- Señor, no te alejes (Salmo 22). Dios mío, ¿qué hago, por dónde voy?
|
pierdo el sentido de mi vida, porque sólo Tú, Señor, eres capaz de mantenerla erguida, fija y serena y hablar en verdad y esperanza. Experimento confusión, desobediencias, desuniones y rebeldías, pero Tú siempre eres el mismo, mantienes tu Verdad y nunca pasas.
Tienes Palabra de Vida Eterna y colma las aspiraciones de todos los hombres y mujeres. ¡Claro!, somos hombres y nuestros criterios son de hombres, por eso no te entendemos y, como Pedro, fallamos y cometemos errores.
Pero no puedo mirar para otro lado, me equivocaría. Quiero seguir tus pasos, a pesar de mis errores, y obedecer tus mandatos. Quiero caminar en tu Iglesia y con tu Iglesia, a pesar de sus errores. Tú dejaste a Pedro y perdonaste sus errores, ¿no lo vamos a hacer nosotros?
Y si Tú lo dejas al frente de tu Barca, ¿por qué nosotros queremos quitarlo?
Señor, queremos ponernos en Manos del Espíritu Santo que Tú nos enviaste, y en Él dejarnos conducir y llevar por la Barca de tu Iglesia. Con todos los Vicarios, sacerdotes y laicos, juntos y unidos como Tú y el Padre están unidos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario