Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 6 de noviembre de 2020

ESTO AMO CUANDO AMO A MI DIOS... POR SAN ACUSTÍN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 
 
 
 
 
¿Y qué es lo que amo cuando yo te amo? 
No belleza de cuerpo ni hermosura de tiempo,
 no blancura de luz, tan amable a estos ojos terrenos;
 no dulces melodías de toda clase de cantilenas,
 no fragancia de flores, de ungüentos y de aromas;
 no manás ni mieles, no miembros gratos a los abrazos de la carne: 
nada de esto amo cuando amo a mi Dios.
 
 Y, sin embargo, amo cierta luz, y cierta voz, y cierta fragancia,
 y cierto alimento, y cierto abrazo, cuando amo a mi Dios,
 luz, voz, fragancia, alimento y abrazo del hombre mío interior, 
donde resplandece a mi alma lo que no se consume comiendo,
 y se adhiere lo que la saciedad no separa.
 Esto es lo que amo cuando amo a mi Dios.

jueves, 5 de noviembre de 2020

TÚ TAMBIÉN TIENES NECESIDAD DE MÉDICO


Es de sentido común buscar al médico cuando te sientes enfermo. Y, por la misma razón, más todavía, buscar - en el Sacramento de la Reconciliación - la Misericordia de Dios y el perdón de nuestros pecados. Sin embargo, sucede que para buscar esa Misericordia y perdón hay, primero, que reconocer y advertir que estamos enfermos y necesitados de la Misericordia de nuestro Padre Dios. Pues, de no ser así, esa Misericordia nos sobraría.

Ser pecador exige, primero, reconocernos pecadores. Y, parece ser, que aquellos fariseos no se consideraban pecadores como aquellos a los que Jesús acogía y con los que comía. Se hace, pues, de vital importancia descubrir esa condición pecadora inherente a nuestra naturaleza humana, ya desde el principio herida por el pecado. Y, aunque lavada en nuestro bautismo, propensa a caer de nuevo en él por la condición de nuestra débil naturaleza humana.

Necesitamos, pues, el Sacramento de la Reconciliación para lavar nuestras caídas y fallos con los que, nuestra naturaleza humana, es seducida y tentada. Sin embargo, el gran privilegio que, posiblemente no nos demos cuenta, es que Dios - nuestro Padre - es quien nos busca primero y, envía a su Hijo para anunciarnos esa Buena Noticia de Misericordia y Salvación. Así nos lo descubre y enseña en estas dos parábolas del Evangelio de hoy - Lc 15, 1-10 -. 

Pidamos la Gracia de sabernos queridos y valorados como verdaderos hijos de Dios y la sabiduría de abrirnos a su búsqueda y Misericordioso Amor. Amén.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

NECESITO TU GRACIA, SEÑOR

Dios nos ha dado esa capacidad por la cual podemos decidir y elegir. Por eso, somos libres para acogerle, aceptarle y, también, para rechazarle. De modo que, seguirle o no será una decisión mía, que Dios me respeta sin imponérmela ni exigírmela. Deja todo a nuestro libre albedrío. 

Ahora, Jesús, el Hijo, que conoce la Voluntad del Padre y sabe lo que nos ama y el bien que quiere para todos sus hijos, es el enviado a proponérnosla, y nos anuncia esa Buena Noticia de Salvación que nos viene a dar eso que todos, muchos sin saberlo, buscan en otro lugar o por caminos equivocados. De modo que, solo siguiéndole podremos alcanzar esa felicidad que tanto perseguimos, buscamos y queremos.

Jesús sabe que en el mundo no la vamos a encontrar, y nos ha creado para que la encontremos y seamos felices. Y eso pasa por encontrarnos con Él. Por eso nos lo anuncia y nos lo proclama. Pero, tampoco nos esconde las dificultades y obstáculos. Hoy, precisamente en el Evangelio, nos aclara de qué manera tenemos que seguirle. Porque, no podemos seguirle de cualquier manera. Se necesita algunas condiciones.

No podemos ir tras sus pasos con la mochila cargadas de seducciones y ambiciones mundanas. Necesitamos vaciarla y, vaciarla, valga la redundancia, de todo aquello que nos impida encontrarnos y seguir al Señor. Y, nos aclara también que esa exigencia no la podemos sostener sin su Gracia. Por eso, Señor, aprovechamos este rincón de oración para pedirte esa Gracia tan necesaria para seguirte. Una Gracia que nos llene de fortaleza, sabiduría y fe para sostener el ritmo de tus pasos y la voluntad de vivir en tu Palabra y Voluntad. Amén.

martes, 3 de noviembre de 2020

LAUDES - Martes, XXXI semana del Tiempo Ordinario



 

H I M N O

 

Señor, el día empieza. Como siempre,
postrados a tus pies, la luz del día
queremos esperar.
Eres la fuerza
que tenemos los débiles, nosotros.

Padre nuestro,
que en los cielos estás, haz a los hombres
iguales: que ninguno se avergüence
de los demás; que todos al que gime
den consuelo; que todos, al que sufre
del hambre la tortura, le regalen
en rica mesa de manteles blancos
con blanco pan y generoso vino;
que no luchen jamás; que nunca emerjan,
entre las áureas mieses de la historia,
sangrientas amapolas, las batallas.

Luz, Señor, que ilumine las campiñas
y las ciudades; que a los hombres todos,
en sus destellos mágicos, envuelva
luz inmortal; Señor, luz de los cielos,
fuente de amor y causa de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 2 de noviembre de 2020

ENVEJECER BIEN

P. Teilhard de Chardin

«Cuando los signos de la edad marquen mi cuerpo,
y más aún cuando afecten a mi mente,
cuando la enfermedad que vaya a disminuirme o a causarme la muerte me golpee desde fuera o nazca en mi interior;

cuando llegue el doloroso momento de tomar conciencia de pronto de que estoy enfermo o envejeciendo;
y sobre todo en ese último momento en que sienta que pierdo el control de mí mismo y que estoy absolutamente inerte en manos de las grandes fuerzas desconocidas que me han formado;

en todos esos oscuros momentos, oh Dios, concédeme comprender que eres tú -supuesto que mi fe sea lo bastante fuerte- quien está separando dolorosamente todas y cada uno de las fibras de mi ser para penetrar hasta la médula misma de mi esencia y llevarme contigo».

domingo, 1 de noviembre de 2020

AFECTOS DE AMOR - SAN FRANCISCO JAVIER SJ

San Francisco Javier SJ

 

Para serviros, Dios mío, 
no me mueve el terror de vuestra mano arrojando rayos,
ni el horror del fuego del infierno ardiendo eternamente:
Tú me mueves, Dios mío, por ti mismo:
Tú Jesucristo, atravesado, me atraes,
la cruz que me obliga, y me enciende, 
oh Jesús; la sangre que brota de tus llagas.
Si no existiese el fuego del infierno y
se quitase la esperanza de la gloria,
yo, sin embargo, oh Criador mío,
prendado de vuestras bondades,
admirando vuestra sublime divinidad, santa y probida,
proseguiré en el amor ya comenzado.
A ti, Jesús, Hijo de Dios, 
a ti, Hijo de la Virgen,
manso, fuerte, inocente,
que te dignaste morir por nosotros,
que todo lo mereces,
te amaré sin recompensa.

sábado, 31 de octubre de 2020

HUMILLARTE PARA SERVIR

 

Cuesta quedarse el último, sobre todo a la hora de recibir, de presidir, de elegir y de muchas cosas más. Queremos siempre sobresalir y estar en los primeros puestos y, eso de humillarse, quedarse el último y ser siempre el servidor de los demás no lo entendemos desde nuestra razón y condición humana. 

Nos exalta ser destacado y notorio, admirado e importante ante los demás. No nos importa saber si nos lo merecemos o no, lo que nos importa es figurar, estar y que nos admiren. Ocupar, por tanto, los primeros puestos es algo que nos gusta mucho. Sin embargo, Jesús, que observa esa inclinación nuestra,  destaca y exalta a aquellos que ocupan los últimos puestos y les dice:                                                                                                                                                                      «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa.

La razón es muy sencilla y todos la comprendemos, pues, por experiencia no nos gustan aquellas personas trepadoras y que se aprovechan de circunstancias y debilidades de otros para conseguir primeros puestos y que los utilizan para figurar y ser vistos. Jesús lo rezume en pocas palabras y los pone en su justo lugar: 
                                                                                                                                                   Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».