Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 12 de febrero de 2018

ME FÍO DE TI, SEÑOR

Experimento que no siento esa curiosidad ni deseo de indagar o buscar razones ni testimonios que me hablen de Ti, Señor. Ni tampoco buenas lecciones que me descubran tu Rostro. Y no es que no sean buenas y me ayuden, sino que me basta contigo Señor y en Ti me abandono. Es como si no me hiciera falta nada más. Sólo Tú me basta. He visto tanto ya que me fío de Ti, Señor.

A estas alturas no podría vivir sin contar contigo. El mundo sin Ti, Señor, sería un absurdo y un gran disparate. Tú le das sentido a todo y orientas mi vida. Tú eres la razón de mi vivir cada día, y, aunque no estoy a la altura que esperas de mí, sin tu presencia estaría vacío, desorientado y perdido. No me importan ni busco pruebas ni milagros. No me interesa ver ni comprobar nada. No es que los deseches o sea indiferente a ellos, sino que me basta el saber que Tú estás presente en mi vida.

Y, aunque no hayan milagros, ni testimonios, yo seguiría confiando en Ti. Sé, también, que soy débil y toda mi fuerza se puede venir abajo, por eso procuro estar cerca de Ti y no desfallecer en suplicarte que aumentes mi fe. Necesito tu Gracia cada día y en cada momento, porque el camino es duro y frágil nuestros pasos. Necesito, Señor, que tu Gracia me fortalezca y me dé paciencia y fe.

Ahora, Señor, que pronto empieza la Cuaresma, te pido que me des serenidad, confianza, paciencia y perseverancia. Mucha paz, Señor, para sostenerme entre las tentaciones y las ofertas, que las apetencias del mundo se te presentan, y las satisfacciones por las que las pasiones te arrastran y quieren someterte. Porque, todo eso pasa, es papel de fumar que se quema y deja vacío, y sólo Tú te sostiene y eterniza. Aumenta, Señor, mi fe y fortaléceme en la esperanza.

Impulsa mi vida, Dios mío, e ilusiona mi camino para que, a pesar del fango, la dureza y las dificultades con las que tropiezo, sostenga siempre la firmeza y la esperanza de continuar la lucha sin desfallecer. Amén.

domingo, 11 de febrero de 2018

¿CONOCES TUS LEPRAS?

Posiblemente, la lepra se haya erradicado, pero sigue vigente y muy común otras clases de lepras, incluso más dañinas y letales que la propia enfermedad de lepra. Y necesitamos conocerlas para poder acudir al único médico que nos puede sanar. De no saberlo no experimentaremos la necesidad de médico y nos quedaremos presos y sometido a nuestras propias lepras.

Se hace necesario descubrirlas para presentarlas al médico. Y lo podemos hacer en la presencia del Espíritu Santo, que nos asiste y auxilia con sus dones de sabiduría e inteligencia para descubrir nuestras lepras y acercarnos al Señor para que nos sane. ¿Acaso, no es una lepra nuestra soberbia? ¿Y nuestro egoísmo? ¿Y también nuestra avaricia, envidia, deseos de venganza y odio...etc?

Son lepras de nuestra época marcadas por el progreso y tantos adelantos técnicos y científicos que elevan nuestro orgullo y ansias de poder y riqueza. Nuestras adicciones a las drogas, alcohol, sexo y otros vicios que nos somete y nos esclavizan. Lepras que, erradicada en la mayor parte del mundo la natural, nacen otras que están siempre presentes en nuestro vivir de cada día. Lepras que nos impiden amar y nos  dejan tristes, insatisfechos y vacíos.

Porque, nuestra tendencia natural es amar. Estamos hechos para el amor y necesitamos amar para ser feliz. Pero, las lepras de nuestra vida, rencor, envidia, orgullo, soberbia, egoísmos, riqueza...etc., nos lo impiden. Y nos dejan mal, porque en el fondo lo único que nos hace feliz es el amar y ser amado. Y el único médico que nos puede curar es Jesucristo. En Él están todas nuestras esperanzas, y a Él acudimos cuando despertamos y conocemos nuestras verdaderas lepras que nos hacen impuros y nos alejan de Él.

Señor, hoy ponemos nuestros corazones en tus Manos, y te suplicamos, como ese leproso que se acercó a Ti, que nos limpies y nos libere de todas nuestras esclavitudes que nos someten y como lepras incrustadas en nuestro corazón nos amenazan con arrancarnos de Ti. ¡Salvanos Señor!

sábado, 10 de febrero de 2018

TODO LO BUENO LO MULTIPLICA EL SEÑOR

Jesús multiplica nuestras pobres y humildes oraciones; Él convierte en verdadero pan nuestro pobre y limitado esfuerzo, nuestros fracasos los transforma en éxitos. Nuestras preocupaciones por los que están enfermos las convierte en alivios y sanaciones. Él continúa haciendo milagros. Él hace fructificar nuestra escucha y atención al que lo necesita. Él está presente en todos nuestros actos y nos lo engrandece y multiplica para que den de comer al que está hambriento.

Confía en el Señor y entrega tu corazón al noble esfuerzo de amar. Porque el amor es la buena Noticia de salvación que trae Jesús. El amor salva y establece la paz y la concordia fraterna entre los hombres. El amor es la semejanza entre Dios y los hombres, porque Dios es Amor. Y no tengas miedo, porque el Señor está siempre contigo. Él terminará l que tú no puedas terminar, y también lo multiplicará. Él dará sentido a tu vida y la orientará multiplicando sus frutos. 

Porque, Jesús, el Señor, es el primero y principal protagonista de tu vida, y también el primero que se preocupa por ti y por los problemas y necesidades de los demás. Y camina contigo acompañándote en el día a día y asistiéndote en el trabajo para aliviar el problema de los más necesitados y carentes de lo necesario para vivir.

Gracias, Señor, por estar presente y por manifestarte en los actos de cada día; gracias, Señor, por caminar junto a nosotros y multiplicar todos nuestros inútiles y pobres esfuerzos. Gracias, Señor, por convertir nuestras humildes obras en grandes y buenas obras, valga la redundancia, para y por los que las necesitan. Gracias, Señor, Gracias.

Pero, gracias también, Señor, por darnos tu pan. Ese pan transformado en oración, en fe, en alimento espiritual, en aliento de esperanza y en perseverancia. Ese pan comunitario con los hermanos, tanto en nuestras parroquias y comunidades, como virtuales en los diferentes grupos de Facebook o blogs. Gracias, Señor, porque ellos nos alimentan, combaten nuestras fatigas y continuo camino que, abandonado en tus Manos, nos llevan hacia el encuentro gozoso, pleno y eterno contigo. Amén.

viernes, 9 de febrero de 2018

UN PROBLEMA CANDENTE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Es algo que lleva tiempo pasando, muchas personas están alojadas en residencias. No son aptas para vivir en familias, pues necesitan una serie de atenciones que la familia moderna no puede darles. Me para en eso de moderna, pues me llama la atención. La modernidad está siempre relacionada con el progreso y los adelantos. Pero, en esto de las familias no parece del todo un adelanto.

Hay muchos ancianos, que ya no se sabe a que edad se es anciano, que sufren la lejanía y separación de sus familias. No se les aguantan en la familia, porque la familia tiene que viajar, tiene que descansar, tiene que divertirse, y el anciano no aguanta ni soporta ese ritmo. Ya no sirve ni para cuidar y quedarse al cargo de otros más pequeños, pues se han hecho grandes. Ahora, el tracto es él y ya no sirve. Mejor, lo apartamos y lo ponemos en una buena residencia.

Pero, no se trata de comodidad, ni de estar bien atendido. Se trata de la familia, mi familia. No se puede establecer la residencia en casa. No se puede nadie dar al que se dio antes en su juventud. ¿Cómo se entiende el amor?  ¿Se recibe, pero no se da? ¿O se da y se recibe? ¿Dónde están las prioridades? ¿Se pone primero el viajar, el divertirse, el trabajo y la producción que la atención al enfermo? 

Son cuestiones candentes que nos desafían y miden nuestro amor, y sobre todo nuestra fe. Porque, cuando se trata de amar hay que estar dispuesto a morir. Y morir significa dejar todo lo que aparentemente nos parece que nos va a llenar de éxito, gozo y felicidad, y buscar el bien del otro, desechando lo que egoístamente nos atrae y nos gusta, por lo que realmente esconde el verdadero gozo, felicidad, que nos dará lo que buscamos y queremos. Nuestro mayor éxito, la Vida Eterna.

Eso es lo que realmente nos enseña el Señor y lo que, hoy, Dios mío, te pedimos. Danos un corazón generoso y entregado al servicio por los demás. Un corazón que se preocupe por servir y darse. Un corazón que no se acomode ni se acostumbre a pedir, pero no a ser y hacer. Sácanos, Señor, de esa peligrosa rutina y comodidad. Amén.

jueves, 8 de febrero de 2018

TU MÉRITO SER LIBRE Y CREER EN JESÚS

Si tenemos algún mérito, aunque por descontado que todo nos ha sido dado por Dios, es que hemos sido creados libre para poner, libremente, nuestra confianza en Jesús, el Hijo de Dios. No cabe ninguna duda que Dios ha querido contar con nuestra colaboración, para ello nos ha creado libres, y quiere dejar a nuestro libre albedrío la elección de nuestra salvación o condenación.

Por eso, todo, hasta cierto punto, depende de ti. Dios ha querido dejarlo en tus manos y, aunque cuentas con su ayuda, si decides seguirle y optar por Él, tu salvación está en tus manos. Eso no significa que tú puedes salvarte, sino lo que trato de decir es que tu salvación depende de que tú quieras ponerla en las Manos del Señor. Porque, sólo Él puede salvarte.

Pero, todo eso dependerá primero de que tú, porque el Señor te ha dado la libertad, le elijas y decidas creer en Él y seguirle. Por todo ello, la Fe es fundamental. Una fe que nos exige fiarnos de su Palabra y seguirla tratando de vivirla en todos los momentos de nuestra vida. Una fe que nos alimenta y pone toda nuestra confianza en que el Señor nos acompaña, nos escucha, nos cuida y protege y nos salva. Una fe que vemos que realiza el milagro de sanarnos y liberarnos del demonio, tal es el caso de la hija de esta mujer pagana fenicia de Siria.

Es verdad que la fe no la podemos adquirir en ningún sitio, ni tampoco conseguirla con prácticas o adoctrinamientos. La fe es un don de Dios y tenemos que pedírselo, suplicarle que nos la dé y aumente y perseverar pacientemente. La fe es un camino y proceso que iremos recibiendo, por la Gracia de Dios, en la medida que confiemos y nos abandonemos en sus Manos. En la medida que nuestros corazones se pongan humildemente en el camino del Señor y se abandonen a su Voluntad.

Te pedimos, Señor, que nos aumente nuestra fe. Te pedimos, Señor, que nos fortalezcas para vencer las dudas y las tribulaciones que el mundo nos pone en el camino, y que veamos que sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 7 de febrero de 2018

MI CORAZÓN ESTÁ HERIDO

No está el peligro en el exterior, sino dentro de mí. Por tanto, mi conversión se libra en mi interior, porque es ahí donde también está mi tesoro y mi salvación. Dentro de mi corazón se libra la batalla de mi conversión, porque en él se cuecen todas las tentaciones y malicias que me pueden apartar del auténtico camino de salvación. Se hace necesario reparar mi corazón.

Y eso me es imposible para mí. Necesito la Gracia de Dios para que mi corazón se convierta y expulse todo el mal que en él se cuece. Por eso, desde este humilde rincón de oración pido para que nuestros corazones sean transformados en corazones nuevos, limpios de toda impureza que les pueda contaminar. Porque, no es cuestión de actos externos, ni de palabras que nos vienen de afuera, sino de todo lo que entra en nuestros corazones y anida en ellos. Eso es lo que los estropeas y los pervierte.

Porque, un corazón contaminado y pervertido arroja contaminación y perversión. No puede dar lo que no tiene, y si ha guardado y abonado malos frutos, dará eso, malos frutos cargados de malas intenciones y de perversión. Luego, lo importante es purificarnos interiormente, porque lo que viene de afuera no nos perjudica. De la misma manera que entra se elimina. Pues, es en el corazón donde radica nuestra bondad y desde afuera no se puede contaminar, pues no llega a su interior.

Por lo tanto, pidamos sabiduría y fortaleza para mantenernos puros y limpios interiormente. La Eucaristía es el alimento que nos sostiene y nos guarda de toda mala intención. Frecuentémosla, al menos semanal, los domingos, y de tener oportunidad y poder, cada día. Es nuestra fuerza y nuestra roca, donde nos apoyamos y nos convertimos en fortaleza inexpugnable que, el pecado, no puede derrumbar.

Danos, Señor, el coraje, la valentía y la perseverancia de sostenernos en la fe y confianza en tu Palabra, para, guiados por ella no desviarnos del Camino, la Verdad y la Vida que Tú, Señor, nos muestra. Amén.

martes, 6 de febrero de 2018

RENÚEVA MI CORAZÓN, SEÑOR, CADA DÍA

Sin darnos cuenta nos hacemos viejos y nuestro corazón, si no se renúeva, se endurece. Y, en la media que nuestra vejez nos aparta del trajín del mundo, nuestro corazón, también envejecido, se duerme y paraliza alejado de la actividad que lo rejuvenece y lo sostiene encendido. Necesito despertarlo y ponerlo en el camino para que siga latiendo y rejuveneciéndose.

Porque nuestra alma no envejece, y nuestro corazón, aunque maltrecho físicamente, unido a nuestra alma se mantiene joven y firme. Pero, necesita savia, savia nueva inyectada del Corazón y del Costado de Cristo. Savia que lo vitalice y lo sostenga activo y renovado. Esa es nuestra petición de hoy, Señor, manternos firmes, jóvenes y renovados en tu Amor.

Porque, el Amor tiene muchos aspectos y matices que sirven para hacer el bien. El amor es misericordioso, pues si le falta la misericordia queda mutilado y enquistado en un amor exigente y radical. El amor es comprensivo, paciente, escuchante e integrador. El Amor nos viene del Señor y de Él nos nutrimos y nos miramos. Si el Señor acoge a todos y mira lo fundamental, no nos paremos nosotros en lo accidental, pues heridos por el pecado buscamos satisfacernos y escondernos en nuestras apetencias y egoísmos.

Te pedimos, Señor, que nos renueves nuestros corazones y nos limpies de nuestros pecados que se esconden en segundas intenciones y en falsos preceptos. Tratamos de eludir nuestra responsabilidad con falsas e hipócritas costumbres para escapar de nuestros compromisos con el cuarto mandamiento según las tradiciones de nuestros antepasados. Y ahora, quizás ponemos en lugar de esas tradiciones, nuestras nuevas formas de vivir, consumir, viajar. Detrás de esa frase "yo también tengo derecho a vivir" se esconde una actitud de autoengaño que quiere justificar nuestras responsabilidades.

Danos, Señor, la fortaleza, la sabiduría y la valentía de ser fieles a nuestro compromiso de Bautismo y de contemplar la vida como un camino donde responder a nuestros compromisos, conforme a tu Voluntad y según tu Palabra, sea nuestra prioridad, responsabilidad y cumplimientos. Amén.