Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 21 de mayo de 2012

YO QUIERO VENCER AL MUNDO

Estoy en este mundo porque Dios me creó, porque me quiere. Y con Él puedo vencerlo

Porque no soy de este mundo caduco y efímero. Todo aquí huele a temporal y a final. Nada queda ni perdura, por lo tanto, el gozo y la felicidad que busco tiene sus días contados.

Sin embargo, Tú, Señor colmas mi dicha, hueles a perfume eterno y tu presencia desborda el tiempo y sometes la eternidad, porque Eterno eres solo Tú.

Tú, Dios mío, eres dueño de todo lo creado, lo visible por el ojo humano, y también lo que no llega a ver. Eres Fuente de felicidad y de gozo eterno, y a Ti estamos llamados, porque fuera de Ti todo es tinieblas, oscuridad, confusión y muerte.

Tú, Señor, has vencido al mundo rechazando todas las propuestas con las que el demonio quiso tentarte. Tú, Señor, has vencido la muerte resucitando para siempre, y Tu, Señor, nos has prometido que nosotros, en Ti, y asistidos por el Espíritu Santo, también venceremos al mundo y a la muerte.

Por eso, Señor, te pedimos que, por la acción del Espíritu Santo, no desfallezcamos en el esfuerzo de buscarte y de organizar nuestra vida según la Voluntad de tu Padre. Tal y como tu hiciste, Señor, poniendo siempre en nuestra prioridad vivir según el amor que Tú nos propones. Amén.

domingo, 20 de mayo de 2012

PADRE NUESTRO


Padre nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu Nombre. Pero en realidad santificamos su nombre, o simplemente nos justificamos con unas sencillas prácticas de media hora y el resto del tiempo para nosotros. Venga a nosotros tu Reino, ¿o lo que pedimos y queremos es que venga el nuestro, el reino que a nosotros nos interesa?

Hágase tu Voluntad, mientras coincida con la nuestra, pero cuando las cosas cambian ya no nos parece muy bien que se haga su Voluntad sino más bien la nuestra. Danos el pan de cada día, pero lo que nos interesa no es el pan de todos, sino el nuestro propio. Satisfechos nosotros, los demás que se lo arreglen como puedas.

Ponemos condiciones, y buscamos primero nuestras propias satisfacciones. Nos tenemos siempre presentes a nosotros mismos, y luego, en segundo lugar, pensamos en los demás. ¿Es eso pedir el pan de cada día, o más bien mi pan de cada día?

Y la mentira mayor viene ahora: "Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Cuando se trata de que nos perdonen, todo va bien, pero cuando se trata de perdonar a otros, la cosa se pone más difícil y ya no nos gusta tanto. Y solo en la medida que seamos capaces de perdonar, seremos nosotros perdonados.

No nos dejes caer en la tentación, le decimos a continuación. Pero cuando la tentación nos gusta la buscamos y nos ponemos en peligro. Nos justificamos presentándonos como pobres pecadores, pero no ponemos los medios que tenemos a nuestro alcance para resistirnos. Es decir nos autoengañamos, pero no al Señor que sabe la medida y las fuerzas de nuestras posibilidades. Tenemos voluntad y libertad para utilizarlas en bien de los que nos pide nuestro Padre  Dios. Nos las ha dado para bien emplearlas.

Y líbranos del mal. Eso sí, pedir y pedir que nos saque de todos nuestros apurillos y errores, pero esforzarnos en no cometerlos y prepararnos para caer lo menos posible no va con nosotros. Lo nuestro es aprovecharnos de lo que podemos, y cuando nos equivocamos que nos rescaten gratuitamente. 

Algo así como lo que pasa con nuestros Bancos. Lo hacen mal, no se preocupan, y ahora que venga todos los españoles y pagar sus malas gestiones. No somos conscientes de las mentiras que decimos cuando rezamos el Padre Nuestro. 

Solo el proponernos ser algo más conscientes y tratar de esforzarnos en cumplir lo mejor posible lo que le decimos a nuestro Padre del cielo sería una oración nueva y grandiosa cada día que vivimos. Pidámosle al Señor que el Espíritu Santo, que nos ha sido enviado, nos de las fuerzas que necesitamos para poner nuestra voluntad y libertad en sus Manos. Amén.

sábado, 19 de mayo de 2012

NECESITO DEJARME LLEVAR POR TU PALABRA


Dame, Señor, esa fe y confianza que necesito para fiarme de Ti. Como Abraham, Isaac, Jacob y Moisés, que siguieron tus pasos y señales según tu Palabra. Yo, Señor, necesito, no organizar mi vida según mis intereses y conveniencias, sino según tu Palabra.

Pero no sé, Dios mío vencerme a mí mismo. Mis egoísmos pueden más que yo. No creo sino lo que veo, como Tomás, y mis dudas surgen por doquier. ¿A quién puedo recurrir, Padre mío? ¿En quién puedo descansar dejándome llevar?

Dame la sabiduría de olvidarme de mí, y caminar según tus designios y mandatos. Tú, Señor, sabes que yo quiero hacerlo, pero no sé cómo ni dónde. Me experimento débil, pecador, y necesitado de tu Gracia para conseguir las fuerzas que me levanten y me ayuden a seguirte con firmeza.

No cesaré de pedírtelo y agarrarme a tu promesa de "pedir en mi nombre y se les dará". Pues yo, Jesús, pido en tu nombre solo la Gracia de ver la Luz que me guía según tu Voluntad. Solo quiero eso, porque con esa claridad podré aceptar lo que Tú quieras que haga. Amén.

viernes, 18 de mayo de 2012

CADA DÍA UNA ORACIÓN


Porque cada día trae nuevas aspiraciones, nuevos pasos que nos llevaran al último y definitivo encuentro al que todos estamos llamados. Precisamente, ayer sobre las 22 hora canaria, una gran amiga en la fe, con la que he compartido momentos de Eucaristía y de compartir en la fe, así como apostolado, terminaba su periplo por este mundo. Había llegado al final, compartiendo tristeza y dolor, para, en Manos de Jesús, convertirlas en alegría y gozo como Él mismo nos dice hoy.

Cada día se convierte en una oración de veinticuatro horas. Una oración en la que te relacionas con el Padre Dios, injertado en Jesús y asistido por el Espíritu Santo, a través de los momentos, situaciones y vivencias que el propio día te ofrece.

Cada día trae su pena y alegría, y tanto lo uno como lo otro son ofrendas de amor presentadas al Padre. Porque el Señor tomará de todo, y todo lo convertirá en dulce gusto al paladar. En Él todas nuestras penas, sufrimientos, dolores y también alegrías cobras su mayor plenitud, y retoman sentido al transformarse en gozos y alegrías.

Cada día es una buena oportunidad, por la que damos gracias, de vivir la vida, de poder reivindicar nuestro amor al Padre en los hermanos; de tener una nueva oportunidad de testimoniar nuestra fe; de ponernos en Manos del Espíritu Santo y alabar al Padre del Cielo.

Cada día se nos regala una nueva ocasión de poder ganarnos, entre comillas, la posibilidad de decirle que sí a Jesús y dar la vida, en los hermanos y en las pequeñas cosas de nuestro propio mundo, por Él. Amén.

jueves, 17 de mayo de 2012

LA VOLUNTAD DIVINA HECHA ORACIÓN



¿Cómo caminar en presencia de Dios?  ¿Cómo andar según el gusto divino? Un buen católico joven o mayor, niño o anciano, rico en salud o cargado del misterio de la enfermedad, hombres y mujeres, de todas las esferas sociales, profesionales u obreros, sabios o ignorantes, educados o analfabetos … pero que toman en serio la eternidad, que buscan ardientemente su alma sea tabernáculo del Eterno Dios… viven convirtiendo sus vidas en una elocuente oración a la Voluntad Divina.

¿Cómo puede ser esto?  Una Teresita de Lisiux, un San Juan Bosco, un sacerdote misionero en una isla de Leprosos, padre Damián, Madre Teresa de Calcuta… todos ellos y muchos más, vivían convirtiendo sus vidas en una constante y plena oración a la Voluntad Divina… esa constante  plegaria de:  “Hágase en mi según tu Voluntad, Señor”… ese… “Quiero que mi vida sea siempre una respuesta a tu Querer… a tu Voluntad Divina”… “Si Tu lo quieres… yo lo quiero; lo que Tú no quieres… yo no quiero”. Es la plegaria hecha vida de todos los santos… de todas las almas que desean complacer a Dios dejándose guiar por el Querer Divino.

Vivir de “cara a Dios”… tomando los acontecimientos del diario vivir, sean como sean, tristes o llenos de alegría,  tomarlos como venidos de la mano divina y dar esa respuesta que Dios está esperando del alma. 

Vivir de “cara a Dios”… donde las almas solo buscan darle gusto, complacerlo y para ello su oración es una respuesta de obediencia a la observancia de las leyes divinas, de los consejos divinos… es la oración salida de lo más profundo del alma donde el alma se somete voluntariamente en ese “Fiat” diario… que lo lleva a una  libertad interior insospechada y a una profunda amistad divina.

Para ello imita a Jesús… estudian a Jesús… observa minuciosamente el andar, el obrar y el vivir de Jesús… para así poder vivir profundamente ese “Fiat” a lo Jesús, al gusto del Padre… al gusto de la Divina Providencia…

Es cuando el alma se levanta por la mañana y ofrece su día a Dios… y al terminar su ofrecimiento, elevando su mirada pronuncia ese “Fiat” con alegría, y disposición a vivir durante el día todo lo que Dios desea y espera del alma.  Que hay momentos de lucha… los hay… que hay que doblegar el yo y hacerse violencia hasta quedar el yo sometido al querer divino… cierto, muy cierto…

El alma de carácter indomable, explosivo, encuentra en su oración diaria de ese “Hágase en mi según Tu Voluntad Divina”…, (que se traduce en un simple: “porque Tu lo quieres, porque Tu me lo pides, solo por Ti”_…,un ejercicio diario de morir a ese carácter para vivir en la paz, tolerancia, paciencia, caridad, y buen humor que Dios pide en esos momentos difíciles donde es mas fácil y agradable para el amor propio explotar como una válvula de presión…hiriendo sin piedad a los demás… y a veces al que nada tiene que ver con la situación.  

Ese Fíat que es simplemente la Voluntad de Dios en el alma… y ¿Cuál  es esa Voluntad para todas las almas? ¿Qué Dios pide, espera, quiere en las almas y en cada alma en particular?  Dios nos pide que seamos almas dóciles en sus manos, que seamos testigos vivos de su Amor, de su Misericordia y Compasión, pero sobre todo que seamos testigos vivos del Esplendor de su Verdad… que seamos “Jesús” para el Padre Dios, seamos “María”  para el Padre Dios… que nuestras vidas sean reflejo de almas santas, exquisitamente santas… donde Dios puede vivir a gusto en el Tabernáculo de nuestro corazón… un alma llena de virtud, de ansias de cielo, con la mirada en la eternidad y los pies pisando tierra… porque Dios vale la pena…

Por eso la Voluntad Divina se hace oración de vida en las almas que caminan por el camino de la santidad… “Señor, porque Tu lo quieres, porque Tu lo pides, porque Tu lo esperas… esperas una respuesta de vida hecha oración donde el alimento diario sea “Hágase en mi según Tu Voluntad Divina”…, día a día, hora a hora, minuto a minuto, en el quehacer diario, en medio del trabajo, de la familia, en la Iglesia, en cada acontecimiento, muriendo a todo… para vivir de Dios y en Dios… porque Dios vale la pena”…


DESDE LA SOLEDAD DEL SAGRARIO

miércoles, 16 de mayo de 2012

HAY MUCHO DE QUE HABLAR


Porque orar es precisamente hablar con Dios, más que rezar. Podemos rezar oraciones ya hechas, ya formuladas, a excepción del Padre Nuestro, sugerido por Jesús, que es la oración por excelencia. En ella se compendia todo lo que necesitamos pedirle a nuestro Padre Dios.

Pero en nuestra vida ordinaria nos ocurren muchas cosas cada día. Y también se nos presentan problemas y muchas preocupaciones que nos afectan de forma directa e indirecta, e influyen en nuestro ánimo. Claro, en esos casos recurrimos a los seres más próximos a nosotros, nuestros padres, hermanos o algún amigo de plena confianza. Aquellas personas que confiamos que nos puedan ayudar.

Compartimos con ellos y nos desahogamos y aliviamos nuestras inquietudes y preocupaciones. ¿Hay alguien mejor que Jesús que nos pueda ayudar? ¿Hay alguien mejor que Jesús que nos pueda escuchar? ¿Y aguantar pacientemente nuestros berrinches, disgustos, rebeldías...etc? ¿Y hay alguien mejor que Jesús que quiera, que esté dispuesto y deseoso de que recurras a Él para ayudarte?

Pues, ¿por qué no acudimos y le contamos todos nuestros pesares, ilusiones, proyectos, preocupaciones y alegrías? De eso, de todo lo que nos preocupa y afecta es de lo que debemos hablar con el Señor, ¿no te parece? No debemos empecinarnos en formular oraciones, en adornarlas con bellas palabras o tomarlas de grandes oradores. No digo que no se haga, cada cual puede hacer lo que mejor le vaya. Dios escucha a todos y todo, pero con un Padre se habla de lo que preocupa y alegra.

Principalmente, de la vida, de los miedos y temores, problemas y preocupaciones, tristezas y alegrías, triunfos y fracasos, deseos y logros...etc. Y supongo que Jesús espera eso, porque Él lo que quiere es tu vida, salvarla y llevársela al Padre. Ha venido expresamente para eso, y ha dado su vida por eso.

Y el Espíritu Santo ha venido en su ausencia para indicarnos el camino, para abrirnos brechas, para ayudarnos a encontrar la verdadera ruta, para fortalecernos en la batalla martirial de cada día, para servirnos de guía y de compañero que nos anima y nos levanta. Para defendernos en las caídas y levantarnos en las flaquezas.

Ven Espíritu Santo y tómanos, no dejes que el mundo nos someta y nos esclavice. Aviva nuestro espíritu y fortalece nuestra voluntad, para que sigamos tus consejos y tus pasos. Amén.

martes, 15 de mayo de 2012

ORACIÓN DEL PERDÓN

 oración de perdón “Padre, sé que he quebrantado...


La pregunta siempre actualizada: ¿hasta cuanto puedo perdonar? ¿Cuántas veces debo perdonar?  Y es que cada vez se hace más difícil entender que hay que perdonar, no importa lo que sea, no importa el grado de ofensa, humillación, o de dolor causado… hay que perdonar.

Dios quiere que se perdone. Dios pide que perdonemos. Pero, ¿por qué es tan importante para Dios el que perdonemos? ¿Hay algún beneficio obtenido para el alma que perdona?  Ciertamente que si, si no Dios no nos pediría el perdón entre nosotros.

Además, para crear más conciencia de la necesidad de perdonar, nos dice en el Padre Nuestro: “perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que no ofenden”.  Hay una condición que se da a todos: “perdono… Dios perdona”… “no perdono… Dios no perdona”…Si quiero que Dios me perdone… tengo que perdonar a todos mis hermanos sin distinción ni de persona ni de situación”.  Hay que perdonar no importa como lo analicemos… hay que perdonar.

Y hay que perdonar de corazón. Y hay que perdonar y olvidar. Y hay que perdonar y seguir amando, orando y prestándole nuestro  servicio a esa  alma que nos ha hecho mal… pero…  ¿por qué?... porque Dios así lo pide… lo desea… lo espera...

La pedagogía de Dios es inconcebible para muchas almas. Perdonar libera el alma de la esclavitud del rencor, de la venganza, de convertirse el alma en un ser amargado, de carácter explosivo, lleno de odio… y todo sazonado en el nombre de la Justicia.  El alma siempre dispuesta a perdonar posee una mirada transparente porque la paz llena su alma y se desborda en su mirada... y en su corazón solo hay amor...

Miremos el proceder de muchas almas…proceder que todos podemos imitar… solo para darnos cuenta hasta donde hay que perdonar.  Muchos padres en el mundo entero se plantean la misma interrogante…. “Pero es que me mató a mi hijo… a mi hija… ¿cómo no voy a pedir justicia?”…Y si la justicia humana le da meses o pocos años de pagar en la cárcel… el alma se rebela buscando la forma de hacer saber que no está de acuerdo, que hay que darle más tiempo… incluso dejarlo morir en las tinieblas y en el infierno de la cárcel. Y el alma a viva voz grita que lo ha perdonado… pero quiere justicia… justicia a su criterio… justicia a su conveniencia… justicia… que acalle la voz de su venganza disfrazada…

¿Cómo reacciona un alma verdaderamente enamorada de Dios? Un alma consiente de la necesidad apremiante de perdonar a pesar de… toda la debilidad humana… Es el caso de una señora en España, que ahora no recuerdo el nombre, y lamento enormemente, es un caso dado en catholic.net.   Le mataron a su hijo innecesariamente,  y en el juicio ella contemplaba al asesino de su hijo. Al llegar al final del juicio, donde se daba la condena, ella pidió hablar. Nadie esperaba la reacción de la señora cuyo único hijo había perdido innecesariamente… por un arranque de alguien que no tomo las debidas precauciones para controlar su mal genio y su mente pesimista.

Ella caminó hasta llegar frente al asesino de su hijo. Y con voz entrecortada y suave, le perdono. Le manifestó su preocupación por el… por haber descubierto la soledad y falta de amor en que vivía. Le confesó que oraba por él y lo siguiera haciendo. Y sin que nadie lo evitara… le abrazó y el joven estalló en llanto. Aquel que estaba disfrazado en una máscara de aparente indiferencia durante el juicio… estalló en llanto al verse descubierto en su más intima necesidad de hijo producto de un hogar disfuncional.

Esta señora dio cátedra de lo que significa perdonar. Y estoy segura que llego  mucho más lejos… estoy segura que su amor de madre la llevo a procurar la amistad y el bienestar espiritual de este joven que en esos momento había encontrado un corazón de madre que lo cobijaba…

Ella dejo que la justicia humana corriera… no se detuvo a pedir mayor castigo… se detuvo solo a contemplar y descubrir cuanto lo amaba Dios… y cuanta necesidad de amor había en este niño escondido en el cuerpo de joven, privado de la experiencia de amor en su vida… ella fue más lejos y miro con la mirada de Dios y acepto la invitación de Dios… He aquí la grandeza de perdonar de corazón… su alma de madre fue liberada del dolor que ahora tomaba otra dimensión y sentido desde la caridad y la verdadera justicia… la justicia divina que le llamaba a ser misericordiosa con el asesino de su hijo.


Perdonar… es una joya preciosa que muchos de nosotros nos negamos a conquistar en el momento preciso… Perdonar es el adorno más codiciado por muchos de nosotros, pero, que en el momento justo de mostrar esa joya de incalculable valor declinamos por la venganza que da sabor mortal al alma pero que satisface sobremanera el egoísmo de nuestro yo.


Perdonar es solo de almas que están buscando la santidad… y sobre todo los que buscamos el perdón de Dios bajo las condiciones divinas…aunque nos hagamos violencia para dirigir nuestra débil naturaleza a dar un salto mortal en la virtud... encontrando la paz y libertad interior... 


Madre enséñame a perdonar como Tú perdonaste… de corazón. Enséñame, Madre buena, a mirar al que me hiere mortalmente con tu mirada de bondad, de ternura… enséñame a perdonar y a olvidar. Madre, enséñame a ser un alma necesariamente llena de misericordia y compasión, hazme ver más allá de las apariencias… para desbordarme en oración y en sacrificios por los hermanos que ignorantemente hieren mortalmente mi corazón. Madre hazme ser como Tú… toda de Dios al gusto divino.

 Desde la Soledad del Sagrario