Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 16 de mayo de 2018

NO SOMOS DE ESTE MUNDO, PERO ESTAMOS

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En el bautismo dejamos de pertenecer a este mundo de pecado. Estamos en el mundo porque nuestra humanidad pertenece al mundo humano, pero no formamos parte de él en cuanto el mundo se opone y rechaza el amor de Dios. Entre los tres peligros del alma se citan al mundo, al demonio y la carne, pues bien, el mundo es un peligro que vive cada día en constante amenaza contra aquellos que creen y siguen al Señor. Por eso decimos, en ese sentido, que no pertenecemos a este mundo.

Hoy tenemos la Palabra del Señor Jesús, que siempre se cumple, de que ruega al Padre para que nos proteja mientras andamos por este mundo: No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad. Y eso nos da confianza y seguridad. Sabemos que no estamos solos y que con la Gracia del Espíritu Santo, enviado por el Padre, podemos vencer todos los obstáculos que el mundo nos presenta.

Por eso, Padre, te pedimos que nos des paz, sabiduría y fortaleza para superar todas las tentaciones que le mundo nos ofrece capitaneado por el Maligno. Tienen fuerte poder de seducción y nuestra débil naturaleza humana se siente atraída e inclinada a dejarse tentar por estas apetencias propias de su naturaleza que le alejan de tu amor y de ser dócil a tu Palabra.

No queremos, Padre, obedecer al mundo sino ser fieles a tu Palabra. Sabemos de las dificultades y por eso no queremos quedarnos solos y a merced del mundo, sino estar contigo y junto a Ti. Y eso lo conseguimos cuando estamos reunidos con los hermanos en la comunidad. Cuando participamos en la liturgia Eucarística y perseveramos unidos en la oración. Así somos fuertes y el mundo no puede con nosotros.

martes, 15 de mayo de 2018

LAUDES DEL MARTES (de la tercera semana)

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Himno

Cantemos nuestra fe y, al confesarla,
unidas nuestras voces de creyentes,
pidamos al Señor que, al proclamarla,
inunde con su luz a nuestras mentes.

El gozo de creer sea alegría
 
de servir al Señor, y su Palabra
simiente en crecimiento día a día,
que al don de su verdad el mundo abra.

Clara es la fe y oscuro su camino
de gracia y libertad en puro encuentro,
si crees que Jesús es Dios que vino,
no está lejos de ti, sino muy dentro.

Legión es la asamblea de los santos,
que en el Señor Jesús puso confianza,
sus frutos de justicia fueron tantos
que vieron ya colmada su esperanza.

Demos gracias a Dios, que es nuestra roca,
sigamos a Jesús con entereza,
 
si nuestra fe vacila, si ella es poca,
su Espíritu de amor nos dará fuerza. Amén.

lunes, 14 de mayo de 2018

LO IMPOSIBLE DE LA MISIÓN

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Hay misiones que siendo difíciles no son imposibles. Y que con esfuerzo y voluntad llegan a ser realidad. Sin embargo, hay una que es imposible lograrla por nosotros mismos. Se trata de esa misión de amar. Amar al hombre, hasta ahí parece posible, pero cuando se habla de incluso al enemigo, la misión se pone imposible. Porque, el hombre, tocado y herido en su naturaleza, no puede amar a aquel que es su enemigo. Les será imposible hacerlo por su propia fuerza.

¿Acaso te ves en la posibilidad de amar a aquel que te hace la vida imposible y busca todo lo que te hace mal y te perjudica? ¿Cómo amar al que intenta fastidiarte y robarte todo lo que estimas y quieres? Imposible para el hombre, pero no para Dios. Su Hijo, nuestro Señor Jesús lo hizo durante su paso por la tierra, y en el momento cumbre de su historia, condenado y clavado en la Cruz por el hombre, elevando su mirada y su oración al Padre, pidió perdón para todos aquellos que, con nuestros pecados, le habíamos condenado.

Si Él lo hizo, tú, en Él y asistido por el Espíritu Santo, también puedes hacerlo. Él no nos manda nada imposible, porque en, por y con Él podemos superar todo. Por eso, ese mandato del amor está dentro de nuestras posibilidades si permanecemos en Él. Ahí está la clave. Él sabe ciertamente quien eres y cómo eres, y así te quiere. Sólo pretende apartar de ti lo que es malo y no da frutos buenos, para que puedas dar esos buenos frutos que están en ti. La misión es, por tanto, posible.

En esa confianza pidamos al Padre en el nombre del Hijo que nos dé paz, sabiduría y fortaleza para que, llenos del Espíritu Santo podamos cultivar en nuestros corazones esos frutos que Él espera de cada uno de sus elegidos. Danos, Señor, esa capacidad de dar todo lo que tu Amor ha sembrado dentro de nosotros. Que no seamos desobedientes a tu Gracia y demos al mundo esos frutos que Tú has sembrado dentro de nuestros corazones. Amén.

domingo, 13 de mayo de 2018

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Resultado de imagen de De la oración de Laudes del domingo de Ascensión

Himno

"No; yo no dejo la tierra.
No; yo no olvido a los hombres.
Aquí, yo he dejado la guerra;
arriba, están vuestros nombres."

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones, sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que, al irme, se va conmigo
la cautividad cautiva.

El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha,
El padre ya os ha sentado
 
conmigo, a su derecha.

Partid frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea.
Vosotros marcáis mi hora.
Comienza vuestra tarea.
 (de la oración de Laudes del domingo de Ascensión)

sábado, 12 de mayo de 2018

DANOS NUESTRO PAN DE CADA DÍA

Resultado de imagen de Jn 16, 23-28
Una gran parte de nuestra vida dependemos de nuestros padres. Poco o mucho, todos hemos recibido, al menos en los primeros años, lo necesario para vivir y crecer. Y si en algunos casos no han sido nuestros padres, otros han ocupados sus puestos para ayudarnos y darnos lo que nuestros corazones necesitan para continuar latiendo.

De cualquier forma, todos hemos recibido la vida. Es es el gran don, sobre todo hoy, que está amenazada por el aborto, y que, de tener unos padres que no la respetan podemos vernos condenado a la muerte antes incluso de nacer a la luz de este mundo. En este sentido contamos ya con un gran regalo de nuestro padres que nos la han respetado.

Se experimenta un gran gozo cuando caemos en la cuenta de ese inmenso regalo que es la vida, y todo lo que en y con ella nos viene dado. Vida y todo lo demás que se nos da de forma gratuita, no para nuestro aprovechamiento y conveniencia, sino para darla y compartirla con aquellos que más lo necesitan por carecer de todo o casi todo. O por sus debilidades y poca resistencia a las tentaciones y seducciones de este mundo.

Al inicio de cada día, cuando levantamos el corazón hacia nuestro Padre y rezamos la oración que nos enseñó el Hijo, nuestro Señor Jesucristo, pedimos que nos dé el pan de cada día. Ese pan que necesitamos para alimentarnos, tanto físicamente como espiritualmente. Posiblemente pongamos más énfasis en lo material que espiritual, pero necesitamos tanto lo uno como lo otro. Quizás más lo espiritual, porque ese alimento es el que nos llevará al encuentro con el Padre.

Y tengamos muy presente que el Padre no escucha y nos atiende si lo pedimos en nombre y a través del Hijo.Pero, nos dará lo que nos conviene, según su Voluntad, porque Él es el que sabe lo que realmente es mejor para nosotros. Debemos aceptar su Voluntad como buenos hijos, lo mismo que cuando niños hacíamos los que nuestros padres nos decían, porque ellos siempre buscaban nuestro bien. Y nade mejor que nuestro Padre del Cielo sabe lo que realmente necesitamos. 

Haz, Señor, que nuestra voluntad sea siempre tu Voluntad, y danos la paz, sabiduría y fortaleza para, no seguir nuestra pobre e ignorante voluntad sino la Tuya, que es la que el Espíritu Santo nos alumbra y a la que nos impulsa. Amén.

viernes, 11 de mayo de 2018

LA ALEGRÍA DE VIVIR EN LA VERDAD

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.



Todos sabemos que la verdad es alegre y descansa en la conciencia, que nos hace sentirnos satisfechos y en paz. Pero, también sabemos que la verdad acarrea en muchas circunstancias problemas y sufrimientos. Sin embargo, eso no es obvio para dejar de sentir alegría y esperanza. El creyente y seguidor de Jesús sabe que el camino es duro y que la cruz hay que cargarla sobre sus hombros, pero, también sabe que al final espera eso que busca, la felicidad eterna.

El camino de la Cruz es un camino ascendente. Es un camino de penurias y sufrimientos, pero su final es de alegría y resurrección. Así fue la Pasión del Señor, y así será también la pasión de cada creyente y seguidor de Jesús. De nada vale reír y cantar en este mundo con una alegría adulterada, falsa y engañosa, que no se sostiene ni es permanente. De nada vale vivir unos días de vinos y rosas si detrás viene el sin sentido, la vergüenza, el deshonor, la mentira y el desastre.

Esa es la esperanza del creyente en Jesús. Su camino, a pesar de los contra tiempos y renuncias, está lleno de alegrías y esperanzas, porque, como el ejemplo que pone Jesús en el Evangelio de hoy, la mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo, también nosotros caminamos esperanzados en el momento de la verdad, donde todo lo sufrido será una inmensa alegría y gozo eterno que dejará los momentos de sufrimientos terrenales en el olvido. Realmente, vale la pena seguir al Señor, porque Él es el verdadero Camino, Verdad y Vida.

Y eso es lo que hoy, junto a tu Madre María, también, por tu Gracia, Madre nuestra, te pedimos, Señor. Junto a ella, Madre de los apóstoles y esposa del Espíritu Santo y Madre de la Iglesia, queremos seguirte sin desfallecer ante las tentaciones y pruebas a que el mundo nos somete, y recibir, por medio de su orientación y guía, los dones del Espíritu Santo, para fortalecidos en ellos combatir los peligros del camino. Amén.

jueves, 10 de mayo de 2018

UN MUNDO DISTRAÍDO Y SEDUCTOR

Resultado de imagen de Jn 16,16-20, según Fano
Vivimos en medio de una selva. Una selva donde el peligro nos acecha en cada esquina, una selva donde las disputas, los enfrentamientos y las guerras amenazan con romper la convivencia y sembrar la discordia y la muerte. Hay muchos lugares donde la vida es una quimera y camina pendiente de un hilo, y otros, aunque en apariencia reina la paz, se vive en la injusticia, en la mentira y en el poder.

Hay también un mundo donde los inocentes son condenados sin previo aviso y sin defensa propia. No se les deja ni nacer ni levantar la mano para protestar. Un mundo donde el rey es el egoísmo y el placer. Un mundo donde, a los ya avanzados de edad, se les presenta la jubilación del cuerpo y se les condena a la muerte por inutilidad. Un mundo absurdo donde el amor ha sido cambiado por la productividad y los intereses económicos.

Y dentro de este mundo estamos también nosotros, Señor. Nosotros que queremos vivir como Tú nos has enseñado y donde el amor es lo primero. ¿Cómo permanecer en este mundo sin Ti, Señor? Si Tú te vas nos quedamos desorientados y vencidos. Te necesitamos, Señor. Y en esa esperanza de volverte haber dentro de poco nos atrevemos a continuar la lucha sin cuartel que nos impone este mundo destrozado por el afán de poder, de riqueza y de placer.

Danos, Señor, la fuerza y sabiduría para sostenernos en tu Amor; danos, Señor, la perseverancia para resistir los embates de la concupiscencia que este mundo nos presenta como su mejor regalo; danos, Señor, la esperanza de sabernos acompañado por Ti y en espera de tu regreso y de confiar en que al final toda esta lucha, tristeza y sufrimientos se convertirán en gozo y plenitud eterna. 

Con estos sentimientos y fundadas esperanzas, confiados en tu Palabra, Señor, que siempre ha tenido fiel cumplimiento, y apoyados en la comunidad, donde compartimos nuestra fe y nuestros ánimos para continuar el camino, te damos gracias, Señor, por tu presencia y por tu Amor. Amén.