Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 10 de mayo de 2017

EL GOZO DE LA CONCIENCIA

A nadie se le esconde que cuando su conciencia está de acuerdo con lo que, al menos él, cree es la verdad, su gozo es manifiesto y la paz inunda su ser. Sin embargo, esa experiencia nos lleva a otra reflexión: ¿Dónde está la verdad? Porque, podemos caer en un relativismo peligroso, y considerar verdad lo que a nosotros nos parezca y de acuerdo con nuestra lógica y sentido común.

Es un peligro porque, quieras o no, siempre te verás influido por tu propio egoísmo y tenderás a auto engañarte. Por eso la gran importancia de buscar la verdad. Y la verdad sólo está en una parte, en nuestro Señor Jesús, el Hijo enviado por el Padre, que dice lo que el Padre le ha mandado decir. Es ahí donde tenemos que poner nuestra mirada y nuestra referencia, porque lo que dice el Hijo es lo que el Padre le ha mandado decir.

Jesús es el Hijo del Padre, y ha venido enviado por Él. Y sólo dice lo que el Padre le ha mandado decir. De forma que quien le oye y cree en Él, está haciéndolo también en el Padre. Él es el único Camino, Verdad y Vida que conduce al Padre. Y eso queremos pedirle hoy, que nos lleve al Padre.

Danos, Señor, la sabiduría y fortaleza de seguirte y de vivir en tu Palabra, para que a la hora de nuestro juicio, nuestra vida vaya de acorde con tu Palabra y, por tu Gracia y Misericordia, podamos alcanzar la Vida Eterna que el Padre, por los méritos de su Hijo Jesús, nos ha prometido. Amén.

martes, 9 de mayo de 2017

BUSCANDO INTERROGANTES

El hombre no cesa de preguntarse respecto a los interrogantes y misterios que le asaltan. Están sellados a fuego dentro de su corazón, y no puede evitarlo. Busca respuestas que le respondan a sus preguntas. ¿Cómo vencer la muerte? ¿Cómo alcanzar la eternidad? ¿Y la felicidad?

A lo largo de su camino tropieza con muchas dificultades y permanece en la oscuridad por mucha luz que pueda hacer. El hombre no da más de lo que puede, y su medida está encerrada en el espacio y el tiempo. No alcanza más allá. Nunca podrá entender a Dios, pues siendo criatura de Él está bajo sus dominios y su dependencia. Sin embargo, es un misterio como nos ama Dios y, por amor, quiere salvarnos.

Pero, hay una condición, la humildad. Necesitamos imperativamente ser humilde. Sin ella no puedes alcanzar la fe. Necesitas la humildad para abrir tu corazón al regalo de la fe que Dios te da para que puedas creerle y salvarte. No hay otro camino, ni otra condición. Siendo humilde abrirás tu humilde, valga la redundancia, corazón, para llenarlo de la fe que necesitas para creer. Ten por seguro que entregándote a la humildad, la fe llenará tu vida.

Pero, la fe es un don que exige cambio de actitud, cumplimiento de un deber, observancia de la doctrina religiosa, obligación de conciencia... La fe te pone en camino y te relaciona con Jesús, que te lleva al Padre. Sin fe no hay conversión. Pero con ella, el Camino se hace Luz, Verdad y Vida.

Pidamos esa Gracia, la fe que nos lleva a seguir al Señor y a relacionarnos con Él. Pero, pidamos, sobre todo, ser humilde. Porque la humildad es la puerta que nos abre el corazón a la fe. Esa fe que, siendo humildes, debemos insistir en pedir al Padre en nombre de Jesús. Amén.

lunes, 8 de mayo de 2017

QUIERO SER DE TU REDIL, SEÑOR

Señor, quiero ser tu oveja, una de tus muchas ovejas. Con esto quiero decirte, Tú lo sabes, quiero que seas mi Señor, mi Dueño y mi Guía. Sé que tus cuidados son amorosos y llenos de ternura y verdadero amor. Y sé que quieres llevarme a la Casa de tu Padre, donde mi felicidad será plena y eterna junto a Ti.

Pero, Señor, tengo miedo. Tengo miedo porque este mundo es una selva muy peligrosa. Hay peligros por todas partes y fuertes, casi irresistibles, tentaciones que incitan al pecado y a la desobediencia. Y, mi naturaleza, herida por el pecado, es débil y fácil de ser vencida. Para más gravedad, el demonio está al acecho y nos vigila como lobos con piel de cordero. Es muy inteligente y, disfrazado, incluso de verdad, trata de seducirnos y engañarnos. Incluso dentro de nuestro mismo redil.

Señor, sé que Tú no te descuidas, pero me das libertad y me pruebas. No será el discípulo más que el Maestro, nos dices - Mt 10, 24 - y tendré que enfrentarme a esas pruebas con las que puedo verificar y demostrarte mi apuesta y decisión por ti. Es la cruz, esa mi cruz de la que tanto nos has hablado y nos has invitado a cargar con ella - Lc 9, 23 -. Porque de ninguna otra forma puedo desmostrarte mi amor, sino amando y aceptando voluntariamente los sacrificios y adversidades que la misma vida me pone en mi camino.

Pero, para eso necesito tu alimento, Cuerpo y Sangre, unido a la oración constante y diaria que me fortalezca y me vigorice para encontrar fortaleza y vencer todos los obstáculos que se vayan interponiendo en el camino de mi vida hacia Ti. Por eso, Señor, insisto, quiero ser de tu rebaño y dejarme pastorear por Ti, porque contigo, Buen Pastor, estaré seguro y libre de todo peligro y alcanzaré ese Redil que llena mi vida de Vida abundante y eterna. Amén.

domingo, 7 de mayo de 2017

LUZ, SEÑOR, PARA ENCONTRARTE

Todo en esta vida se reduce a encontrarte, Señor. Saber que puerta tengo que abrir para seguirte es descubrir el Tesoro que todos buscamos en este camino de nuestra vida. El problema es obviar que hay muchas puertas en este mundo. Puertas que seducen y que son muy atractivas aparentemente a los ojos del mundo, en el que también estamos nosotros. Y hay que vencerlo.

Por lo tanto, buscar la verdadera Puerta, que eres Tú, Señor, no es tan fácil, porque nuestra humanidad está herida, tocada y ciega, y el demonio acecha para desviarnos, confundirnos y equivocarnos de puerta. Necesitamos luz y acompañamiento. Ya, desde el día de nuestro Bautismo, recibimos al Espíritu Santo, que nos acompaña y nos guía. Y en Él queremos apoyarnos para, con su asistencia y consejos, encontrarte, Señor, y seguirte sin pérdida ni equivocación.

Eso te pedimos en este humilde espacio de oración. Luz y buen discernimiento en el Espíritu Santo, para caminar seguro y escuchar sólo tu Voz. Saber distinguirla de todas esas voces que tratan de confundirnos y de ofrecernos pastos, aparentemente verdes y apetitosos, pero que pronto son destruidos por las llamas del vacío y el sin sentido. Pastos verdes por afuera, pero huecos y podridos por dentro. Pastos que destruyen y aniquila nuestra esperanza y nuestra vida.

¡Señor!, queremos oír solamente tu voz y a ella obedecer rápidamente. Queremos seguirte sólo a Ti, porque Tú eres el Pastor verdadero de nuestra vida y el que entra por la verdadera puerta de nuestro particular redil de nuestro corazón, y el que nos da la  Vida, verdadera Vida en abundancia.

Te pedimos que nos fortalezca y nos dé sabiduría para saber escucharte y también seguirte. Porque contigo, Señor, estamos seguros y confiados, pues Tú, Señor, eres nuestra verdadera Puerta y Pastor. Amén.

sábado, 6 de mayo de 2017

ORACIÓN Y OBRA

No tendría sentido tener una vida de oración y otra de obras. Es decir, rezar y no obrar; o, no rezar y obrar. Ambas actitudes están cojas. Porque la vida sin oración se contamina, y la oración sin vida queda hueca y vacía.

Es, pues, necesario que nuestra oración tenga eco, y ese eco se derrame en frutos que alivien y beneficien al hombre. La oración, si no tiene en el horizonte el bien del hombre deja de ser verdadera oración para convertirse en idolatría y apariencia.

Adorar significa postrarse a los pies de alguien para seguir sus enseñanzas, su doctrina y mandatos. Adorar a Dios significa ponerse a sus pies y entregarse a su estilo de vida y a sus enseñanzas e indicaciones. Luego, relacionarse con Él es abrirse a sus enseñanzas e ir aprendiéndolas y practícándolas en el camino de tu propia vida.

Para eso está y se ha quedado el Espíritu Santo. No se ha quedado de forma pasiva, sino que actúa constantemente en nosotros con nuestro permiso libre. Ahí entramos cada uno de nosotros para ponernos a su disposición y dejarnos guiar por su Sabiduría.

Y eso es lo que te pedimos hoy, Señor. Abrirnos a tu Corazón y a tu Gracia. Y te suplicamos que transformes nuestras vidas según tu Voluntad y no la nuestra. Amén.

viernes, 5 de mayo de 2017

ANUNCIANDO AL SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Toda oportunidad es buena para anunciarte. Porque cuando estamos mostrándonos atento, servicial, oyente y dispuesto a la ayuda, estamos amando. Porque amar es buscar el bien de todos los hombres. Un bien que se esconde en la justicia, en el respeto, en la verdad y la igualdad. Un bien que se concreta en el amor, que significa todo lo dicho anteriormente.

Cada instante de nuestra vida es bueno para relacionar y enlazar a los hombres con Dios. Y lo haces cuando tu vida respira comunión con Dios; lo haces cuando tu relación con los demás está fundamentada y apoyada en Dios. Tus palabras y tus obras le anuncian y le transparentan. Porque, Dios está en tu vida y en la de los demás. Sólo tenemos que estar atentos y disponibles para dejarnos guiar por el Espíritu Santo.

Esa es tu predicación, coherencia de vida y de palabra. Y también de pensamiento. Cuando se presenta descoordinación entre unos y otras, todo parece debilitarse y no transmitir. Y es eso lo que, precisamente, Señor, te venimos a pedir hoy. Coherencia entre nuestras palabras y nuestras vidas.

Que sepamos dar verdadero testimonio de tu Palabra con nuestra palabra y vida. Porque, Tú eres el Pan de Vida que nos da verdadera Vida Eterna. Amén.

jueves, 4 de mayo de 2017

EXIGIENDO PRUEBAS

Queremos que sus explicaciones y pruebas nos convenzan y nos saquen de toda duda. Queremos vivir tranquilos y estar seguros de nuestra salvación, pero desconfiamos de la Palabra del Señor. Pruebas no nos faltan, pero no damos el brazo a torcer. Queremos y exigimos más y más. Y cuánto más nos den, más seguiremos exigiendo. Cuando no los de aquí, lo harán los de allá.

Ante todo esto, Jesús nos dice: «Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».

El mundo no responde a nuestros interrogantes. Aquí sabemos que no nos quedaremos y que la muerte nos espera. Nuestra esperanza, pues, está en Manos del Señor, que nos dice que Él es el Pan de la vida y quien coma de ese Pan vivirá eternamente. Más esperanza no se puede dar. Ahora hace falte fiarse, tener fe y confiar en su Palabra.

Pidamos esa Gracia, porque razones y pruebas hay. Las Escrituras lo dicen: Está escrito en los profetas: serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. Y tratemos de esforzarnos en escuchar al Padre y de estar, siguiendo los pasos de su Hijo, cerca de Él. Esa es la ruta y el camino. Jesús, el Hijo, el enviado nos lo dice muy bien: En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida.

Pidamos al Señor que nos fortalezca y nos dé la Gracia de la Fe. Esa fe que nos mantenga siempre en perseverante camino hacia la Casa del Padre. Amén.