Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 21 de febrero de 2015

GRACIAS SEÑOR POR PERDONAR MIS PECADOS



Me cuesta desprenderme de mis cosas. Quizás el apartado económico sea el de menos preocupación, pues mi situación, a Dios gracias, no presenta muchas posibilidades que me permitan plantearme serios problemas en ese sentido. Si bien, la viuda pobre fue destacada por Jesús por su generosidad, aunque haya sido pequeña.

Porque lo importante no es no tener que dar, sino dar en las medidas de tus posibilidades, y en ese sentido si tengo preocupación y batalla. Siempre te cuesta desprenderte. Sin embargo, hoy quiero pensar que el dinero no es lo más importante. Porque hay otros aspectos donde si puedes ser rico, y quizás no los comparte con suficiente generosidad.

Me preocupa también como gasto mi tiempo, y en qué y cómo lo empleo; me preocupa más el esfuerzo que pueda hacer por aliviar la vida de los que nada tienen, o tienen menos que yo. Tanto material como espiritual. Me preocupa mi comodidad e instalación al margen de lo que puedan estar sufriendo ellos.

Me pregunto si realmente estoy instalado y acomodado en unas costumbres y normas, que guardo escrupulosamente, y de las que me siento esclavo y débil para romper. Me pregunto si trato de esforzarme en, no sólo dar, sino también darme en ayudar material y espiritualmente a otros que lo pasan verdaderamente mal. 

Quiero ser sincero conmigo mismo y, aún sintiendo que hago algo, me siento preocupado hasta el punto de sentirme mal. Y eso me preocupa más. Por eso, Señor, te pido fuerza y sabiduría para liberarme de las cadenas que esclavizan mi vida, y sinténdome libre, comprometerme en darme en servicio, por amor, a los más necesitados.

viernes, 20 de febrero de 2015

MOMENTOS DE SUBIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




El subir es señal de esfuerzo, pues la subida la identificamos con la cuesta, con lo empinado y duro de recorrer. En términos ciclistas las subidas son para los buenos escaladores y momentos de máximo esfuerzo para sacar distancia a los perseguidores.

La Cuaresma es, en esa línea, una subida que nos prepara para mantenernos atento y a la escucha del Mensaje de Jesús. Es una subida de conversión, que exige esfuerzo, desapego, desprendimiento y generosidad. Es subida, y toda subida se hace dura y fatigosa.

Pero, no es cuestión de emprenderla solo ni desesperanzado. Esperamos a Jesús, y con Él la esperanza del gozo y la Vida Eterna, y eso da sentido a mi vida. Ayer, un amigo agnóstico, me decía que le gustaría tener fe y vivir en la esperanza de esperar, valga la redundancia, otra vida. Pues bien, la Cuaresma es un tiempo propicio para creer y convertirse.

La fe es un don de Dios, pero un don que hay que quererlo y pedirlo. El Espíritu Santo está deseoso de dárnosla, pero necesita nuestro permiso. Y darle permiso al Espíritu es ponernos en sus Manos y abrirle nuestro corazón. Se nos ha dada esa libertad, esa libertad de elegir el bien o el mal. El Bien es el Señor. Señor de la Vida y la muerte.

Danos, Señor, la fe que necesitamos para ver la Luz de tu Palabra, y vivirla entregado tal y como Tú nos has enseñado y la has vivido. Amén.

jueves, 19 de febrero de 2015

PRESENTE QUE MIRA AL FUTURO



Es verdad que lo que importa es el presente. Pensar que me dolerá la muela en el futuro es perder el tiempo, porque llegará ese momento y es cuando hay que poner remedio. Sin embargo, se hace necesario preveerlo porque resultará irresponsable no tener en cuenta que tarde o temprano llegará el dolor de muelas.

No se trata de mortificarnos pensando lo que puede ocurrirnos más adelante, pero si de vivir el presente construyendo el futuro. ¿Y cómo se hace eso? En mi humilde opinión, supongo, debemos vivir el presente en la verdad, la justicia y buscando siempre no hacer lo que no quisiera que hicieran conmigo. 

Sería un poco tratar y esforzarme  en ser honesto, sincero, justo y humilde, y dejar salir de mi corazón todo lo que me pudre y me hace sentirme hipócrita y falso. Porque es esa basura, mis propios pecados, lo que me pierde y puede lograr que no construya el verdadero futuro, la Vida Eterna, sino que viva mi confortable presente, pero futuro de basura y perdición.

Por eso, Señor, benditas tus Palabras, porque llenan mi vida de esperanza y de paz. Bendito eres Tú, mi Señor, porque has entregado tu Vida, no se puede decir mejor ni más claro, ni más fuerte ni con más Amor. Ni tampoco se puede entregar algo más valioso. Tú, Señor, lo has y das todo por salvarme. ¿Cómo puedo yo negarte y no mirarte?

Perdona Señor mi torpeza, mi debilidad, mis fracasos, mi egoísmo, mi avaricia, mi vanidad, mi suficiencia, mi soberbia, mi orgullo. Y dame la humildad de saber quien soy y de postrarme a tus pies. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

NOS PARECE SIEMPRE LO MISMO

Tu Mano me sostiene, Señor.

Nos parece siempre lo mismo, y, también, el Maligno está interesado que así parezca. Porque esa rutina de fracasos minaría nuestra perseverancia y terminaríamos por desistir. A él, al demonio, le interesa que nos cansemos y que no veamos resultados.

O mejor, que esperemos resultados, y al no llegar, desesperemos y desistamos. Observamos que no avanzamos. Eso al menos parece, ya lo hemos comentado, pero no es así. Es una falsa apreciación, porque si avanzamos. Hoy somos mejores que ayer, porque amamos más y porque servimos mejor.

 Es verdad que cuesta apreciarlo; es verdad que la diferencia es tan mínima que llega a ser casi imperceptible, pero somos mejores. No lo dudes. Cada segundo de nuestra vida al lado del Señor respiramos su Gracia, y eso nos hace mejor. Me viene ahora a la cabeza la buena y estupenda película de: ¡Qué bello es vivir!, donde apreciamos todas las cosas buenas que se hacen casi sin darnos cuenta ni valorarlas.

Sí, Padre Bueno, cada día soy mejor por tu Gracia y por tu Amor. Y hoy quiero darte gracias por todo lo que me has dado y continúas dándome. Y experimento tu fuerza cuando hago las cosas sin darme cuenta. Ahora mismo escribo costándome esfuerzo, pero experimentando que eres Tú quien me empuja. Muchas veces no sé ni cómo soy capaz de hacerlo.

Sí, Padre Bueno, gracias porque eres Tú la Fuerza que me anima a vivir; la Fuerza que me empuja a levantarme cada mañana a la lucha de cada día; la Fuerza que me capacita, ilumina y asiste para poder vencer mis egoísmos y miserias. Gracias Dios mío.

martes, 17 de febrero de 2015

HIMNO



Hoy que sé que mi vida es un desierto,
en el que nunca nacerá una flor,
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz,
pon, Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para nunca busque recompensa
al dar mi mano o al pedir perdón,
pon, Señor, una fuente de amor puro
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. Amén


(16 de febrero de 2015, 
lunes de la semana VI del Tiempo Ordinario.  
Oración de la mañana (laudes) 

lunes, 16 de febrero de 2015

TRAS UNA PRUEBA, PEDIRÁN OTRA



Pides una prueba, y dada esta, posiblemente no dirás: "Señor mío y Dios mío", como hizo Tomás, sino que pedirás otra, o justificarás algún impedimento. Lo que tú quieres es que se haga todo tal cual tú lo deseas y entiendes. Es decir, que se haga tu voluntad.

El Señor será una caja mágica que actuará según a ti te vaya apeteciendo. Y así no lo ha querido Dios. Porque de ser así dejaría de ser Dios. La Voluntad de Dios es la que Él ha querido y ha dispuesto. Tanto nos quiere que no nos ha dejado desasistidos, sino que hemos recibido lo suficiente para, con nuestro discernimiento, llegar hasta Él.

Además, sabiendo nuestras limitaciones y debilidades, nuestro Padre Dios ha enviado al Espíritu Santo para asistirnos y fortalecernos en los momentos de tribulación y de dificultades. Se hace necesario, como decimos en el Padre nuestro, que se haga la Voluntad de Dios, y no la nuestra.

Por eso, Señor, te pedimos que nos ilumines y nos des la sabiduría de discernir y encontrar respuesta a nuestros interrogantes, para confiando en Ti seamos dóciles a tu Palabra y abramos nuestro corazón para que en él germine la semilla de la fe. Amén.

domingo, 15 de febrero de 2015

APARIENCIAS DE LIMPIEZA, PERO LLENOS DE LEPRA



Nuestra limpieza es aparente. Se esconde y no se ve a simple vista. Nos relacionamos y nadie advierte a primera vista nuestra lepra escondida. Vivimos en el pueblo, aceptados y bien considerados sin ser denunciados por nuestra lepra.

Pero, queramos admitirlo o no, estamos infectados de lepra. Lepra del siglo XXI revestida de egoísmo, de envidia, de avaricia, de satisfacciones, de placeres, de comodidades, de odios, de vicios, de riquezas, de pasiones, de malos sentimientos, de intenciones malas, de pecados. Una lepra difícil de curar, porque necesita un corazón de carne convertido por amor.

No hay médicos que puedan curarla, sino sólo Tú, Señor. Ese leproso que te busca y lo curas, tal como nos dices hoy en el Evangelio, ha sabido encontrar al médico verdadero. Yo también, Señor, quiero encontrarme contigo y pedirte que me cures. Límpiame de todas esas lepras que me invaden y me esclavizan. 

Límpiame de todas esas lepras que me someten y me ciegan arrastrándome con el lodo de este mundo perdido y ciego, que te rechaza abrazando el virus de los vicios y enfermedades mundanas. Cúranos Señor de las cadenas que nos impiden amar y nos hunden en el desamor y la confrontación. Sólo Tú, Señor, puedes limpiarnos.

Y yo confío en Ti, Señor, porque has venido, enviado por tu Padre, a salvarnos por amor. Por eso, Señor, te ruego, como el leproso del Evangelio de hoy, que nos limpies.