Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 31 de agosto de 2018

EN ESTADO DE ALERTA AMOROSA

Resultado de imagen de Mt 25,1-13
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


No se trata de vivir asustado ni angustiado, sino vivir en actitud fraterna en justicia, misericordia y fe. Fe esperanzada en el Amor de Dios y en su promesa de Vida Eterna. Eso es tener la alcuza de nuestro corazón lleno de aceite amoroso y la luz de nuestra camino bien orientada e iluminada para andar en verdad, justicia y paz. Así estaremos preparados para en cualquier momento de nuestro camino encontrarnos con el Señor.

Pero, si no parece muy difícil decirlo o manifestarlo, otra cosa diferente es vivirlo cada día. Hay muchos tropiezos y dificultades y la vida se endurece en muchas etapas de nuestro camino. Nuestra naturaleza humana es débil y fácil de tentar y está expuesta a seducciones de todo tipo, desde el mundo, la carne y, sobre todo, el demonio, que trata, disfrazado de verdad, engañar con la gran mentira que él mismo significa.

Por eso, la parábola del Evangelio de hoy nos anima a estar vigilantes y a tener nuestra lámpara prepara y provista de suficiente aceite para cuando el Novio llegue. Pidamos esa Gracia, esa capacidad y fortaleza para que podamos sustentarnos y sostenernos firmes en practicar la justicia, vivir en la misericordia y confiar por la fe en el Señor.

¡Oh, Señor!, te pedimos que nos llenes de sabiduría, de ánimo, de ilusión, de fortaleza y de esperanza para, a pesar de nuestras desilusiones y desesperanzas, superemos siempre las dificultades y sepamos encontrar ese buen camino, que Tú nos señalas y nos conduce a esa felicidad que, quizás desorientados por las seducciones y tentaciones del mundo, buscamos en otros lugares. En Ti, Señor, confiamos. Amén.

jueves, 30 de agosto de 2018

LA DUREZA DE LA VIGILANCIA

Resultado de imagen de Mt 24,42-51
No es fácil permanecer atento, el mundo tiene muchos recursos para distraernos y nuestra naturaleza demanda también distracción. Somos humanos y necesitados de apetencias que satisfagan nuestros instintos primarios tanto carnales como sensitivos y de ocio. El demonio tiene muchas cartas a su favor y, a menos que nos descuidemos, termina con nosotros.

Por eso necesitamos estar permanentemente unidos al Señor. Y eso lo conseguimos a través de la oración y los sacramentos, especialmente la Penitencia y la Eucaristía. Necesitamos purificarnos con frecuencia - penitencia - y alimentarnos de Pan Eucarístico que nos fortalece espiritualmente y nos da la capacidad de perseverar y pertrecharnos contra las amenazas del demonio. 

No podemos quedarnos aislados ni solos, ni a merced de nuestras débiles fuerzas, porque, de permitir esto quedaremos en manos del demonio y nos llevará a olvidarnos de nuestro camino y hora final. Entonces, sucederá lo que tememos, que no estaremos vigilantes ni atentos a la hora en que nos visitará el Señor. La hora más importante de nuestra vida. Quizás sea necesario pensarlo así, descubrir y tener muy presente que ese momento de nuestra muerte es el momento y la hora más importante de nuestra vida. 

No es la muerte, sino la hora del encuentro con el Señor. Es el instante de nuestra cita y en donde se nos revelará todo aquello que ahora no podemos entender ni descubrir. Por lo tanto, caminando con ese pensamiento viviremos en la esperanza de saber que cada día nos acercamos más al encuentro con el Señor y eso nos fortalecerá para permanecer vigilantes y atentos a vivir en su Palabra y su Voluntad. Pidamos esa Gracia, la de estar atento a nuestro encuentro con el Señor. Amén.

miércoles, 29 de agosto de 2018

UNIDOS AL SEÑOR

Resultado de imagen de Mc 6,17-29
Para dar testimonio y defender nuestra fe es necesario estar plenamente unido al Señor. Desde nuestro bautismo hemos recibido al Espíritu Santo, y en Él podemos encontrar toda la fortaleza y la sabiduría necesaria para defender y proclamar la buena Noticia de salvación. Incluso por encima del valor de nuestra vida. Juan es un testimonio de ello y muchos mártires más que han seguido el mismo camino.

Pero, nunca podemos enfrentarnos a ello sin estar llenos de Dios, que significa tener nuestro corazón rebozando de deseos de proclamarlo, de anunciarlo y de darlo a conocer a todos los hombres. Deseos que rebozan nuestro entusiasmo y nos capacitan, nos dan fuerza y ánimo para anunciarlo y proclamarlo. Deseos que nos llenan de sabiduría y de esperanza y nos llenan de alegría y, de justicia, de misericordia, de fe y amor.

Sólo con esas fuerzas podemos anunciar al Señor. Y las tomamos del contacto a diario con Él. Las tomamos del alimento de la Eucaristía de cada día o cada domingo. Las tomamos de la confesión con regularidad, de la oración constante y diaria, del trato íntimo con el Señor. Y con el auxilio del Espíritu Santo, que nos asiste y nos fortalece con sus dones y frutos.

Sería disparatado y absurdo querer emprender esa labor sólo con nuestras fuerzas. Necesitamos estar llenos de Dios y seguir sus impulsos y señales. Quizás todos no podemos ser Juan Bautista, ni tampoco Pedro u otros, pero si podemos ser buenos hijos de Dios y dar todo lo que Él quiera y haya pensando de nosotros. Esa es nuestra disposición, ponernos en su Manos para hacer su Voluntad, tal y como dijo e hizo nuestra Madre María. Pidamos esa Gracia al Señor. Amén.

martes, 28 de agosto de 2018

AMENAZADOS POR EL MUNDO

Resultado de imagen de Mt 23,23-26
No es fácil escapar a las seducciones del mundo. Estamos inmerso en él y nos puede, porque es superior a nuestra fuerzas. O dicho de otra forma, somos débiles y estamos inclinados, por nuestra naturaleza humana, a ceder a su poder de atracción. No podemos atrevernos a enfrentarnos a él nosotros solos. Necesitamos la fuerza del Espíritu Santo para poder rechazar todas esas tentaciones y seducciones que el mundo nos presenta.

Por eso, conscientes de nuestra pequeñez, nuestras debilidades y nuestros pecados necesitamos estar muy unidos a Espíritu Santo y, puestos en sus Manos, dejarnos guiar por Él para superar todas esas tentaciones que nos amenazan por alejarnos de nuestro Padre Dios. Necesitamos, y eso pedimos, ser perseverantes y fuertes en la oración; necesitamos ser constante y asiduos al alimento espiritual del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesús; necesitamos estar en contacto con la comunidad y ayudarnos mutuamente. Necesitamos no quedarnos solos.

Y eso, Señor, es lo que te pedimos desde este humilde rincón, que no perdamos el norte de nuestra vida que eres Tú y que, a pesar de la vorágine en la que estamos inmersos, sepamos guardarnos, apartarnos y resistirnos a las tentaciones que nos salen a nuestro encuentro. Danos la sabiduría de saber soportar los obstáculos y de ser pacientes y nunca desesperar.

Y, sobre todo, vivir en la humildad tratando de vernos interiormente con la buena intención de limpiar toda impureza que nos amenaza, nos inunda y nos contagia, para, limpios y purificados, ver el mundo con ojos buenos, comprensivos, humildes, pacientes, justos, con amor y con fe en Ti, Señor, Camino, Verdad y Vida. Amén.

lunes, 27 de agosto de 2018

UNA MISÓN MUY DELICADA Y PELIGROSA

Imagen relacionada
No es nada fácil erigirse en proclamador, porque la Verdad proclamada nos sobrepasa y es superior a nuestra inteligencia y sabiduría. Hablamos de la Palabra de Dios, esa Palabra revelada por nuestro Señor Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre y bajado del Cielo para darnos a conocer el Amor de su Padre y lo que nos quiere a cada uno de nosotros. También sus hijos y coherederos con su Hijo Jesús, de su Gloria - Rom 8, 14-17 -.

No jugamos con cosas u objetos, son personas a las que podemos confundir llevados por nuestras ambiciones personales, nuestros apegos, apetencias e incluso creencias arraigadas por nuestros egoísmos y vanidades. Somos pecadores y no podemos perder de vista nuestra fragilidad y las seducciones y peligros del mundo en que vivimos. Estamos expuesto a ellos y necesitamos estar muy unidos al Señor y en Manos del Espíritu Santo todo instante de nuestra vida y latir de nuestro corazón.

Vivir la Palabra es tratar de interpretarla desde la Luz y la Acción del Espíritu Santo, sin poner nada de nuestra sabiduría humana sujeta al error. Es dejarse llevar por la Luz del Espíritu Santo y no por nuestro espíritu y nuestra personal doctrina. No se trata de lo que nos gustaría, sino de lo que realmente es según la Palabra de Dios. No se trata, pues, de interpretar tu propia verdad sino la de Dios, porque la tuya y la mía son diferentes y no llegan a comprender ni interpretar la de Dios. 

Por lo tanto, pidamos la Luz del Espíritu Santo y tratemos de dejarnos guiar por su Palabra, que cada día nos alumbra el camino y nos orienta a saber discernir y caminar a la Luz de la acción del Espíritu de Dios. Amén.

domingo, 26 de agosto de 2018

LAUDES (Del domingo 26 de agosto)

Resultado de imagen de Jn 6,60-69 por Fano


HIMNO

Es domingo; una luz nueva
resucita la mañana
con su mirada inocente,
llena de gozo y de gracia.

Es domingo; la alegría
del mensaje de la Pascua
es la noticia que llega
siempre y que nunca se gasta.

Es domingo; la pureza
no solo la tierra baña
que ha penetrado en la vida
por las ventanas del alma.

Es domingo; la presencia
de Cristo llena la casa:
la Iglesia, misterio y fiesta,
por él y en él convocada.

Es domingo; «este es el día
que hizo el Señor», es la Pascua,
día de la creación
nueva y siempre renovada.

Es domingo; de su hoguera
brilla toda la semana
y vence oscuras tinieblas
en jornadas de esperanza.

Es domingo; un canto nuevo
toda la tierra le canta 

al Padre, al Hijo, al Espíritu, 
único Dios que nos salva. Amén.

sábado, 25 de agosto de 2018

A LA LUZ DE LA VERDAD TODO SE DESCUBRE

Resultado de imagen de Mt 23,1-12
Puedo vivir en y de apariencias, pero tarde o temprano todo queda al descubierto. No importa lo mucho que hagas o valgas, sino la recta y buena intención con que te muevas a hacer lo que realmente haces. Y, fundamentalmente, por quien lo haces. Porque, si es por alguien a quien le debes favores y te sientes comprometido, estás ya pagado. Si, en cambio, es para lucirte y que te vean y hablen bien de ti, lo mismo, estás ya pagado. Y si buscas la fama o el éxito, otro tanto lo mismo. 

Sólo vale por Jesús y por verdadero amor - ágape - tal y como Él te ha amado. Él es el móvil que te mueve a actuar y a perseverar. Él es la referencia y el modelo que nos marca la pauta y el camino a seguir. Él es el único Camino, Verdad y Vida. En Él encontramos el testimonio que buscamos. El testimonio verdadero y la verdadera, valga la redundancia, vida. 

Él es el verdadero Maestro a quien debemos seguir y en el que descansamos de todas nuestras fatigas, problemas, agobios y dificultades. Por eso, Señor, una vez más te pedimos que nos transformes desde dentro, del interior de nuestros corazones dándonos un corazón nuevo, suave, humilde, bueno y compasivo para amar a todos los hombres tal y como Tú los ama.

Líbranos de la tentación de creernos más y mejores que nuestros hermanos y de erigirnos en jefes y maestros de otros. Y también de poner cargas en sus hombres evitando nosotros mover un dedo ni cargar nuestros hombros. Por eso, Señor, insistimos en que nos cambie nuestros corazones enfermos y endurecidos en unos corazones como el Tuyo. amén.