Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 24 de mayo de 2019

QUIERO SEGUIRTE SEÑOR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Seguir a Jesús es derrumbar todas las barreras e impedimientos que nos separan, que nos enfrentan,, que son causa de violencia y de guerras. Seguir a Jesús es allanar los caminos que nos llevan a buscar el bien, la justicia y la verdad entre los hombres y establecer vínculos de paz y de fraternidad.

Jesús nos propone el amor mutuo entre todos sin distinciones, sin diferencias, sin xenofobias, sin racismos, sin injusticias y sin mentiras. Jesús nos propone construir un mundo mejor de la única forma posible, con el amor. Un Amor del que el mismo es ejemplo, modelo y referencia. Un modelo que llega al extremo de dar su vida para ofrecernos su misma Vida, la Vida Eterna.

Un modelo que pasa por tratarnos como amigos, no siervos, al revelarnos todo lo que Él ha recibido del Padre. Un modelo, Señor, que yo quiero seguir y recibir, agradecido de tu Mano generosa, entregado y abierto sin levantar barreras que lo impida. Un modelo, Señor, al que abro mi corazón y entrego mi humilde vida, para que, por tu Gracia, sea purificada y renovada constantemente en tu Palabra y en la Voluntad del Padre. Amén.

jueves, 23 de mayo de 2019

PIDAMOS NO DESFALLECER

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No hay otra oración con más sentido que ésta. Pidamos no desfallecer, y es que cada vez que rezamos el Padrenuestro le estamos diciendo esto a nuestro Padre. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Es decir, apartanos, Señor, de la tentación que me amenaza cada día para alejarme de Ti. Esa tentación de la pereza, de la comodidad, del bienestar, de la diversión, del placer, del gandulismo y del egoísmo.

Son muchas tentaciones que están todos los días amenazando mi débil humanidad. En mi camino, Señor, me siento desfallecer y experimento estar a punto de arriar la bandera de mi fe y dejar mi corazón a merced de la tentación. Por eso, Señor, dame la fuerza y la voluntad de permanecer en tu Palabra y guardar tus mandamientos, que es lo que yo precisamente quiero. 

Experimento que cuesta y que muchas veces me siento vencido por la apatía, la desgana, el aburrimiento y la concupiscencia. Y casi no tengo fuerzas para oponerme o me cuesta mucho superarlos. Lo peor es la constancia y la frecuencia con que me asaltan hasta el punto que hay momentos donde te sientes más débiles y más vulnerable.

Por eso, te pido, Señor, que me des paciencia, perseverancia y fe para soportar con tranquilidad, sin llegar a desesperar, todos esos momentos de desganas, desvanecimientos, apatías y tribulaciones para permanecer y perseverar en tu presencia. Amén.

miércoles, 22 de mayo de 2019

QUIERO PERMANECER EN TI, SEÑOR, COMO EL SARMIENTO EN LA VID

Resultado de imagen de Jn 15,1-8 según visto por Fano
A veces podemos pensar que nos basta con nosotros mismos. Lo experimentamos, sobre todo, en la misma comunidad cuando observamos que nos atrasamos o encontramos dificultades para avanzar en la poca habilidad de otros o la torpeza en actuar con ligereza y rapidez. Eso nos desesperas y no hace creer que solos podemos avanzar más rápidos o tener mejor rendimiento. Y es posible que así sea, pero no lo mejor ni lo más que nos conviene. Habrá otras circunstancias o situaciones en que ellos, los aparentemente más débiles o torpes nos sean muy necesarios.

Por otro lado, la lentitud o torpeza de unos sirve a otros para poner en práctica su paciencia, su generosidad, su solidaridad, su fraternidad. Es decir, su amor. Eso que Jesús nos ha mandado y que resume como todo el contenido de sus mandatos. Ese mandamiento nuevo que contiene a toda la Ley y los Profetas. Y esa aventura y capacidad de amar no está al alcance de nosotros solos. Necesitamos el concurso pleno del Señor. Necesitamos estar injertados en Él como el sarmiento en la vid.

Por eso, Señor, no tenemos otra alternativa sino la de estar a tu lado. Y lo deseamos y queremos con gran gozo y alegría, porque, Tú nos quieres dar lo mejor, y lo mejor eres Tú mismo, Señor. Porque, en Ti la vida resplandece, se llena de luces y colores que nos llenan el corazón de paz y alegría y podemos dar abundantes frutos. Frutos de verdadero amor que proceden de tu Amor y originados por tu Gracia.

Y es eso lo que te pedimos hoy de nuevo. Permanecer a tu lado y abiertos a tu Gracia. Por nuestra parte hacemos, quizás no todo lo que debíamos o podemos, pero tratamos de esforzarnos. Tú, Señor, lo sabes todo y no podemos engañarte. Por lo tanto, nuestro esfuerzo debe ser sincero y en verdad. Sin tapujos de ninguna clase. 

Danos, Señor, la fuerza y voluntad de perseverar y de permanecer injertado en Ti por medio de la Eucaristía, los sacramentos y la oración, porque ellas serán el abono, el estiércol y la lluvia que regará nuestra alma para que permanezca fiel a Ti durante toda nuestra vida. Amén.

martes, 21 de mayo de 2019

ORACIÓN POR LA PAZ


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Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, 
     que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe, 
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, 
es perdonando, como se es perdonado, 
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.

lunes, 20 de mayo de 2019

LA RESPUESTA DEL AMOR ES LA MEJOR

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Todos sabemos que amar y dar amor es la mejor respuesta que podemos dar a todo lo que se nos pida. Porque, cuando nos esforzamos en darnos por amor estamos buscando el bien del otro y el bien de todos. Y cuando eso sucede todos nos beneficiamos, porque con el bien todos salimos ganando y se establece la paz, la justicia  y la buena convivencia . 

Ahora, ¿por qué no lo hacemos? La respuesta es porque nos cuesta vencernos y porque nuestra naturaleza está herida por el pecado. Y, porque no podemos tampoco enfrentarnos nosotros solos. Necesitamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo, que es quien nos lo enseña todo y nos lo recuerda a cada instante. Él nos acompaña y nos auxilia ante las dificultades que nos vamos encontrando. Dificultades de entendimiento y de tenerlo siempre presente.

Porque, el mundo en el que vivimos trata de distraernos y de despistarnos, y de seducirnos con los placeres y tentaciones de este mundo. Nadie puede salvarse de las tentaciones, y el mundo, demonio y carne son unos peligros que van a acompañarnos en cada instante de nuestro camino. Tendremos que pasar por muchas tribulaciones y tormentas, pero fortalecidos y agarrados al Espíritu Santo saldremos siempre vencedores.

En esta actitud, te pedimos Padre que nos fortalezcas y nos des la sabiduría de discernir por donde debemos ir y en donde debemos meternos. Te pedimos que nos transformes nuestros corazones, egoístas y endurecidos por nuestros pecados, en unos corazones generosos y abiertos a amar, asistidos y auxiliados por el Espíritu Santo, que nos recuerda y nos enseña el camino a seguir.

Confiados en tu presencia y refugiados en tu compañía y promesa, Padre, queremos aprender a amar a tu estilo, dándonos y olvidándonos de nosotros para entregarnos y buscar el bien de los demás, Amén.

domingo, 19 de mayo de 2019

UN MUNDO DE VERDADERO AMOR

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Es lógico pensar que hasta que todo el mundo no ame al estilo que Jesús nos propone, el mundo no se arregla. Toda solución pasa porque todos amen. Para ello es necesario transmitirlo, divulgarlo y proclamarlo a los cuatro viento. Y eso nos corresponde a todos los bautizados, porque, sólo así dando ese testimonio de amor comprederán que la solución pasa por amarnos.

Sin embargo, sucede que muchos bautizados estamos alejados de la Iglesia y hasta de Dios. Sucede que muchos bautizados nos hemos quedado con el traje de nuestra primera comunión y no hemos crecido en el conocimiento de la Palabra de Dios ni de Jesús, el Hijo de Dios Vivo. Y sucede que lo que no se conoce no se puede transmitir. Por lo tanto, prima acercarse a la Iglesia para escuchar y conocer a Jesús.

Es entonces cuando conoceremos ese mandamiento nuevo que Jesús nos propone. Un mandamiento nuevo que sorprende su contenido, pues, si amarnos es difícil ya de por sí, amar a los enemigos, no sólo es difícil sino que se nos hace imposible. Tan imposible que sólo no podremos lograrlo, pues nuestra naturaleza herida por el pecado nos somete y nos impide, no sólo amar, sino amar a los enemigos.

Por lo tanto, Señor, es eso lo que te venimos a pedir en estos momentos, las fuerzas necesarias para suavizar nuestro corazón, ablandarnos y ser capaces de amar hasta el extremo de entregar nuestra vida. Tal y como Tú has hecho con nosotros. Sí, lo sabemos, se nos antoja, no difícil, sino imposible si no estamos injertados en Ti. Necesitamos tu Gracia, Señor, para poder vencer nuestra pereza, nuestro egoísmo y todas las dificultades, que anidan en nuestra naturaleza humana, para amar como Tú, mi Señor, nos ama.

Imploramos esa fuerza y voluntad para, abandonados en tus Manos, dejarnos purificar y convertir para poder amar como Tú, Señor, nos amas. Amén.

sábado, 18 de mayo de 2019

¡SEÑOR, TENGO TANTAS COSAS QUE PEDIRTE!

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Me invitas a pedir, Señor, y eso me descubre que sabes cuántas necesidades tengo. Son muchas y necesito que me asistas y auxilies para poder avanzar. Desde aumentar mi fe hasta fortalecer y afirmarla en la escucha de tu Palabra y en la relación de la oración. Sí, necesito hablarte y pedirte muchas cosas, Señor.

Necesito paciencia, mucha paciencia y saber esperar tus decisiones. Necesito sabiduría para entenderte y saber discernir el camino que me señalas y debo seguir. Necesito saber escucharte para irte conociendo mejor hasta ver en Ti el Rostro del Padre. Necesito comprender que Tú, mi Señor, estás en el Padre y el Padre en Ti. Pero, sobre todo, necesito ponerme en tus Manos y dejarme guiar por tu Palabra apoyado en tu Amor y Misericordia.

¡Son tantas cosas, Señor, que no sé por dónde empezar! Pero, quizás, lo primero es creer que todo lo que te pida, Tú, si conviene y es para mi bien y salvación, me lo puedes dar. Eso es lo que me dices y a lo que me invitas en el Evangelio de hoy. Y eso es lo que yo también quiero pedirte.

Dame, Señor, la fe de creer, como si de un niño se tratara, en tu Palabra, que, aunque confieso y manifiesto que creo, en lo más profundo de mi ser no me termino por creérmelo de verdad. Al menos no parece que mi vida refleja esa fe con claridad meridiana o eso es lo que a mí me parece. Por eso, te pido, Señor, que me des la sabiduría de saberlo, de discernirlo correctamente y de reforzarla con valentía y firmeza.

Te pido, Señor, que me aclares todo eso y que alumbres mi camino para recorrerlo con decisión, con disponibilidad, con alegría, con firmeza, con seguridad y esperanza. Amén.