Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 7 de enero de 2018

H I M N O (LAUDES)



A la orilla del Jordán,
descalza el alma y los pies,
bajan buscando pureza
doce tribus de Israel.

Piensan que a la puerta está
el Mesías del Señor
y que, para recibirlo,
gran limpieza es menester.

Bajan hombres y mujeres,
pobres y ricos también,
y Juan sobre todos ellos
derrama el agua y la fe.

Mas ¿por qué se ha de lavar
el Autor de la limpieza?
Porque el bautismo hoy empieza,
y él lo quiere inaugurar. Amén.


Bautismo del Señor, solemnidad
                                                                                                                     

sábado, 6 de enero de 2018

TÚ, SEÑOR, ERES CAMINO, VERDAD Y VIDA


Es importante, muy importante escucharte, Señor. Quizá la estrella de este día es el descubrir la gran importancia de la escucha. Porque, cada día amanece una estrella que nos indica el camino para seguirte. Porque, tu seguimiento nunca tiene fin en este mundo en el que vivimos.

Siempre es Navidad, porque siempre es día de Buena Noticia de Salvación, y porque cada día nace una nueva estrella que te señala el camino hacia el Señor. Tenemos necesidad luz, pero de una Luz que verdaderamente alumbre con sabiduría divina. Esa sabiduría que viene de arriba y no es de este mundo. Esa Luz que es capaz de alumbrar nuestro camino y que nos indique donde vives y donde moras. Porque, queremos, Señor, estar y permanecer en Ti. Ayúdanos a descubrir la estrella de cada día de nuestra historia, y a, fortalecido por tu Espíritu, encontrar la voluntad de seguirte como aquellos magos de oriente.

Gracias por tantas estrellas que me has regalado hasta este momento. Estrellas que ha cumplido con su misión de alumbrar. La Madre Iglesia, los grupos parroquiales, las pequeñas comunidades; la familia y por tantos testimonios que, como fogonazos de  luces, han alumbrado mi camino. Gracias, Señor, por la vida: también por Internet, donde nos fortalecemos compartiendo nuestra fe y anunciando la Buena Noticia de Salvación.

Gracias, Señor, una vez más por todo lo recibido. Te pido que yo también sepa darlo de forma gratuita según lo he recibido. Sin escatimar esfuerzos y dándome plenamente hasta el último momento de mi vida, y según tu Voluntad, porque si es la mía lo estropeo todo.

Gracias, Señor, por ser Tú mi estrella y guiarme, en el Espíritu Santo, hasta donde Tú has tomado nuestra naturaleza humana, Belén, y te has hecho Hombre, naciendo del vientre inmaculado de nuestra Madre María, para entregando tu Vida pagar por nuestros pecados y merecer para nosotros la salvación.

viernes, 5 de enero de 2018

SEÑOR, A PESAR DEL RUIDO DEL MUNDO, QUIERO QUE SEAS LO PRIMERO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Mucho ruido, las calles llenas de gente. Huele a fiesta, a regalos, a alegría, a roscón, a ilusión...etc. Y está muy bien, pero no a todos les ocurre lo mismo. Hay quienes sufren, y lo hacen, no sólo en estas fiestas, sino que vienen sufriendo todo el año pasado, y continúa ahora también. Ellos, los que sufren, no tienen garantías de nada.

 No reciben regalos. Peor, no tienen ni lo más necesario para sostener una vida digna y carecen de casi todo. Ellos no tendrán fiesta, ni regalos, ni alegría, ni roscón, ni tampoco ilusión. Cuesta saber eso y dejar entrar la alegría dentro de tu corazón. No sabes qué hacer ni qué decir. Ganas de gritar y de protestar por tantas cosas mal hechas en este mundo. Ganas de gritar por tantos niños mal tratados, abandonados, carentes de comida, de techo, de cuidados, de toda clase de peligros, y de condenados a muerte en el seno de sus madres.

No, esta noche no es noche de reyes para todos los niños. Ni tampoco para muchos padres y madres; tampoco para muchos adultos, abuelos y ancianos. Sin lugar a duda, hay mucha gente que sufrió en la noche de la Buena Noticia, y continúa sufriendo hoy. Las palabras brotan de mis dedos como agua clara que corre sin pausa a través del impuso de mis dedos en las teclas. No me siento bien y me uno al sufrimiento en muchas partes del mundo de los que reciben como regalo más sufrimiento.

Por eso, pido al Padre del Cielo que mande luz y sabiduría al mundo para que el mundo sepa repartir paz y dignidad en todos los lugares del mundo. Y yo, no puedo quedarme quieto. Me siento impotente, débil ante la respuesta que debo dar. Yo estoy en el mundo y tengo todo lo que necesito, pero, ¿y los otros? Me siento como una gota en el océano, sin poder hacer nada, sino caminar al ritmo mecido de las olas y compartir mi tristeza por todo lo que sé que está pasando en otros lugares.

Sí, todos tenemos algo de culpa. Unos más inocentes que otros, pero todos estamos pagando esas malas intenciones que unos cometen y otros, en esta concreta situación de noche de reyes, la sufren, tal es el caso de los niños. Quisiera tener poder para derrumbar esas barreras y encender una estrella de ilusión en todos esos lugares donde la luz brilla y abunda las tinieblas. Perdona, Señor, mis pecados.

jueves, 4 de enero de 2018

ABRE TUS OÍDOS

Es posible que hayamos oído hablar de Jesús tanto o más que Andrés y Juan. A ellos les bastó una simple indicación del Bautista y corrieron tras Jesús. A nosotros, que quizás nos han dado una y mil indicaciones, no nos han movido ni un ápice. Posiblemente haya algunas diferencias.

Ellos, Andrés y Juan, estaban preparados. El Bautista les había puesto en guardia y les anunciaba la venida del Mesías prometido. Nosotros, posiblemente, no esperamos a nadie, y, por lo tanto, no estamos vigilantes ni prestos a ninguna indicación. Ellos buscaban liberarse del yugo de la esclavitud, aunque estuviesen equivocados en la forma y en la materia; nosotros no advertimos ninguna esclavitud. Es más, nos sentimos a gusto, acomodados e instalados en el bienestar y placer. Ellos dieron el paso y se encontraron con Jesús, y conociéndole quedaron encantados hasta el punto de darlo a conocer a otros.

Nosotros no nos atrevemos a acercarnos y descubrirlo. Nosotros estamos atenasados por el miedo y no le buscamos. Nos tapamos los oídos y miramos para otro lado. Estamos instalados e inmóviles en nuestro mundo. Sometidos, esclavizados y condenados a morir. Por lo tanto, para liberarnos necesitamos despertar y salir al encuentro de Jesús. Y eso exige camino duro y por el desierto hasta madurar y experimentar la necesidad de buscar el encuentro con el Señor.

Posiblemente, el hambre, la enfermedad, el dolor, las tragedias y tempestades de la vida nos devuelva a la realidad y siembren, a pesar del dolor y sufrimiento, la semilla del deseo de buscar la liberación y el encuentro con el Señor. Porque, sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Pidamos, pues, esa Gracia con verdadera necesidad y fe. Tengamos presente que el Señor nos ha sugerido pedir y llamar -Mt 7,7-, diciéndonos que quien pide recibirá, y a quien llama se le abrirá.

No perdamos la esperanza ni la confianza. El Señor está con nosotros y nos escucha. Y nos espera para llevarnos a donde Él Vive y enseñarnos el camino que, con su Gracia, podamos recorrer en su Palabra injertados y fortalecidos por y en el Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 3 de enero de 2018

RECONOCERNOS PECADORES

Muchas veces nos cuesta acercarnos al confesionario porque no sabemos que decir. No encontramos culpas de las que arrepentirnos, y casi nos gustaría tener algún pecado para poder arrepentirte y confesarte. Parece absurdo, pero he escuchado a algunas personas que así se han confesado. Y también a mí me ha ocurrido algo de eso. Posiblemente, el peligro se esconde en que nuestra conciencia está algo dormida y no somos sensibles a muchas omisiones o faltas que hieren a otros.

Quizás haga falta que nos tiren de la lengua y nos vayan ayudando a ver muchas situaciones de nuestra vida en las que fallamos. Cuantas veces nos hacemos un poco los despistados para dejar de hacer esto o aquello; cuantas veces simulamos estar distraidos para evitar el encuentro con aquella persona o no complicarnos con este u otro servicio. Cuantas veces no apretamos el botón del ascensor al ver que la puerta se cierra al ver venir a alguna persona.

No cabe duda que tenemos muchas fallos y pecados. Posiblemente no podamos evitarlos o, incluso, saber exactamente como actuar, pero si somos consciente de que fallamos mucho. Al menos yo me siento así, y cada día experimento que mi salvación se debe a la Misericordia y a la Gracia de Dios. Porque, por mucho que me esfuerce, siempre seré un pecador. Sólo me salva la Gracia.

Por el Bautismo, todos mis pecados me son perdonados. El Bautismo nos hace hijos adoptivos y partícipes de la naturaleza divina, miembros de Cristo, coherederos con Él y templos del Espíritu Santo. La Santísima Trinidad - Padre, Hijo y Espíritu Santo - nos da la Gracia Santificante, que nos hace capaces de creer en Dios, de esperar en Él y de amarlo; de vivir y obrar bajo la moción del Espíritu Santo mediante sus dones; de crecer en el bien por medio de las virtudes morales (Rev. P. Higinio Rafael ROSOLEN IVE (Cobourg, Ontario, Canadá).

Pidamos, como nos exhorta el Papa Francisco, «despertar la memoria de nuestro Bautismo», «vivir cada día nuestro Bautismo, como realidad actual en nuestra existencia».

martes, 2 de enero de 2018

ES CUESTIÓN DE PEDIR

Tomemos en serio la sugerencia del Señor. Él nos ha dicho que pidamos y recibiremos -Mt 21, 22- y siempre cumple su Palabra. Luego, no hay ningún problema, pues recibiremos lo que pidamos. Eso sí, comprenderemos que no nos dará nada que nos perjudique, sino todo lo contrario. Nos dará lo que necesitemos para madurar, para crecer y para, sobre todo amar.

Y, en muchos momentos de nuestra vida eso pasará por convertirse en una cruz. ¿No nos ocurre lo mismo respecto a nuestro crecimiento físico y natural? ¿No nacemos con dolor y sufrimiento tanto de nosotros, que lo expresamos con llantos, como de nuestras propias madres? ¿No nos cuesta sudor y sacrificio progresar, formarnos y prepararnos para enfrentarnos con la vida?

Nuestro Padre del Cielo nos dará todo lo que necesitemos para, en cada momento, superar y soportar los sacrificios, los dolores, así como también saber contener las alegrías y emociones. Tendremos que pasar por un camino de cruz, tal y como Él lo pasó también. Porque, ese camino es el que nos forjará y nos preparará para darnos y sacrificarnos por los demás. 

Y eso no es sino corresponder a lo que Jesús hace por nosotros a cada instante. Porque, no mereciéndonos ser amados, Él nos ama. Quizás, por eso nos pide que experimentemos nosotros lo que supone amar a los que no merecen ser amados. Es decir, perdonar aunque no merezcan ese perdón. ¿No somos nosotros perdonados y salvados por la Misericordia de Dios? Eso lo explica todo.

Pidamos sabiduría para entenderlo y para ser, como Juan Bautista, testimonio de ese perdón y misericordia que Dios quiere que demos y experimentemos con los demás. Pidamos llenarnos de paciencia, fortaleza y esperanza, para, soportando las adversidades y disfrutando las alegría, tengamos siempre presente y claro que Jesús, el Señor, es nuestro Salvador y Redentor. Amén.

lunes, 1 de enero de 2018

GLORIAS Y ALABANZAS AL SEÑOR



Himno

Decid a la noche clara
tome en sus manos el arpa,
y salmos de David cante,
cante con la Virgen santa.

Ángeles del cielo vienen,
de luz son las bellas alas,
y un canto divino traen
para estas nupcias sagradas.

Y, al amanecer, las aves
 
y el alba que se levanta,
con silbos del universo
cantadle vuestra alabanza.

Del Padre eterno nacido,
nace en carne la Palabra,
con nosotros vida y muerte,
y una muerte ensangrentada.

Al Hijo de Dios cantemos,
¡ay, gracia desenfrenada!,
ni los cielos sospecharon
que el mismo Dios se encarnara.

¡Oh gracia para adorar,
que nunca cupo más alta!
Tú, para hacernos divinos,
humano a nosotros bajas.

Cantad, criaturas todas,
que todas estáis salvadas,
y con la boca quedaos
al Padre diciendo: "¡Gracias!" Amén.


Santa María, Madre de Dios, solemnidad


FELIZ 2018