Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 11 de abril de 2014

SEÑOR, TÚ ERES EL HIJO DE DIOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS




No puedo escapar a las dudas, pues soy humano y pecador. Y entre mis condiciones humanas está la tentación de la duda. Pero soy libre para ponerme en tus Manos, Señor, y pedirte, postrado a tus pies, que me des del don de la fe y la aumentes cada día de mi vida. Yo me fío de Ti y creo en tu Palabra y tus buenas obras en favor de los hombres me hablan de tu poder, de tu bondad y de tu amor.
Tengo miedo de que mis manos, tentadas por las dudas de mi débil fe, se vuelvan contra Ti y sean capaz de tomar piedras para arrojarlas contra Ti. Las piedras de mi soberbia, de mi avaricia, de mi suficiencia, de mi individualidad, de mi pereza y comodidad, de mis egoísmos, de mi pedantería, de mis pecados...etc. Son muchas piedras que te he tirado y sigo tirándote a tu cara.

Perdóname Señor porque he creído que sería incapaz de tirarte piedras, y quizás te he tirado más que los de tu época. Y veo que te sigo tirando cada vez que paso indiferente ante Ti y mis hermanos los hombres. Experimento mi esclavitud cuando descubro que mi libertad no es coherente con lo que creo y pienso que debo hacer. Y sólo me queda la posibilidad de pronunciar una palabra: perdón Señor por tantos pecados.

Señor, que el Santo Rosario, pegado a tu querida y santísima Madre María, que rezaremos hoy viernes, nos sirva como grito de alabanza y de súplica para que nuestros corazones se llenen de fe viva que te proclame y haga vida tu Palabra.

jueves, 10 de abril de 2014

TÚ, SEÑOR, HAS EXISTIDO SIEMPRE



No puede ser de otra forma, porque si prometes la vida eterna: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás», Tú tendrás que haber existido siempre. Simple lógica y sentido común. Siempre hay motivos para la duda y para la demagogia, porque se cree más en lo que se ve y en lo que se tiene delante, pero se niega la verdad que se guarda y habita en lo más profundo del corazón de cada hombre.

Porque nadie puede negar que dentro de su corazón yace el indestructible deseo de ser eterno. No se puede desear aquello que no se conoce ni que se puede alcanzar, y, sin embargo, el hombre lo desea, lo quiere y lucha por ser eterno. ¿Quién lo ha sembrado dentro de nuestro corazón?  Es de sentido común pensar que si Jesús nos lo promete, es porque sabe que es nuestro mayor deseo y que Él nos lo puede dar. Es más, ha venido para darnos vida en abundancia.

Vida gozosa y eterna en plenitud junto al Padre Dios que nos espera y nos ama. Es la promesa de Jesús para todos aquellos que crean en Él. Pidámosle la fe para creer en Él y seguirle haciendo vida de su Palabra en nuestras vidas

miércoles, 9 de abril de 2014

TIENES RAZÓN SEÑOR, ME EXPERIMENTO ESCLAVO



Soy un pecador, está a la vista y no lo puedo negar. Y por eso necesito misericordia, la Misericordia que sólo puede dar el Señor, pues ha sido enviado por el Padre para darla a los pecadores. Está claro que sólo la pueden recibir aquellos que se confiesan y son pecadores, pues los que se confiesan que no lo son, ni la necesitan ni la pueden recibir.

Y cuando busco y persigo esa Misericordia que sólo Tú puedes dar Señor, me experimento esclavo. Esclavo porque el pecado me somete. Me siento impotente y no puedo escapar a mi soberbia. Me domina y me saca de quicio y quebranto tu Amor Señor. La pereza, la evasión a todo lo que me causa molestias y preocupaciones me pone muy difícil seguir el ritmo de tu propuesta amorosa, y me doy cuenta que no soy dueño de mí mismo. No puedo aunque quiero seguirte como a mí me gustaría.

Necesito despojarme de ese lastre encadenado que me somete y me apabulla. Necesito romper las cadenas de esa esclavitud que pesa sobre mis espaldas. Necesito fuerzas para poder llevar esa cruz de mis apegos y mis miserias que el pecado echa sobre mis espaldas.

 Te necesito a Ti, Dios mío, para que por los méritos de tu Hijo Jesús, reciba la fuerza y el poder de soportar, con y por amor, el camino que me lleva hacia la Casa amorosa del Padre.