Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 18 de mayo de 2020

¿CREO EN LA PRESENCIA EN MÍ DEL ESPÍRITU SANTO?

Catholic.net -

A simple vista y de pronto, sin pararme mucho, diría que creo en el Espíritu Santo. Y supongo que otros muchos también lo creerán así. Y así lo pienso desde mi propia experiencia, porque, si trato de pararme un poco y planteármelo seriamente, descubro que tengo muchas dudas y una ligera superficialidad en plantearme mi fe. Porque, ¿cómo descubro la seriedad de mi fe? ¿Acaso sigo los mismos pasos de Jesús? ¿Sé seriamente a dónde llevó a Jesús el Espíritu Santo? ¿Y me doy cuenta de que Jesús se dejó llevar y vivir según los impulsos y voluntad del Espíritu Santo?

Luego, planteados todos esos interrogantes en mi vida, que, confieso, no sé donde me vienen ni de donde salen desde de mí, tengo que confesar que eso de decir que creo en el Espíritu Santo deja mucho que desear y nace desde una ligera, débil y muy superficial fe y confianza en el Señor. ¿Qué, en qué lo noto? Pues en mis oraciones y silencios, en mis compromisos, en la aceptación de mi cruz, en el gozo y alegría de mi vida y de mi esperanza. En resumen, en mi servicio y entrega. O sea, en mi amor.

Ahora, también he de decir en honor a la verdad y humildad,que algo de fe sí que tengo Trato de buscar y de pedirle al Señor que aumente mi fe y mi confianza, a pesar de los trastornos y dificultades de mi vida. Trato de confiar en Él, pero no experimento ese gozo, alegría y esperanza que desearía experimentar y sentir. Quizás sea eso una prueba para tensar y medir mi perseverancia, mi persistencia, mi aguante y la capacidad de mi confianza. Eso me fortalece, lo experimento según escribo, y me anima a seguir pidiéndole esa fe que me lleve, por la fuerza del Espíritu Santo, a comprometerme en el servicio a los demás y a vivir por la vida, la verdadera vida que nace del Amor originario, que eres Tú, mi Señor, y que se concreta y experimenta en el servicio y amor a los demás. 

Todo eso te lo pido Señor, porque, Tú, mejor que yo, sabes lo lejos que estoy de recorrer tu mismo camino. Amén.

domingo, 17 de mayo de 2020

UN CAMINO DIFÍCIL Y LLENO DE OBSTÁCULOS

Evangelio Dominical – VI Domingo de Pascua – Hermandad del Santo ...Lo sabemos de antemano cuando alcanzamos nuestra juventud, pero más consciente en tiempos de nuestra madurez. Vencer los criterios del mundo se hace, no ya difícil, sino imposible. Nuestra razón es limitada y no podemos ver más allá de los impulsos de nuestro corazón que nos inclina a las apetencias humanas y a la razón mundializada por los criterios del poder, la economía, la riqueza y todo aquellos que convenga a nuestro interés egoísta, de poder y éxito.

El amor no conoce nada de eso. Está fuera de todo interés y se da gratuitamente y siempre buscando el bien desinteresado. No mira para sí mismo, sino se preocupa por el bien del otro y en ese bien encuentra su gozo y felicidad. El mundo no le comprende ni sabe de esas cosas. Por esa razón, seguir a Jesús es no pertenecer al mundo y, por tal causa, el mundo buscará odiarte y hacerte el camino imposible tratando de alejarte de la propuesta de amor que Jesús te hace.

Desde esta perspectiva pedimos la fortaleza, la luz y la voluntad de poder, ante las dificultades que el mundo nos presenta, ser portadores de servicio, de solidaridad, de comprensión, de humildad y de, en definitiva, amor. Porque, el amor será el arma que tendrá la posibilidad de transformar los corazones de los hombres y mujeres para que se comprometan en trabajar en aras de un mundo mejor donde la verdad y la justicia estén presentes en todas los actos y obras del mundo.

Y eso se lo pedimos al único que nos lo puede dar, el Espíritu de la Verdad que el Hijo pedirá al Padre para que desde el Padre, nos lo envíe y nos asista y auxilie en esas dificultades y obstáculos que se nos interpondrán en el camino hacia la Casa del Padre. Amén.

sábado, 16 de mayo de 2020

UNA LUCHA CONTRA NOSOTROS MISMOS

Cruz Catóilca — #EvangelioDelDía Evangelio según San Juan...
No cabe duda que nuestra vida, desde que somos concebidos en el vientre de nuestras madres, corre graves y grandes peligros. Pensar solo en la posibilidad del aborto es el primer peligro que nos sale al paso, y eso contando que todo el proceso de gestación y demás vaya bien. Bien, es verdad, que hay peligros naturales y otros que son intencionados y dirigidos a hacer mal. Con todos debemos luchar, a unos aceptándolos y a otros enfrentándonos.

Desde esta perspectivas y desde el momento que aceptamos seguir a Jesucristo, es decir, desde la hora de nuestro bautismo, declaramos la guerra a este mundo. Un mundo hostil a las enseñanzas de nuestro Señor Jesús y que le rechazó hasta el extremo de darle una muerte en la cruz y que, por la misma razón, nos perseguirá a nosotros dándole a muchos también muerte. 

Nada de eso nos coge desprevenido, porque, ha sido el mismo Señor quien nos lo ha advertido: «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo...  Y si seguimos adelante es porque injertados en el Señor podemos superar todas esas dificultades que se nos presentan para impedirnos avanzar. Él nos ha liberado y nos ha elegido para iniciar su mismo camino. Es verdad que esa elección tiene mucho de nuestra parte. Somos libres, por la Gracia de Dios, y si libres, capacitados para poder elegir. Así lo ha querido nuestro Padre Dios. 

Por tanto, podemos rechazar o aceptar la propuesta del Señor. Y, como nos consideramos tener buen gusto, la aceptamos, Creemos en el Señor y, aunque el camino es arriesgado, lleno de peligros y difícil de sortear, nos atrevemos a ello porque creemos en el Señor, confiamos en su Poder y en su Palabra y en su Misericordia Infinita. Seguros y esperanzados en vencer todos los obstáculos y esperanzados en la Resurrección, avanzamos sin tregua asistidos y acompañados por el Espíritu Santo. Amén.

viernes, 15 de mayo de 2020

SAN ISIDRO LABRADOR -LAUDES

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


SAN ISIDRO LABRADOR IMÁGENES - Buscar con Google | Tarjetas de ...
San Isidro Labrador


H I M N O

Cantemos nuestra fe y, al confesarla,
unidas nuestras voces de creyentes,
pidamos al Señor que, al proclamarla,
inunde con su luz a nuestras mentes.

El gozo de creer sea alegría
de servir al Señor, y su Palabra
simiente en crecimiento día a día,
que al don de su verdad el mundo abra.

Clara es la fe y oscuro su camino
de gracia y libertad en puro encuentro,
si crees que Jesús es Dios que vino,
no está lejos de ti, sino muy dentro.

Legión es la asamblea de los santos,
que en el Señor Jesús puso confianza,
sus frutos de justicia fueron tantos
que vieron ya colmada su esperanza.

Demos gracias a Dios, que es nuestra roca,
sigamos a Jesús con entereza,
si nuestra fe vacila, si ella es poca,
su Espíritu de amor nos dará fuerza. Amén.

jueves, 14 de mayo de 2020

ALEJADOS DE JESÚS QUEDAMOS A MERCED DEL MUNDO

Juan (15,9 - 11) by Al Velasco on SoundCloud - Hear the world's sounds
Lo hemos experimentado de muchas maneras y con bastante frecuencia. El caminar por este mundo alejado de Jesús equivale a quedarnos a merced del príncipe del mundo - demonio -. Y esto significa que nuestros frutos serán malos o escasos, por no decir ninguno.

Y es que, caminar solo y sin la presencia del Señor, es entregarnos a los placeres, engaños y tentaciones que el mundo nos presenta. A pesar de nuestra voluntad y nuestra lucha, el mundo nos puede y nos vence.

Necesitamos permanecer en el Señor. El mismo nos lo dice: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor».  Está claro, si quiero dar frutos necesito permanecer en la Vid - el Señor - y dejarme alimentar hasta que su savia riegue todo el sarmiento y dé origen al fruto. 

Y esta permanencia, como nos ha dicho el Santo Padre Francisco, debe ser una permanencia activa, inquieta y disponible a dejarse llevar e impulsar por la acción del Espíritu Santo. Un Espíritu Santo que nos fortalecerá y nos dará la voluntad necesaria para entregarnos al servicio, por amor, a los más necesitados y pobres. Que, muchas veces, pueden estar muy cerca de nosotros y, quizás, no los veamos o no percibamos sus carencias y necesidades.

No pensemos en árboles, hablando metafóricamente, que presentan deterioros físicos y en apariencias graves, sino en otros que, aparentemente en buen estado, sus raíces están podridas y necesitadas de una limpieza y abono para poder revitalizarse y dar frutos. Pidamos la luz y la fortaleza que nos den la vitalidad y la sabiduría para detectar donde podemos dar esos frutos de amor. Amén.

miércoles, 13 de mayo de 2020

TODOS QUEREMOS IR AL CIELO

JUAN 15,1-8 | Frases de la biblia, El amor biblia y Mensaje de dios
A nadie se le esconde que llamamos cielo al lugar donde lo pasamos bien y donde reina la paz, la alegria y el gozo pleno. Y ese lugar, al que todos queremos ir, nos gustaría que fuese eterno, es decir, para siempre. Claro, lo bueno nadie quiere que se acabe. Pue bien, es indiscutible que todos queremos ir a ese Cielo, pero, para ello necesitamos que nuestros frutos sean buenos. Y, por supuesto, lo primero que tenemos que hacer es dar frutos, y lo segundo, que sean buenos.

Al final de nuestras vidas, quieras o no, quedarás juzgado por tus frutos. No hará falta mirar que has hecho, ni, siquiera, preguntarte por esto o por lo otro. Tus frustos dejarán claramente la huella de el resultado de tu vida, pero, ¡hay más!, no sólo importará que haya buenos y muchos frutos, sino la actitud de cómo los hayas cosechado y dado. Porque, si se ha hecho buscando tranquilizar tu conciencia, o buscando algún interés o beneficio, ya sea prestigio, fama o admiración...etc., nada ha valido.

Sólo cuenta el amor. Un amor desinteresado, gratuito, entregado sin condiciones y dado en servicio por amor. Esos, por pequeños que sean, son los buenos y verdaderos frutos que tienen valor en el Cielo. En ese Cielo al que todos aspiramos y queremos ir.

Aprovechemos este momento y esta humilde reflexión para, juntos y confiados en el Señor, pedirle que nos transforme nuestros corazones y nos los cambie en unos corazones entregados al servicio y la caridad por verdadero amor. Te lo pedimos, Señor, Amén.

martes, 12 de mayo de 2020

UNA PAZ QUE RESPONDE AL MAL CON EL BIEN

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Cuando hablamos de paz estamos hablando de una paz diferente a la del mundo. Porque, mientras el mundo sedimenta su paz en la fuerza y el poder, la paz de la que habla y da el Señor Jesús es la paz que nace de la reconciliación y del amor misericordioso. 

Si bien el mundo nos ofrece una paz instalada en el equilibrio de fuerzas o apoyada en intereses económicos u otros beneficios, la Paz que nos da y ofrece Cristo Jesús es una paz sustentada en la misericordia y el perdón. Una paz que vive y nace desde lo más profundo del corazón y se ofrece abiertamente y sin condiciones. 

Una paz diferente a la que nos da este mundo, porque, mientras, la del mundo, es causa del pecado y de la razón del hombre, que no entiende otra forma de darse, la que nos presenta y ofrece Jesús es una paz cuya esencia y núcleo es el amor. Un amor gratuito, generoso, sin condiciones, misericordioso y entregado a hacer el bien y que vive en la verdad y justicia.

Y esa paz pervive incluso en el dolor y la amenaza de muerte. Así se explica el sufrimiento de muchos cristianos y la entrega de sus vidas en defensa de su fe. El número de ellos es incalculable y la historia es testigo de los numerosos testimonios que se han dado y se dan actualmente en todos aquellos cristianos que están dando sus vidas por su fe en Jesús de Nazaret. Y eso no se entiende sino en la paz, porque sin paz no se puede soportar esa entrega y ese sacrificio.

Pidamos también nosotros vivir en la Paz que nos da Jesús, y abrirnos al Espíritu Santo para que, llenos de su fortaleza podamos ser testimonios de reconciliación, de amor y de paz en este época de nuestro mundo que nos ha tocado vivir. Amén.