Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 12 de noviembre de 2018

NECESIDAD DE PERDONAR

Resultado de imagen de Lc 17,1-6
Hay de aquel que escandalice...
Sé que tengo que perdonar, y también sé lo difícil que se hace el perdón. Lo sé por propia experiencia, tanto por cuanto me ha tocado a mí darlo como cuando necesito recibirlo por mis ofensas y pecados. Perdonar es el problema de cada día y la causa de muchas separaciones y enfrentamientos. Por motivos de perdón están los juzgados llenos y los pleitos en todas las esquinas. Indudablemente, la paz es cosa tuya y mía, porque en la medida que perdonemos el mundo será mejor y habrá más paz.

Ahora, ¿te ves tú capaz de perdonar graves ofensas? Empecemos por reflexionar sobre las ofensas que hemos hecho primero nosotros. ¿Nos parecen graves? ¿Y pedimos perdón? ¿Nos gustaría que nos perdonasen? ¿Creemos merecer ese perdón? Sabemos por la Revelación, Jesús, el Señor, nos lo ha revelado en el Evangelio, su Palabra, que la Misericordia de nuestro Padre Dios es Infinita, y que si nos arrepentimos estamos perdonados.

Indudablemente, no por nuestros méritos, sino por los méritos que Él, nuestro Señor Jesús, ha pagado, con su Pasión y Muerte, por el rescate y perdón de todos nuestros pecados. Por tanto, sin merecerlo estamos perdonados. ¿No debemos hacer nosotros un esfuerzo para perdonar también a quienes nos han ofendido? Porque, ese perdón que nuestro Padre Dios nos da será en la medida que nosotros también perdonemos a quienes nos han ofendido. Por lo tanto, vale la pena intentarlo.

Ahora, la diferencia está en que quieras intentarlo tú por tus propias fuerzas o intentarlo agarrado y asistido por la Gracia de Dios. La diferencia está en que te atrevas a intentarlo auxiliado por el Espíritu Santo, porque, con Él podrás supera tu soberbia y tu suficiencia y alcanzar perdonar y ser perdonado. Pidamos esa Gracia, porque el perdón es una Gracia de Dios. Una Gracia que se apoya en nuestra, don del Señor, pero en la que también nosotros tenemos algo de participación por la responsabilidad de nuestra libertad. 

Ser libre implica y exige respuestas responsables. Y, si creemos en la Palabra del Señor y nos agarramos a ella, todo lo demás serán añadidura que podemos ir superando con paciencia y perseverancia. Porque, el Señor es el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

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