Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 11 de junio de 2017

DIOS: COMUNIDAD DE AMOR

La Buena Noticia nos dice que Dios es Amor. Precisamente, por ese Amor, Dios nos ofrece la salvación, que consiste en Vida Eterna llena de gozo y plenitud a su lado. Para ello, Dios nos lo demuestra enviado a su Hijo y pagando, con su Pasión y Muerte, el rescate por todos aquellos que creen en Él.

De ahí la importancia de la fe. No se trata de una opción, sino de una decisión en la que nos jugamos la vida. No una vida temporal, sino una Vida Eterna. Es decir, para "Siempre". Y eso es lo que aprovechamos ahora pidiéndoselo al Señor y apoyándonos en su propuesta y promesa - Mt 7, 7-8 -.

Sí, Señor, te pedimos la fe y que nos la vayas aumentando cada día, hasta el punto de que seas Tú quien vivas en mí y yo en Ti. Y tu sentir, Señor, sea también mi sentir. Y tu Amor sea mi amor. Y que no pueda vivir sin darme, renunciando a mí mismo, tal y como lo haces Tú. Porque, sé, Señor, que yo no puedo, pero contigo y en Ti lo puedo todo, pues para Ti nada es imposible.

Con esa esperanza termino esta humilde reflexión. Pero antes, te pido, Señor, frutos de fe y esperanzas para todos los que nos disponemos en unas horas celebrar y participar en una convivencia que empieza sobre las 20 horas y terminará el domingo a medio día. Señor, que tu Palabra entre en nuestros corazones y nos inunde de paz y fe, para, llenos de Ti, te llevemos con nuestro humilde vivir y obrar, a todos los que se cruzan en nuestras vidas.

También pedimos oraciones a todos los que nos visitan, para que el Espíritu Santo derrame su Gracia, no sólo en nosotros, sino en todos aquellos que se abren a su acción. Amén.

sábado, 10 de junio de 2017

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN GENEROSO

De nada me vale rezar y tener una agenda de piedad bien repleta, si no deja en la bandeja la mitad de mi vida. Porque, de no ser así, todo mi obrar y sentir estará en función de cuidar mi imagen, aunque las apariencias indiquen otra cosa, y de buscar un reconocimiento, honor y gloria de mi persona. Porque, tu vida se sustentará en una falsa piedad.

Una piedad se hace verdadera cuando su oración tiene eco en mi vida, y se vacía en la bandeja del amor y la generosidad. Una piedad, muestra y transmite su verdadera cara cuando su relación con el Señor se apoya en su relación con los hermanos. Porque lo uno sin lo otro pierde todo su sentido y suena hueco y falso. 

Está claro, Señor. Hoy queremos pedirte que nos cambie nuestro corazón. Te pedimos y recordamos tu promesa - Mt 7, 7 - en la que nos animabas e invitabas a pedir en tu Nombre al Padre. E insistimos que nos quite este corazón egoísta, cómodo, desinteresado, distraído, indiferente e individual, por un corazón más humano, más voluntarioso y fuerte más decidido al compromiso y a no quedarse resignado o quieto. Queremos un corazón más parecido al Tuyo. Tú nos lo has prometido y nosotros respondemos insistiendo y abandonándonos en tus Brazos.

Sabemos que todo depende de tu Gracia, pues nosotros no podemos. Pero, también sabemos, que Tú nos quieres y has enviado a tu Hijo para enseñarnos el Camino, y ayudarnos a recorrerlo según tu Voluntad. Y es eso, sólo eso, lo que queremos pedirte hoy. Volvemos a insistir, porque, cambiado el corazón, lo demás vendrá por añadidura. Amén.

viernes, 9 de junio de 2017

EL SACERDOCIO DEL MESÍAS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Resultado de imagen de Salmo 110

De David.                                                     

"Oráculo de Yahveh a mi Señor: 

Siéntate a mi diestra, 
hasta que yo haga de tus enemigos 
el estrado de tus pies.

 2.El cetro de tu poder
 lo extenderá Yahveh desde Sión: 
¡domina en medio de tus enemigos! 

3.Para ti el principado 
el día de tu nacimiento,
 en esplendor sagrado desde el seno, 
desde la aurora de tu juventud. 

4.Lo ha jurado Yahveh 
y no ha de retractarse: 
«Tú eres por siempre sacerdote,
 según el orden de Melquisedec.» 

5.A tu diestra, Señor,
 él quebranta a los reyes el día de su cólera;
 6.sentencia a las naciones, 
amontona cadáveres,
 cabezas quebranta 
sobre la ancha tierra. 
7.En el camino bebe del torrente, 
por eso levanta la cabeza." 

jueves, 8 de junio de 2017

LA CARNE ES DÉBIL

No podemos perder de vista nuestras debilidades, porque son con ellas con las que juega y baraja el demonio. Y aprovecha esos momentos que desfallecemos y somos débiles. La carne nos pesa, nos arrastra y es fácilmente seducida por las tentaciones. La vida es una lucha entre lo que creemos que debemos hacer y lo que no debemos hacer. Y nuestra flaqueza es el peligro de romper esa buena intención que anida en todos los corazones de hombres y mujeres.

El amor es precisamente eso. Está para dar vida y amar esa vida. La pasión nos atrae. Toda clase de pasiones encienden nuestro ánimo y nos disponen a satisfacernos. Sin embargo, sabemos que no todo está bien y debemos controlarnos. Esa es la lucha y lo que regula nuestra convivencia y nuestra paz. No debemos saltarnos las reglas, porque eso desenfrena nuestro apetito y rompe nuestro equilibrio. Así, muchas pasiones mal empleadas avivan nuestros egoísmos y generan desequilibrios y rupturas. Sobre todo en el ámbito matrimonial.

La vida está para respetarla y cuando se antepone la pasión sexual, por ejemplo, se mata en el tiempo de la fertilidad. Todo está pensado para nuestro disfrute y equilibrio. Nada está para fastidiarnos ni para hacernos sufrir, sino para todo lo contrario, para fortalecernos y darnos gozo y alegría. Aunque, primero, haya que sufrir o resistirnos a nuestros primarios deseos. 

Porque esa es la prueba del único y verdadero amor. Aquella donde tú te das, respetas, renuncias, soportas, acompañas, comprendes, escuchas, te solidarizas, eres fiel y sufres por amor. Ahí se esconde tu libertad y también tu gozo, alegría y vida eterna. Esa es la Voluntad del Padre, la que nos ha enseñado nuestro Señor Jesús en esos momentos angustiosos en el Huerto de Getsemaní. La que vivió Él y la que ofreció como redención por salvarnos a todos nosotros.

Pidamos que sepamos entender esa lucha de cada día, y, sobre todo, llenarnos de sabiduría, de paciencia, de paz, de alegría, esperanza y fe. Amén.

miércoles, 7 de junio de 2017

LA ESPERANZA EN LA RESURRECCIÓN

Líbranos, Señor, de caer en la tentación de la incredulidad. Líbranos, Señor, de caer en la tentación de seguir los dictados de nuestra razón en la cosas referente a Ti. Líbranos, Señor, de caer en la tentación de interpretar tus Palabras adaptándolas a nuestra limitada razón. Porque, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Ábrenos, Señor, la mente para entender tu Palabra, y el corazón para creer en ella, a pesar de que no podamos entenderla. Porque, Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida, y la esperanza de nuestra Resurrección. En Ti, Señor, creemos y en Ti nos abandonamos y ponemos todas nuestras esperanzas, pues tu Palabra nos revela la Resurrección y la eternidad: «Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error». 

Gracias, Señor, por el don de la Fe. Gracias por los dones del Espíritu Santo, y gracias por abrirnos nuestro entendimiento para creer en tu Palabra. Tú, Señor Jesús, eres la Palabra de Dios. En Ti se concreta y se realiza todo lo que se dice en las Escrituras y Tú das testimonio con tu Vida y tus Obras. Danos sabiduría, fortaleza y paz para continuar nuestro camino en intimidad y sincronía con tu Palabra y Voluntad.

También, Señor, reviste nuestro corazón de humildad y sencillez, para que sepamos ponernos al servicio de los más necesitados y soportar las embestidas de los soberbios y los suficientes. Que sepamos darles ejemplo y testimonio, no sólo de palabra sino también con nuestra vida. Amén.

martes, 6 de junio de 2017

Y NOSOTROS, ¿PAGAMOS NUESTRO TRIBUTO?

No se trata de pagar tributos, es una manera de adentrarnos en la reflexión-oración, sino de corresponder a todo lo que hemos recibido y esperamos recibir. Porque, dentro de nuestro corazón vive la aspiración de la felicidad. Una felicidad eterna, porque temporal no nos sirve. Y la conseguimos en la medida que nuestros frutos estén fertilizados con la semilla del amor.

Pues bien, esa huella está indeleble impresa en lo más profundo de nuestros corazones. No la podemos ignorar ni tampoco borrar. La sentimos y experimentamos irremediablemente, y luchamos para conseguirla. Es irrevocable. En ese sentido, nuestros frutos serán determinantes y vitales. Y en ese sentido, tenemos que dar a Dios, fin último de nuestras vidas, los frutos que Él espera de cada uno de nosotros.

Porque no hay otro Camino. Por mucho que queramos recorrer otros, siempre estaremos en el mismo, porque nuestra aspiración es la felicidad eterna. Es nuestra moneda y la que debemos pagar a nuestro Dios. Pero, por su Amor, nos ha hecho libres para responder según decidamos. Y está en nuestro haber esa posibilidad de saber elegir y de contribuir con nuestros frutos a ganárnosla.

Bien, es verdad, que, por mucho que nosotros queramos, nada conseguiremos sin su concurso. Todo nos viene del Señor, y, sólo con Él y su Gracia, conseguiremos superar todas las dificultades que la vida nos presenta para llegar a Él. Por lo tanto, pidamos esa Gracia y esa Fuerza para saber devolver libremente todo lo recibido y acoger todo lo prometido por Amor. Porque, nada nos pertenece ni nada merecemos. Todo nos ha sido dado por verdadero y único Amor.

Por eso, Señor, te pedimos desde este humilde rincón, la sabiduría de saber responderte ofreciéndote todos los frutos que has puesto en nuestras manos y, humildemente, hacerlo con verdadera libertad y por amor. Dispón, Señor, de toda nuestra libertad y condúcenos hacia Ti. Amén.

lunes, 5 de junio de 2017

SEGUIMOS NEGANDOTE, SEÑOR, TUS FRUTOS

El hombre siente deseos de agradar y de darse. Darse en frutos que le haga experimentar su utilidad, sus derechos y dignidad. El hombre experimenta vergüenza cuando vive de balde. Quiere rendir y ganar su sustento dando buenos y ricos frutos. Eso es lo que siente en su corazón, y no hacerlo le hace sentirse mal y experimentarse traicionado a sí mismo.

Sin embargo, recibiendo todo prestado en alquiler, no advierte su obligación de responder a ese regalo y compromiso, con buenos frutos. Y, exigiéndoseles, no sólo no los entrega, sino que se rebela y se propone matar a quien venga a exigírselos. Esta es la historia de la salvación. Desde el Éxodo hasta la tierra prometida. Liberados y llevados a una tierra de leche y miel, el hombre duda, se rebela y exige para él sus propios frutos según sus ideas y proyectos.

Se repite lo de Adán y Eva. No nos conformamos con lo que Dios nos ha regalado, sino que pensamos que nosotros podemos hacerlo mejor y buscar, por nosotros mismos, un paraíso mejor. Nos apartamos de Dios y rechazamos a su enviado. Al Hijo, que nos viene a traer la Buena Noticia de Misericordia que nos salva y nos da la oportunidad de recapacitar y regresar al Infinito y Misericordioso Amor de Dios.

Pero, no escuchamos y seguimos negándole y matándole con nuestra negativa respuesta, con nuestras malas intenciones; con nuestras murmuraciones y egoísmos. No nos damos cuenta que nuestros caminos no son buenos caminos. Son caminos de perdición y de mentira. Y lo malo es que, a pesar de tanto recorrido y travesía, continuamos sin darnos cuenta. Ante todo esto, sólo una petición:

Señor ábrenos los ojos y suaviza nuestro corazón para,
llenos del Espíritu Santo, podamos descubrir que
Tú eres el Dueño y Señor de nuestra viña
y a Ti debemos entregarte nuestros
frutos como esfuerzo de 
nuestro trabajo.
Amén.