Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 17 de junio de 2019

SÓLO EL AMOR NOS LLEVA A LA PAZ

Resultado de imagen de Mt 5,38-42
Todos sabemos que la venganza no cierra el capítulo del dolor. A más venganza más dolor y menos paz. El deseo de venganza no te deja descansar e incluso consumada la venganza no consigues reconciliarte con la paz y el dolor sigue presente. Ante tantos deseos de venganza y de dolor el corazón anhela descanso y paz, y esa medicina sólo la consigues con el amor.

Sólo con amor se apaga el fuego del dolor producido por la violencia y el deseo de venganza. El mundo no entiende de respuestas de amor ante el acoso violento del vengador y se defiende pagando con la misma moneda. Y ese es el gran error creer que con la violencia se apaga el dolor sufrido. Así el mundo sufre de forma interrumpida y el fuego consume el corazón humano.

Sólo la paz puede calmar ese deseo de venganza y esa es la propuesta de Jesús. Señor, desde estas humildes páginas te pedimos que inundes nuestros corazones de paz y de bondad para que, llenos de tu Espíritu, podamos avanzar en respuestas de amor ante las amenazas de violencia y sufrimiento que el mundo nos propone. Esa es la solución, más amor, menos violencia; más amor, fin de la violencia. 

Ante el amor no hay respuesta violenta. Todo se queda en calma y se establece la paz y la fraternidad, porque, ¿cómo responder con violencia ante una respuesta de bondad, de mansedumbre, de generosidad y de amor? No puede haber otra respuesta que la de corresponder con la paz y la fraternidad. 

Pidamos al Señor, abiertos a la acción del Espíritu Santo, que nuestros corazones, llenos de su Gracia, vivamos esas respuestas de amor ante las amenazas violentas que el mundo nos propone. Amén.

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