Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 18 de noviembre de 2021

ILUMINA MI CORAZÓN, SEÑOR, PARA QUE VEA QUE EN TI ESTÁ MI GOZO

 

Reconozco, Señor – soy un pecador – que mi vida y, por tanto, mi corazón están enfermos y contaminados por el pecado, pero, también sé – y me llena de esperanza – que Tú has venido para liberarme, en y por tu Pasión, Muerte y Resurrección, del pecado y, por supuesto, vencerlo.

Yo, Señor, consciente de ello, te pido fortaleza y sabiduría para saber conducirme por los peligros de este mundo e, injertado en Ti, superarlos dejándome conducir y guiar por la acción del Espíritu Santo que, instalado en mi corazón me conduce hacia verdes y buenos pastos que llenarán de gozo y felicidad mi alma y endulzarán mi vida.

Porque, sólo en Ti, mi Señor, podemos liberarnos del pecado y de todo aquello que nos contamina y nos separa de Ti. En Ti confiamos y tratamos de acercarnos a tu Palabra para que, llena de ella, sepamos responder con ese amor que Tú nos das y nos has enseñado. Ayúdanos, Señor, a gozar de tu presencia y a entender que esa felicidad que buscamos no está en el placer y la buena vida, sino en el amor que Tú nos das y en el que, injertado en Ti, demos nosotros también a los demás. Gracias, Señor, convierte mi corazón enfermo por el pecado en un corazón bueno y gozoso en y por amor. Amén.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

¿CONOZCO MIS TALENTOS?

 

Me pregunto, ¿conozco mis talentos? Previamente tendré que admitir que los tengo y que, por supuesto, los habré recibido. Y, dicho esto, la pregunta salta de inmediato, ¿qué hago con ellos? ¿Los empleo y utilizo para mi provecho personal, para crecer en riqueza, fama, situación social, disfrute…etc?  ¿O, por el contrario, trato de ponerlos en función y utilidad de los demás, sobre todo de los necesitados? Es a eso a lo que tendremos que responder al final de nuestro camino en este mundo.

La respuesta no es fácil ni la podremos resolver con nuestras propias fuerzas. Pidamos, pues, la Gracia de saber, primero, descubrir las cualidades o talentos que hemos recibido; segundo, la generosidad, valentía y disponibilidad de ponerlos al servicio de los más necesitados. Y, para ello, pongámonos en manos del Espíritu Santo, que nos acompaña y nos asiste auxiliándonos para que nuestra administración – de los talentos recibidos – sea debidamente utilizada y puestos al servicio de aquellos que lo necesitan.

Te pedimos, Señor, que nos llenes de tu Espíritu para que, como Tú nos has enseñado con tu disponibilidad, servicio y amor, también, nosotros, sepamos actuar, injertados en el Espíritu Santo, en ponernos, con todo lo recibido de tu Mano generosa, al servicio de los más necesitados. Amén

martes, 16 de noviembre de 2021

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN COMO EL DE ZAQUEO, PARA ESCUCHARTE Y RESPONDERTE

 

Es posible que seamos insensibles a la Palabra de Dios. Incluso, hasta el punto de ser indiferentes a su escucha y nada deseosos – más bien fríos – a buscarle y querer conocerle. Por tanto, no esperemos que los frutos aparezcan por arte de magia. Lo mismo podríamos decir de aquel agricultor que, no labrando ni abonando su tierra, esperara cosecha.

Es verdad que el Señor está presente en nuestra vida. No se va ni se ha ido nunca respondas o no. Te quiere y se ha comprometido por Amor a esperarte con los brazos abiertos, sea cual sea tu respuesta. Eso sí, espera que, como Zaqueo, tú le busques, desees encontrarle, le escuches y acojas su Palabra abriéndole tu corazón.

No te van a faltar ocasiones que te ayuden a ese encuentro. Habrá momentos de oscuridad en tu vida y experimentarás la necesidad de buscarle, de encontrarle y de pedirle luz. Luz para ver la verdad que alumbre tu camino hacia lo que realmente buscas – porque, ¿algo buscarás? – y que ansías desesperadamente. Aprovechas, pues, esas ocasiones y pídele que te dé la fortaleza, el atrevimiento y el deseo de buscarle – tal como hizo Zaqueo -  porque, en Él está eso que tú buscas, quizás en otro lugar equivocado. Confía y da el paso, pues, Él te espera. Ábrete a su Palabra. Amén.

lunes, 15 de noviembre de 2021

PIDAMOS LAS FUERZAS PARA SALTAR DEL CAMINO

 

Necesitamos saltar del camino, de ese camino que nos ciega, que nos acomoda y nos instala en la pasividad y comodidad de nuestras apetencias y placeres; de nuestras indiferencias y egoísmos; de nuestro individualismo y suficiencias. 

Discernir en qué situación nos encontramos será lo más valioso que podamos hacer, porque nos ayudará a dar ese salto de un camino estéril y cómodo a un camino – quizás más complicado – pero, más verdadero y valioso, hasta el punto que nos llevará a esa felicidad eterna que buscamos.

Es el camino que nos conduce al encuentro con el Señor, Camino, Verdad y Vida y fuente inagotable de nuestro gozo y felicidad. Descubrir, por tanto, a qué lado del camino estoy y cómo estoy será lo más importante, valioso y definitivo de mi vida. Pues, de ello, dependerá todo mi gozo y felicidad eterna. O, lo que es lo mismo, gozar eternamente de la presencia de Dios.

Por tanto, procede y es menester suplicar y pedir esa Luz que alumbre realmente nuestro camino y nos ayude a saltar en busca de quien es la verdadera Luz, Camino, Verdad y Vida. Pidamos, pues, dar el salto, pero, ¡cuidado!, nunca solos. Démoslo injertado en Xto. Jesús, porque en Él está la Luz que verdaderamente nos alumbra el camino que nos lleva a la Vida Eterna y nos permite ver. ¡Abre  nuestro ojo Señor! Amén.

domingo, 14 de noviembre de 2021

¡SEÑOR, ENSÉÑAME Y DAME PACIENCIA PARA ESPERAR TU SEGUNDA VENIDA!

 

Sostenme despierto, Señor, y dame la Gracia de perseverar sostenido en tu Palabra lleno de tu Amor. Dame la capacidad de amarte y, sobre todo de saber amarte en los demás. Porque, no puedo llegar a Ti sino a través de mi amor, a y en los demás - en ellos estás Tú - y te puedo tocar y, auxiliándolos, amarte de forma concreta y, en cierta forma visible.

Es eso, Señor, lo que deseo y quiero. Y vengo, hoy, desde este humilde rincón, a pedirte y a decírtelo con insistencia y perseverancia: Amarte en los demás que tengo a mi lado - familia - y en todos mis ambientes y circunstancias y a los que puedo ver y ayudar de forma concreta. Ayúdame, Señor, a  saber esperarte y a estar preparado cuando Tú decidas venir a establecer de forma definitiva tu Reino.

¡Señor, que yo sepa aguardar tu llegada administrando, según tu Palabra y Voluntad, todo lo que me has regalado y concedido gratuitamente en mi vida en y para beneficio y auxilio de los que más lo necesitan! Porque, lo has puesto en mis manos para que otros puedan recibirlo. Amén.

sábado, 13 de noviembre de 2021

CUANDO PIDES ES QUE ESPERAS RECIBIR

 

Pedir significa esperar recibir. Quien no espera recibir deja de pedir. Por tanto, claro está que cuando pides tienes vivas esperanza de que seas escuchado y, en consecuencia, recibas respecto a lo pedido, o, quizás más. En este caso, sorprendentemente más, porque, el Señor, sabe mejor que tú lo que realmente necesitas. Por tanto, pide sin descanso y persevera en la oración.

Y eso es lo que hoy, Señor, venimos a pedirte, la fortaleza y la voluntad de perseverar en la oración. Esa oración en y por la cual nos ponemos en contacto directo contigo y te hablamos de nuestra situación de fe, de espiritualidad, de  inconstancia, de desfallecimiento, de dudas, de egoísmos, de envidias, de deseos de venganzas, de tantos problemas que nos dificultan y obstaculizan parecernos a Ti. Porque, eso, Señor, es lo que realmente queremos, parecernos a Ti y vivir a tu estilo, amando y perseverando en la oración con nuestro Padre Dios.

Danos, Señor, la paciencia, la humildad y la sabiduría de sostenernos en la oración a pesar de nuestras dificultades y limitaciones. Incluso, Señor, cuando entra la oscuridad en nuestros corazones y perdemos tu presencia y tu cercanía. Que siempre, Señor, estemos dispuestos a insistir como esa pobre viuda que nos pone de ejemplo en el Evangelio de hoy. Amén.