Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 24 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

 *ORACION: Sales a mi encuentro*

Tú me recuerdas cómo sales a mi encuentro siempre que estoy perdido, siempre que me alejo de ti.

Tú conoces mi desvalimiento, mi pequeñez, mi inconstancia, mis incoherencias y errores, y con ellos me quieres, Señor.

Tu sabes bien, Señor, qué es lo que me distrae de ti, lo que me hace mediocre.

Pero Tú, Señor, vienes a salvarme, me rescatas como oveja perdida y me metes en tu redil, que es donde están las fuentes de la Vida.

Tú te las arreglas, Señor, aunque yo me aleje, para que viva mi historia junto a ti.

Gracias, Señor, no puedo más que cantar tus maravillas y agradecer tus desvelos. Yo soy del todo tuyo, Dios mío. Amén

Desde mi parroquia, por el párroco
 D. Juan Carlos Medina Medina
 
DESDE MI PARROQUIA
"FELIZ NAVIDAD" 

lunes, 23 de agosto de 2021

¡SEÑOR, DAME UN CORAZÓN TRANSPARENTE QUE REFLEJE TU PALABRA!

 

Sin darnos cuenta, e incluso siendo buenas personas, podemos ser obstáculos para que otros vean el camino que les lleve a un encuentro con Jesús. Quizás tratamos de hacer prosélitos pensando desde nosotros y excluyendo al Espíritu Santo. Sin darnos cuenta, y quizás con buena intención, damos nuestro mensaje en lugar de transmitir la Buena Noticia que nos viene de la Palabra del Señor.

Danos, Señor, la sabiduría, la fortaleza y la paz para darte a conocer y poner a los hombres frente a Ti, quitándonos nosotros del medio y dejando el camino despejado y abierto a la acción del Espíritu Santo para que sea Él quien inunde y llene sus corazones de la Palabra de Dios. 

Ayúdanos, Señor, a, como Juan el Bautista, desaparacer y dejar que seas Tú esa Luz que alumbre a todo hombre llevándole esa Buena Noticia de salvación que Tú, el Hijo enviado por el Padre, has anunciado entregando tu Vida. Limpia nuestros corazones, Señor, de toda malicia y egoísmo para que no seamos obstáculos que impida y nos impida llegar a Ti. Amén.

martes, 5 de enero de 2021

CONOCERTE PARA ANUNCIARTE

 


Tu vida deja huellas. Huellas buenas o malas, pero huellas que van dejando ese olor característico de tu bondad, tu buen hacer o mal hacer. Y se hace necesario conocerte para saborear y distinguir ese olor a buen sabor o a mal sabor que tu vida desprende. Lo imprescindible es levantarte, caminar y acercarte. Lo inmediato es conocer la situación y experimentar lo conocido. 

Porque, si no experimentas un encuentro serio y profundo con Jesús, ¿cómo pretendes conocerlo y tener una opinión de Él por los demás? ¿Acaso te fías más de los demás que de Jesús? Por eso, Señor, me atrevo a pedirte que me des la Gracia y Sabiduría de conocerte cada día un poco mejor y, eso tratando de acercarme, poco a poco, a Ti. Y, como hizo Natanael, quedarme sorprendido y admirado de tu Bondad, tu Sabiduría y tu Misericordia.

Y lleno de tu Amor, Señor, proclamarte con mi vida y palabra a todos los rincones que me rodean y de mi vida. Proclamarte, Señor, en verdad y justicia con mi comportamiento, mi respeto a los demás, mi servicio y entrega a todos los que me solicitan y, sobre todo, mi paciencia y perseverancia. 

Dame, Señor, la fe y esperanza de esperar tu venida confiado en tu Palabra. Porque, siempre cumples lo que prometes. Gracias, Señor. Amén.

lunes, 4 de enero de 2021

UN ENCUENTRO ESPERADO


Señor, yo también quiero encontrarte. Sé, porque los que te han encontrado me lo han dicho, que Tú me buscas y te haces el encontradizo, pero, quizás mi torpeza y mis oscuridades me impiden verte y encontrarte. Necesito luz, tu Luz para poder verte y encontrarte. Porque, Tú, Señor, eres la Luz que ilumina al mundo. Dame, Señor, esa luz para salir de la tiniebla e ir hacia Ti.

Pero, primero, Señor, necesito encontrarme contigo, para poder dar luz y sentido a mi vida. Sin Ti, Señor, el mundo está a oscura, en tiniebla. Y la tiniebla es la perdición, el mal y la muerte. Por todo ello, quiero, Señor, encontrarte y vivo en esa espera. 

Encontrarte para, luego hablar al mundo de Ti. Hablar a los que quieran oírme y escuchar tu Palabra, porque, Tú, Señor, no impones ni obligas, sino propones y ofreces. Pues, son muchos los que viven en la oscuridad y la tiniebla no les deja ver.

Dame, Señor, la paz, fortaleza y sabiduría para proclamar la Buena Noticia y soportar con paciencia y mansedumbre a aquellas que, rechazando la luz, permanecen en la tiniebla. Amén.

jueves, 26 de noviembre de 2020

LO MÁS IMPORTANTE NO ES

 

 

 

Lo más importante no es:

Que yo te busque,

sino que tú me buscas

en todos los caminos. (Gen 3, 9)

Que yo te llame por tu nombre,

sino que el mío está tatuado

en la palma de tu mano. (Is 49, 16)

Que yo te grite cuando me faltan las palabras,

sino que tú gimes en mí con tu grito. (Rm 8, 26)

Que yo tenga proyectos para ti,

sino que tú me invitas a caminar

contigo hacia el futuro. (Mc 1, 17)

Que yo te comprenda,

sino que tú me comprendas

en mi último secreto. (1 Cor 13, 12)

Que yo hable de ti con sabiduría,

sino que tú vives en mi,

y te expresas a tu manera. (2 Cor  4, 10)

Que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,

sino que tú me amas con todo tu corazón

y todas tus fuerzas. (Jn 13, 1)

Que yo trate de animarme y planificar,

sino que tu fuego arde

dentro de mis huesos. (Jer 20, 9)

Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte...

si tú, no me buscas, llamas y amas primero?

El silencio agradecido es mi última palabra,

y mi mejor manera de encontrarte.

 

Benjamín González Buelta, sj

jueves, 27 de agosto de 2020

SERÁ VITAL NO PERDER DE VISTA MI ENCUENTRO FINAL Y PERSONAL CON JESÚS

MATEO 24, 42-51 | Hablando con dios
Si hay algo cierto es la muerte. Mi muerte y la de todo el mundo tienen su hora. Es verdad que la desconocemos, pero, no es menos verdad que todos los días le llega a muchos de este planeta tierra. Es la única realidad tan cierta que no tiene punto de discusión. 

Ahora, también es verdad, pues cada uno de nosotros lo experimentamos, no vivimos, por la Gracia de Dios, obsesionados con la muerte ni con pendiente o temeroso de ese momento. Incluso, hasta en muchos momentos donde sentimos el peligro inminente.

Sin embargo, eso no es óbice para no hacer el esfuerzo de recordarlo y de tener, siempre presente y cada día, la posibilidad de que se presente ese momento, donde nos jugamos la eternidad, de encuentro personal con Jesús. Y ese sostenernos en su presencia lo logramos en la medida que frecuentemos los Sacramentos, sobre todo, de la Reconciliación y la Eucaristía.

Hoy, Señor, consciente de mis debilidades, olvidos y descuidos, te pido que me avives la memoria, la impronta de tu huella y presencia en mi corazón para que, siempre te tenga presente en todos los momentos e instantes de mi vida. Amén.

jueves, 6 de agosto de 2020

LUZ, SEÑOR, PARA VER TUS MOMENTOS CERCA DE MÍ

EVANGELIO DE HOY: LEVANTAOS, NO TEMÁIS Lectura del santo evangelio ...
Quizás ha habido muchos momentos en mi vida en los que, Tú, Señor, te me has manifestado, y yo te he dado la espalda. Lo digo, porque el sentido común y la razón me dice que, si me has creado es para hacerme feliz y eterno.

¿Qué padre no quiere la felicidad de su hijo? Jesús, tu hijo predilecto, enviado a anunciarnos tu presencia y tu amor, nos ha hablado de tu gran Amor y Misericordia. Luego, si es así, y creo que así es, Tú, Señor, quieres mi salvación, y eso prueba que te habrás acercado a mí muchas veces para ayudarme a encontrar el camino directo a Ti.

Por eso, Señor, me pregunto, ¿y qué hago yo? ¿A dónde miro mientras camino por mi vida? ¿Cómo es que no te veo, aunque sea transfigurado en mi vida? Seguro, Señor, que me has dejado y me dejas cada día muchas huellas, pero, yo sigo ciego y escondido en las cosas de este mundo. Y mientras siga así no veré tus transfiguraciones hacia mí. Porque, Señor, si me amas no me vas a dejar abandonado ni privado de verte y de poder encontrarte.

Por eso, te pido desde este rincón que me despierte y me alumbres el camino hacia tu encuentro. Sé que lo haces, pero, posiblemente yo estoy dormido. Dame luz, Señor para despertar y ver esos momentos de tabor que Tú, por tu Amor y Misericordia me regalas. Zarandea mi vida y despierta mi corazón para que perciba tu blanca luz y reconozca que mi camino va hacia esa transfiguración, que pasando por la cruz, encuentra tu Casa y su reposo eterno a tu lado. Amén.

viernes, 3 de enero de 2020

GRACIAS, SEÑOR JESÚS POR VENIR A ESTE MUNDO A SALVARME

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Muchas veces me pregunto ¿qué sería de mí si Tú, Señor, no hubieses nacido en este mundo? O, ¿qué sería de mí si no te hubiese conocido? Nunca he podido comprender, ni creo que lo llegue a comprender a aquellas personas que no se cuestionan nada en la vida y mueren unas tras otras cuando les llega su hora. No puedo entender que esperan y a que aspiran. No puedo entender como se puede vivir sin esperanza. O dicho de otra forma, vivir con la esperanza de alcanzar una vida larga. Me pregunto, ¿para qué?

Porque, llegado a una vejez larga tomas conciencia que te vas quedando solo y todos tus amigos han ido desapareciendo. Porque, tu mismo te descubres obsoleto, excluido y como que no perteneces ya a este mundo. Y sabiendo que tu destino es morir, ¿cómo te resignas a eso cuando hay una Buena Noticia que te propone la Vida Eterna y Plena de Felicidad. ¿Es que no sientes curiosidad por conocerla a fondo?

Puede haberte ocurrido que quienes te la hayan comunicado o anunciado no sean ejemplos ni buenos testimonios para creer. Pero, lo importante no son ellos ni lo que ellos transmitan, sino lo que tú creas y lo que tú descubras. Tu experiencia personal, si la has tenido, es la que vale. Un encuentro con Jesús, ese Niño que hoy por las fiestas que celebramos se presenta en un pesebre, es la clave. Él, si te puedo asegurar, no te falla.

Por todo ello, titulo esta humilde reflexión: Gracias, Señor Jesús por venir a este mundo a salvarme, porque no entendería como podría vivir en él sin esperanzas. Gracias, Señor, por darme esa luz y guiarme con tu Espíritu y, a pesar de mis pecados, acompañarme, perdonarme y fortalecerme para superar los obstáculos y tentaciones que tratan de impedirme seguirte. Amén.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

INJERTADOS EN JESÚS

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No hay otra formula o alternativa que la de emprender el camino injertado en Jesús. De no emprenderlo así estamos llamados al fracaso, pues, si el Señor no construye la casa en ... - Salmo 126 -. Comprometerse en seguir a Jesús es experimentar un encuentro con Él, porque, sólo desde la experiencia del encuentro puede arrancar el compromiso de seguirle. Y, ¿qué significa seguirle?

Mejor, responderíamos a esa pregunta tratando de desvelar a que compromete el compromiso, valga la redundancia, de seguir a Jesús. Sin duda, comprometerse con Jesús es tratar con todas tus fuerzas de imitarle y de cambiar tu vida al estilo de vida de Jesús. Y eso nos descubre y deja claro que por nuestras propias fuerzas no podemos lograrlo. Necesitamos la Gracia y la fuerza del Espíritu Santo para vencer todas las ataduras, esclavitudes y egoísmos que contaminan nuestro corazón.

Nuestra miseria humana no puede limpiarse sino por la acción del Espíritu Santo. Por eso necesitamos dar un paso adelante respondiendo y dando respuesta a los talentos recibidos gratuitamente. Por todo ello, y consciente de nuestras miserias humanas y de nuestra incapacidad de responder por nuestras propias fuerzas, te pedimos, Señor, la Gracia necesaria para, injertado en Ti, discernir nuestras capacidades, tanto intelectuales como materiales, para, poniendo en el centro de nuestro corazón, nuestro seguimiento a Ti, compartir todo lo recibido al servicio de los más pobres y necesitados. Amén.

lunes, 22 de abril de 2019

UN ENCUENTRO VERDADERO CON JESÚS NO NOS DEJA IGUAL

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Me imagino a aquellas mujeres corriendo despavoridas desde el sepulcro hacia el encuentro con los apóstoles. Irían atemorizadas y gozosas. Una mezcla de emoción, de desespero y de alegría. No sabría exactamente como definirlo, pero me parece que aquellos momentos son inenarrables. Encontrarse el sepulcro vacío y con el Señor es algo que no nos cabe en el corazón. Es el anuncio de la Resurrección y eso no se puede guardar sin anunciarlo. ¡Dios mío, resistir la presencia del Señor es Gracia de Dios! Porque, sin su Gracia no podemos soportar su presencia.

No es nuestro caso, nos podemos decir nosotros. Incluso, posiblemente podemos alegar, ¡si a mí se me apareciera! Pues, lo creas o no, a ti también se te aparece. No sé de qué forma, pero se te aparece. Y te doy algunas razones en las que creo. Primero, Dios ha enviado a su Hijo para salvarnos y anunciarnos su entrega voluntaria hasta el extremos de morir por nosotros. Y lo ha hecho. Acabamos en estos días, estamos celebrando la octava de Pascua, de vivirlo y actualizar esa Muerte de Cruz.

Y, segundo, si ha enviado a su Hijo para anunciarnos el Amor de su Padre y su Anuncio de Salvación, sería absurdo que no te dijera algo personalmente. Sale a tu encuentro y te anuncia que ha Resucitado, y te envía a que tú se lo anuncies a los que no lo saben, o lo ignoran o lo rechazan. Igual que aquellas mujeres que fueron a visitarle, también a ti te toca y te anuncia que ha Resucitado.

Ahora, necesita tu interés. Necesita tu ansias de búsqueda. Necesita tu proximidad y cercanía para poder hablarte y dejarse ver. Aquellas mujeres se acercaron a su sepulcro. La pregunta es: ¿Te acercas tú también a Él? Posiblemente no lo hagamos y será eso lo que tenemos que pedirle. Señor, despierta en mí esa inquietud, esa necesidad de fiarme de tu Palabra. Dame Señor esa sed de salir a tu encuentro y de anhelar tu presencia y dejarme llevar a tu presencia. Derrumba, Señor, esas murallas que he levantado en mi corazón y no me deja salir a tu encuentro y responder a tu llamada. Dame, Señor, el don de la fe. Amén.

sábado, 5 de enero de 2019

NECESITO UN CORAZÓN ARDIENTE EN VERDAD

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El camino que nos prepara Juan el Bautista es un camino previo y necesario para llegar al Señor. No podemos encontrarnos con Jesús sin previamente, primero, encontrarnos con nosotros mismos. Se hace necesario ver la película de nuestra vida y vernos por dentro dándonos cuenta del pecado que habita dentro de nosotros. Un pecado que está implícito en nuestra propia naturaleza caída.

Pero, no podemos adentrarnos en nosotros mismos por nuestra cuenta. Necesitamos ir acompañados, pero no de cualquiera. Ni siquiera de alguien muy preparado. Necesitamos de Aquel que tiene poder para comprendernos, escucharnos y perdonar nuestros pecados. Necesitamos la Misericordia de nuestro Padre Dios. Y eso sólo lo podremos buscar y pedir si somos capaces primero de reconocernos pecadores.

Es entonces cuando, como Natanael, descubrimos la Infinita Misericordia y el Poder de nuestro Padre Dios para perdonarnos nuestros pecados. Y le pedimos que nos dé la sabiduría de darnos cuenta y de conocerle como el Hijo de Dios verdadero. Pidamos esa Gracia, no sólo de creerlo sino de vivirlo, porque hay mucha diferencia de confesarlo pero luego no ir coherentemente nuestra vida con esa confesión.

Pidamos un corazón limpio capaz de descubrir, sin segundas intenciones, la verdad con la claridad de sus acciones y sus intenciones. Así se presentó Natanael delante del Señor a pesar de sus tribulaciones. Y el Señor descubrió la limpieza y honradez de su corazón. Pidamos esa misma actitud para nosotros y tratemos de borrar y desalojar las malas intenciones que nos arrastran a la rebeldía y al rechazo.

Pidamos un corazón limpio y cargada de buenas intenciones para dejarnos acoger por la Bondad del Dios. Pidamos también paciencia para saber esperar ante el silencio de Dios y nunca desesperar. El sabe mejor que nadie qué realmente necesitamos y cuando lo necesitamos. Pongámonos en sus Manos y confiemos en su Misericordia y Amor. Amén.

viernes, 23 de noviembre de 2018

DENTRO DE MI CORAZÓN TE HAGO UN RINCÓN, SEÑOR.

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

En el templo me reuno con mis hermanos. Se supone que todos los que vamos al templo debemos ir con esa intención. O, al menos, con esa conciencia de que si tenemos un mismo Padre, somos hermanos. Y eso debe animarnos a saludarnos, a tratarnos como personas y a respetarnos con todos nuestros derechos como se deriva del hecho de ser persona. Pero, ¿sucede eso así?

Posiblemente, no hacemos del templo casa de verdadera oración, porque cuando vamos al templo por libre y no tomamos conciencia de quien nos convoca y nos une, nuestra oración quizás no sube al Padre. Se da, incluso la oportunidad de vernos en la calle y ni siquiera saludarnos. ¿Qué clase de hermanos somos? ¿Cómo es posible que tengamos el mismo Padre y vayamos, incluso sentados uno al lado del otro, y no nos saludemos en otro lugar? ¿Qué clase de hermanos somos?

Todo eso debemos irlo cambiando, porque si el templo es casa de oración, es lugar para hacernos más fraternos y vivir en la Voluntad de Dios. ¿No te parece? De otra forma, nuestros encuentros con Dios en el templo no llegan a ser verdaderos encuentros, pues si excluimos a los hermanos también excluimos a Dios. En eso basamos nuestra oración de petición hoy. Quiero hacerte un lugar dentro de mi corazón, un rincón especial y el más importante, para que desde ahí Tú dirijas mi vida según tu Voluntad.

Te lo pido todos los días varias veces cada vez que rezo el Padrenuestro, pero, confieso, que muchas veces no soy consciente. Hazme, Señor, consciente de ello y, sobre todo, que ese perdón y hacer tu Voluntad sea real y práctico cada instante de mi vida en mi vida. 

Esa es mi petición hoy, que uno a todos mis hermanos que visiten este humilde rincón y lean esta humilde reflexión. Y que, a pesar de estar lejos en la distancia, si en lo virtual nos unamos en la oración de cada día y espiritualmente nos ayudemos a ser más consciente de esa necesidad fraterna de unos para con otros. Amén.

domingo, 1 de enero de 2017

LA NECESIDAD DE ORAR

Para orar se hace necesario descubrir esa necesidad, valga la redundancia. No se puede rezar por obligación, y es malo rezar por rutina o costumbre. La oración necesita tener vida y corazón para ser vivida en la vida. No puede quedarse sólo en la palabra, porque si no aterriza y se hace obra, muere. Y si muere no da fruto.

Y eso se supera y se vence cuando la oración es el resultado de un encuentro y de una vivencia. Es el ejemplo que nos pone hoy el Evangelio. Los pastores fueron avisados de que había nacido un Niño. Se advierte que no fue avisado ningún notable. Unos simples pastores, que aquellos tiempos eran los excluidos de la sociedad. Son los pobres los primeros y los únicos que pueden asumir y aceptar la Buena Noticia de salvación.

Y eso significa que tú, si quieres también aceptar la Noticia de salvación, tienes que abajarte y ser pobre. Pobre de espíritu, humilde, disponible y generoso. No hay otro camino ni otra puerta. Es esa, la que estás intuyendo, la puerta estrecha. Porque abajarse y ser humilde no es fácil. Cuesta mucho. Pero es lo que primero hace Dios. Se hizo Hombre y se humilló ante los hombres abajándose a la misma altura que ellos y despojándose de su Divinidad y tomando todo lo mismo que el hombre menos el pecado.

Creo que eso duele más que la propia crucifixión. Siendo Dios se hizo Hombre sin ningún privilegio y aceptando todo lo correspondiente a la naturaleza humana. Sufrió, sintió sed, hambre y dolor como cualquier hombre. Ese es el Niño Dios que me he encontrado en el portal. Y el mismo que habita ahora en mi corazón. Un Niño Dios que, nació, murió y resucitó, y que ahora vive dentro de mí. En el portal de mi corazón.

Y a ese Niño Dios le pido que aumente mi fe; le pido que encienda mi corazón; le pido que me llene de fortaleza y que me ilumine para superar y vencer todas las tentaciones que el mundo me sirve y me pone en bandeja y, humillarme como Él, para ser capaz de lavar los pies a mis hermanos como Él mismo me enseñó. Amén.

FELIZ AÑO NUEVO


lunes, 4 de enero de 2016

EL IRRESISTIBLE ENCUENTRO CON JESÚS



Doy por hecho de antemano que encontrarse contigo, Señor, tiene que ser irresistible. Tu Mirada, tu Palabra y todo lo que de Ti se desprenda tiene que ser hermoso, lleno de gozo y de paz. Tiene que provocar éxtasis y amor. ¿Cómo no me ocurre eso a mí? La respuesta posible es que todavía no te he encontrado de forma plena. Porque de lo contrario hubiese experimentado lo mismo que Andrés y Juan.

Por eso, una vez más de las que todavía me quedan que pedirte, te ruego Señor que me abras los ojos, y también el corazón para encontrarme seriamente y responsablemente contigo. Necesito tu Mirada, para que mis ojos queden deslumbrados para la eternidad; necesito tu Palabra, para que mi corazón despierte de este letargo mundano que lo tiene dormido y ciego; necesito, Señor, tu Gracia, para que mi vida se levante y mi corazón arda con tu Pasión y Amor, y se esfuerce en imitarte.

Dame, Señor, la sabiduría de saber responderte y, sobre todo, esperarte. Porque yo sé que me escuchas. ¡Faltaría más! Tú tienes Palabra de Vida Eterna, y me lo has prometido. Y tus promesas siempre se cumplen. Sí, mi Señor, Tú me escuchas. Posiblemente ocurra que yo no tenga paciencia para escucharte ni para esperarte. Soy un pobre pecador que pide clemencia y perdón. No mires mis pecados, ni mis flaquezas, porque no soy digno de tu Amor, Señor.

Imploro tu Misericordia, precisamente el año que tu Roca, la que Tú fundaste en Pedro, hoy Francisco, ha proclamado en este año. Sí, mi Señor, ese Pedro, llamado Simón, que Tú cambiaste de nombre al serte presentado por su hermano Andrés. 

Cámbiame también mi nombre Señor, y transforma mi corazón, para que yo, como él, responda también a tu llamada y proclame tu presencia entre nosotros. Amén.