Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD

Resultado de imagen para Mt 1,18-24
Señor, quiero hacer tu Voluntad, pero me encuentro con muchas dificultades que me someten y me impiden hacerla. Me reconozco débil y pecador, y convencido que sin Ti, Señor, no podré cumplirla. Pero, yo, Señor, quiero dejar que Tú, que lo puedes todo, hagas de mi pobre corazón un corazón manso, humilde, comprensivo, generoso y, sobre todo, amoroso como el Tuyo. Un corazón semejante al Tuyo capaz de amar como Tú, Señor, me amas.

Esa, Señor, es mi esperanza, y eso, Señor, es lo que te pido y quiero. Dame la fortaleza y la voluntad de no desfallecer y de estar siempre dispuesto a levantarme de mis caídas, de mi tedio, de mi comodidades y egoísmos. Porque, yo, Señor, quiero seguirte, no de cualquier manera, sino siendo coherente con mi vida.

 Confieso, Señor, que tus planes  para conmigo me dan miedo y me asustan, porque, me exigen renunciar a todo eso que me apetece, me supera y que me tienta. y me descubren mis cruces del camino.

Y experimento que mis fuerzas, esas que Tú me has dado y, por lo tanto, dependen de mí, me fallan. Y tomo conciencia que hasta en eso, Señor, te defraudo. Perdóname, Señor, y dame la Gracia de resistir y perseverar. Amén.

martes, 17 de diciembre de 2019

INCORPORADOS A TU PUEBLO, SEÑOR, POR EL BAUTISMO

Resultado de imagen para Mt 1,1-17
También yo, Señor, y tú, que quizás leas esta humilde reflexión, estamos incorporados a Cristo Jesús por medio del sacramente del Bautismo. Por tanto, de alguna forma podemos decir que formamos parte de esa genealogía de Jesús al quedar incorporados a él por el sacramento Bautismal.

Gracias, Señor, por este Infinita Gracia que no merecemos y, reconociéndonos indignos de recibirla te pedimos que nos des la fortaleza para cumplirla y darle respuesta en el recorrido de nuestra vida. Danos, te lo pedimos, Señor, el don de la fe para perseverar con esperanza en tu Palabra dando respuesta a ella en y con mi vida.

Haz, Señor, que mi pobre vida, sometida por el pecado, sea liberada por tu Gracia y coherente con mi vida, de tal forma que mi palabra se corresponda con ella. ¡Señor, en ti confío y en tus Manos abandono toda mi vida. Amén.

lunes, 16 de diciembre de 2019

¡YO, SEÑOR, ACEPTO TU PALABRA Y TU AUTORIDAD

Resultado de imagen para Mt 21,23-27
No entiendo en este momento mi vida sin la presencia del Señor. Claro que eso no significa que hay muchas cosas que no entiendo ni que me superan. Sé que soy un pobre hombre cada vez más en la medida que se acerca mi decrépito y mi alegra, aunque eso suponga dificultades y sufrimientos, que experimente mi pobreza y me vea más débil, frágil y, por tanto, pecador.

Supongo que vendrán días de más compromisos y hasta riesgos, pero confío en que el Señor me dé fortaleza, voluntad y ánimo para superarlos. Él sabe donde están mis debilidades y conoce todo lo que a mí concierne mejor que yo, y yo confío en Él. Las palabras de Pedro - Jn 6, 68-69 - resuenan también en mi corazón. Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna.

¿Qué me ofrece el mundo? Nada de lo que puede darme el mundo puede satisfacerme plenamente, pues detrás de él me espera la muerte. Una muerte sin esperanza. Sólo Tú, Señor, das la vida y una Vida de Eternidad. Por eso, Señor, yo confío en tu Palabra y pongo en ella toda mi esperanza. Creo que el bautismo de Juan viene del Cielo y prepara tu Camino, tu Verdad y la Vida. Juan nos anuncia tu llegada y contigo, Señor, el Reino de Dios. Porque, Tú, Señor, eres el Reino de Dios. Eres el Camino, la Verdad y la Vida.

Por todo ello, Señor, yo te pido que me des la fe para creer en Ti y esperar en tu Palabra a pesar de las dudas y de las dificultades que se vayan presentando en mi vida. Sé, Señor que todo está bajo tu poder y que si Tú lo permites es lo que mejor nos conviene. Necesito, Señor, esa fortaleza y paciencia para saber esperar y perseverar bajo la autoridad de tu Palabra. Porque, Tú, Señor, eres el Hijo de Dio, el Mesías esperado para salvarnos. Amén.

domingo, 15 de diciembre de 2019

LAUDES DEL III DOMINGO DE ADVIENTO

Resultado de imagen para Preparemos los caminos del Señor


H I M N O

Preparemos los caminos
-ya se acerca el Salvador-
y salgamos, peregrinos,
al encuentro del Señor.

Ven, Señor, a libertarnos,
ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas
y no tardes en venir.

El rocío de los cielos
sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido,
hecho niño, va a nacer.

De los montes la dulzura,
de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora
la venida de Emmanuel.

Te esperamos anhelantes
y sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro
y que vengas a reinar.

Consolaos y alegraos,
desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
él es nuestra salvación.
Laudes -III Domingo de Adviento

sábado, 14 de diciembre de 2019

¡SEÑOR, DAME LA CAPACIDAD DE VERTE!

Resultado de imagen para Mt 17,10-13
Por mucho que me esfuerce y que lo intente, nunca podrá entenderte, Señor, y menos descubrirte. Un Dios todo poderoso no lo puedo imaginar en una Persona pobre e indefensa como un cordero llevado al matadero. Así mismo ha sido descrito en la Sagrada Escritura: Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca - Is 53, 7 -. Nos resulta inexplicable descubrir un Mesías así y, poniéndonos en el lugar de sus contemporáneos, comprendemos que también para nosotros hubiese sido imposible de comprender. 

Valoramos la fe y el confiar en su Palabra que tuvo María y los apóstoles al seguirle. Y lo valoramos porque, ahora también nosotros estamos en esa situación. No ha cambiado mucho. Hoy muchos cristianos están dando su vida por confesar su fe en Jesús, y la Iglesia continua perseguida hasta el extremo de arriesgar la vida de muchos cristianos en algunos lugares del mundo. También en nuestras ciudades se hace cada vez más confesar tu fe y presentarte como católico.

Hoy tenemos más ventaja pues le conocemos porque la santa Madre Iglesia nos lo ha transmitido y nos lo revela a través del Evangelio. Y, porque, también tenemos el testimonio de muchos cristianos que dan su vida por su fe en Jesús, el Hijo de Dios. Y, experimentamos que, a pesar de todo ello, nos resulta difícil aceptarlo, pues en el fondo de nuestro corazón nos gustaría más un Dios poderoso y fuerte que sometiera a los pueblos y dominara el mundo. Un Dios que impusiera su justicia y su verdad.

Sin embargo, Señor, Tú te has presentado pobre, manso, humilde y sin poder, como un hombre cualquiera y sencillo. La única diferencia que eres Dios, un Dios amoroso y misericordioso y que por Amor nos das la gloria y la salvación. Amén.

viernes, 13 de diciembre de 2019

CONFRONTACIÓN E INTERROGANTES

Resultado de imagen para Mt 11,16-19
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Dentro de ti hay una lucha interna entre el bien y el mal. En tu corazón está la impronta de la huella de Dios, pero también mora en él la consecuencia del pecado original. Por lo tanto, en él se establece una lucha que da lugar a confrontaciones e interrogantes que angustian tu vida y la incomodan diariamente. Se trata de dar respuestas a esos interrogantes y perseverar en la confrontación en la Voluntad de Dios. Al final, si permanecemos fieles al Señor, venceremos.

Dentro de cada uno de nosotros hay como dos lobos, por decirlo de alguna manera. Dos lobos que encarnan el bien y el mal y que luchan entre sí tratando el uno de someter al otro. Al final ganará quien se alimente mejor. El uno de la codicia, de la ambición, de la mentira y del poder y venganza, y el otro de la verdad, de la justicia y del amor. De ti dependerá dejarte llevar por el mal y el pecado o abrirte a ese mensaje de conversión y preparación para el Reino de Dios que trae Juan el Bautista.

Ese es el motivo de la Encarnación. Dios se hace Hombre para, desde tu misma realidad humana anunciarte la Alianza de la Buena Noticia de Salvación. El Amor de Dios ha vencido al pecado y a la esclavitud. Jesús, el Mesías enviado te anuncia que Dios te ama y te propone un Plan de Salvación. Te pide que abras tu corazón para que, dejando entrar al Espíritu Santo, el te guíe, te oriente y te abra el camino que te lleve a la Casa del Padre.

Por eso, antes tienes que dar respuesta a esos interrogantes que establecen una lucha a muerte dentro de ti. Sin miedos ni presiones. Sin angustias ni desesperanzas. En plena calma, serenidad y, sobre todo, confianza. Porque, el Espíritu Santo está contigo y, Él, te irá alumbrando el camino; te irá conduciendo por la verdad y dará luz a tu vida. Sólo hay que tener confianza en que Dios Padre no nos abandona ni se descuida con cada uno de nosotros. Nos está siempre cuidando y pendiente de nosotros.

Tengamos confianza en él y confiemos en su Palabra. Pidamos la fe que nos sostenga siempre firmes y dóciles a escucharle y fiarnos de lo que nos dice a través del Espíritu Santo y de la Iglesia, nuestra Madre. Amén.

jueves, 12 de diciembre de 2019

YO TAMBIÉN, SEÑOR, QUIERO PREPARAR MI CORAZÓN PARA ACOGERTE

Resultado de imagen para Mt 11,11-15
Todos los años celebramos la Navidad y, posiblemente, tengamos el peligro de hacerlo con cierta rutina y hasta nos resulte difícil cambiarla. Las familias se reunen para comer, beber y divertirse y se nos hace difícil tener presente que lo que celebramos es tu nacimiento. Muchos no lo creen así; otros te rechazan y otros, quizás si creen en Ti, pero, llevados por la corriente no se atreven a anunciar tu venida. Yo, Señor, quisiera que este año pasara algo diferente y, al menos, tengamos un minuto de silencio y de tenerte presente en nuestros corazones. Por los menos los que libremente quieran hacerlo.

Eso te pido, Señor, dame y danos fuerza, valentía, serenidad y palabras para pedir unos minutos de atención y de conciencia que lo que celebramos es tu venida, tu nacimiento, a pesar de que en muchos pase por debajo de la mesa y de que en nuestros corazones no hagamos ningún hueco preparado para recibirte. Perdonanos, Señor, y danos conciencia de que Tú eres lo principal de estas fiestas y de todo el año que, por tu Gracia, vamos viviendo.

Danos también, Señor, un corazón pobre, humilde y sencillo como el Tuyo, porque, Tú has querido nacer pobre, en un abandonado pesebre donde nadie ha querido nacer y donde otros te han obligado a hacerlo, pues no te han dejado sitio ni lugar junto a ellos y, menos en sus corazones. Sólo los pobres - los pastores - fueron capaces de escuchar tu anuncio. Los ricos y poderosos se resistían a que Tú fueras más que ellos y te acechaban para medir sus fuerzas con las tuyas. 

Tú, Señor, no venías a eso, sino a amarnos y a anunciarnos el Amor de tu Padre. Tu Poder es único en el mundo y no vienes a medirte con nadie. No hace falta. Todo lo creado y visible e invisible está bajo tu Poder. Tú, Señor, vienes a amarnos y a darnos la oportunidad de que, conociéndote y amándote, podamos también nosotros ser libres y gozar de Vida Eterna en plenitud. Por eso, Señor, sólo siendo pobre y humilde podemos encontrarte, conocerte y amarte. Danos, Señor, esa Gracia en este nuevo Adviento.