Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 21 de enero de 2021

EN LOS ACTOS DE CADA DÍA

 

Hay muchas oraciones que hacemos con los labios y, por supuesto, hermosas y profundas. Sin embargo, sucede que, al menos a mí, se me va el santo al cielo y lo que leo no lo asimilo y menos, terminada la oración, desaparece de mi corazón y no me acuerdo de nada. Nuestra debilidad queda manifiesta.

En repetidas ocasiones me he confesado de esas livianas y distraídas oraciones con las que no me siento a gusto por la forma - mía - de realizarlas. Sin embargo, por la Gracia de Dios, últimamente he experimentado que, sin dejar estas oraciones, la mejor oración es actuar sobre la marcha en el servicio y la obediencia que demandan los otros como ayuda. Experimento que esas si son oraciones auténticas que me salen del corazón. Y se suceden a cada momento a lo largo del día.

Esos actos concretos de servicio a los demás, tales como: en el momento de conducir tu coche hacerlo con la debida preocupación y respeto a los demás y normas de tráfico; darme cuenta del trato con cada persona con la que me cruzo cada día; tratar de mostrarte agradable, respetuoso y atento; servir con atención, disponibilidad y dándote todo lo que puedas; ver en cada persona al Señor y muchas cosas más que se repiten cada día a lo largo de tu camino. ¡Cuántas oraciones auténticas y hermosas puedes vivir, hacer y experimentar cada día!

Entonces comprendes que es verdad que se puede estar todo el día en la presencia del Señor, y experimentas que tu vida cambia, se transforma. Pero, no solo para ti, sino que también lo notan los demás y tu testimonio empieza a interrogar también a los otros. ¿Por qué esta persona actúa así? Pidamos, pues, que nuestras oraciones no se queden simplemente en nuestros labios, sino que bajen al terreno de la vida y se concreten en verdaderas acciones de amor. Amén.

miércoles, 20 de enero de 2021

SÁBADOS Y COSTUMBRES

 


Nuestra vida está cargada de sábados y cumplimientos. Sábados que metafóricamente someten al hombre a su servicio y al servicio de los legisladores. La ley ya no se distingue por ser un bien para la persona sino por una atadura que le somete y se le antepone con, incluso, amenaza de castigo. Sin darnos cuenta nuestra vida está cargada de sábados de cumplimientos que terminan por esclavizarnos.

Pidamos al Señor esa liberación de estar sometidos a las leyes y cumplimientos que, como el sábado, nos esclavizan anteponiendo los intereses materiales a los espirituales que, realmente, son los que benefician al hombre. 

Sepamos tener una visión amplia y profunda de la intencionalidad de nuestros actos y del verdadero sentido de nuestro obrar y sentir, porque, las leyes no solo se aplican por su literalidad, sino por la verdadera intencionalidad de su espíritu. Es la bien intencionalidad del corazón la que hace nuestro obrar bueno, incluso a pesar de que por nuestras limitaciones y errores no sea lo suficiente y necesario.

Pidamos al Señor la Gracia de tener siempre, desde lo más profundo de nuestro corazón, una buena y recta intencionalidad de hacer y actuar siempre en beneficio de la persona. Porque, es ella, precisamente, la que Dios ha puesto como centro del universo y todo lo demás, incluso el sábado, en función de ella. Amén.

martes, 19 de enero de 2021

LA ESPERANZA NOS PONE EN CAMINO


Un cristiano no puede pararse, porque, pararse equivale a establecerse, a anquilosarse, a cruzarse de brazos y a permanecer en el frigorífico. Un creyente parado es aquel que se queda en y con la misa, las prácticas y las costumbres. Se muere sin darse cuenta. El cristiano comprometido camina, se arriesga y sale - con su vida y obras - anuncia la Buena Noticia. Porque, solo en y por el camino puedes ir derramando tu olor y perfume de la Buena Noticia.

Quedarte establecido y resguardado en tu seguridad, tu hábito eclesial, tu ambiente religioso y tus habituales prácticas, no despiertas inquietudes ni trasmites actitudes ni, siquiera, influyes en el medio donde tu vida se desarrolla. Peor, colaboras a dejar las cosas como están y en manos de aquellos que, instalados en su establishment - ley del sábado - deciden el camino.

Señor, sé y reconozco que tengo que moverme, pero, también descubro y experimento mis debilidades y la naturaleza de mi fortaleza herida por el pecado. Mis apetencias, mis comodidades, mis seguridades y todo aquello a lo que mi naturaleza se ve arrastrada y apegada me apartan de mi compromiso bautismal. Consciente de todo eso, Señor, te pido esa fortaleza y voluntad para enfrentarme - asistido por tu Gracia - a la lucha de cada día contra esa corriente que me arrastra y aleja de Ti.

Dame, Señor, la perseverancia de sostenerme en tu presencia y alimentado por tu Cuerpo y Sangre - Santa Comunión - fortalecerme diariamente para, injertado en el Espíritu Santo, salir victorioso contra la tentación del pecado - mundo, demonio y carne -.

lunes, 18 de enero de 2021

POR CAMINOS OSCUROS LLENOS DE TENTACIONES

 

La experiencia nos dice que hay momentos en nuestra vida donde el horizonte se nubla y la tentación - mundo - demonio - carne se hace presente y nos debilita alejándonos de Dios. Sí, necesitamos fortalecer nuestra fe y oración con la fuerza del ayuno y penitencia que nos sostengan firmes y decididos para resistir esas apetencias que nos arrastran al pecado - romper con nuestro Padre Dios -.

Sí, llegan momentos, como nos dice el Evangelio de hoy - Mc 2, 18-22 - que nos parece que se ha ido el esposo y que nos quedamos desamparados. En realidad, Dios - el Esposo - siempre ha estado, está y seguirá estando, pero, según nuestra manera de percibirlo, experimentamos momentos de zozobra y lejanía. Es la hora de la penitencia y el ayuno; la hora de poner paños nuevos y odres nuevos al nuevo vestido y al vino nuevo.

Porque, llegan otros tiempos. Dios se ha encarnado en Naturaleza humana y está entre nosotros. No se ha ido, se ha quedado en el Sagrario, en el Alimento espiritual que nos vivifica y nos renueva cada día. Por tanto, vivamos con esa alegría y ese entusiasmo en la presencia del Señor, y fortalezcamos nuestro camino con el ayuno y la penitencia que la lucha diaria nos trae con la fe y la oración. Amén.

domingo, 17 de enero de 2021

UNO CON ÉL

Amado Nervo

 

Eres uno con Dios, porque le amas.
¡Tu pequeñez qué importa y tu miseria,
eres uno con Dios, porque le amas!

Le buscaste en los libros,
le buscaste en los templos,
le buscaste en los astros,

y un día el corazón te dijo, trémulo:
«aquí está», y desde entonces ya sois uno,
ya sois uno los dos, porque le amas.

No podrían separaros
ni el placer de la vida
ni el dolor de la muerte.

En el placer has de mirar su rostro,
en el dolor has de mirar su rostro,
en vida y muerte has de mirar su rostro.

«¡Dios!» dirás en los besos,
dirás «Dios» en los cantos,
dirás «¡Dios!» en los ayes.

Y comprendiendo al fin que es ilusorio
todo pecado (como toda vida),
y que nada de Él puede separarte,
uno con Dios te sentirás por siempre:
uno solo con Dios, porque le amas.

Amado Nervo

sábado, 16 de enero de 2021

LA MEJOR ORACIÓN ES RECONOCERTE PECADOR

 

Desde el momento que te reconozca pecador experimentarás la necesidad de buscar la Misericordia de Dios. Eso es lo que han experimentado todos los que se han encontrado con Jesús. Es el caso de Leví - Mateo - que nos narra el Evangelio de hoy. De recaudador de impuesto a repartidor de amor. 

No acudirás al médico hasta que no te sientas enfermo y dolorido. De la misma forma, la enfermedad del alma - el pecado - y la más grave e importante, no buscarás curarla hasta que no descubras que es el pecado. Porque, el pecado acaba con la felicidad de tu vida, y no lo hace por un tiempo concreto sino para siempre, para toda la eternidad. ¿De qué te vale ganar esta vida - Mc 8,36 - si pierdes tu alma? ¿No has oído esta frase?

Se hace preciso, si buscas la felicidad, que descubras tu corazón y reconozcas tus pecados. Pecados que te separan del único Médico que te puede curar. Ese pecado que te lleva a mirarte a ti mismo y a pensar que tú, con tus propias fuerzas, indiferente al Amor de Dios, puedes alcanzar esa felicidad que buscas. Darte cuenta de tu necedad e ignorancia. Darte cuenta de tu pequeñez y tu debilidad es el primer paso para encontrar y seguir a Jesús. Así lo entendió Leví y así lo entienden todos los que le siguen.

Pidamos al Señor esa sabiduría de darnos cuenta de nuestros pecados y de lo importante que es limpiar nuestra alma de esa lacra mortal. Busquemos, pues, al médico que nos ofrece la Misericordia del Padre y nos perdona todos nuestros pecados. Amén.

viernes, 15 de enero de 2021

CREE EN ÉL Y LO VERÁS - SAN AGUSTÍN

 
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 
 
Nada tiene de grande
ver a Cristo con los ojos físicos:
lo grandioso es creer en Cristo
con los ojos del corazón.
Si se nos presentase ahora Cristo,
se parase ante nosotros, callado,
¿cómo sabríamos quién era?
Y, además, en caso de permanecer callado,
¿de qué nos aprovecharía?
¿No es mejor que, ausente, hable en el Evangelio
antes que, presente, esté callado?
Y, sin embargo, no está ausente
si se le aferra con el corazón.
Cree en Él y lo verás.
No está ausente a tus ojos
y posee tu corazón.
Si estuviera ausente de nosotros,
sería mentira lo que acabamos de oír:
"He aquí que estoy con vosotros
hasta el fin de los tiempos.