Tomás se rendirá ante el Señor, y dirá “Señor mío y Dios mío”
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quiero expresarte, como Tomás el Apóstol, mi sometimiento a tu Voluntad. Tú, mi Señor, eres la Verdad, el Camino y la Vida, y tu Palabra es mi ley.
Quiero conocerte, más no me es concedido verte, pues así lo has creído Tú mejor. Pero quiero pedirte que mi curiosidad y deseos de conocerte no sea flor de unos días. Te pido, Señor, por tu Misericordia, que me mantengas mi curiosidad siempre encendida, con fuertes deseos de saber más de Ti, y de vivirte, injertado en Ti, según tu Voluntad.
Quiero intimar Contigo en la Eucaristía y alimentarme de tu Cuerpo y tu Sangre. Quiero, Señor mío, que mi fe aumente e imaginarte vivo frente a mí desde tu Sagrario. Quiero sentir tu Rostro y tu Mirada en la Sagrada Hostia Inmaculada cuando es depositada en mis manos pecadoras a la hora de comer tu Cuerpo.
Quiero, Dios mío, escuchar tus Palabras, tu voz suave y dulce que me exhorta y me anima a vivir tu amor tal y como nos enseñó tu Hijo Jesús. Quiero atreverme a intentarlo, pero, claro, yo sólo no porque sería inútil, más sé que injertado en tu Hijo y asistido por la Gracia del Espíritu Santo seré capaz de lograrlo.
En tus Manos, Señor mío y Dios mío me pongo, confiado que son las mejores Manos en las que puedo estar y esperanzado de que nunca dejarlas dejaré. Amén.
2 comentarios:
Hola Salvador, quería felicitarte por este blog.
Hablando de otra cosa, dices :
la Sagrada Hostia Inmaculada cuando es depositada en mis manos pecadoras a la hora de comer tu Cuerpo.
El papa recomienda comulgar en la boca (comulgar en la mano es solo una llamemos excepción que se dio para evitar males mayores a aquellas comunidades en que ya se hacía para evitar desobediencia, pero lo que desea el papa es la comunión en la boca)
Como tú dices es una recomendación. La Iglesia aprueba ambas formas de comulgar. El Obispo de San Sebastián, Jose Ignacio Munilla lo ha dicho así en el programa el catecismo de la Iglesia Católica.
De cualquier forma, ¿piensas que la lengua de nuestro cuerpo está más limpia que nuestras manos? Me parecen aspectos que no son de vital importancia, pues Jesús no se fijaría en eso, al menos eso creo yo. Él mismo dio el pan en las manos de los apóstoles.
Lo importante, en mi humilde opinión es tratar de ser mejores cada día y amar un poco más. Vivir las actitudes de Jesús y no pararnos tanto en las formas sino en el espíritu.
De cualquir forma, respecto todo lo que cada uno crea y piense, pero nunca perdamos vivirlo en verdad y espíritu.
Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.
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