Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 13 de febrero de 2021

¿CONOCES TUS TALENTOS? ESAS SON TUS POSIBILIDADES

 

¿Sabes los talentos que has recibido? Te será muy necesario saberlo para que, conociéndolos, poder compartirlo con los que los necesite. Esa es la primera condición para poder compartir. Dar lo que tienes, pues, bien sabes que lo que no se tiene no se puede dar.

 No se trata de hacer grandes cosas, ni tampoco tratar de ser un héroe ni estar en todas partes. Se trata de ser tú, y dar según tengas y hayas recibido gratuitamente. Posiblemente, cosas sencillas que se hacen cada día. Estar atento a ser pan de felicidad, de alegría, de ayuda, de servicio, de, en una palabra, de amor.

No se trata de pedir, sino de dar lo ya recibido. No se trata de pedir felicidad sino de estar en el Señor, pues él es la felicidad. No se trata de pedir salud, sino de permanecer en el Señor, pues Él es la fuente de la vida. Se trata, pues, de permanecer en su Palabra y vivirla desde el compromiso del amor y el servicio. Y en esa intención, nuestra fe irá madurando y abriéndose a la Verdad y al Amor que el Espíritu de Dios irá depositando en nuestros corazones. Amén.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

DANOS NUESTRO PAN DE CADA DÍA


Todos queremos más y cuando se nos presenta la oportunidad atesoramos dinero y bienes, e incluso víveres para reforzar nuestra seguridad. Es algo que con esta pandemia hemos incluso experimentado. Sin embargo, esa actitud de guardar y atesorar descubre en cada uno de nosotros cierto aislamiento y cerrazón a compartir. Y nos resistimos a salir de nuestro cascaron. Pensar en las necesidades de los demás nos cuesta y nos interpela al mismo tiempo.

La actitud de Jesús hoy, en el marco de preocuparse por todos aquellos que, posiblemente le han seguido por intereses materiales de salud, nos mueve a hacer otro tanto también nosotros. Quizás nos movemos por el pan material y es eso lo que nos interesa, pero, es por ahí por donde empieza la llamada y la evangelización, quitar el hambre y la sed física para luego ofrecer el alimento verdadero que quita la sed y el hambre para siempre. Esa agua viva que salta a la Vida Eterna.

Por eso, Señor, desde este rincón te pedimos estar abiertos y disponibles a compartir nuestras capacidades y bienes, tanto intelectuales como físicos, con todos aquellos que los pueden necesitar y darle buen uso. No se trata de derramar sino de aprovechar y darle un uso útil a todo aquello que tenemos y podemos poner al servicio de los más necesitados. Danos, Señor, esa Gracia y esa actitud de compartir nuestro alimento material y espiritual. Amén.

domingo, 29 de septiembre de 2019

¿DE DÓNDE TE HA LLEGADO LA HERECIA DE TU VIDA?

Resultado de imagen de Lc 16,19-31
A la hora de empezar esta reflexión me acuerdo de la parábola del Padre Misericordioso o también llamada del hijo pródigo. Porque, esa herencia que el hijo ha malgastado y dilapidado de forma irrespetuosa e irresponsable puede estar pasando también contigo. ¿De dónde te viene a ti esa herencia que tienes? ¿O es que la vida que tienes y los días que has vivido te los mereces y te los has dado tú? ¿O es que todo lo que tienes hasta ahora es obra de tu trabajo y tu esfuerzo? ¿Es eso lo que crees?

Debamos de darnos cuenta que todo lo que tenemos es por obra y Gracia de Dios. Y se nos ha dado para compartirlo y ponerlo en y para beneficio de los que sufren y lo pasan mal. Se nos pide no ser indiferentes, porque la indiferencia es un pecado. Se nos pide amar y el amor se concreta en esa disponibilidad y actitud de compartir tus riquezas, que, además del dinero están también contenida en tu tiempo, tus cualidades, tu paciencia, tus capacidades, tu compañía y tu amor.

Danos, Señor, la fortaleza, la voluntad y la disponibilidad de poner todo lo recibido al servicio de los que lo necesitan, y hacerlo de forma gratuita, tal y como lo hemos recibido. Porque, sera, según hayas gastado tu tiempo y todo tus bienes, tendrás lo que corresponde a esa actitud de amor y generosidad con los demás. Y esa actitud, Señor es lo que te pedimos hoy.

Convierte nuestros corazones ambiciosos, placenteros y endurecidos por el egoísmo en unos corazones suaves, compasivos, misericordiosos y generosos para que no se cierre a las necesidades de los demás sino que se compadezcan y se abran a compartir y estar disponibles y atentos a sus necesidades. Nos sentimos atrapados por todo lo que nos rodea y por vivir en una actitud consumista que nos ciega y nos aleja de esa actitud de estar atentos, y no indiferentes, a darnos y compartir con todos aquellos que lo necesitan. Amén.

lunes, 5 de agosto de 2019

EN TODAS PARTES PODEMOS HACERNOS PANES Y PECES




Es posible que nuestras posibilidades sean pocas, pero también es posible que muchos sumamos muchas posibilidades y la fortaleza se multiplica y el mundo mejora. Porque, hay lugares que lo pasan mal y necesitan esperanza no sólo de cosas materiales que, sí se necesitan, pero que también necesitan, valga la redundancia, la fortaleza y el espíritu que la sostenga y la alimente para que la vida se ilumine y se viva en actitud de compartir por amor.

Pidamos que seamos cada vez más pan y más peces que alimenten, no sólo materialmente sino también espiritualmente, y que nos transforme desde dentro nuestros corazones endurecidos en corazones compasivos y misericordiosos por amor. Amén.

domingo, 11 de noviembre de 2018

EL PELIGRO DE LAS APARIENCIAS

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Es posible que para muchas personas, tal es el caso de los escribas a los que se refiere Jesús en el Evangelio de hoy,  la apariencia sea uno de los mayores peligros, pues gozas de buena fama y te crees bueno y hasta santo de manera falsa y engañosa. Porque, si para los hombres puedes aparentar y parecer no siendo auténtico, para Dios no.

Así sucedió con aquella viuda pobre. Jesús vio su donación y, aunque fue muy poca, dos reales, ante sus ojos fue grandiosa. Más grande que la de todos aquellos escribas que echaban grandes cantidades y que hasta procuraban que sonaran para ser advertidos de sus donativos. No es la cantidad lo que importa al Señor, pues Él no necesita nada, es la intención y la actitud de darte y no sólo de dar.

Porque, puedes dar de lo que te sobra y eso no implica ni significa compartir, sino dar, pero cuando no tienes o no te sobra, lo que das de lo que tienes y necesitas lo estás compartiendo. Y eso se esconde a los ojos de los hombres, pero no a los de Dios. Por eso, procuremos no escondernos en nuestras apariencias, sino en darnos realmente, despojándonos de nuestros bienes que no nos van a dar la felicidad sino que son medios que, compartiéndolos, si nos dan el gozo y la paz que andamos buscando.

Porque, se recibe más dando que recibiendo, porque el dar significa morir a tu propia ambición y vanidad y eso no es otra cosa sino amar. Así nos quiere Dios y así ha enviado a su Hijo, nuestro Señor, para enseñarnos a amar en verdad y justicia. Pidamos ese don del desprendimiento y la capacidad y voluntad para despojarnos de todo aquello que nos retiene, nos somete y no nos deja actuar en libertad.

Haznos, Señor, libres para poder amar sin cortapisas, sin coacciones y encadenamientos, sino libres y disponibles para servir por amor tal y como Tú nos has enseñado. Amén.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

RIQUEZA Y CUALIDADES

Resultado de imagen de Lc 6,20-26
Todos hemos recibido riquezas y cualidades, es decir, dones y talentos con los que obtenemos beneficios y podemos generar riquezas. Riquezas, que no siempre deben contemplarse en sentido económico o crematístico, sino también en sentido espiritual o inmaterial. Hay quienes su sola presencia da alegría, ánimo, entusiasmo y otros que consuelan y generan confianza.

Pero, no todos las ponemos encima de la mesa y las compartimos. Esa es la cuestión, que tus riquezas y cualidades no debes guardarlas para ti, sino que debes compartirlas y ponerlas en función de los que las necesiten y puedan sentirse mejor y crecer con ellas. Sobre todo, crecer en la buena dirección, es decir, hacia la Luz verdadera, la que alumbra de verdad toda nuestra vida.

Es eso lo que queremos hoy descubrir y suplicar al Señor. Quizás estamos algo dormido y muchas cosas que podemos y sabemos hacer muy bien las dejamos en el tintero de nuestra vida y no las derramamos en beneficio de los que las necesitan y pueden servirse para encender y dar un poco de luz a sus vidas. 

No dejes, Señor, que mi vida se consuma en mí mismo, sino que sea capaz de compartir todo lo que he recibido gratuitamente, dones y cualidades, poniéndolo en servicio de todos aquellos que lo necesiten. Llena mi corazón, Señor, de humildad, y hazme descubrir mi pobreza, mi verdadera pobreza, que no está en las riquezas materiales que pueda tener, sino en la capacidad de mi corazón que tiene para amar. Porque, Señor, en el amor está mi gozo y mi felicidad, y sólo amando como Tú me enseñas puedo ser feliz y alcanzar esa Luz a la que quiero encaminar mi vida y mis pasos. Amén.

miércoles, 1 de agosto de 2018

DESCUBRENOS, SEÑOR, EL VERDADERO TESORO

Resultado de imagen de Mt 13,44-46
No es fácil descubrir dónde está el tesoro de mi vida. Hay muchas señales y sensaciones que pueden llegar a confundirme. A veces no sé tampoco distinguirlas bien y puedo caer en la trampa. Por otro lado, mi cuerpo está sujeto a leyes físicas y sensoriales que me confunden y me engañan. Sí, porque no lo que me gusta es por eso bueno. Y me cuesta vencer mis apetencias, mis pasiones y egoísmos. Son indicaciones falsas que pueden engañarme.

Porque, la realidad es que al experimentarlas compruebo y me doy cuenta que en ellas no está esa felicidad que busco. Son efímeras y desaparecen tal como empiezan. Son pasiones que están dirigidas por el egoísmo y toda la cizaña que habita dentro de mí. Porque, no se trata de que sean malas sino que inducen a ser mal usadas y a hacer daño. Es el egoísmo del placer que inhibe al otro y llega hasta anularlo. Es la pasión del deseo y satisfacción que posee al otro y lo desplaza. Es el tesoro de guardártelo para ti y no compartirlo. Emplearlo sólo para tu placer y gozo.

Y pronto te das cuenta que no terminas por encontrar la paz ni el gozo de sentirte bien contigo mismo. Experimentas que la felicidad no está en tener y guardar, sino en tener y compartir y dar todo lo que pueda servir para alegrar y hacer vivir a otros. Descubres que el tesoro no está fuera de ti, sino que lo encuentras dentro de ti, en tu propio corazón. Descubres que la felicidad no consiste en tener sino en dar, y que cuando más das más feliz te sientes.

Hasta que llegas a correr para conseguir descubrir este tesoro en tu corazón y compartirlo con los demás. No lo quieres perder y te aseguras de tenerlo siempre para poder compartirlo siempre. Y sabes que sólo con Él puedes perpetuarlo y conservarlo, porque hay muchos peligros que trataran de engañarte y de hacerte cambiar de idea. Procura, entonces, agarrarte con todas tus fuerzas al Señor para que nadie pueda arrancarte ese Tesoro del Amor de Dios y que da la Vida Eterna. Amén.

jueves, 25 de febrero de 2016

LA NECESIDAD DEL ESPÍRITU EN LA LUCHA DE CADA DÍA



Nuestra meta es la santidad: "Ser vosotros perfecto como vuestro Padre del Cielo es perfecto"(Mt 5, 48); pero nuestra naturaleza humana es débil y está sometida a muchas ofertas y tentaciones de este mundo que la seducen y la hacen tambalearse.

Sin la asistencia del Espíritu de Dios estaríamos vencidos sin ninguna posibilidad de éxito. Cada día es una batalla de una larga guerra que tenemos que librar y que terminará con la muerte, puerta de nuestro triunfo y perdición. Por eso necesitamos perseverar en la oración y estar abiertos a la acción del Espíritu Santo, par por su Gracia, ser fortalecidos y revestido de la fuerza del Espíritu Santo, y salir victorioso del combate de cada día y de la guerra final.

El pode y las riquezas son tentaciones que nos seducen y nos atraen. La buena vida, el bienestar y los placeres son dulces irresistibles para nuestra naturaleza egoísta herida por el pecado. Y, por nosotros mismos no podemos superar. Necesitamos la asistencia del Espíritu, para en Él, encontrar la sabiduría, las fuerzas y el poder de dominarnos y decir no.

Y eso es lo que hoy, Señor, te queremos pedir: No dejarnos vencer por las tentaciones que el mundo nos pone delante, y estar a la escucha atenta de tu Palabra y en constante relación contigo. Porque sólo así tendremos la garantía del éxito sobre el pecado.

Danos, Señor, la Gracia de tu fortaleza, para no desfallecer ni sucumbir a las tentaciones del pecado de este mundo. Un mundo que nos promete felicidad, alegría, diversión y bienestar sin preocupaciones bajo las apariencias de lo fácil y apetecible, pero que esconde vaciedad y perdición. 

Aprendamos a no mal gastar nuestro tiempo y nuestra vida, sino a compartirla sirviendo a aquellos que lo necesitan y carecen de esas posibilidades. Danos, Señor, esa sabiduría y valor.

miércoles, 3 de febrero de 2016

NUNCA DEBEMOS CANSARNOS DE PEDIR LA FE



Por mucho que creas en ti mismo, y te sientas seguro de creer en Jesús de Nazaret, no te canses de pedir al Señor que te aumente la fe. Porque siempre nuestra fe será incipiente, débil y amenazada por el peligro de confundirse y alejarse de nuestro corazón. Las tentaciones y peligros del mundo nos amenazan siempre con esa posibilidad, y con el riesgo que nuestras propias limitaciones nos imponen y nos dejan a merced del demonio.

Por eso, la primera condición ineludible es, injertarse en Xto. Jesús. Vivir en Él y con Él. Eso significa tomar el arma de la oración cada día y cada instante si hace falta. Y la frecuente, si se puede, visita al Santísimo y comunión Eucarística. Compartir la fe en comunión de otros, grupos, parroquia, pastorales...etc., puede ser otro pilar fundamental para conservarnos fortalecidos, arropados y a salvo del peligro.

Sin ir más lejos, nuestros espacios blogueros, donde compartimos, enlazados a FaceBook, nuestra fe, nuestras dudas, nuestros estados y emociones, nos confortan, nos preservan y nos sostienen en el Señor, porque, no olvidemos nunca, Jesús nos ha prometido estar presente entre nosotros. Y si Él lo ha dicho, es que realmente está. Él tiene Palabra de Vida Eterna.

Por eso, Señor nuestro, te pedimos que nos aumentes la fe. Puede ocurrir que nos dé vergüenza de pedírtelo tantas veces, y estar siempre en el mismo sitio. Pero, Tú nos has dicho que no nos cansemos, que insistamos y no dejemos de llamar, de tocar, de pedir. Tú nunca te cansas de recibirnos y de escucharnos. 

Tu Misericordia es Infinita, y siempre nos atiendes. Incluso aunque nos salgan a nosotros los colores de tanto pedírtelo inútilmente por nuestra parte, porque caemos siempre en el mismo pecado de la desconfianza. Sabemos, también, que nos perdonas y que, si nos esperas, es que confías en nosotros. Danos, Señor, la Gracia y las Fuerzas, para también nosotros confiar ciegamente en Ti.

lunes, 23 de noviembre de 2015

CADA DÍA UNA NUEVA BATALLA



Al terminar un día nos despedimos del Señor dándole gracias por todo lo vivido y también perdón por los momentos que no hemos estado a la altura de ser sus hijos. Y al despertar, iniciamos el nuevo día dándole las gracias por despertar, valga la redundancia, y pidiéndole sabiduría, paz y fortaleza para emprender una nueva batalla en la que no le defraudemos y seamos dignos de su Amor.

Es la batalla da cada día, donde tenemos que elegirlo como Rey y Señor de nuestra vida, y renunciar a las promesas y maravillas que nos ofrece el mundo, que esconde hipocresía y mentira. Por eso con un nuevo día tratamos de renovar nuestra promesa de seguirle y de nombrarle el Señor y Rey de nuestra vida.

Y, agradecidos por su Fidelidad y su Verdad, hoy queremos, desde este rincón de oración, renovar nuestra promesa y decirle que queremos que siga siendo el Rey y Señor de nuestras vidas. Ven Señor Jesús y has morada en nuestros corazones y guíanos por los caminos de este mundo que intenta apartarnos de Ti con promesas falsas y maravillas caducas.

Te pedimos, Señor, la Gracia del Espíritu Santo, para fortalecidos por su Fuerza y Sabiduría, encontremos el valor y la voluntad de rechazar todas aquellas ofertas que, maravillándonos y atrayéndonos, tratan de confundirnos, y nos tientan para, mintiéndonos, apartarnos de tu camino. 

Ven, Señor Jesús, y no permitas que nada, ni nadie, nos aparte de Ti. Porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y nuestro Rey y salvador. Danos un corazón generoso capaz de, no sólo dar, sino compartir toda nuestra vida. Amén.

sábado, 8 de agosto de 2015

TODO PUESTO EN TUS MANOS SEÑOR



Vano serán mis esfuerzos sí creo que pueden dar frutos. Es posible que el Señor nos haya adornado con muchos talentos hasta el punto que podamos caer en la tentación de vanagloriarnos de nuestras obras. Estaríamos en un grave y gran error. Todo depende exclusivamente de la Gracia y el Poder del Señor.

Se nos ha dado gratuitamente talentos para ponerlos al servicio de los que los necesiten. No de aquellos que quizás tengan suficientes o más que nosotros, sino de los pobres y necesitados que dependen más de todos aquellos que tienen de sobra, quizás de ti. Es ahí donde debes y tienes que volcarlos. Y derramarlos en el Nombre del Señor y por su Gracia, porque las alabanzas y Glorias le corresponden a Él.

Demos Gracias por el don de despertar a esta sabiduría de sabernos instrumentos de la Gracia de Dios, y pidámosle la fuerza, valor y voluntad de poder cumplirla en el camino de nuestra propia vida. Sobre todo el don del discernimiento para saber dónde generosamente debemos y tenemos que derramar todo lo que, recibido de su Mano generosa, hemos recibido gratuitamente para compartir.

Descubrimos que así el mundo estaría mucho mejor, pero también descubrimos que es tarea no de unos cuantos, sino de todos. De modo que lo que no hagas tú quedará sin hacer.

Pidamos esa Gracia para que el mundo comparta más las riquezas entre aquellos más desfavorecidos y necesitados y seamos instrumentos que favorezcan la instauración del Reino de Dios. Amén.

sábado, 6 de junio de 2015

LA ORACIÓN, MEDICINA DE DESPRENDIMIENTO




El joven rico, un muchacho bueno, y que, al parecer cumplía todas las normas y preceptos de la Ley, se entristeció y desvió la mirada cuando Jesús le ofreció el dejarlo todo y seguirle. Y es que nuestras fuerzas no son suficiente para vencer el egoísmo que habita dentro de nuestro viejo y herido corazón.

Necesitamos fortalecernos, y la oración es la medicina que nos ayuda y vigoriza para, fiados de y en las Manos del Espíritu, conseguir fortalecernos y superar el egoísmo de tener y poseer por la generosidad de solidarizarnos y compartir, dándonos y dando tanto nuestro ser como nuestros bienes.

Quizás tengamos mucho o poco, pero en uno u otro caso el esfuerzo es duro y nos exige un gran desprendimiento. Posiblemente, las riquezas exijan un mayor esfuerzo de desapego y, quizás sean una prueba del amor que Dios nos tiene y del que quiere que nosotros igual le correspondamos. El pobre ya tiene bastante amor a aceptar su miseria e incluso dar de lo que quizás ni tenga. Su prueba de amor está más que probada.

Pidamos al Señor valor, capacidad de aceptar las adversidades de la vida, las tentaciones que nos amenazan con ponernos a prueba a cada instante, la pereza, desidia y toda clase de males y apetencias que tiran de nosotros con la fuerza del Maligno para separarnos de Dios.

Danos Señor la capacidad y la sabiduría de entender que los bienes recibido de tu mano generosa son para ponerlos al servicio del bien común. Y que el gozo y la felicidad se esconden en dar y compartir más que en recibir. 

Pidamos una fuerza mayor que supere todos esos obstáculos y que confortados por el Espíritu Santo sintamos el gozo y la esperanza de seguir en el camino de la Verdad, la Justicia y la Paz. Amén.

sábado, 21 de febrero de 2015

GRACIAS SEÑOR POR PERDONAR MIS PECADOS



Me cuesta desprenderme de mis cosas. Quizás el apartado económico sea el de menos preocupación, pues mi situación, a Dios gracias, no presenta muchas posibilidades que me permitan plantearme serios problemas en ese sentido. Si bien, la viuda pobre fue destacada por Jesús por su generosidad, aunque haya sido pequeña.

Porque lo importante no es no tener que dar, sino dar en las medidas de tus posibilidades, y en ese sentido si tengo preocupación y batalla. Siempre te cuesta desprenderte. Sin embargo, hoy quiero pensar que el dinero no es lo más importante. Porque hay otros aspectos donde si puedes ser rico, y quizás no los comparte con suficiente generosidad.

Me preocupa también como gasto mi tiempo, y en qué y cómo lo empleo; me preocupa más el esfuerzo que pueda hacer por aliviar la vida de los que nada tienen, o tienen menos que yo. Tanto material como espiritual. Me preocupa mi comodidad e instalación al margen de lo que puedan estar sufriendo ellos.

Me pregunto si realmente estoy instalado y acomodado en unas costumbres y normas, que guardo escrupulosamente, y de las que me siento esclavo y débil para romper. Me pregunto si trato de esforzarme en, no sólo dar, sino también darme en ayudar material y espiritualmente a otros que lo pasan verdaderamente mal. 

Quiero ser sincero conmigo mismo y, aún sintiendo que hago algo, me siento preocupado hasta el punto de sentirme mal. Y eso me preocupa más. Por eso, Señor, te pido fuerza y sabiduría para liberarme de las cadenas que esclavizan mi vida, y sinténdome libre, comprometerme en darme en servicio, por amor, a los más necesitados.

sábado, 31 de mayo de 2014

¿NOS PONEMOS TAMBIÉN NOSOTROS EN CAMINO?



No cabe ninguna duda que para empezar, primero hay que pensar, porque no se empieza un camino o un proyecto sin haberlo pensado. Todo comienzo exige reflexión previa y decisión después, pues de no ser así acabaríamos caminando sin rumbo y sin sentido. Estaríamos a merced del viento y tempestades como simples veletas en la dirección que nos empujen.

María nos enseña mucho sobre esto, porque Ella es icono de ser visitada, de serle anunciada la Voluntad de Dios y de aceptarla sin condiciones. Pero también de cuidarla según iba creciendo en su seno y corazón, y de comunicarla a su prima Isabel, también agraciada con la Gracia de Dios,compartiendo su gozo y alegría.

También nosotros somos llamados y elegidos por Dios para ser sus hijos. Nos lo ha anunciado Alguien más grande que el Ángel Gabriel, Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, y muchos, quizás yo mismo, no terminamos de arrancar y de salir corriendo a compartirlo. Y no lo hacemos porque dentro de nosotros no respiramos ese gozo y alegría de sabernos agraciado y elegidos por la Gracia de Dios como sus hijos queridos.

Pidamos que, cómo María e Isabel, descubramos la alegría y el gozo de sentirnos hijos de Dios y de ser siervos e instrumentos de su Voluntad para anunciar al mundo, con nuestra vida y palabras, que Dios nos quiere y nos llama a la vida eterna en su presencia. Amén.

jueves, 20 de marzo de 2014

DAME LA PAZ DE HACERME PAN COMPARTIDO



No tengo otra palabra que pedir perdón y esperar confiado en la Misericordia de Dios, pero sólo eso no basta, porque he recibido unos dones para repartir con los que no los han recibido o no tienen nada. Incluso con aquellos que los ha despilfarrados. ¿O es que tú y yo no los hemos también despilfarrados, y lo hacemos cada vez que no cumplimos con los que debemos cumplir?

No es cuestión de desesperar, pero tampoco de relajarnos e inhibirnos de toda preocupación y solidaridad. Tenemos que esforzarnos en compartir y colaborar con los que lo pasan mal y no tienen que echarse a la boca. Tampoco se trata de dar de lo que nos sobra, sino de dar lo justo y también parte de nuestro tiempo. 

Y es que lo gastamos en comodidad, pasarlo bien y, aunque eso también se necesita, despilfarramos mucho en lugar de entregarlo a acompañar y ayudar a los que necesitan de nosotros. Hoy Jesús nos lo describe muy bien en la parábola del rico epulón. No ayudaría leerla despacio y abiertos al Espíritu Santo.

Pidámosle al Padre Dios que nos infunda sabiduría y voluntad para entender y compartir lo que hemos recibido de su Mano generosa para el disfrute y bienestar de todos. Amén.

viernes, 7 de marzo de 2014

LA TRAVESÍA SE HACE OSCURA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA,REZO DEL SANTO ROSARIOPOR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA.ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS






Perdemos muchas veces la luz. Nos asustan tantas dificultades y sacrificios. No es un camino apetecible a primera vista. Cuesta empezar a caminar porque todo exige esfuerzo y lucha. Se trata de imponer tu voluntad y muchas veces experimentas que no puedes, y te derrumbas.

Claro, no debes andarlo sólo. Cuando Jesús se hace presente y estás con los demás parece suavizarse, pero en cuanto te ves solo, te vienes abajo, sientes tu debilidad y todo se te hace rutinario, costoso e imposible. No te separes de la comunidad, porque es en ella donde practicas y vives el dar y darte sin condiciones, y dónde experimentas que dando experimentas gozo y felicidad.

Se me hace difícil Señor compartir. Es mucho más llevadero y fácil dar. Dar algo y ya está todo hecho, pero compartir no es simplemente dar, sino repartir lo que tienes y comprometerte con otros muchos que tienen necesidades. Y no se trata de un tiempo, sino de una conversión constante y siempre que descubras esa necesidad en otro.

No puedo Señor si Tú no me das las fuerzas y tu Gracia para poder llevarlo a cabo. Me atrevo a pedírtelo porque sé que contigo puedo, y por eso mantengo mis esperanzas y me esfuerzo en ello. 

Dame Señor ese don de ser desprendido hasta el punto de repartir y compartir con los que lo necesiten.

jueves, 23 de enero de 2014

COMPARTIR REQUIERE COMUNIDAD



Cuando te propones compartir tienes que buscar con quien o quienes. Eso te lleva a vivir con otros, pues compartir es "partir con". Descubrimos entonces que es lo mismo que amar, pues para amar necesitas buscar a los amados, y eso también requiere otros, donde tú puedas hacer vida tu amor en servicio y entrega disponible. De una manera u otra, tanto el compartir como el amar te conducen a descubrir la comunidad.

Jesús nos ha creado y amado para que nosotros, en la comunidad, también amemos y por el amor nos parezcamos al Señor. Esa es nuestra semejanza: "El Amor", pero un amor puro, desprendido, servicial y gratuito. Y eso no sólo no es fácil, sino que imposible para nosotros solos. Porque siempre lo mancharemos buscando nuestro egoísmo, nuestro interés o  tranquilidad de conciencia. Nunca lo haremos de una forma tan desinteresada y escondida que nadie se entere. No resistimos que sepan que somos buenos.

La pureza de nuestro amor necesita la asistencia del Espíritu Santo y la Gracia de nuestro Padre Dios. Y sólo, injertado en el Señor Jesús seremos capaces, por la Gracia recibida en el Bautismo, de vencernos y amar al único estilo verdadero: el de nuestro Señor Jesús.

Padre Bueno, por los méritos de tu único y verdadero Hijo Jesús, danos la Gracia de ser capaces de amar como Él nos amó.

viernes, 22 de marzo de 2013

EN SILENCIO



Hay momentos, como me ocurre ahora, que me pregunto, ¿qué decirle al Señor? Le he dicho tantas cosas, le he pedido tantas cosas, que ya me faltan palabras. Ayer reflexionaba sobre cuando mis palabras se terminan y hablo con mi cuerpo... Sí, hay momentos que no ser que decir.

Pero ya nos dijo el Señor que no nos preocupáramos por las palabras, ni el por qué de lo que decir. Simplemente digamos, Padre nuestro... Porque nuestro Padre del Cielo sabe lo que necesitamos y lo que nos conviene. De todas formas, nos gusta, y creo que al Señor también, que le digamos Padre, necesitamos de Ti.

Otra forma de hablar, sería el silencio. Sí, también el diálogo es silencio, porque en el silencio y con el silencio se dicen y se entienden muchas cosas. José y María, los padres de Jesús, no destacan por sus palabras, y sí por sus silencios. En el silencio se descubren y comprenden muchas cosas.

Sí, permanecer en silencio delante del Señor. Se escucha y se descubre el camino por el que debemos andar. Siéntate, acomódante, cómodo, sereno y buscando la paz. 

Estás delante del Señor, escúchale, permanece unos minutos en su presencia. Luego, cuando termines, si quieres, comparte tu experiencia en este lugar. Nos podrías ayudar mucho.

Hasta luego, un fuerte abrazo en Xto. Jesús.