Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 17 de septiembre de 2012

TE SÚPLICO, SEÑOR...

 Photo: Señor, Te suplico que este día me llene de confianza, no en...
como el centurión que ilumines mi mente y aumentes mi fe. Sé, repitiendo las palabras del centurión, que no soy digno de que entres en mi corazón, pero sólo tu deseo hará que mi corazón se haga tuyo y se ponga en manos del Espíritu Santo.

Soy débil, desconfiado, razonador, quiero ver como Tomás antes de creer, y mi fe se tambalea como Pedro sobre las aguas. No puedo superar esos miedos y traspasar mi razón para creer como a mí me gustaría. Pero sé que Tú puedes. Al menos eso quiero creer y yo y cerrarme los ojos a tu acción y misericordia.

No puedo hacer más sino confiar con todas mis dudas y miedos en tu amor. Y abandonado a tus Manos esperar que, cuando Tú quieras, mi mente se abra y vea más claro, más confiado y más firme.

Yo no tengo criados, sólo una Madre, esa que Tú en el momento de ponerte en manos de tu Padre me has dejado. Y en esa Madre pongo todas mis esperanzas, para que por medio de Ella te llegue a Ti mi grito de súplica y ruego. No soy digno de merecer nada y en el SÍ de María me pongo en tus Manos para que aumentes mi fe e ilumines mi mente. Amén.

domingo, 16 de septiembre de 2012

SI DESVIO MI MIRADA...



 - Señor, no te alejes (Salmo 22). Dios mío, ¿qué hago, por dónde voy?

pierdo el sentido de mi vida, porque sólo Tú, Señor, eres capaz de mantenerla erguida, fija y serena y hablar en verdad y esperanza. Experimento confusión, desobediencias, desuniones y rebeldías, pero Tú siempre eres el mismo, mantienes tu Verdad y nunca pasas.

Tienes Palabra de Vida Eterna y colma las aspiraciones de todos los hombres y mujeres. ¡Claro!, somos hombres y nuestros criterios son de hombres, por eso no te entendemos y, como Pedro, fallamos y cometemos errores.

Pero no puedo mirar para otro lado, me equivocaría. Quiero seguir tus pasos, a pesar de mis errores, y obedecer tus mandatos. Quiero caminar en tu Iglesia y con tu Iglesia, a pesar de sus errores. Tú dejaste a Pedro y perdonaste sus errores, ¿no lo vamos a hacer nosotros?

Y si Tú lo dejas al frente de tu Barca, ¿por qué nosotros queremos quitarlo?

Señor, queremos ponernos en Manos del Espíritu Santo que Tú nos enviaste, y en Él dejarnos conducir y llevar por la Barca de tu Iglesia. Con todos los Vicarios, sacerdotes y laicos, juntos y unidos como Tú y el Padre están unidos. Amén.

sábado, 15 de septiembre de 2012

ME DESESPERO CUANDO...

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 - Gracias por tu paciencia y tu amor inagotable. Señor
todo me sale mal y nada  va de acuerdo con mis planes. Me desespero cuando me doy cuenta que mis proyectos y lo que persigo no concuerda con lo que al parecer me propone Dios. Nace la impaciencia y la angustia en mi alma y pierdo el rumbo y la orientación de mi vida.

Busco desesperadamente ordenarla, tranquilizarla y sólo en Jesús encuentro sosiego y tranquilidad. Repaso todos mis propósitos y me quedo insatisfecho. Como Pablo trato de hacer lo que no debiera y hago lo que no debería hacer. 

Pierdo la paciencia y se tambalea la confianza, porque le pido al Señor constantemente que me de la capacidad de aguantar, de serenarme, de olvidarme de mí y así servir. Es más, le pido por algunas personas muy cercanas a mí y por su conversión, y no veo respuestas.

También, es verdad, que esas personas me ganan en servicio, en bondad y atenciones. A veces me pregunto por qué diría Jesús que habrá muchas sorpresas, que muchos últimos serán primeros. Y esa reflexión me hace pensar en eso, quizás sean ellos, aparentemente tan lejanos, los que estén más cerca del Señor.

En este caminar encuentro el equilibrio de darme cuenta que soy un pecador de los grandes, y que necesito mucho más súplicas y perseverancia. Empiezo a entender que mis respuestas, por parte del Señor, no llegan porque no estoy maduro ni preparado para recibirlas. Necesito acrisolarme como el oro en el fuego, y eso lleva más tiempo.

Por todo ello, gracias Señor porque tras mis desesperos e impaciencias consigo entender que lo único importante y valioso es seguir a tu lado mendigando ese pedazo de pan que necesito para alimentarme cada día y exigirme mejorar de acuerdo con lo que Tú me propones, y no con mis planes.

Por eso, Señor, de nuevo gracias y vuelvo a las súplicas, a insistir en tu Misericoordia para continuar el camino bañando en tu Gracia, porque sólo así lograré paracerme algo a Ti.

viernes, 14 de septiembre de 2012

NO ENTIENDO NADA, DIOS MÍO...

 - Creo en ti, Señor, así como creo en el viento que alborota
 porque no cabe en mi cabeza que Tú siendo el Creador te hayas rebajado a morir por mí. ¿Quién soy yo para tanto amor de Ti? ¿Valgo yo tanto? Todavía eso lo entiendo menos, y cuando me asaltan esos pensamientos me quedo desarmado, confundido, desorientado...

Pero cuando pienso mis muchas ofensas, ¡a diario!, me quedo todavía más confundido. ¿Cómo es posible que tras recibir tantos rechazos, injurias, indiferencias, burlas, desprecios... puedas estar todavía pendiente de mí y morir para salvarme? ¿Se puede entender eso?

Llego a la conclusión que sólo abandonándome en tus Manos y, como un niño, confiando en tu Palabra podré cobijarme entre tus brazos y alcanzar la paz que busco y persigo. Todo me es dado de tu Mano generosa, y la fe me vendrá de Ti cuando decidas darmela. A mí sólo compete en confiar en esa Palabra tuya, y abrazar esa Cruz que Tú me ofreces.

Porque si miro para otro lado, ¿qué encuentro? Limitaciones, odios, venganzas, desamor, injusticias, desprecios, guerras, vicios y apegos que me esclavizan y me someten hasta el punto de despersonalizarme y animalizarme.

 Por eso, Señor, me fío de Ti y creo en tu Palabra. No encuentro otro camino. Lo que busco lo hallo en Ti. Amén.

jueves, 13 de septiembre de 2012

ORACIÓN PARA APRENDER A AMAR

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.


 - Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún

Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan,
dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí,
dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día,
también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Madre Teresa de Calcuta


miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿DE QUÉ ME VALE...

 - Aquí estoy, como un pobre discípulo, necesitado de que ...

ser rico, se poderoso, ser famoso, ser halagado, ser considerado alguien de mucha valía y reconocimiento...? Al no ser por los servicios prestados a aquellos que lo necesitan y por compartir con ellos penas y alegría, poco me servirán.

Y esos reconocimientos siempre vendrán de los pobres y necesitados, nunca de aquellos que se vanaglorian de estar hartos, de poseer todo tipo de comodidades, de pasarlo bien y de posee grandes riquezas. Estos te harán la vida imposible si te cruzas en su camino y si le amenazas su habita de felicidad.

Están ciegos, hartos de oscuridad, satisfechos de cosas caducas que tienen su tiempo contado. Ciegos que no ven el precipicio que les espera a pocos pasos de su vista. No ven aunque lleven las mejores marcas en gafas; sean auscultados por los mejores oftalmólogos, viajes en los mejores coches y guiados por profesionales del volante.

 Permanecen en la oscuridad porque se han despojado del traje de la pobreza, no una pobreza de miserias, sino una pobreza de saberse necesitado de un Padre Dios que les quiere y les espera para compartir con ellos la verdadera Gloria de vivir eternamente como verdaderos hijo de Dios.

Son ricos no por tener, sino porque no comparten lo que tienen y lo ponen en servicio de los demás. Son ricos porque no ven la necesidad de servir, de vivir al lado de los que sufren y necesitan. Son ricos porque no descubren que todo lo que tienen les ha sido donado y que les será reclamado.

Son ricos porque no descubren que la única y verdadera riqueza se esconde dentro del servicio, la disponibilidad, la donación y el amor. Son ricos porque como Ángel Sánchez Toledano reflexiona en el enlace de la imagen arriba, tienen miedo de cargar con la cruz que supone la pobreza.

Señor, danos la sabiduría de sabernos necesitados, pobres y esperanzados en tu Palabra, verdadera riqueza y pan que nos alimenta, porque queremos ser ricos, pero ricos de tu Amor. Amén.

martes, 11 de septiembre de 2012

SIN TU PALABRA, SEÑOR...


Tu palabra me vivifica…

a donde voy y que hago. Mi nieto de tres años suele mirar para mí y decirme: ¿y ahora qué hacemos? Esa pregunta le nace ante la impotencia de no saber resolver algún pequeño problema en sus propios juegos. 

Pero yo me hago esa misma pregunta ante la impotencia de no saber por dónde ir ni qué hacer en mi propia vida. Sin Ti, Señor, no sé caminar. Todos los caminos se me oscurecen y mi brújula interior se pierde, se desorienta, se rompe. ¿Cómo caminar sin Ti, Luz de luces, que avanzan a tu vera y se guían por tu Palabra?

Dame, Dios mío, la serenidad y la paciencia de consultar contigo todos mis pasos, y no atreverme a andar sin no haberte antes consultado. Necesito tu permiso, tu aprobación para caminar con paso firme, seguro y alegre, porque cuando experimento que no voy contigo, mi camino se hace inseguro, pesado y confuso.

Guiame por caminos de unidad, de concordia, de solidaridad. Líbrame de proyectar yo solo mi camino, porque ir contigo es ir con los hermanos. No dejes que me aparte de tu Iglesia, esa que Tú elegiste y formaste en la catedra de Pedro.

Pero, también, Señor, necesito saber decirte mis problemas, saber exponértelos, porque muchas veces no sé ni lo que quiero. Y más, dame la virtud de saber escucharte. No se trata de oírte, sino de escucharte, de hacer vida en mí tus Palabras.

Señor, enséñame a saber elegir mi camino, mis criterios, mis esfuerzos, mi rumbo; enséñame a saber discernir el bien del mal y dame la voluntad de acatar y cumplir tu Voluntad y no la mía. Sólo así sabré que mi camino es tu Camino, y que lo que elijo y hago es lo que Tú quieres que elija y haga. Y esa realmente es la Verdad. Amén.