Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 1 de diciembre de 2016

¡SEÑOR, SOY ROCA DÉBIL!

Tú sabes, Señor, que quiero seguirte, y que quiero construir mi casa apoyado en Ti. Pero también sabes de mis debilidades, de mis miedos y mis ignorancias. Dame la sabiduría de discernir siempre lo bueno, el bien y la verdad, que es la roca que me salva y que me sostiene en Ti. Por eso, Señor, mi fortaleza consiste en estar todo el día pegado a Ti. Porque de una u otra manera me paso las veinticuatro horas del día hablando y pensando contigo y en Ti.

Y es qué no puedo hacerlo de otra forma, ni tampoco sabría. Si me faltas Tú no sabría, a estas alturas, a dónde ir. Sin embargo, Señor, sé que te fallo y que muchas veces puedo quedarme en Señor, Señor... y mantener mis brazos cruzados. Y, quizás, abuso de tu Misericordia. Reconozco como aquel pobre publicano que no soy digno de levantar mi cabeza y mirarte. Me de fuerza y esperanza el saber y conocer tu Misericordia Infinita, esa que tu Hijo, nuestro Señor Jesús, nos ha hablado de Ti.

Padre nuestro, nos ponemos en tus Manos y te pedimos fervorosamente que nos fortalezcas, nos infundas valor y conocimiento para luchar contra las tempestades del odio, de la venganza, de la soberbia, de la vanidad, del egoísmo y de la suficiencia. Te pedimos el equilibrio y dominio de nosotros mismos para saber y poder dominar nuestras pasiones y tentaciones. Haznos, Señor, como roca fuerte y poderosa que no se mueve ante los embates de vientos y huracanes u olas del mar.

Por eso, confiado en tu Palabra te suplico que al iniciarse cada día me des esa fortaleza, paz y sabiduría para saber enfrentarme al mundo con verdadero amor y ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno, para ver a tus hijos como los ves Tú mismo y poder llegar a descubrir la bondad de cada uno. Amén.

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