Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 24 de agosto de 2021

DESPIERTA MI CORAZÓN ALETARGADO, SEÑOR

 

Pasamos por este mundo de una forma aletargada y soñolienta hasta tal punto que no nos damos cuenta de que la vida se nos va en un suspiro sin profundizar en lo verdaderamente importante. Nos entretenemos en muchas cosas superficiales, quizás necesarias, pero nunca fundamentales ni de vital importancia. Nuestro corazón, aletargado por nuestras pasiones concupiscentes y egoístas queda adormecido ante la llamada que Dios suscita en cada uno de nosotros. Necesitamos despertar de este profundo letargo mundano que el demonio nos tiende y nos prepara.

Pidamos sin pestañear ni dudar la Vida de la Gracia que necesitamos para salir de este atolladero que nos ha tendido Satanás. Despertemos y démonos cuenta que Jesús, el Señor, está con nosotros, nos acompaña y nos conoce, y sabe la historia de cada uno de nosotros. Señor, despierta nuestros corazones para que te reconozcamos y, como Natanael, podamos decir: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Danos, Señor, la Gracia de tomar conciencia de tu presencia y de que Tú eres realmente el Hijo de Dios, el Mesías que esperábamos y el enviado por el Padre para, con tu Pasión, Muerte y Resurrección salvar al mundo de la esclavitud del pecado. Te suplicamos, Señor, nos des un corazón nuevo y capaz de ver eso que, hoy en el Evangelio, nos promete: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

lunes, 23 de agosto de 2021

¡SEÑOR, DAME UN CORAZÓN TRANSPARENTE QUE REFLEJE TU PALABRA!

 

Sin darnos cuenta, e incluso siendo buenas personas, podemos ser obstáculos para que otros vean el camino que les lleve a un encuentro con Jesús. Quizás tratamos de hacer prosélitos pensando desde nosotros y excluyendo al Espíritu Santo. Sin darnos cuenta, y quizás con buena intención, damos nuestro mensaje en lugar de transmitir la Buena Noticia que nos viene de la Palabra del Señor.

Danos, Señor, la sabiduría, la fortaleza y la paz para darte a conocer y poner a los hombres frente a Ti, quitándonos nosotros del medio y dejando el camino despejado y abierto a la acción del Espíritu Santo para que sea Él quien inunde y llene sus corazones de la Palabra de Dios. 

Ayúdanos, Señor, a, como Juan el Bautista, desaparacer y dejar que seas Tú esa Luz que alumbre a todo hombre llevándole esa Buena Noticia de salvación que Tú, el Hijo enviado por el Padre, has anunciado entregando tu Vida. Limpia nuestros corazones, Señor, de toda malicia y egoísmo para que no seamos obstáculos que impida y nos impida llegar a Ti. Amén.

domingo, 22 de agosto de 2021

HAZME CAMINAR HACIA TI

 


Señor, a veces me siento como en el desierto

dónde la vida es difícil, donde domina la duda,

donde reina la oscuridad, donde faltas Tú.

El desierto es un paso para quien te ha elegido,

un paso para quien te ama, un paso necesario en la vida,

un paso que pone a prueba, Dios, tú me envías la prueba,

pero también la fuerza para superarla;

Tú me das el desierto, pero también la fuerza para seguir.

Tengo miedo del desierto, Señor, tengo miedo de fallar,

tengo miedo de traicionarte.

Es fácil sentirse en la alegría, es sencillo descubrirte en la naturaleza,

pero es difícil amarte en el desierto. Dios, en la noche del dolor,

en la oscuridad de la duda, en el desierto de la vida,

no me hagas dudar de Ti.

No te pido que me liberes del desierto, sino que me ayudes a caminar contigo

no te ruego que me evites el desierto, sino que me hagas caminar hacia Ti.

(P. Maior)
 

sábado, 21 de agosto de 2021

TU PALABRA EXIGE IR DE ACUERDO CON TU VIDA

 

No se entiende que la palabra tome un camino y tu vida vaya por otro. No tiene sentido que tus palabras no tengan respuestas con tu vida. ¿Qué pueden decir de ti quienes observen que lo que dices no se corresponde con lo que haces? ¿Crees que hablarán bien de ti? Se supone que no entenderán nada de lo que dices y haces y, en consecuencia, no creerán en tu palabra. Supongo que estarás de acuerdo, tu palabra quedará infravalorada y desacreditada.

Experimentaremos que nuestras vidas serán un engaño cuando no exista, al menos un esfuerzo, coherencia entre tu palabra y tu vida. Te puede valer la apariencia, pero, sabemos que eso es andar por tierra movediza y, tarde o temprano terminarás hundiéndote en el lodazal de la perdición y la mentira. Y, también sabemos de nuestras debilidades, errores, fracasos y egoísmos. Reconocemos que estamos en todo momento tentados al engaño, a la mentira y la apariencia. Y, lo peor, que nos experimentamos sometidos y esclavizados a aparentar y engañar.

Queremos ser más de lo que somos y buscamos ser ensalzados. Y volvemos a caer en la apariencia y en el decir pero no hacer. Necesitamos abrir nuestro corazón y presentarnos delante del Señor para pedir clemencia, misericordia y humildad. Convierte, Señor, nuestro corazón endurecido e inclinado a gustar de ser ensalzado, por un corazón humillado y abierto al servicio para que, por tu Gracia y Misericordia, y para tu Gloria, sea ensalzado.

¡Oh, Señor, limpia mi corazón de toda apariencia para que sea capaz de ver a tus hijos como Tú los ves y pueda amarlos como Tú, mi Señor, los ama!. Hazme humilde, paciente, comprensivo, suave y bueno para desterrar de mi corazón toda apariencia, mentira y engaño y sea coherente entre mi palabra, que quiere ser la Tuya, y mi vida según tu Voluntad. Amén.

viernes, 20 de agosto de 2021

NO HAY OTRO CAMINO SINO EL AMOR

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Al final, después de tanto andar y experimentar, llegamos a la conclusión que solo el amor nos hace felices. En el camino de nuestra vida descubrimos que solo cuando somos capaz de amar olvidándonos de nosotros mismos, experimentamos un gozo y alegría interior que reboza nuestro corazón. Y una alegría y gozo que se queda, que permanece y que nos deja satisfechos.

Sin embargo, amar no nos resulta fácil, exige renuncias y morir a nuestros egoísmos. Y eso no resulta nada fácil, cuesta y mucho. Entonces, nos damos cuenta que amar olvidándonos de nosotros mismos se nos hace cuesta arriba hasta el punto de ser imposible lograrlo. Siempre nuestra tendencia egoísta nos puede y nos impide abrirnos a ese estilo y manera de amar.

¿Qué hacer? Solo nos queda un camino, el del Amor. Amor con mayúscula, que se escribe solamente estando y permaneciendo en y con el Señor. Es el único camino, Señor, recurrir a Ti. Tú eres, Señor, nuestra Fuente de Gracia y Fortaleza, y contigo podemos vencernos para salir de nosotros mismos y darnos incondicionalmente hasta el extremo. Así lo han hecho muchos - agarrados a Ti - que nos han precedido.

Danos, pues, Señor, esa Vida de la Gracia también a nosotros - te lo suplicamos - para, identificados contigo alcanzar amar de manera incondicional y gratuita como Tú. Amén.

jueves, 19 de agosto de 2021

SEÑOR, ÁBREME LOS OJOS PARA QUE ACEPTE TU INVITACIÓN

 

No cabe ninguna duda que vivimos con los ojos cerrados. Cerrados para la trascendencia de este mundo y abiertos para lo concreto y material que se nos ofrece en este mundo caduco y finito. No se entiende que buscando la felicidad, la rechacemos cuando nos invitan a conseguirla. Jesús nos lo explica una vez más en esta parábola que recoge el Evangelio de hoy.

Posiblemente, no lleguemos a entender porque somos invitados ni tampoco que boda es la que se celebra en ese Banquete anunciado, pero, viniendo de quien viene la invitación, yo, Señor, me fio de tu Palabra y acepto tu invitación. Los caminos y las formas de llamar del Señor no las entendemos, pero, hay muchas bodas - por así decirlo - en nuestras vidas que nos remiten al encuentro con el Señor. El ofrecimiento es siempre el mismo, una llamada a compartir la Vida plena y gozosa junto a Él.

Confío en Ti, Señor, y me fío de tu Palabra, porque, Tú, Padre mío no puedes invitarme a nada que no suponga mi felicidad y vida eterna. Y, aunque en apariencias no parezca una buena invitación, yo pospongo todas mis ocupaciones, proyectos e intereses con el fin de aceptar tu invitación y acudir a ese Banquete de Vida Eterna. Y también te pido, Señor, que me des la Gracia de ir revestido de ese traje contrito, humilde y abierto a tu Misericordia y Amor.

Gracias, Señor, porque, a pesar de que mis méritos no son suficientes ni valen para nada, Tú me recibes con los brazos abiertos  y me ofreces tu Infinito Amor Misericordioso. Amén.

miércoles, 18 de agosto de 2021

QUIERO, SEÑOR, NO HACER MI VOLUNTAD SINO LA TUYA

 

Es posible que creyéndonos tan cerca, y de los primeros, estemos más lejos de lo que pensamos. Corremos el peligro, quizás sin darnos cuenta, de hacernos y fabricarnos un dios a nuestra manera. Un dios para nosotros que se adapte a nuestros planes, a nuestros ruegos y peticiones. E incluso, con el que nos enfadamos cuando las cosas no suceden como nos gustaría y queremos.

Nos elaboramos un dios a nuestra medida y que responda a nuestras rogativas y preguntas, que previamente hemos elaborado nosotros mismo. Un dios cómodo y que atiende a nuestros intereses y planes. Un dios que nos da trabajo, nos resuelve nuestros problemas y nos presenta una ruta que no nos exige grandes sacrificios o renuncias y se ajusta a nuestras comodidades. Es decir, un dios al que yo, de alguna manera, dirijo y que también de alguna manera fabrico.

Y eso, aparte de ser un camino peligroso y equivocado, es un camino cómodo del que salir nos costará esfuerzo y renuncias. Y, consciente de ese peligro, elevamos nuestro corazón, Señor, para pedirte que nos incluya en el grupo de los últimos y que cambies nuestros corazones para no exigir ni poner nuestras apetencias e intereses en primer lugar sino aceptar tu Voluntad. Tú siempre, Señor, el primero y, no según mis planes, sino según tu Voluntad. Amén.