Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 21 de junio de 2016

LA PUERTA ANCHA: UNA TENTACIÓN PODEROSA



El mundo es hermoso y bello. Sobre todo cuando disponemos de salud, de dinero y de todos lo necesario e ingredientes para pasarlo bien. ¿A quién no le gustaría esa oferta? Y es la que nos presenta el diablo. Poderosa y tentadora que pocos nos resistimos a rechazarla. Sobre todo si prescindimos de la compañía y el concurso del Espíritu Santo.

Sí, necesitamos la fe y la confianza en el Señor para obedecerle y confiar en Él. No es la puerta ancha la mejor opción, aunque nos parezca. Nuestra tendencia es escoger el camino fácil y caemos en la trampa. Hay muchas voces que nos ofrecen, con mentiras y promesas de espejismos, una falsa realidad, porque la felicidad no está en lo fácil sino en lo que realmente cuesta. Eso lo aprendemos desde pequeño. Crecer y llegar hasta aquí nos ha costado nuestro esfuerzo, a pesar de todo lo que nos han dado nuestros padres.

Pidamos luz y sabiduría para saber elegir, y para comprender que lo que tiene valor se esconde detrás de nuestro esfuerzo y trabajo. Y, Jesús, el Señor, nos dice la Verdad. Porque, Él no nos miente y pone su Vida como prueba, entregándola para darnos vida a cada uno de nosotros. No somos libres, pues cada paso que damos nos cuesta desenredar una argolla de nuestra cadena. Somos esclavos.

Esclavos de muchas cosas, de muchos hábitos, de muchas necesidades, de muchas apetencias y apegos. Y necesitamos liberarnos, pero experimentamos que no podemos. Sólo en Ti, Señor, podremos lograrlos. Danos esa capacidad y fuerza de poder vencer con gozo y alegría, para elegir la puerta estrecha llena de dificultades, pero cargada de paz y gozo solidario que nos llena de amor.

Esa es nuestra súplica del día de hoy. Desfallecidos, debilitados y cansados nos ponemos en tus Manos, confiados y esperanzados de levantarnos y poder liberarnos en y por tu Nombre de las ataduras de este mundo que nos invitan a perdernos. Amén.

lunes, 20 de junio de 2016

NO JUZGAR NO ES PERMANECER EN SILENCIO



Juzgar no es simplemente estar en silencio y no hablar mal o bien de nadie. Juzgar es también permanecer pasivo y quieto ante lo que nos proponen los demás. Posiblemente, con la boca cerrada y el pensamiento controlado, evito juzgar a las personas, pero si me inhibo de actuar posiblemente esté también juzgando. Porque estamos obligados moralmente y libremente a corregir las malas acciones y animar las buenas.

Cuando miro para otro lado, evitando mi juicio, puedo estar actuando mal si no trato de, prudentemente y con mucha caridad y tacto, ayudar a poner luz en esa acción concreta. Y, de la misma manera, animando a aquellas que construyen y son buenas. No es fácil abstenerse y simplemente callarse.

Claro que se trata de no emitir juicios por adelantados y por las apariencias, y sin conocimiento de lo ocurrido o por los rumores que se oyen. E incluso antes hechos consumados, porque no sabemos las causas que han empujado a esas personas a actuar así. Porque somos pecadores y nuestras debilidades, a veces de forma inexplicables, nos llevan a actuar inexplicablemente, valga la redundancia. Jesús también nos advierte de esto otro en Mt 18, 15.

Se trata de buscar luz en Jesús. Él no nos juzga, porque está siempre abierto a perdonar. Ese es el criterio. Estar como Jesús abiertos a perdonar. Es decir, ser Misericordiosos como el Padre. Es, precisamente, el año que estamos viviendo por orden del santo Padre Francisco, el año de la Misericordia. Y ese es nuestro objetivo: Misericordiosos como el Padre.

No juzgar significa actuar con misericordia, y eso se traduce por perdón. Y quien perdona, no juzga, sino acoge, comprende, escucha y acepta, ofreciendo la oportunidad de limpiarse y esforzarse en no volver a pecar. Sí, Padre, eso te pedimos, actuar en cada momento de nuestra vida, no tanto indiferentes, pasivos y en silencio, sino, prudentemente, abrir nuestro corazón con misericordia y amor. Amén.

domingo, 19 de junio de 2016

NECESITO TU FUERZA, SEÑOR, PARA REAFIRMARME CADA DÍA



No es fácil. Hay momentos de tribulación, de agotamiento y desfallecimiento. La debilidad se hace presente ante las tempestades y el peso de la lucha de cada día. La convicción es firme, yo, Señor, quiero seguirte, pero las tentaciones y los miedos me amenazan y tensan la fortaleza de mi voluntad. Sé que Tú estás ahí y que cuento con tu ayuda, pero mi esfuerzo se resiste a la lucha.

Mis pasiones y apetencias pesan mucho y me hostigan a cada instante. El desierto me seca la lengua y deseo refrescarla. El mundo me abre sus puertas, y bien anchas para que, no sólo me refresque, sino descanse y me sienta cómodo. Pero mi corazón no se siente bien. Necesita estar contigo, Señor, y asirse fuertemente a tu Mano. Dame la fortaleza de espíritu para, sin mirar atrás, seguir adelante.

Se enciende una luz de Resurrección. La esperanza de una vida mejor y eterna alimenta nuestra voluntad. El camino, aunque pesado, se hace ligero y alimentados por tu Espíritu nos fortalecemos y llenamos de gozo y esperanzas. Sí, Señor, Tú eres el Hijo de Dios. El Mesías que has venido a salvarnos enviado por el Padre. Tú eres la esperanza de nuestra liberación y triunfo sobre la esclavitud del pecado y la muerte.

Sí, nos lo has dicho claro: hay un camino, un camino de cruz, de persecuciones, de escarnio, de sufrimiento y de muerte crucificado, pero hay también una Resurrección. Y eso es lo importante, porque lo otro pasa, es efímero y lo que cuenta es la eternidad. Una eternidad donde todo dolor pasará y sólo queda el gozo, la fiesta y la alegría del amor. Sí, Señor, vale la pena sufrir lo que sea por alcanzar ese Tesoro del que nos hablabas hace días.

Exultante de alegría, Señor, te pido que me sigas alimentado con el alimento de tu Espíritu y me des la sabiduría de perseverar en el camino de cruz que, contigo, seré capaz de soportar y vencer. Amén.

sábado, 18 de junio de 2016

TÚ, SEÑOR, EN EL PRIMER LUGAR DE MI VIDA



La resignación es uno de los pecados más graves y peligroso. Y digo pecado, porque resignarse es asumir nuestra condición humana y mortal y de renuncia a ser feliz. No puedo dejar de recordar el cuento del aguilucho que, nacido en un nido de pata, no llego a descubrir la grandeza del vuelo, para el que había sido creado.

Hemos sido creados para la vida, no para la muerte, y dejarla escapar es un pecado, porque significa rechazar el inmenso e infinito regalo de Dios. ¿Cómo podemos dejar la Vida Eterna y tomar la vida temporal de este mundo por unos pocos años, con más penas que alegrías? Es absurdo, sin embargo ocurre así, porque experimentamos que esa es la realidad de lo que ocurre en el mundo en el que vivimos.

Y no hay otra explicación que nuestra propia ceguera, que nos impulsa a servir al dios dinero y placer que al Dios Amor. Por eso, Señor, conscientes de nuestros pecados, de nuestras debilidades y de nuestras apetencias, te pedimos, Señor, la sabiduría de elegir bien a quien servir. Porque no se trata de servir bien, sino de servir al mejor.

Y el mejor, Señor, eres Tú. Tú tienes Palabra de Vida Eterna; Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida; Tú eres el Verdadero Tesoro; Tú eres el único Señor a quien se puede servir, porque Tú das la Vida por aquellos que te aman y, también, por los que, rechazándote, les buscas y esperas pacientemente que te amen. Amén.

viernes, 17 de junio de 2016

DESCUBRIR LO QUE REALMENTE VALE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




¡Claro que he sido joven!, y he corrido y he hecho mucho ejercicio. He jugado y practicado deportes como el fútbol y balón-cesto, y hasta de algo mayor he tratado de mantener el ejercicio y cuidar la salud. Creo que es algo que debemos hacer y bueno para mantenerse en forma. Pero no debe ser lo principal ni lo que acapare mi vida. Debe estar siempre sometido y en función del verdadero Tesoro.

La pregunta es: ¿Y cuál es el verdadero Tesoro? No soy yo quien te vaya a responder, sino que lo hace el Evangelio de hoy: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben (Mt 6, 19-23). 

Por el pecado estamos sometidos e inclinados a atesorar otra clase de tesoros. Tal es el caso de las riquezas y bienes. O de otro tipo como fama, prestigio, poder...etc. Pero nuestra razón nos dice que son tesoros efímeros que pronto desaparecen. Nosotros, Señor, queremos ser liberados de esa inclinación y esclavitud y atesorar obras de amor, que son las que siempren están presente y llenan plenamente de gozo y felicidad eterna.

Y eso es lo que aprovechamos para pedirte hoy junto a todos los que pasen por este rincón y, unidos en la misma súplica y petición, elevar nuestra plegaria a Ti y solicitar sabiduría, fortaleza y paz para no desgastarnos y sostenernos en perseverar en buenas obras de amor que nos sirvan para atesorar verdaderos tesoros para el Cielo. Amén.

jueves, 16 de junio de 2016

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DEL PERDÓN



Señor, sabemos que Tú sabes lo que necesitamos, porque somos reflejos y semejanza del Padre Dios, y, Tú, nos conoces y enviado por el Padre nos alumbras el camino para llegar a Él. Pero, de alguna manera tenemos que decirte y confesarte nuestra fe. Nuestras torpes palabras son el medio que sabemos y conocemos para llegar a Ti y expresártela.

Nos has enseñado el Padre nuestro y nos dices en él que tenemos que perdonar a quienes nos ofenden, porque en esa medida será también el perdón que recibamos. Pero también experimentamos lo que nos cuesta perdonar. Muchos confesamos que no podemos hacerlo, y otros ni lo intentan ante la imposibilidad de saber que no pueden. Sin embargo, Tú nos dices que nuestro perdón, que a cada instante te lo estamos pidiendo, será igual al que nosotros seamos capaces de dar. Y nos deja sin respuesta.

¿Cómo no intentar perdonar, a pesar de nuestra soberbia y orgullo, si Tú solamente nos perdona en la medida que nosotros perdonemos? Sí, Señor, queremos perdonar a los que nos ofenden, para luego ser perdonado de nuestras ofensas por Ti. Y queremos contar con tu ayuda, porque por nosotros solos no podremos lograrlo. Danos, Señor, esa capacidad y esa Gracia para que en tu Nombre seamos capaces de perdonar para ser también perdonados.

No entendemos ni sabemos cómo podremos lograrlo, pero si sabemos y creemos que contigo y por la acción del Espíritu Santo podremos lograrlo. Porque, Tú, Señor, no nos vas a pedir algo que nosotros no podamos lograr. Y, además, no sólo nos lo pide, sino que permaneces con nosotros para ayudarnos a lograrlo. Descubrir que si yo he sido perdonado por tu Amor y Misericordia, también tengo que perdonar a aquellos que me puedan ofender. 

Nos lo explicas muy bien en la parábola del siervo cruel, (Mt 18, 23-35) en la que perdonado un siervo por su rey, al que debía 10.000 talentos, él, luego no perdonó a un amigo cien denarios. Y fue reprobada su conducta por el rey. No sería justo pedir perdón para nosotros, y no perdonar luego nosotros.

Danos, Señor, la fuerza que cada día necesitamos para tomar con paciencia y misericordia todas las ofensas e injurias que podamos recibir y estar dispuesto y en actitud misericordiosa como Tú, Padre, lo haces con cada uno de nosotros. Amén.

miércoles, 15 de junio de 2016

LAS APARIENCIAS NOS ENGAÑAN




No es cuestión de aparentar, porque las apariencias engañan y la mentira no tiene valor ni prevalece. Todo lo que se apoya en terreno falso se derrumba y no vale para nada. Por lo tanto, construir sin el verdadero Arquitecto es construir en vano.

Y todo aquel que se precie de saber y de inteligencia, debería descubrir que lo verdadero valioso, el Tesoro escondido, es construir sobre verdadera roca. La roca que sostiene la Verdad, que es Jesús, el Hijo de Dios. Porque construir tu vida sin el concurso del Señor es perder el tiempo. Se desmorona y no tiene punto de apoyo ni consistencias para sostenerse, porque sólo en Jesús encontrará fuerza para sostenerse.

En cierta ocasión un compañero me preguntó si seguía en el camino del Señor. Mi respuesta fue que es el único camino que vale la pena seguir. Es donde únicamente, poniéndole un símil económico, se puede invertir con la seguridad de no ser engañado y la garantía de la rentabilidad. Porque, emulando a Pablo, diría también como él que sé de quien me fío. El Señor es mi Pastor y en y con Él estaré siempre a salvo. Entonces, experimento, el valor y la importancia de la fe, porque no teniendo oídos, no oyen y teniendo ojos, no ven. Y doy gracias a Dios por este valioso y gran don de la fe.

Desde ahí, Señor, te pido luz y voluntad decidida para no aparentar, para ser coherente desde mi palabra y vida. No permitas que mis labios pronuncien palabras que luego no pueda o no quiera llevarlas a la vida. Porque de ser así estaría aparentando, es decir, engañándome. Dame, Señor, la virtud de la honestidad y de la sinceridad, y nunca mentir, porque Tú eres mi publico. Y aunque los hombres no me vean y pueda engañar, Tú siempre estás presente en mi vida y sabes lo que hago y pienso.

Dame la sabiduría y la inteligencia de confesar siempre mis pecados y de perseverar en la esperanza de aceptar tu Perdón y Misericordia. En ti confío, Señor. Amén.