Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 22 de octubre de 2015

PRENDE VERDADERO FUEGO A MI CORAZÓN, SEÑOR



El compromiso nos asusta y nos obliga. Eso no nos gusta, porque en muchos momentos no nos apetece cumplir y nos invade el gandulismo y la pereza. Amén de que nos tiente el placer y el propio egoísmo. Eso enciende una lucha que nos obliga a esforzarnos y a poner todas nuestras fuerzas en ejercitar nuestra voluntad, incluso contra corriente.

Y, claro está, que eso molesta y se hace duro. Por eso, muchas veces miramos para otro lado, activamos nuestros mecanismos de defensa y justificamos nuestra actitud cómoda, indiferente y pasiva. Jesús viene hoy a espabilarnos, y a decirnos que, Él viene a salvarnos, pero no a liberarnos del esfuerzo y la lucha de cada día. Necesitamos poner nuestra total colaboración para, injertados, eso sí, en el Espíritu Santo, triunfar y ganar la guerra contra las fuerzas del mal.

Por eso, el Señor no advierte y nos dice: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra». 

Estamos avisados, y sabemos que cuando el camino se pone mal, son síntomas normales del camino. Es natural y lógico que esas cosas van a ocurrir, y que nuestro desierto personal lo tendremos que sufrir, pero sólo en él encontraremos al Señor. Dentro de esas luchas, de esas guerras y enfrentamientos podemos encontrar la verdadera paz, porque la paz del mundo no está en el mundo y sus ruidos, sino en el corazón de aquel que en el silencio de su vida es capaz de dejar todo y escuchar la voz del Señor.

Oh, Señor, danos la sabiduría de discernir y de ver la luz que nos alumbra el camino, a pesar de la lucha que cada día tendremos para avanzar firmes y seguros hacia Ti. Amén.

miércoles, 21 de octubre de 2015

DESCUBRIR TUS TALENTOS



Se ha hablado mucho de las vocaciones, y siempre ha sido un reto descubrirla. Muchas veces, por motivos desconocidos, circunstancias o mal dirigidos involuntariamente, las descubrimos tarde. Creo que una de las razones puede ser el inmovilismo. Si no participas en muchas actividades, visitas lugares y experimentas experiencias varias, ¿cómo vas a descubrir lo que te gusta o haces bien?

Se hace necesario viajar, moverse y probar diferentes actividades, deportes y experiencias que te vayan definiendo que es lo que mejor haces. También en las que te encuentras más a gusto y experimentas que llegan a otros y le hacen bien. Entonces vas conformando que tu vocación está en eso.

A veces, por ir mal orientado, o por no poner el esfuerzo necesario, te quedas estancado y despierta un poco tarde, cuando quizás ya todo se hace cuesta arriba y más difícil de alcanzar. Pero, como dice el refrán, nunca es tarde, si la dicha es buena. Aquí diríamos: "nunca es tarde, si se puede hacer el bien". Porque eso es lo verdaderamente importante. A veces, los caminos, que creemos hubiesen sido los acertados, no son los mejores. Y otras veces ocurre lo contrario. Lo importante es donde nos encontramos ahora en el presente, y qué podemos hacer.

Por todo ello, pidamos al Señor la luz necesaria para ver, para discernir dónde y cómo podemos trabajar por transmitir ese gozo y felicidad que llevamos dentro. Porque se trata de eso, de dar a conocer ese torrente de felicidad esperanzada que sentimos en lo más profundo de nuestro ser, y que nos hace, todavía más dichoso, el compartirla con todos los quieran hacerlo.

Evangelizar no es hablar de una noticia, o de una doctrina, o de un camino. Evangelizar es hablar de una vida que se está viviendo en ese mismo momento. Es hablar del presente y de la felicidad del instante, y de invitar a vivirla también a otros. Porque eso es lo que todos buscan y quieren.

Danos, Señor, esa virtud y capacidad de saber y poder transmitir lo que vivimos, y que esa vivencia sea la Vida de la Gracia vivida en Ti por tu Amor. Amén.

martes, 20 de octubre de 2015

SERVIR + SERVIR + SERVIR= AMAR



Nuestro Señor Jesús no vino a traer una solución, sino a traer la única y verdadera Solución para el mundo y para la convivencia justa y en paz para todos los hombres. El amor arreglaría todo, porque amar es servir, y servir es desear lo mejor y el bien y la verdad para todos los hombres. Y en esas coordenadas todo quedaría arreglado, porque todos pondríamos nuestras riquezas y nuestros talentos al servicio de todos los hombres.

Y estando todos en la misma actitud, amándonos, es decir, sirviéndonos, díganme, economistas, políticos y demás eruditos y profesionales del mundo, ¿qué problemas tendríamos? Sería simplemente cosas de dar cauce y forma a la vida laboral y social, que haciéndolo desde el amor, es equivalente a hacerlo desde la justicia y la verdad. ¡Claro!, eso molesta a los que piensan de otra forma, y buscan, no servir, sino servirse de los demás. Pare ello necesitan someterlos y esclavizarlos, e intentan vivir en un mundo de fuerzas de poder y riquezas.

Y aparecen las injusticias, las mentiras, las desigualdades, las explotaciones y esclavitudes. Y se empeñan en decir que el amor es mentira, y que la Palabra de Dios es también mentira. No es nada nuevo, porque eso ya lo decían también en tiempo de Jesús y a Jesús. Y siempre lo han dicho aquellos que buscan vivir en la mentira. Tratan de confundir y de hacer ver que la verdad es mentira. Así pueden confundir y conseguir sus objetivos.

Hoy, desde este humilde rincón de oración, pedimos luz y fuerzas, para no desfallecer y continuar en la lucha por mantener la actitud de servir, y de construir en el servicio un pueblo más justo y verdadero. Servir que es también aceptar. Aceptar tus limitaciones, tu pobreza, tu circunstancias y conformarte con lo que has recibido. Siempre deseando progresar, pero nunca más de lo necesario para vivir y alabar a Dios, ni para atesorar riquezas y bienes que le falten a otros.

¡Señor!, te pedimos esa Gracia, que nos ilumine, nos mentenga vigilantes y nos descubra que el verdadero camino por donde encontraremos la verdadera felicidad se esconde en el Amor.

lunes, 19 de octubre de 2015

LA MEJOR RIQUEZA: EL AMOR



Nuestra afición natural es almacenar riquezas. Somos propensos a coleccionar, y hacerlo con los bienes y riquezas nos encanta. Pensamos que somos más poderosos y felices teniendo riquezas y bienes, y, por supuesto, nos gusta coleccionarlos.

Pero, el problema no es ese, sino el fin y el motivo de esas colecciones. Porque en cuanto sus fines sean para compartirlas con los que no tienen nada y lo necesitan, el fin es buenísimo, pero en cuanto sean para guardarlas y atesorar de forma egoísta, no sirven para nada. Las riquezas y bienes encarcelados no sirven de nada ni para nada. Son como basuras echadas al fuego. Acaso, sólo dan calor por unas horas.

Son gozos temporales, caducos, que como espejismos se diluyen en el vacío sin apenas disfrutar su presencia. Quedan pronto en el olvido. El Evangelio de hoy, (Lc 12,13-21), nos habla de ese problema, pero el corazón del hombre sigue embotado, endurecido y ciego sus oídos. No reacciona, y entrega su corazón al esfuerzo de almacenar riquezas pensando en que en ellas se esconde la felicidad.

Grave error, porque una felicidad temporal y finita no es una felicidad plena. Y cuando se trata de alcanzar felicidades a medias y caducas, hacemos mal negocio. Porque pronto quedamos sumidos en la tristeza y la desdicha. Se hace necesario almacenar riquezas que realmente valgan para tener vida plena y eterna, y ese tipo de riqueza es el amor.

Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine, y nos dé la sabiduría de saber coleccionar tesoros que nos sirvan para la verdadera vida, la que dura para Siempre. Tesoros revestidos y adornados por el verdadero amor, que siempre está reluciente y brilla eternamente.

Danos, Padre del Cielo, la sabiduría de discernir el verdadero valor, del verdadero, valga la redundancia, tesoro que nunca muere y va con nosotros a la verdadera vida vivida en el gozo eterno en la unidad contigo. Amén.

domingo, 18 de octubre de 2015

CUANDO TE DISPONES A SERVIR TE OLVIDAS DE TI



La cuestión es que servir exige renuncias y olvido de ti mismo. Hablamos del servicio voluntario, del servicio sin gratificaciones, del servicio ofrecido simplemente por amor. Porque cuando trabajas por gusto, como decimos vulgarmente, lo haces por amor. No puedes encontrar otra razón, aunque no lo entiendas ni lo sepas.

Todo lo que haces, voluntariamente y gratuito, por tus hijos y familias, ¿por qué lo haces? ¿Por amor al arte? Lo haces por el compromiso que tienes con ellos. Pues bien, eso se llama amor. El amor es un compromiso. Es lo que nos dice Jesús hoy en el Evangelio. Él ha venido a darnos su vida para salvarnos, y lo hace de forma voluntaria y por amor, siguiendo la Voluntad del Padre.

También a nosotros se nos pide lo mismo. Servir por amor, no por ambición de poder y riquezas. Pero nuestra condición humana, y, por tanto, pecadora, nos lo pone muy difícil. Ya cayeron en la trampa los apóstoles. Sobre todo, Santiago y Juan, y también todos nosotros. Y eso puede resultar ser bueno, porque esa debilidad nos hace depender del Señor; nos hace necesitar al Señor; nos hace seguir al Señor y dejarnos invadir por la acción del Espíritu Santo, para que nos ayude, nos asesore y nos guíe por el camino de la renuncia y el servicio.

Pidamos al Señor las fuerzas necesarias para renunciar a todo interés y beneficio que obstaculice nuestra actitud despegada de servir a los demás, sobre todo a nuestros enemigos. Danos, Señor, la Gracia de poner todo nuestro entusiasmo en servir a tu estilo, renunciando a nuestros apegos y apetencias.

Es fácil decirlo y suena muy bien, pero somos conscientes de lo difícil de llevarlo y vivirlo en nuestra vida. Por eso, sabiendo nuestras debilidades y pecados, te pedimos, Señor, que nos ayudes a servir como a todos nosotros nos gustaría. Amén.

sábado, 17 de octubre de 2015

UNA VEZ MÁS Y TODAS LAS QUE HAGAN FALTA



No me cansaré de repetirlo, y malo sería que me cansara. Aumente mi fe, Señor. Y también mi confianza, porque experimento que me falta mucha fe y confianza.

Imagino que mi vida sería totalmente diferente si tuviera una fe como un grano de mostaza. Recuerdo que Tú ya me lo dijiste en una ocasión, Mt 17,20. Pero necesito oírlo muchas veces. Oírlo y repetirlo sin parar ni cansarme. También, Tú me lo propones y me animas a no desfallecer cuando me hablas en la parábola de la aquella viuda y el juez injusto, (Lc 18, 1-8).

No me voy a callar, Padre Bueno, y continuaré pidiéndote que esa fe y confianza en Ti, me ilumine y me dé la Gracia de creer en Ti fuertemente con la confianza que tuvo Abraham y Jacob.

Dame, Señor, la fe que necesito para servirte y vivir toda mi vida en y según tu Palabra. Soy consciente de mis debilidades. Un día sí, y otro también, tropiezo con y en la misma piedra. Experimento que estoy parado y que apenas adelanto. Mientras, a mi derredor, muchos samaritanos pidiendo ayuda, y yo quieto, impasible, o mirando para otro lado. ¿Qué puedo y debo hacer, Señor?

Aclárame el camino y dame la fuerza para recorrerlo llevándolo a mi vida. A la que tengo y vivo ahora, en estos momentos. Sí, soy débil, y mi corazón está esclavizado, encadenado a las pasiones y apetitos que inundan mi corazón de muchas cosas., pero Tú, Señor, puedes liberarme.

Y yo quiero dejarme liberar por Ti. Sólo por Ti, porque eres el Único que puedes hacerlo de verdad. No quiero las promesas falsas de un mundo mentiroso que, ni puede y engaña. Quiero sólo tu Palabra y tu Promesa en y con la que me dices que has venido a liberarme y lo demuestra entregando la vida por mí.

Dame, Señor, tu Gracia. Amén.

viernes, 16 de octubre de 2015

CLARO, SIENTO TEMOR DE NO CORRESPONDERTE,SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Camino confiando por tu Bondad y Misericordia. Sé que eres un Padre Bueno porque Jesús, Tu único Hijo Verdadero, me ha revelado tu incondicional amor en la parábola del hijo prodigo. Y yo me identifico con ese hijo tuyo que, desobedeciéndote, ha dejado tu Casa y, no haciéndote caso, se ha marchado al mundo esperando encontrar el él la felicidad que negabas encontrar en Casa de tu Padre.

Me ha costado darme cuenta, como nos sucede a todos. Necesitamos una experiencia que nos descubra la realidad de nuestra vida, y el verdadero camino de la felicidad que tanto buscamos. Nos vendamos los ojos en la medida que nos alejamos de tu Casa, y nos dejamos deslumbrar por el espejismo de falsas realidades que el mundo nos ofrece. Todo es mentira apoyado en una hipocresía disfrazada de verdad.

Por eso, Señor, consciente de los peligros que nos acechan, y de nuestras debilidades, queremos pedirte hoy que no permitas que abandonemos tu Casa. En ella encontraremos lo que realmente anhelamos, aunque en muchos momentos sea duro comprenderlo y entenderlo. Nos basta solo la fe y la confianza que Tú nos das, Señor, porque todo lo que haces por nosotros es bueno y nos hace felices.

Protégenos, Señor, porque experimentamos miedo y temor de perdernos. Nos has regalado la vida, pero quizás nos sepamos conservarla hasta que Tú vuelvas a buscarnos. Tememos derrocharla y perderla para siempre, y vivir, eso es lo peor, alejados de Casa para siempre.

Por todo ello, te rogamos Señor que nos mantengas unidos a esa buena masa que son tus hijos, nuestros hermanos, y que apoyados unos en otros, sepamos amarnos, ayudarnos y vivir según tus mandatos. Amén.