Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 16 de septiembre de 2016

LA MUJER EN LA IGLESIA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Se constata un hecho, hay más presencia de mujeres que hombres en la Iglesia. Los ministerios de pastorales parroquiales son llevados por mujeres, y creo que esa es la tónica general de la Iglesia. No lo afirmo, pero creo, salvo error, que es la tendencia en todas partes aunque haya alguna excepción. 

Si puedo afirmar que en mi parroquia ocurre eso, abundan las mujeres: el ministerio de liturgia lo llevan las mujeres, no hay ningún hombre; la catequesis ocurre lo mismo; yo soy el único hombre que doy catequesis prebautismal y a adultos. En estos días, mañana concretamente, se agrega un hombre más. Espero que haya perseverancia y continúe. Y todos los demás servicios están ocupados por mujeres.

Eso no quiere decir que haya algunos hombres que colaboran y hacen algo. Sobre todo en algunos movimientos, pero la abundancia es femenina. Y en el archipiélago canario ocurre lo mismo por lo general, aunque en algunas parroquias hay bastantes hombres. Y digo esto porque creo que la mujeres tiene un papel muy importante en la Iglesia, y tan importante que hasta en el Evangelio, Lucas destaca este pasaje de un día de trabajo, pudiéramos decir, en el que Jesús recorre pueblos y ciudades acompañados de los doce y varias mujeres.

La mujer ocupa un lugar de relieve en la vida pastoral y evangélica dentro de la Iglesia, y su aportación a lo largo de la historia eclesial ha sido relevante. ¡Bendita mujeres!, empezando por la Madre de Dios, de la que tanto hablamos y queremos. Madre en la que se apoyó la Iglesia en sus primeros días de vida después de la Ascensión de Jesús a los Cielos.

Pidamos al Espíritu Santo que continúe suscitando vocaciones religiosas y seglares de mujeres en la Iglesia que trabajen para sostenerla tanto en el orden material como espiritual. Mujeres santas y doctoras de la Iglesia que aportan testimonio y vida a la Iglesia. Pero también que despierte en los hombres vocaciones sacerdotales que aviven la Iglesia de savia nueva, rejuvenecida y activa que den testimonio de la Buena Noticia de Salvación.

Porque la Iglesia es el reflejo de Dios en la tierra, y no sólo el hombre, ni tampoco la mujer lo reflejan, sino ambos, porque Dios es la imagen semejante del hombre y la mujer. 

jueves, 15 de septiembre de 2016

MARÍA, TAMBIÉN MADRE MÍA

Nuestra Señora de Los Volcanes. Patrona de Lanzarote.


María comprometió su vida hasta las últimas consecuencias. No podía ser de otra forma, porque su Sí significaba eso, toda tuya Señor hasta el final. De la misma forma que el Hijo, encarnado en su seno, se comprometió voluntariamente a la Voluntad del Padre hasta el extremo de dar su Vida por la redención y salvación de cada uno de los hombres y mujeres del mundo.

Jesús ha redimido al mundo, pero la redención ha empezado por María y en María. Ella ha dado su seno para que el Hijo se encarnara en Naturaleza humana, despojándose de su Divinidad, sin dejar por eso de tener también Naturaleza Divina, pero no usándola sino igualado en todo al hombre menos en el pecado. María, madre de los Dolores, soportó su compromiso con fidelidad, obediencia, paciencia, humildad y perseverancia hasta la última hora al pie de la Cruz.

María, Madre también nuestra, ayúdanos a soportar con humildad, paciencia, obediencia, perseverancia y fidelidad los avatares y caminos que la vida nos proponga y disponga con la disponibilidad que tú misma abrazaste para abrirte a la acción del Espíritu Santo. María, Madre de Dios y también Madre nuestra, que al pie de la Cruz recibiste ese encargo de tu Hijo en Juan, el discípulo amado, danos la fortaleza que tú has sostenido en el Espíritu Santo para llegar hasta esos últimos momentos al pie de la Cruz.

Intercede por nosotros para que también seamos capaces, por la Gracia y Misericordia de Dios, llegar a brindar todos los instantes de nuestra vida en ofrecimiento y oración constante por, no sólo cumplir, sino vivir el Amor de Xto. Jesús injertado en lo más profundo de nuestro corazón. 

Contigo a nuestro lado esperamos encontrar apoyo y cuidado maternal de Madre que nos acompaña, nos espera y aguarda para, junto a ti, seguir la huella de tu Hijo Jesús hasta el pie de la Cruz. Amén.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

SÓLO EN LA CRUZ Y POR LA CRUZ NOS LLEGA LA SALVACIÓN




En ese momento, Señor, que eres levantado en la Cruz, quedamos rescatados y liberados de nuestros pecados. Porque, Tú, en ese madero, crucificado, te entregas a la muerte para nuestra salvación. ¿Es qué valgo mucho para Ti, Señor? Porque no se puede entender de otra manera.

Yo, pequeño, miserable, indiferente e incluso osado y necio que se ríe en tu propia cara de tu Amor, de tu Sacrificio, de tu Palabra y de tu Pasión. Y que pasa indiferente ante tu Muerte. ¿Cómo se explica que Tú mueras por mí? ¿Y que estés dispuesto a perdonarme y a salvarme si decido arrepentirme? Y es que en la medida que sigo preguntándome interrogantes, cada ve entiendo menos.

Sin embargo, Señor, presiento que lo que Tú dices va en serio. Y más en serio, Señor, que eres el Hijo de Dios, porque nadie puede amar como amas Tú. Y porque sólo con esa forma de amar nos puedes salvar, porque sólo salva el Amor. Por todo eso, hoy te pido sabiduría para entender tu Amor y tu Misericordia. Y no es que pretenda entenderlas, porque me basta tu presencia y tu Palabra. ¿A dónde voy a ir, Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

En el mundo sabemos ya lo que podemos encontrar. Cada día se estropea más y se hace viejo. Pero, sobre todo, si se aparta de Ti queda a la deriva y vaga sin rumbo, perdido y sin más horizonte que la muerte. Tú, Señor, sin embargo, has dado Tu Vida por cada uno de nosotras. Ayúdanos a responderte, a caminar en tu Palabra y a servirte por amor sirviendo a los hermanos. 

Ayúdanos a cargar con nuestra cruz, nuestras pequeñas cruces, y, soportándolas, llevarlas hasta nuestro propio Gólgota, y, en la muerte, unirnos contigo, Señor, para permanecer para siempre en la alegría, felicidad y el gozo de tu presencia. Amén.

martes, 13 de septiembre de 2016

BAUTIZADOS EN UN MISMO ESPÍRITU



Tras nuestro Bautismos quedamos incorporados al Cuerpo de Cristo. En Él formamos un sólo Cuerpo y cada uno de nosotros somos sus miembros. Y cada miembro ha de tener su función propia. Pablo, en su carta a los Corintios 12, 12-14. 27-31a. nos describe esta realidad. La pregunta que nos surge ahora es descubrir cuan es nuestra misión como miembro de ese Cuerpo de Cristo.

Y en esa actitud y necesidad te pedimos, Señor, que nos ilumines y nos des la sabiduría de descubrir nuestras actitudes y cualidades recibidas, es decir, nuestros talentos, para ponerlos al servicio de los demás. Porque, ocurre, que muchas veces queremos hacer las funciones que son para otros y para la que nosotros no estamos preparados. Es de vital importancia saber cual es mi misión y para la que he sido vocacionado.

Porque todos no vamos a ser apóstoles, a hacer milagros, ni a curar enfermedades, ni a ser maestros...etc. Cada cual tiene su empeño y su misión, porque se trata de todos ser misioneros, pero de diferentes clase de misiones. No todos podemos estar en lugares recónditos, inhóspitos, lejanos o cercanos. También en la ciudades, en los pueblos, en las parroquias y en todas partes se necesitan misioneros.

Y en cada lugar hay multitud de servicios y necesidades. De modo que hay que estar en las escuelas, en los hospitales, en las parroquias, en los trabajos, en el ocio y diversión, en las acogidas, en las enfermedades, en y con los marginados, pobres, descarriados...etc. Hay muchos carismas, y descubrir cada uno el suyo es la mayor y más hermosa tarea que tenemos. Descubrirlos para ponerlos al servicio de los demás.

Por eso, Señor, te pedimos que nos enseñes a ser compasivos y a darnos cuenta, como te ocurrió a Ti con esa pobre viuda de Naim, de las necesidades de los que se cruzan en nuestros caminos y en nuestras vidas. amén.

lunes, 12 de septiembre de 2016

SEÑOR, AUMENTA MI FE



Cuando se cree no se duda. Se cree que esto va a pasar y ya está. Sin embargo, mi fe, aunque quiere creer y lo cree, siempre mantiene esa duda dentro de sí, y es lo normal y lógico. Porque la fe no la podemos comprar, ni siquiera adquirir. La fe es un don que da Dios y que yo, por eso, le pido encarecidamente.

Sí, experimento que tengo más fe, porque en el tiempo lo noto. Creo que ahora me costaría mucho dejar al Señor, pero también siento el peligro de instalarme y acomodarme a unas prácticas, unas reflexiones y unas casi costumbre que, quizás, me hacen sentir bien. Pero eso no basta. La fe implica algo más. Es un riesgo que demuestra que se cree, porque cuando tú crees en alguien arriesgas hasta tu vida por ese alguien.

En ese sentido, creo, que nos invita el Papa Francisco a meter líos hasta el punto de arriesgarnos. Porque la fe complica y mete en líos. Supongo que fue una complicación para aquel centurión recabar la ayuda de Jesús. ¿Un centurión romano creyendo en el Dios de los judíos? Podía verse complicado si eso trasciende. Y mira que ha trascendido hasta el punto que se repiten sus palabras en todas las misas de la Iglesia.

Señor, aumenta mi fe y dame la fortaleza y el valor de comprometerla, de proclamarla y de arriesgarla. Y no se arriesga sólo poniéndola en peligro, sino reflejándola en tu vida con el servicio, la escucha, la comprensión y la caridad. La fe se enciende en la medida que tu corazón queda prendido por y de ella. Y al prenderse quema todo lo que se le acerca. Se nota una fe viva. Así se notó la del centurión que la sacó a relucir por su siervo gravemente enfermo.

Danos, Señor, ese don de la fe. Una fe viva, disponible, entregada, servicial, amorosa, caritativa, compasiva, solidaria y misericordiosa, para que, sacándola a la calle, los demás puedan verla. Amén.

domingo, 11 de septiembre de 2016

UN CORAZÓN MISERICORDIOSO COMO EL TUYO, SEÑOR



Mi cabeza no piensa así; mis criterios son otros; mi justicia es limitada y no alcanza la misericordia que Tú me presentas, Padre, necesito cambiar. Mejor, necesito que me cambies, porque yo no puedo. Soy como el hermano mayor y me cuesta recibir a mi hermano que regresa fracasado. No soy capaz de verme a mí mismo como pecador. Me experimento justo, mejor que él.

No entiendo como compartes con publicanos y pecadores. Ellos no lo merecen. Son los desechos de la sociedad. Nosotros somos los herederos a los que está destinado el Reino de Dios. ¡¡Que ciegos estamos, Señor!! Perdona nuestra ceguera y nuestra necedad. Ten Misericordia de nosotros.

Porque, ¿quién verdaderamente necesita médico? ¿Los buenos o los malos? El sentido común y la lógica nos responde que los malos. Es decir, los enfermos, los perdidos, los pecadores. Y eso es lo que hace Jesús, porque ha venido a curar y salvar a los enfermos, a los perdidos y pecadores. Esas son las ovejas perdidas, las que se alejan y quedan a merced de los lobos del mundo. ¡¡Sálvanos, Señor!!

Por eso te pedimos, Señor, un corazón misericordioso como el tuyo, Señor. Capaz de perdonar por encima de lo que es justo o no lo es: Capaz de perdonar por encima del pecado y de la sin razón. Un corazón abierto a la misericordia y al perdón. Danos, Señor, la Luz de poder entender tu Gracia y todo lo que nos has dado gratuitamente. Danos la virtud de sentirnos agradecidos, porque eso hará que te reconozcamos como Señor y Dios nuestro.

Y también nos ayudará a vivir en tu presencia, cercanía y Palabra y a experimentar que sólo el amor nos acerca a la verdad haciéndonos libres. Porque sólo Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

sábado, 10 de septiembre de 2016

CULTIVA MI VIDA, SEÑOR, PARA QUE MIS FRUTOS SEAN BUENOS




Todo labrador espera buena cosecha. Con esa intención cuida su siembra regándola y mimándola con buena tierra y abonos. Espera frutos buenos y vigila para que nada los pueda estropear. Así, Señor, quiero yo que mi vida sea cuidada. La pongo en tus Manos para que seas Tú, mi Señor, mi Labrador, Dueño y Señor de mis pobres y humildes frutos.

Por mi parte, por la autonomía que Tú me has dejado, quiero e intento hacer el esfuerzo de mantener mi tierra limpia de impurezas, de malas hierbas y de parásitos que la puedan contaminar y debilitar su esperada cosecha. Quiero conseguir los mejores frutos para Ti, mi Señor, y me esfuerzo en comprometer mi vida en ese objetivo.

Pero, también, sé que sólo Tú eres el buen Labrador que todo lo que siembras y cuidas da y exiges frutos. Y, por eso, Señor, quiero poner mi propia tierra en tus Manos y Presencia, para que, por tu Gracia, la cosecha sea abundante y dé buenos frutos, los frutos que nacen de tu Misericordia y Amor. 

Gracias, Señor, por tanta espera y tanto Amor, que me animan a seguir ofreciéndote mi pobre y humilde tierra, para que, por tu Gracia, dé una cosecha abundante y buenos frutos. Y sea construida y apoyada en roca firme, que la sostenga y la mantenga en los momentos de tormentas y tiempos duros. Amén.