Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 13 de febrero de 2013

HIMNO

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En esta luz del nuevo día
que me concedes, oh Señor,
dame mi parte de alegría
y haz que consiga ser mejor.

Dichoso yo, si al fin del día
un odio menos llevo en mí,
si una luz más mis pasos guía
y si un error más yo extinguí.

Que cada tumbo en el sendero
me vaya haciendo conocer
cada pedrusco traicionero
que mi ojo ruin no supo ver.

Que ame a los seres este día,
que a todo a trance ame la luz,
que ame mi gozo y mi agonía,
que ame el amor y ame la cruz.

martes, 12 de febrero de 2013

LIMPIA MIS MANOS, SEÑOR

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Sí, limpia mis manos de toda impureza. Porque es posible que las tenga limpias de suciedad, pero quizás estén sucias de apariencias y de falta de amor. No soy mejor por tanto cumplimiento, porque miento si no me esfuerzo en amar, y en amar a los más molestosos, a los que me pueden fastidiar, a los que agotan mi paciencia y me exigen, eso, amor.

Porque en el atardecer de mi vida lo que contará es el amor que haya sido capaz de dar. Por eso, Señor, lava mis manos de toda impureza y dame la sabiduría de saber que solo el amor será capaz de llevarme hacia Ti.

El camino es duro, está lleno de renuncia y de tropiezos, pero puedo recorrerlo si voy pegado y agarrado a Ti, Señor. No permitas que mi suciedad interior manche mi amistad contigo, lávame y limpia mi vida de todo aquello que me ensucia y aparta de Ti.

lunes, 11 de febrero de 2013

¡SEÑOR!, DAME LA GRACIA DE CREER

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Aumenta mi fe, Dios  mío, y dame la Gracia de creer. De creer que tu Hijo, Jesús, murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, a Santiago, a los apóstoles, y por último a Pablo.

En este mundo que vive de espaldas a tu presencia, y que muchos la rechazan y la excluye de sus vidas. En este mundo donde me ha tocado vivir y se hace difícil seguirte. En este mundo donde en muchos lugares se te persigue en las personas de tus seguidores. Aquí, Señor, ahora y en el lugar en el que vivo, dame la fortaleza y la sabiduría de proclamarte y de afirmarme en tu fe.

Aumenta mi fe y la de todos aquellos que te siguen, y danos la firmeza de ponernos en tu presencia y no desfallecer. Haz que sea llevaderas todas mis fatigas, mis luchas y obstáculos que se presenta cada día, y pon en mi voluntad la constancia y la perseverancia en la oración, ese vehículo que me mantiene contigo, cerca y en convivencia diaria. 

Pero, lo más importante, que no me falte nunca el alimento de tu Cuerpo y tu Sangre, para que fortalecidos en ellos, mi vida irradia la esperanza y la decisión de amarte en los hombres que viven junto a mí.

domingo, 10 de febrero de 2013

COMPARTE UN CAMINO DE FE

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Esta mañana me reunía con unos amigos de la Pastoral penitenciaria para compartir nuestro pequeño y humilde trabajo en tratar de ayudarles a aquellos que están privados de libertad física. Iniciábamos la tarea tomando conciencia de que somos una familia... todos somos compañeros de camino. Todos somos miembros de un mismo Cuerpo. Ellos, los que están detrás de las rejas, y nosotros que estamos al otro lado, pero por eso no somos más libres.

Nuestra presencia, así sea también en el plano virtual, hace Iglesia, anima y alegra a todos los demás... Te necesita, y quiere contar contigo para intentar construir un proyecto común. Y juntos hacíamos esta oración:

Señor, si quiero. Quiero abandonar la rutina y ponerme en camino hacia Ti. Tú, Señor nos has dicho que te escuchemos, porque Tú eres el Camino, el centro de nuestros destinos, el Maestro , el Salvador. Tú eres el que delante de nosotros, vas dejando tus huellas para que te sigamos y te encontremos.

Gracias, Señor, porque sabemos por donde ir. Gracias, Señor, porque no estamos solos. Tú nos acompañas; es más, vas delante de nosotros. Gracias, Señor, porque nos das a conocer la meta: Tu Vida.


sábado, 9 de febrero de 2013

NECESITO TU LUZ, ESPÍRITU SANTO

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Porque me pierdo en la oscuridad. Quiero caminar en la verdad y en la Voluntad del Padre, pero me falta el aliento, el consejo, la sabiduría, la paciencia, la ciencia y las fuerzas necesarias para superar mi propia humanidad limitada y vencer las inclinaciones, los apegos y egoísmos que tratan de alejarme de Ti.

Experimento mi impotencia y mi pobreza. Y te doy gracias que abras mi mente para darme cuenta de mi ser, de mi pequeñez y de tu Omnipotencia y Grandeza. Junto con María, tu Madre, te alabo y canto las maravillas que haces en mí, pequeño y pobre ser, y me humillo ante tu Grandeza. 

Pero me admiro más al experimentar que me amas, que has entregado a tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, a una muerte de Cruz para redimirnos y pagar nuestro rescate. Nunca lo podré entender, y es por eso por lo que experimento mi pobreza, mi pequeñez y mi humildad.

 Gracias, Dios mío, porque para que no me pierda, me has enviado al Espíritu Santo y en Él me guías, me diriges y me acompañas por los difíciles, oscuros y tentadores caminos que, esta vida mía, me presenta. Te ruego, Señor, que me des siempre la paciencia y la perseverancia de esperar, de no alejarme de tu Rostro y de permanecer sereno y tranquilo antes las tribulaciones y dificultades que el camino me presente.

viernes, 8 de febrero de 2013

SALMO 142: Lamentación y súplica ante la angustia


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Un hombre, perseguido violentamente, se pone bajo la protección de Dios, a fin de que lo libre de sus perseguidores. "El orante se halla en peligro de ser condenado a muerte: un castigo que sus enemigos quieren que caiga sobre él" (H. Schmilt).

¿Estamos muchos de nosotros en esa situación? ¿Somos perseguidos? Observamos que hoy la Iglesia sigue siendo perseguida igual que lo fue en sus comienzos. Muchos cristianos sufren violencia hasta la muerte, y otros sufrimos una violencia fría escondida en una actitud de destruir nuestra fe.

Quizás no estamos violentamente amenazados, pero sufrimos el acoso de los apegos, de los hábitos que desencarna la presencia de Dios, de las normas que nos aleja del rostro de Dios. La familia, lugar sagrado donde nace y se cultiva nuestra fe, está amenazada. Por eso, conviene elevar la mirada y, con el salmista, hablar con el Señor.

Señor, escucha mi oración;
tú, que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú, que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
Mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti.
Indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tú espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 7 de febrero de 2013

QUIERO CAMINAR LIGERO, SEÑOR

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Y no llevar mucha carga. Tú me envías hoy con la ligereza de una pluma. Sólo me dices que lleve un simple bastón donde apoyarme y unas sandalias. Pero yo barrunto que necesitaré más cosas. Y así me lleno de tanto peso que no camino, me siento fatigado y abandono la misión.

Sí, recuerdo que cuando joven era ligero como el viento. Iba de aquí para allá y mi cabeza se llenaba de muchos ideales que quería realizar. Pero con tantos proyectos y estudios me perdí entre un bosque de necesidades y cosas que solo yo hice necesarias. Al final los árboles no me dejaron verte, Señor.

Solo Tú bastas, y Tú provees. Debo estar ligero y transparente mi corazón nadando en libertad, para verte solo a Ti y proclamarte solo a Ti. Sólo un bastón para sostenerme en los caminos de mis años, y unas sandalias para no llagar mi corazón de tanto consumo. Con eso basta, Señor.

Llena mi corazón de amor y ponlo en Manos del Espíritu. Solo eso es necesario para proclamar al mundo que Tú vives y que nos esperas para amarnos hasta la eternidad.