Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 14 de septiembre de 2012

NO ENTIENDO NADA, DIOS MÍO...

 - Creo en ti, Señor, así como creo en el viento que alborota
 porque no cabe en mi cabeza que Tú siendo el Creador te hayas rebajado a morir por mí. ¿Quién soy yo para tanto amor de Ti? ¿Valgo yo tanto? Todavía eso lo entiendo menos, y cuando me asaltan esos pensamientos me quedo desarmado, confundido, desorientado...

Pero cuando pienso mis muchas ofensas, ¡a diario!, me quedo todavía más confundido. ¿Cómo es posible que tras recibir tantos rechazos, injurias, indiferencias, burlas, desprecios... puedas estar todavía pendiente de mí y morir para salvarme? ¿Se puede entender eso?

Llego a la conclusión que sólo abandonándome en tus Manos y, como un niño, confiando en tu Palabra podré cobijarme entre tus brazos y alcanzar la paz que busco y persigo. Todo me es dado de tu Mano generosa, y la fe me vendrá de Ti cuando decidas darmela. A mí sólo compete en confiar en esa Palabra tuya, y abrazar esa Cruz que Tú me ofreces.

Porque si miro para otro lado, ¿qué encuentro? Limitaciones, odios, venganzas, desamor, injusticias, desprecios, guerras, vicios y apegos que me esclavizan y me someten hasta el punto de despersonalizarme y animalizarme.

 Por eso, Señor, me fío de Ti y creo en tu Palabra. No encuentro otro camino. Lo que busco lo hallo en Ti. Amén.

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