Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 10 de septiembre de 2019

MARTES, XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO




Resultado de imagen de Lc 6,12-19


H I M N O

Señor, el día empieza. Como siempre,
postrados a tus pies, la luz del día
queremos esperar.
Eres la fuerza
que tenemos los débiles, nosotros.

Padre nuestro,
que en los cielos estás, haz a los hombres
iguales: que ninguno se avergüence
de los demás; que todos al que gime
den consuelo; que todos, al que sufre
del hambre la tortura, le regalen 
en rica mesa de manteles blancos
con blanco pan y generoso vino;
que no luchen jamás; que nunca emerjan,
entre las áureas mieses de la historia,
sangrientas amapolas, las batallas. 

Luz, Señor, que ilumine las campiñas
y las ciudades; que a los hombres todos,
en sus destellos mágicos, envuelva
luz inmortal; Señor, luz de los cielos,
fuente de amor y causa de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 9 de septiembre de 2019

LA LEY NO ESTÁ PARA PERMITIR EL MAL

Resultado de imagen de Lc 6,6-11
Creo que está claro que la ley no puede permitir que se haga el mal contra la persona humana. Cuando hablamos de derechos queremos expresar que el bien está por encima del mal y que el hombre y la mujer no pueden estar sometidos al imperio de la ley, y menos a una ley que mira para la economía como algo más valioso que la persona humana. 

Todo está medido por el valor dinero y, por supuesto, poder. De modo que una persona que sea improductiva por enfermedad o por vejez es tomada como una carga y como un desecho. Y si no es así, porque la búsqueda de establecer la ley de la eutanasia. Una ley que se esconde en la mentira de evitar el dolor y el sufrimiento cuando lo que debe buscar es aliviarlo. Sobre todo con los adelantos y medios que hoy en día hay. Son leyes que esconde mentiras que van contra la vida del hombre.

Hoy, el Evangelio plantea ese problema que el hombre trata de ocultar y esconder. La ley nunca puede estar para perjudicar al hombre ni para hacerle ningún mal. Él es la criatura por excelencia que Dios ha creado y a la que quiera salvar del pecado. La prueba es que ha enviado a su Hijo para, entregándose a una muerte de Cruz, darnos la oportunidad de salvarnos. Y eso, un hijo agradecido debe reconocerlo y darle gracias. Una Gracia que nunca podremos pagar, porque su Amor es Infinito y nuestros actos y obras finitas. 

Por lo tanto, demos gracias a nuestro Padre Dios por tanta Gracia y tanto Amor Misericordioso. Demos gracias porque ha venido a enseñarnos como debemos actuar y cual debe ser nuestra actitud ante los demás. Es decir, buscar siempre el bien por encima de todo lo demás, incluso la economía. Tratemos de despertar y de abrirnos a la acción del Espíritu Santo pidiéndole que nos transforme nuestros corazones en unos corazones como el de Jesús capaces de hacer el bien por encima de la ley. Amén.

domingo, 8 de septiembre de 2019

SOY CONSCIENTE DE QUE TE NECESITO, SEÑOR

Resultado de imagen de Lc 14,25-33
El Evangelio de hoy me destartala y me deja fuera de combate. Soy consciente, Señor, de que necesito de Ti. Mi pobre naturaleza, pecadora y sometida al pecado, me arrastra, me vence e impide que, aunque quiero seguirte plenamente, acercarme a Ti. Experimento que mis fuerzas me flaquean y me siento vencido por mis apetencias y egoísmos.

Entonces, Señor, soy conciente que sin Ti no soy nada. Eso es lo que quiero decirte hoy. Quiero aprovechar la ocasión para decirte que te necesito para que me des las fuerzas y poder seguirte plenamente con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todo mi ser. Quiero pedirte que cambies mi corazón egoísta y apegado a los placeres y satisfacciones de este mundo que me impide seguirte de forma plena como a mí me gustaría.

Ahora entiendo a Pablo en la Epístola a los - Romanos 7, 14-20 - cuando habla sobre el poder del pecado que nos obliga a hacer lo que no nos gustaría hacer. Por eso experimentamos arrepentimiento y dolor de corazón. 

Confío, Señor, que por tu Infinita Misericordia hagas que mi corazón, fortalecido en tu Espíritu, se haga fuerte y pueda vencer los obstáculos que se me presenta en el camino de mi vida. Soy consciente, Señor, de mi debilidad y de que sin Ti nada puedo hacer y estaré vencido y a merced del demonio, del mundo y de la carne. Por eso, consciente de mi pobreza y pequeñez te imploro, Señor mío, que me des la sabiduría y la fortaleza necesaria para hacer, no mi voluntad, sino la tuya.

Y apoyado y confiado en tus Palabras de pedir y se les dará, buscad y hallaréis, llamar y se les abrirá - Mt 7, 7 - insisto en suplicártelo en la esperanza de que transformarás mi pobre corazón. Amén.

sábado, 7 de septiembre de 2019

SEÑOR, DA SENTIDO A MI VIDA

Resultado de imagen de Lc 6,1-5
Hay muchos momentos de mi vida que me veo sometido a leyes, tradiciones y costumbres. Incluso, la mentira se disfraza de verdad haciéndose normal. Pero, no por eso deja de ser mentira a pesar de hacerse costumbre. Nunca el hombre puede quedar sometido a la ley y estar a su expensa salvo cuando se persigue algo malo que va contra el bien y la verdad.

Todo queda sometido al bien del hombre, incluso la ley. Así lo ha revelado nuestro Señor sometiendo todo al bien del hombre. Tal era la ley del sábado, que sometía al hombre, a ciertas actuaciones que iban contra su propio bien. Y esa no es la propuesta de nuestro Padre Dios, que, precisamente, busca el bien de sus hijos. Así nos lo enseña Jesús y así nos lo revela.

Y yo, Señor, ante estas posibles trampas y confusiones quiero ponerme en tus Manos y dejar que ocupes todo mi corazón. Tú eres mi ley, mi camino, mi verdad y mi vida, y en, con y por Ti quiero andar mi camino en este mundo siguiendo tus enseñanzas y esforzándome en cumplir tus mandatos. Porque, Tú buscas mi bien y el de todos los hombres y sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Por eso, Señor, quiero pedirte que me des la capacidad, la fortaleza y voluntad de despojarme de toda ley y obstáculos que me impiden seguirte y actuar como Tú me enseñas y me mandas. Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y a Ti sólo quiero seguir. Dame, Señor, la sabiduría y la fortaleza de caminar al ritmo de tus pasos y seguir tus huellas a través de las dificultades que me presentan los caminos de este mundo. Amén.

viernes, 6 de septiembre de 2019

LIMPIA MI VIDA DE TODO AQUELLO VIEJO PARA REJUVENECERLA CON LO NUEVO

Imagen relacionada
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


De vez en cuando necesitamos limpiar nuestras casas y tirar todo aquello que, si en un momento nos fue de utilidad, ahora ya no nos sirve. De la misma forma, nuestros corazones se han ido llenando de muchas cosas que, quizás, ahora ya no nos son de utilidad y ocupan espacio que impiden entrar a otras nuevas y de actualidad. Hay muchas leyes viejas que ya, no sólo no sirven, sino que estorban y son injusta.

Muchas no han servido nunca, pero han tenido un tiempo donde estaban vigentes y se permitía su actuación viéndola como normal. Las tradiciones y costumbres no siempre son válidas ni buenas y hay que tener la valentía de denunciarlas, renovarlas y actualizarlas. No se puede conservar lo viejo y mezclarlo con lo nuevo, porque, sabemos por experiencia, que lo viejo terminar tirando por lo nuevo hasta romperlo. Se hace necesario renovarse y moverse para no quedarse anclado en el pasado.

Y somos consciente que eso nos cuesta mucho. Estamos siempre con la mirada vuelta al pasado y sometidos a las tradiciones y a lo antiguo, hasta el punto que vemos que lo viejo no nos deja avanzar. Una serena mirada a nuestro derredor y observamos muchos ejemplos de esto que decimos. Por lo tanto, volvamos nuestra mirada hacia delante y llenemos nuestros corazones - odres - del buen vino, joven y nuevo, que alegra nuestra vida y le da una nueva perspectiva y esperanza.

Te pedimos, Señor, esa Gracia y esa fortaleza y sabiduría para saber discernir donde está la novedad de la Buena Noticia de Salvación que sólo Tú nos revelas y nos presenta ante todas las tradiciones y costumbres que, incorporadas por los hombres, nos confunden, nos contaminan y nos estancan en el pasado y en lo que nos impide crecer en verdad, justicia y amor. Amén.

jueves, 5 de septiembre de 2019

LAUDES - JUEVES XXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO



Resultado de imagen de Jueves, XXII semana del Tiempo Ordinario, feria


H I M NO
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto, los primeros animales.

De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta
de los sonoros ríos de la vida.

El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.

No hay brisa, si no alientas; monte, si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.

¡Que se acabe el pecado! ¡Mira, que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén

miércoles, 4 de septiembre de 2019

CUERPO Y ALMA

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No sólo cuenta mi cuerpo, Señor, sino también mi alma. Mejor, diría que mi alma es lo verdaderamente importante y lo que más interesa cuidar y salvar. Sin embargo, aparentemente vive como escondida en mi cuerpo que se hace más visible y más notorio por el dolor y el sufrimiento. No obstante, el cuerpo es corruptible y el alma eterna. Con esto está dicho todo. Por eso, Señor, te pido, por tu Gracia y Misericordia que permanezca eternamente junto a Ti.

Y ese querer, Señor, pasa por pedirte que me limpies de todo pecado que pueda condenar mi alma a estar separado de Ti, mi Señor. También, porque el dolor me hace sufrir, de toda enfermedad que me aleje de tu presencia y sostengas mi alma pura, alimentada, fortalecida en tu Espíritu para que cuando decidas llamarme tenga mi lámpara bien asistida por el necesario aceite - la fe - e  iluminada y encendida para aguardar tu llamada bien preparado y listo a acudir a tu requerimiento.

Soy consciente, Señor, de todas las dificultades que el mundo, demonio y carne me ponen en mi camino. Soy consciente de tantos peligros y de tantos fallos, errores y pecados por mi parte. Soy débil, Señor, y necesito ir bien acompañado. Envíame y dame a conocer  a aquel que me ayude y oriente en mi camino. Tengo miedo de ir solo, pues necesito a alguien que me ayude a sostenerme, a soportar y sortear las enormes piedras que me encuentro en el camino.

Espíritu Santo, oriéntame y señálame por dónde tengo que, y con quien, ir, para caminar fortalecido y bien apoyado frente a las tentaciones de este mundo, del demonio y de mi propia carne. El peligro es inminente y necesito tu cercanía y ayuda. Amén.