Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 30 de septiembre de 2012

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN...

 UN CORAZÓN DISPUESTO A OBEDECER - DAME SEÑOR UN NUEVO

que sea capaz de no excluir sino de incluir, porque todos somos tus hijos. Y, a pesar de muchos no saberlo o ignorarlo por estar imbuidos de otras ideas, están cerca de Ti porque viven y predican el amor. Nadie que es capaz de amar puede negarte.

Enséñanos, Señor, a mirar con ojos universales a todos tus hijos y a saber comprender y apreciar la bondad de cada uno. No permitas que nos consideremos mejores porque no lo somos, y danos la paciencia y sabiduría de considerar que el amor es incluyente y no excluyente.

Por eso, Señor, fortalece mi voluntad para saber buscarte, para descubrir que Tú eres la meta y el sentido de mi vida, y que nada puede llenarme de inmenso gozo como vivir y permanecer en cada momento de mi vida en tu presencia. Porque mi felicidad dependerá de estar en Ti y en vivir en tu presencia.

Y ayúdame a saber e ir desprendiéndome todo aquello que me condiciona, que me esclaviza, que me impide amar y ponerme al servicio de los demás. Yo sólo no podría. Necesito de Ti, de tu Gracia. Por eso, Señor, te invoco y te suplico que me conviertas mi corazón de piedra. Amén.

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