y transformarlo en un corazón suave, bondadoso y generoso.

Por eso, Señor, consciente de nuestras debilidades, te pedimos humildemente que nos des esa capacidad de amar a los que nos odian, nos violentan, nos persiguen y nos amenazan con la muerte. Te pedimos que tengamos el valor y la fuerza de entregar nuestras vidas antes que ofenderte y negarte. Aprovechamos para pedirte por Asia Bibi, que por mantenerse fiel a Ti está padeciendo y condenada a morir. Dale la fuerza y valor de superar ese sufrimiento.

Y te pedimos por todos los que te seguimos y sentimos miedo e incapacidad para sufrir los padecimientos que tu seguimiento nos ocasiona. Haznos fortaleza de tu amor y revistenos de tu Gracia para, asistidos y fortalecidos en el Espíritu Santo, seamos fortalezas viviente de tu Fe y de tu Gracia. Amén.

lunes, 15 de junio de 2015

EL AMOR GENERA PAZ Y JUSTICIA



La experiencia nos dice que cuando se reconocen los derechos las luchas y enfrentamientos se dan por terminados. Si tú tienes derecho, yo tendré que aceptar y admitir que no lo tengo, y sería injusto que te pisará y quitara tu derecho. Por consiguiente, se hace justicia y se produce paz.

Eso no es sino amar. Porque cuando tú amas estás esforzándote en respetar y hacer justicia con tus derechos y los de los demás. Cuando respetas aceptas el derecho del otro, y es ahí donde termina el tuyo, y viceversa. El amor genera paz y justicia y los pueblos vivirían en paz y convivencia fraterna. Se haría como decíamos ayer el Reino de Dios.

Te pedimos, Señor, la sabiduría de darnos cuenta que el amor es la carta que tenemos todos que jugar. Es la carta que nos abre la puerta de la verdad y la justicia y establece la paz. El amor del que Tú eres referencia y modelo. No hay otro, y nos engañamos cuando buscamos soluciones falsas y engañosas en otros modelos que, aparentemente, parecen pacíficos hasta que les toca el propio bolsillo del poder, la ambición, los privilegios o las riquezas.

Sin Ti, Señor, no sabremos ni podremos amar. Tú nos has enseñado entregando tu Vida por amor, y perdonando a aquellos verdugos que te llevaron a la muerte de Cruz. Tu, en silencio, has aceptado la condena injusta que tus contemporáneos te han infringido. Pero en silencio no significa que te hayas resignado, sino que la has denunciado enarbolando la Palabra de la Verdad sin violencias ni rebeliones.

Nunca has dejado de proclamarla y, en todo momento, sobre todo en los momentos de tu Muerte, les has ofrecido tu perdón. Un perdón que transforma nuestro corazón y nos llama a convertirnos y corresponder amando como Tú. Danos, Señor, tu alimento para que nunca falte el amor en nuestro corazón que nos empuja a ser generoso como Tú quieres. Amén.