Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 25 de febrero de 2016

LA NECESIDAD DEL ESPÍRITU EN LA LUCHA DE CADA DÍA



Nuestra meta es la santidad: "Ser vosotros perfecto como vuestro Padre del Cielo es perfecto"(Mt 5, 48); pero nuestra naturaleza humana es débil y está sometida a muchas ofertas y tentaciones de este mundo que la seducen y la hacen tambalearse.

Sin la asistencia del Espíritu de Dios estaríamos vencidos sin ninguna posibilidad de éxito. Cada día es una batalla de una larga guerra que tenemos que librar y que terminará con la muerte, puerta de nuestro triunfo y perdición. Por eso necesitamos perseverar en la oración y estar abiertos a la acción del Espíritu Santo, par por su Gracia, ser fortalecidos y revestido de la fuerza del Espíritu Santo, y salir victorioso del combate de cada día y de la guerra final.

El pode y las riquezas son tentaciones que nos seducen y nos atraen. La buena vida, el bienestar y los placeres son dulces irresistibles para nuestra naturaleza egoísta herida por el pecado. Y, por nosotros mismos no podemos superar. Necesitamos la asistencia del Espíritu, para en Él, encontrar la sabiduría, las fuerzas y el poder de dominarnos y decir no.

Y eso es lo que hoy, Señor, te queremos pedir: No dejarnos vencer por las tentaciones que el mundo nos pone delante, y estar a la escucha atenta de tu Palabra y en constante relación contigo. Porque sólo así tendremos la garantía del éxito sobre el pecado.

Danos, Señor, la Gracia de tu fortaleza, para no desfallecer ni sucumbir a las tentaciones del pecado de este mundo. Un mundo que nos promete felicidad, alegría, diversión y bienestar sin preocupaciones bajo las apariencias de lo fácil y apetecible, pero que esconde vaciedad y perdición. 

Aprendamos a no mal gastar nuestro tiempo y nuestra vida, sino a compartirla sirviendo a aquellos que lo necesitan y carecen de esas posibilidades. Danos, Señor, esa sabiduría y valor.

miércoles, 24 de febrero de 2016

TRANSFORMAME EN UN SERVIDOR DE LOS DEMÁS, SEÑOR



Supongo que esa debería ocupar una de los primeros lugares de nuestras peticiones. Aparte de pedir sabiduría para saber discernir y aplicar la justicia, la verdad y los derechos de los demás, sobre todo de los más indefensos, pedir también la actitud servicial de disponibilidad para buscar siempre el bien de los demás. Y experimento que eso es don que el Señor nos da transformando nuestro corazón.

Conozco a una persona que envidio. La envidio porque ella vive para servir. Su día a día no es otro que el que el Señor le pone delante, y ella es lo que le pide. Desprograma su día cuando le surgen necesidades de otras personas. Claro que tiene defectos y fallos. Indudablemente no es perfecta, pero se aproxima mucho a esto que Jesús nos dice hoy en el Evangelio.

En esa experiencia, experimento que no puedo aproximarme, a pesar de mis esfuerzos, a la disponibilidad y fortaleza de esa persona. Descubro entonces que es la Gracia de Dios quien te da las fuerzas para que puedas transformarte. Y eso le pido cada día: Transforma mi corazón Señor, en un corazón humilde, servicial y entregado a servir por el bien de los demás.

Y en esa confianza me abandono en sus brazos misericordiosos, confiado en que me irá modelando para darme la fortaleza de cumplir su Voluntad. También, Señor, dame la sabiduría y la perseverancia de vivir estas reflexiones que, por tu Gracia e iluminado con tu Espíritu escribo y derramo buscando el bien y la cercanía a tu Palabra de todos aquellos que se dignen a leerlas y reflexionarlas.

Por todo ello, gracias Señor. Aquí estoy y, a pesar de mis defectos y fallos, continúo a la espera de que tu Palabra inunde mi alma y me permita vivir según tu Voluntad.


martes, 23 de febrero de 2016

PEDIMOS, SEÑOR, PARA QUE DIGAMOS LO QUE HAGAMOS



Todo consiste en hacer aquello que proponemos a los demás. Porque si lo proponemos por bueno, también nosotros tenemos que hacerlo. No se trata de cargar en los demás lo que nosotros no vivimos ni hacemos. Por eso, Señor, nuestra petición de hoy es para que seamos auténticos y nos esforcemos, al menos, en hacer aquello que proclamamos.

Evangelizar es comunicar vida, vida que tratamos de vivir según la Palabra de Dios, y que proclamamos desde nuestra vivencia personal y comunitaria. Sabemos de nuestros fallos, de nuestras imperfecciones y de que a nosotros nos toca sembrar, y será Dios quien cultive y haga crecer los frutos. Porque la obra es de Él, y nosotros sus instrumentos.

Danos, Señor, la constancia de continuar sembrando a pesar de nuestras tempestades, vientos huracanados y terrenos secos, confiando en tu Palabra y en tu Gracia. Danos la fortaleza de no dar cargas que nosotros no estemos dispuestos a soportar, ni de aparentar lo que no somos. Ni de buscar los primeros puestos o lugares privilegiados para ser visto y aclamados.

Te pedimos, Señor, que no seamos vanidosos, ni queramos consideraciones de maestros, pues todo reside en Ti, y sólo Tú eres Maestro, Doctor y Señor. Y danos la capacidad para servir, porque siendo humildes servidores seremos ensalsados, y no, que queriendo ensalsarnos, seremos humillados. Amén.

lunes, 22 de febrero de 2016

NO VAMOS SOLOS



Cuando caminamos con esperanza es porque vamos confiados en la promesa de la Palabra de Dios. Les dijo a los apóstoles que convenía que se fuera para que viniese el Paráclito, el Espíritu Santo, que les iría revelando todo lo que no habían comprendido y lo que les faltaba por comprender.

Desde entonces, la Iglesia ha ido caminado en la seguridad de verse guiada e iluminad por la acción del Espíritu Santo. Es posible que se hayan cometido muchos errores, pues la Iglesia la formamos todos, y los hombres que la integran son libres y sujetos al pecado, pero, a pesar de ello, la Iglesia encuentra el camino para sostenerse y mantenerse fiel a Jesús. El Espíritu Santo la ilumina, fortalece y sostiene en la verdad y en la justicia.

Y la Iglesia sigue y continúa proclamando su Palabra, y sirviendo a los hombres a través de sus servicios de Cáritas y pastorales de la salud, penitenciaria...etc. La Iglesia está al servicio de hombre y al frente de ella está el sucesor directo de Pedro, el Papa, hoy Francisco, que, en el Espíritu Santo, la guía por el camino de la verdad y la justicia. Sólo observar y analizar todo lo que hace la Iglesia en favor del hombre y la humanidad, a pesar de sus fallos y pecados, nos descubre su misión divina.

Es verdad que hay muchos fracasos, y es evidente que eso puede ocurrir, porque la Iglesia está formada por hombres. Hombres pecadores que tienen fallos, pero está santificada por su fundador, nuestro Señor Jesús. Él sí es santo, y en Él nos apoyamos, somos guiados, porque sólo en Él seremos salvados y, por su Misericordia, limpiados de todo pecado.

Pidamos al Espíritu Santo que nos de fortaleza, sabiduría y perseverancia, para continuar fieles a su acción, y en la obediencia al santo Padre, el Papa Francisco, asistido por el Espíritu de Dios, sigamos alumbrando al mundo

domingo, 21 de febrero de 2016

EN LA GLORIA DEL SEÑOR



Jesús nos revela su Gloria en el Tabor. Allí, en la presencia de Pedro, Santiago y Juan manifiesta su Gloria momentos antes de su gloriosa Pasión y Muerte en Jerusalén. Nos previene lo que va a suceder para que no decaiga nuestra esperanza y nuestra fe. Sí, tenemos que volver a bajar y seguir el camino, y un camino de dolor y sufrimientos, pero detrás viene la Gloria de la Resurrección, y la esperanza de la Vida Eterna en plenitud.

UNA BLANCURA RESPLANDECIENTE

Después del desierto de la tentación, el monte, lugar donde Dios se revela. Luz en el medio de nuestra Cuaresma. No se trata, por ello, de instalarse en esta beatitud: con Moisés y Elías, Jesús habla ya de su marcha que tendrá lugar en Jerusalén. Los apóstoles escapan de esta realidad inmersos en el sueño.
Con todo, deberán vivirla. Pero, el Mal no tendrá la última palabra, porque, en la nube, la voz del Padre reitera, como en el bautismo: "Este es mi hijo..."

Te lo ruego, Señor, mantenme despierto durante
esta Cuaresma. Si he cerrado la puerta, es para
escucharte, no para dormir.
Velemos y recemos contigo, Jesús, 
para recibir lo que nos llena, como lo que
 nos trastorna y nos asusta.


2º domingo de Cuaresma
21 de febrero de 2016
Parroquia San Ginés Obispo de Arrecife

sábado, 20 de febrero de 2016

¿DÓNDE VAMOS SIN TI, SEÑOR?



Tenemos dos opciones a la hora de plantearnos la fe. Vivirla a media, entre la liturgia y cumplimientos por un lado, y el mundo por otro. O, sin excluir vivir en el mundo, porque es donde tenemos que dar el testimonio de amor, vivirla como Dios manda, amando a los hombres desde la fuerza de la Gracia del Espíritu Santo y por amor a Dios.

Posiblemente, el camino que muchos elegimos es el primero. Luce más y es más rentable. Da fama y provecho y satisfacciones mundanas. Pero no es el correcto seguimiento a Jesús, porque escondes tus talentos utilizándolos para tu sólo provecho e interés. Tu egoísmo te pone al descubierto e impide que tus obras lleguen al corazón de los hombres. Y el otro camino, el que tratas de recorrer injertado en Jesús, es camino de pasión, de renuncia, de sacrificios, de darse a cada paso y morir a tu egoísmo, que te amenaza con alejarte de la verdadera senda.

Es morir tú para entregarte al servicio de los demás, sin ninguna distinción, y de forma especial a los enemigos. Porque es ahí donde se descubre el verdadero amor. Cuando las exigencias se hacen duras y no se entienden; cuando parte de tu corazón te pide venganza y compensación, y tu otra parte te exige perdón, misericordia y amor. Porque es así como te ama Dios, y parecerte a Él, nuestra máxima aspiración, nos exige libremente amar como Él.

Nos experimentamos pobres, incapaces e impotentes de alcanzar ese estado de amor. Necesitamos a los demás para establecer vínculos de amor, pero, sobre todo, necesitamos la acción y asistencia del Espíritu de Dios. Y eso es lo que hoy te pedimos, Señor, desde este humilde espacio de oración:

Ven Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles;
enciende en ellos la llama de tu amor. Envía 
tu Espíritu, serán creados.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios, que has iluminado los corazones de
tus hijos con la Luz del Espíritu Santo:
haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre
el bien y gozar de tu consuelo. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.


viernes, 19 de febrero de 2016

NECESIDAD DE HUMILDAD

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Sabemos que no es fácil humillarse, y que, en la mayoría de las veces, se prefiere morir a transigir. La soberbia, la ira y todas las pasiones irrazonables te impulsan al desastre  y la tragedia antes que a transigir. Ese es el problema, que si no hay humildad, tampoco hay nada que hacer.

Y la humildad no se consigue con facilidad. Se necesita un Ideal superior para ser capaz de desaparecer y anularte, borrándote de la confrontación o siendo instrumento de pacificación para que la reconciliación se pueda llevar a cabo. Sólo en Manos del Espíritu Santo se puede llegar a ese estado de perdón y justicia que hace realidad la reconciliación y unidad.

Y, conscientes de que nosotros estamos incapacitados y lejos de lograr esa Gracia de humildad, tan necesaria, para alcanzar ese estado de paz, de serenidad, que nos llene de humildad y de perdón, abrimos nuestro corazón pidiendo al Señor que nos inunde de fortaleza, de humildad y de paz para ser instrumento de reconciliación con todos los hombres y establecer paz en todos los caminos y pueblos por donde pasamos.

Pidamos la sabiduría de tomar conciencia que toda siembre de paz y de amor, que sembremos, será un granito más de arena para que el mundo sea mejor cada día. Y en esa medida estaremos aportando al mundo más reconciliación con nuestro esfuerzo y trabajo.