Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 14 de octubre de 2016

UNA SÓLO VIDA, UNA SOLA VERDAD

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

Se trata de ser una persona con una sóla cara. No es fácil, porque presentarse de manera auténtica, sin dobleces y con la verdad por delante trae en muchos momentos problemas y complicaciones. Porque este mundo, donde la mentira vive con la verdad, aprovecharse y mentir es de listo y de bobo no hacerlo. De tal manera que si no te aprovechas de esas oportunidades, usando incluso la mentira, eres idiota.

Ir con la cabeza levantada, firme transparente y abanderado en la verdad, es la mejor manera de, a pesar de las dificultades, presentarse como discípulo y seguidor de Jesús. Por eso, el Señor, nos advierte en el Evangelio de hoy que nos guardemos de la hipocresía de los fariseos y que vivamos en la certeza de que todo saldrá a la luz y no quedará nada oculto y escondido.

Pidamos esa fortaleza y esa sabiduría, para que siempre vayamos con la verdad por delante, incluso en los momentos que nos duela y se nos resista. En esas circunstancias donde nos cueste, por nuestros propios errores, reconocerla y aceptarla. Vivamos en la confianza del Espíritu Santo, que nos asiste y nos guarda, porque para el Señor somos todos muy importantes: "¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos."

Temamos a aquellos que nos puedan llevar por el mal camino, por las sendas de las mentiras y la hipocresía y hacernos vivir alejados de la verdad y de Dios. Son esos los verdaderos peligros que nos pueden matar, no sólo el cuerpo, sino también el alma. Por eso, unidos y fortalecidos en el Espíritu Santo no tenemos nada que temer, porque el Señor está con nosotros. Y para Él valemos mucho. Amén.

jueves, 13 de octubre de 2016

ENSÉÑANOS A VIVIR TU PALABRA


Nos has enviado a Profetas y Apóstoles, y los elevamos a los altares, ¿pero les hacemos caso? Nuestros padres mataron a muchos y a otros los persiguieron y le hicieron la vida incómoda, y ahora nosotros les damos fama universal a muchos, Teresa de Calcuta, Juan XXIII, Juan Pablo II, Monseñor Romero y otros tantos. E incluso les nombramos en muchas ocasiones y les citamos con frases que admiramos y que parece que nos hacen pensar. Pero, ¿llevamos a la práctica esas enseñanzas que nos han transmitido o pasamos de ellas?

Esa es la cuestión, los tenemos en los altares, pero seguimos abortando y permitiéndolo, actuando de forma irresponsable en nuestros compromisos cívicos como ciudadanos. ¿Qué hacemos? ¿Cómo podemos cambiar las leyes y seguir las enseñanzas de los profetas y apóstoles esforzándonos en llevarlas a la práctica? 

Tendríamos que revisarnos mucho y actuar de forma más responsable con nuestras obligaciones como ciudadanos de un país. Y con nuestra aportación humilde, ¡pero aportación!, tratar de dar respuesta y vida a lo que guardamos en nuestro corazón. Tal y como hizo María, viviéndolo y dándolo. Poco, pero todo lo que tenemos y podemos dar.

No podemos quedarnos en hablar y no actuar en nuestro vivir de cada día, dando el testimonio que podamos dar y confiando en el Espíritu Santo que nos asiste y acompaña. Pidamos en este día, después de celebrar la Hispanidad, que la Virgen del Pilar, ayer, doce de octubre, interceda por cada uno de nosotros y nos acompañe a abrirnos a la acción del Espíritu, para que sepamos actuar tal y como queremos y deseamos hacerlo, es decir, siguiendo y escuchando la Palabra de Dios y poniéndola en práctica. Amén.

miércoles, 12 de octubre de 2016

PRIMERO DIJISTE "SÍ", Y LUEGO FUISTE MADRE


La Virgen respondió con un Sí decidido al ofrecimiento del Ángel Gabriel enviado por Dios. Quizás, en el tiempo, nos parece fácil y sencillo decirle si a la llamada del Señor, pero pensamos que a nosotros el Señor no nos llama. Quizás eso nos quita responsabilidad.

Primero, hay que estar muy atento a su llamada, porque seguro es que nos llama. Desde nuestro primer segundo de vida, el Señor nos ha creado para algo. Podemos incluso ser la causa para que otros pongan en práctica su Palabra y la guarden. Tantos niños que son condenados en el vientre de sus madres por causas físicas y que podrían ser la salvación y la oportunidad para otros de poner en práctica la Palabra del Señor y guardarla.

Escuchar la Palabra de Dios nos exige silencio, espacios de contemplación y escucha y constancia en estar atentos. Y hasta peticiones de sabiduría para entenderla. María guardaba todas esas preguntas y respuestas en el silencio de su corazón. Quizás nosotros nos desesperamos y las marginamos arrinconándolas en un lugar olvidadizo de nuestro corazón. 

Sostengamos la esperanza y la confianza en el Señor. Su paciencia es Infinita, y para Él el tiempo no cuenta. Una vida es un segundo para el Señor. Abramos nuestros corazones con la esperanza y confianza de decirle como su Madre que se haga su Voluntad en nosotros. Y confíemos que, en el Espíritu Santo, podemos conseguirlo.

Pidamos paz, sabiduría y fortaleza para encontrar caminos de esperaza y de obediencia en la escucha de su Palabra llevándola a nuestra vida de cada día. Seamos hermano de Jesús e hijos de Dios porque, como María y siguiendo su ejemplo, escuchemos la Palabra de Dios y la guardemos. Amén.

martes, 11 de octubre de 2016

NUESTROS PECADOS TIENEN DOS CARAS


En muchas ocasiones experimentamos que lo que pensamos no lo expresamos. Es decir, en nuestro interior se entabla conversaciones que luego no se corresponden con el exterior. Sucede que parecemos dos extraños, pues lo que hablamos dentro no se corresponde con lo de afuera. Dentro se piensa de una manera y afuera se tiene otro pensamiento. Dentro somos nosotros, pero afuera nos adaptamos a lo que el medio y ambiente nos exige.

Realmente, ¿no somos los mismos? Da esa sensación. Hay una dicotomía en nosotros que separa nuestros pensamientos y nos hace diferentes. Como si de un espejismo se tratara, por dentro somos de una forma y en el exterior somos de otra. ¿Qué nos ocurre? ¿Hay dos verdades? ¿Una interior y otra exterior? ¿O hay diferentes actitudes que disfrazan esa verdad, y en algunos momentos de nuestra vida la reviste de mentira?
Sería muy provechoso descubrirnos y serenamente indagar y saber quienes realmente somos.

Porque eso está dentro de nosotros, y muy cerca de nuestra realidad. Precisamente, hoy vivimos en nuestro país esa actitud farisaica que disfrazamos de "políticamente correcto" para darle un tinte y blanqueo de verdad. Una superficialidad exterior que dentro se pudre y huele mal. Y todos lo sabemos, pero nos nos atrevemos a cambiar. Nos experimentamos impotente y hasta dispuestos a resignarnos. Así es la vida, decimos arriando la bandera de nuestra rendición.

¿Es qué no hay otra salida? ¿Es qué no sentimos ese deseo de sacar a nuestro exterior todo lo bueno  que sentimos dentro? ¿Es qué ese amor que nos abraza por dentro no lo avivamos también afuera? El secreto está en que tú y yo solos no podremos, ni prenderlo ni mantenerlo en llama, pero asistido y abiertos a la acción del Espíritu Santo, que nos está esperando y a nuestro lado, seremos capaces de vivir una sola verdad, dentro y afuera.

Pidamos, siguiendo los consejos de Jesús, insistentemente; toquemos a su puerta sin parar; busquemos sin interrupción en todos los rincones de nuestro corazón, y encontraremos, recibiremos y seremos escuchados y atendidos. Y lograremos ser uno, igual dentro que afuera. Amén.

lunes, 10 de octubre de 2016

DESPIERTA NUESTRO CORAZÓN Y HAZNOS DÓCIL A TU PALABRA


Estamos embobados y medio dormidos hasta el punto de no darnos cuenta de nuestra propia pequeñez sino cuando la experimentamos en la enfermedad o en la tragedia. Se hace necesario que experimentemos cierta impotencia para que empecemos a pensar y reflexionar. Mientras, y en la medida que las cosas nos vayan bien, seguimos huyendo de la Verdad.

Y a todo eso, a pesar de todo lo que hemos recibido. Como esos nueve leprosos de ayer pecamos de ingratitud y no nos dejamos curar la enfermedad de nuestro corazón, que es peor que la lepra de la que nos ha curado Jesús. Pidamos que se nos abran los ojos y nos demos cuenta de nuestra ceguera y necedad. 

Lo mismo le ocurre a esta generación malvada, a la que llama Jesús, porque exigen pruebas y milagros para, cómodamente y pasivamente, despertar ellos su fe. Sin arriesgarse a nada. Simplemente cruzados de brazo y pasivamente tranquilos. Exigen pruebas, como si de un espectáculo se tratara para dar su visto bueno. ¡Que lejos de la realidad están!

El Señor nos pide nuestra confianza en Él y, por supuesto, fiarnos de su Palabra. Una Palabra que tiene su máxima expresión en la Cruz, donde, muerto y crucificado, Jesús Resucita. Así creyeron los ninivitas, por el signo de Jonás, y así le será también dado a los hombres el signo de la Cruz en la Muerte y Resurrección de Jesús.

Pidamos despertar y avivar nuestra fe. Poner nuestra voluntad en Manos del Señor y perseverar hasta que seamos arrastrados a la presencia del Señor. En Él confiamos y nos abandonamos, porque Él es el Mesías prometido, el enviado, el mayor y único Hijo de Dios, el Predilecto y Amado. Amén.

domingo, 9 de octubre de 2016

UN CORAZÓN AGRADECIDO


Esa es mi petición de hoy, Señor, pedirte que me transformes mi corazón endurecido y engreído en un corazón tierno, compasivo y, sobre todo, agradecido. Un corazón que me advierta de que todo es tuyo y de que Tú me perdonas mis desplantes, mis olvidos y mi necedades, pues habiendo recibido todo de Ti me olvido de darte gracias.

Danos, Señor, la humildad y la sabiduría de sabernos tus criaturas y, por tu Amor y Misericordia, tomar conciencia de todo lo que nos has dado. Danos la inteligencia de advertir que cada instante de nuestra vida es un regalo de tu Amor. Danos la capacidad de descubrir tu presencia en todos los actos de nuestra vida y la Gracia, por tu Amor y Misericordia, con la que nos sostiene en todo momento.

¡Señor!, ¡cómo es posible que me suceda lo de los nueve leprosos que se olvidaron de Ti después de haberlos curados? Yo, Señor, quiero agradecerte todo lo que recibo cada día por tu Amor y Bondad. Yo quiero, Señor, intentar, con mis limitaciones, debilidades y pequeñez, cada instante de mi vida, el esfuerzo de corresponderte y de, por tu Amor y con mi humilde y pequeño amor, servir a mi prójimo. Porque esa es tu Voluntad y lo que Tú quieres que haga.

Señor, pero me doy cuenta de mi fragilidad y de mis pecados. Me doy cuenta de mi torpeza y mi libertad sometida a mi humanidad: apegos, apetencias, egoísmos, envidias, avaricias, soberbia, pasiones...etc. No soy libre, pero quiere liberarme en y por Ti, porque Tú me lo propones y me lo das. Por eso, Señor, quiero abrirme y entregarme, en la acción del Espíritu Santo, a cumplir tu Voluntad.

Transformame, Señor, poco a poco, día a día, instante a instante, paso a paso, hora a hora, momento a momento, pero que yo viva cada segundo de mi vida injertado en Ti y dándote gracias por todo lo que cada día recibo. Amén.

sábado, 8 de octubre de 2016

LÍBRANOS, SEÑOR, DE TODA TENTACIÓN Y PECADO


Estamos tocados por el pecado original. Y, a pesar de que el Bautismo nos limpia, nuestra naturaleza humana continúa sometida a la tentación de pecar. Experimentamos deseos pecaminosos, pasiones y apetencias egoístas que nos inducen al adulterio, a la mentira, robo, desacrilización, fornicación, falta de respeto a la dignidad humana, apostasía y toda clase de atropellos que nos descubren creyentes hipócritas y falsos.

Una doble vida que no nos impide confesar que somos creyentes y quedarnos tan frescos, e incluso participar en las fechas puntuales de la liturgia. Pidamos al Señor que nos limpie de tanta carroña que nos ensucia el corazón y que nos fortalezca para que nuestro esfuerzo sea sincero, auténtico y humilde, y, abandonados en Manos del Espíritu Santo, dejemosle dirigirnos y limpiarnos de nuestras impurezas.

Aparta, Señor, los honores, títulos y halagos que puedan hacerme caer en tentación, y fortalece mi corazón, para que, sumergido humildemente, como tu Madre, María, pueda realmente vivir en la escucha atenta de tu Palabra y en su cumplimiento. Amén.