Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 11 de noviembre de 2018

EL PELIGRO DE LAS APARIENCIAS

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Es posible que para muchas personas, tal es el caso de los escribas a los que se refiere Jesús en el Evangelio de hoy,  la apariencia sea uno de los mayores peligros, pues gozas de buena fama y te crees bueno y hasta santo de manera falsa y engañosa. Porque, si para los hombres puedes aparentar y parecer no siendo auténtico, para Dios no.

Así sucedió con aquella viuda pobre. Jesús vio su donación y, aunque fue muy poca, dos reales, ante sus ojos fue grandiosa. Más grande que la de todos aquellos escribas que echaban grandes cantidades y que hasta procuraban que sonaran para ser advertidos de sus donativos. No es la cantidad lo que importa al Señor, pues Él no necesita nada, es la intención y la actitud de darte y no sólo de dar.

Porque, puedes dar de lo que te sobra y eso no implica ni significa compartir, sino dar, pero cuando no tienes o no te sobra, lo que das de lo que tienes y necesitas lo estás compartiendo. Y eso se esconde a los ojos de los hombres, pero no a los de Dios. Por eso, procuremos no escondernos en nuestras apariencias, sino en darnos realmente, despojándonos de nuestros bienes que no nos van a dar la felicidad sino que son medios que, compartiéndolos, si nos dan el gozo y la paz que andamos buscando.

Porque, se recibe más dando que recibiendo, porque el dar significa morir a tu propia ambición y vanidad y eso no es otra cosa sino amar. Así nos quiere Dios y así ha enviado a su Hijo, nuestro Señor, para enseñarnos a amar en verdad y justicia. Pidamos ese don del desprendimiento y la capacidad y voluntad para despojarnos de todo aquello que nos retiene, nos somete y no nos deja actuar en libertad.

Haznos, Señor, libres para poder amar sin cortapisas, sin coacciones y encadenamientos, sino libres y disponibles para servir por amor tal y como Tú nos has enseñado. Amén.

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